Viajes y Sorpresas.
Había sido una semana muy pesada, pero había valido la pena, era el último día de clase, ya no tendría que soportar más el mal humor de los profesores, o los estudiantes maleducados, y sobre todo no tendría que aguantarlo más, a Ronald Weasley.
Ronald era un chico de su clase, era pelirrojo y de ojos azules, de buen cuerpo, siempre se la pasaba con sus inseparables amiguitos, Harry Potter y Draco Malfoy. Los tres parecían estar sordos, pues siempre escuchaban música a todo volumen, pero nunca escuchaban a los profesores y siempre quebrantaban las reglas.
Suspiro, se alegraba tanto de que fuera el último día de clases, se miró en el espejo, sus ojos de color castaño al igual que su cabello, que era incontrolable, agarrado en una cola de caballo, la típica imagen de Hermione Granger.
Bajo con su maleta, estaba lista para su ultimo día, sus padres estaban sentados desayunando, manteniendo una agradable conversación.
-Hermione, linda- dijo su madre-, ¿no desayunaras?
-No- contesto ella con una sonrisa-, quiero llegar temprano al colegio, ya quiero viajar- exclamo emocionada.
Los Granger se iban este año a pasar las vacaciones a Paris, les habían ofrecido quedarse en una casa vacacional de una familia millonaria, ellos encantados aceptaron.
-Bueno, hija- dijo el señor Granger con una sonrisa-, pero deberías comer algo.
-Está bien- acepto Hermione y cogió una tostada-. Adiós, los veré en la tarde.
Hermione salió de su casa, la calle está lleno de niños emocionados, hoy sería el último día de todos ellos salían a vacaciones hoy, igual que ella.
Camino hasta el colegio, tenía la fortuna de no vivir tan lejos y llegar siempre temprano.
Hogwarts era una prestigiosa escuela, tenía el rendimiento académico más alto de todo Londres y sus expectativas atraían a muchos jóvenes de todos los países.
Entro en el colegio, había ya bastantes estudiantes, se dirigió hasta su casillero, que para su desgracia el que estaba a su lado era el del molesto Weasley.
Guardo rápido sus últimos libros, su casillero estaba casi vacío, solo estaba su libro de química, de biología y de geometría.
Cuando se dirigió al aula de Matemáticas, lo vio, el encantador Ron Weasley, con sus amigos, sonríe egocéntricamente lo que lo hacía ver más atractivo, Hermione no podía negarlo, él era bastante guapo, pero eso quedaba eclipsado por lo grosero y tonto que llegaba a ser algunas veces.
-Hola, Herms- saludo su amiga Luna-, ¿estas emocionada por el viaje?- pregunto con una sonrisa.
-Si, ya sabes que desde hace años quiero ir a Paris- comento Hermione y comenzó a caminar con Luna.
-¿Y ya sabes de quien es la casa?- pregunto Luna.
-Pues, mis padres me dijeron que pertenece a una familia millonaria, tiene demasiados cuartos como para que nos topemos con la familia- respondió Hermione con una sonrisa.
-¿Familia millonaria?- pregunto Luna sorprendida.
-Si- respondió Hermione, Luna se detuvo de pronto, como si Hermione le hubiera dado la respuesta para un examen difícil.
-Hermione…- susurro ella, cuando Hermione sintió que alguien la empujaba y ella caía al piso.
-¿Estas bien?- pregunto una voz muy conocida para ella.
-Tenías que ser tú- dijo Hermione al pelirrojo con el que había chocado, los ojos azules de Ron Weasley se toparon con los de Hermione, odiaba cuando eso pasaba, sentía que estaba cayendo en los encantos de Ronald.
-Lo siento, pero debes de darte cuenta, Granger, que tú también estabas distraída- comento el pelirrojo burlonamente.
-No lo estaba, estaba muy bien concentrada- dijo Hermione apartando la mirada.
-Te lo aseguro, algún día tu orgullo se derrumbara- dijo Ron acercándose peligrosamente a ella.
-Avísame cuando eso pase, Weasley- dijo ella rompiendo la conexión de sus miradas.
-Vamos, Hermione- dijo Harry aguantando la risa junto con Draco-, fue un incidente, no pasó nada.
-Ustedes son tan idiotas- dijo Hermione, se levantó y recogió su mochila-. No les haría mal madurar. Vamos, Luna.
Luna y ella se marcharon, no sin que antes Hermione le lanzara una mirada mordaz a Ron que sonreía burlonamente.
-¿Por qué discutes tanto con él?- pregunto de pronto Luna.
-Porque es un insoportable- contesto Hermione-, además de presumido, ¿no vez que todo el mundo se la pasa hablando de lo bien que toca la guitarra? La verdad, a quien le importa- comento.
-Pero eso ya no es culpa de el- defendió Luna, Hermione la miro sorprendida-. Además, creo que si toca muy bien, lo he escuchado un par de veces, es excelente.
-Si, puede que sea un poco bueno- comento Hermione, pero la verdad era que tocaba espectacular-, pero eso no le da derecho a que se ande pavoneando por todo Londres, ¿o sí?- pregunto.
-No, ¿pero lo hace?- pregunto Luna deteniéndose, Hermione la miro con sorpresa, su amiga siempre la apoyaba.
-Luna- suspiro Hermione-, ¿desde cuándo defiendes a Ronald?
-No lo defiendo, solo veo los hecho, Herms- Hermione volvió a caminar ignorando a su amiga, cuando se topó con una cabellera pelirroja.
-Hermione Granger- comento la pelirroja, Ginny Weasley-, es raro verte por estos lares del castillo- dijo y luego se fijó en Luna, Ginny y Luna iban en el mismo curso, mientras que Hermione iba un año más adelantada-. Claro, acompañando a Luna, debí imaginármelo.
Hermione la miro un momento, es verdad que la chica Weasley era muy linda, al igual que todos sus hermanos era atractiva, pero al igual que ellos Hermione no le hablaba.
-Ginebra- saludo Hermione, Ginny la miro seria, ella odiaba que la llamaran así-. Deberías decirle a tu hermano que madure- sugirió Hermione.
-¿Si?- pregunto Ginny con una sonrisa-. Llegas tarde, se lo he dicho miles de veces, pero no hace caso.
-Me imagino, con una familia como la suya- comento Hermione, no tenía nada en contra de Ginny, lo único que no le agradaba de ella era su hermano.
-Mira, Hermione, es el último día, no quiero tener problemas- dijo Ginny ignorando su comentario anterior-, así que te voy a pedir que no los busques.
La cabellera pelirroja de Ginny Weasley desapareció en la puerta del salón de Física, Luna se despidió de Hermione y luego entro al aula. Hermione volvió al aula de Matemáticas, se molestó al ver que el único puesto libre era al lado del pelirrojo insoportable.
Se dirigió al puesto libre sin mirarlo, como dijo Ginny era el último día, y Hermione tampoco quería tener problemas.
-Buen día clase- saludo la profesora McGonagall.
-Buen día, profesora McGonagall- saludaron todos al tiempo.
-Bueno, antes de empezar la clase, quería que habláramos un poco del próximo año- dijo la profesora sentándose en su escritorio-. Como saben, el próximo año ustedes estarán más cerca de tener un futuro exitoso, oh bueno, algunos de ustedes, si es que no se ponen la batería y se esfuerzan más- comento.
"También, quería recordares que aunque hoy sea el último día, no deben olvidar como deben comportarse- recordó ella-. Y si mas no recuerdo que yo les dije que tomaran nota de lo que estoy diciendo, ¿no es cierto, señorita Brown?
Todos voltearon a ver a Lavender Brown, la insoportable novia de Ron, ella era aún más insoportable que Ron, era toda obsesiva y nunca dejaba de besarlo.
-No, señora- contesto ella roja como el cabello de su novia.
-Entonces, no será un problema si la lee en frente de la clase, ¿no?- pregunto la profesora y Lavender se puso más roja.
-No, pero…
-Léala- ordeno la profesora.
-"Ro-Ro, te espero en la fuente al almuerzo, ya quiero darte besitos"- leyó ella.
Todos se comenzaron a reírse, mientras que Ron desviaba la mirada avergonzado, su mirada se encontró con la de Hermione un momento, puedo distinguir un deje de fastidio en los ojos de Ron, lo que la hizo reírse aún más.
La clase continuo sin más percances, Hermione trato de que su mirada no se volviera a encontrar con la de Ron, pero hubo un momento en el que las dos miradas se chocaron, en la que el azul y el castaño se combinaron, Hermione hubiera mantenido la mirada de no ser por la profesora McGonagall, que en ese momento le pregunto algo.
-Bueno, se fue este año escolar- dijo la profesora cuando la campana toco-, les deseo lo mejor en estas vacaciones y que la pasen muy bien- dijo y salió.
Hermione se levantó dispuesta a irse cuando vio algo interesante, eran Ron y Lavender que estaban en medio de una discusión, Ron la miraba con fastidio y Lavender le decía algo indignada.
-Sera mejor que no te metas- murmuro alguien al pasar por su lado, se dio vuelta y vio a Harry y a Draco mirando también la escena.
Hermione salió del aula del aula, se dirigió a su casillero, guardo su libro de Matemáticas y saco el de Biología y de Geometría. De pronto a su lado se oyó que alguien abría bruscamente su un casillero, volteo y vio a Ron, sacando los libros rápidamente, tenía algo diferente en sus ojos, Hermione se debatía en si hablarle o no.
-¿Estas bien?- pregunto como si nada.
-No estoy de humor para tus discusiones, Granger- dijo el cerrando el casillero con brusquedad.
-Como quieras- dijo ella y se fue para el aula de Biología.
Esta vez entro de primeras, así que ocupo el primer asiento que vio, después comenzaron a llegar más estudiantes, cuando llego el profesor solo faltaban Ron y Lavender.
-Bien, como hay es su ultimo día…- comenzó la profesora cuando la puerta del aula se abrió, por ella entro Ron-. Llega tarde, señor Weasley.
-Lo lamento, profesora Sprout- se disculpó este y se sentó al lado de Hermione.
-No importa- dijo la profesora-, como les iba diciendo, como es su ultimo día, y sé que estarán entusiasmados, hagamos algo más divertido, hablemos de que van a hacer en estas vacaciones. Señor Potter, ¿usted qué hará?- pregunto y todo voltearon a ver a Harry.
-Pues… planeo irme a casa de Ron, con Draco- respondió este.
-¿Enserio?- pregunto Sprout feliz-. Aprovechen y estudien los tres- comento y varios soltaron una risita-. ¿Y usted, señorita Granger?
-Ah, me iré a Paris- conteste con un deje de emoción.
-Que bien, es una ciudad muy linda- Hermione sonrió, cada vez estaba más cerca de irse.
Las siguientes clases pasaron rápidamente dando paso a la hora del almuerzo, ya solo quedaba una clase, pero era la peor, Química, con el profesor Snape.
Hermione y Luna paseaban como de costumbre por los pasillos de Hogwarts, pasaron junto al aula de música cuando los escucharon:
-Ya me tiene arto- dijo la voz de Ron-. Lo de la clase de McGonagall fue la gota que colmó el vaso.
-Cálmate- dijo la voz de Harry.
-¿Les parece que si para mejorar ese humor tocamos un poco?- sugirió la voz de Draco.
Hermione y Luna se miraron, solo los habían escuchado tocar pocas veces, y había sido a distancia, una muy grande.
Escucharon atentamente, cuando les llego el sonido de la música, era un ritmo roquero y espontaneo que Hermione jamás había escuchado, Luna y ella se acercaron más a la puerta, la verdad es que si, eran increíbles.
-Señorita Granger, señorita Lovegood- las llamo alguien detrás suyo, ambas se dieron la vuelta y se encontraron con la mirada del director, Dumbledore-. Tocan increíble, ¿no?- dijo señalando la puerta.
-Eh… si- contesto Hermione confundida-. Pasábamos por aquí, cuando los escuchamos.
-Muy bien- comento el director con una sonrisa-. Deberían ir al comedor.
-Claro, vamos Luna- dijo Hermione llevándose a Luna.
Ambas caminaron hasta perderse de la vista del director, para Hermione no había nada más vergonzoso, que la encontraran espiando a Ronald Weasley era muy penoso.
-Ahora si tienes que admitirlo- dijo Luna.
-¿Qué cosa?- pregunto Hermione.
-¡Que Ronald Weasley es un excelente músico!- grito Luna.
-Sí, lo admito, pero no grites- dijo Hermione.
-Solo si lo dices- dijo Luna, se puso en frente de su amiga, miro algo por encima de ella y luego sonrió.
-Está bien- acepto Hermione y suspiro si captar la mirada de Luna-. Ron es un excelente músico.
-Gracias, Granger- dijo una voz detrás de ella, se dio vuelta y se encontró con Ron, la miraba con una sonrisa de suficiencia.
-Te veré más tarde- dijo Luna a Hermione.
Luna desapareció por un pasillo dejando sola a Hermione con Ron, se sentía avergonzada, mientras que Ron sonreía con suficiencia.
-¿Así que? ¿Soy un excelente músico?- pregunto Ron sonriendo aún más.
-Pues…- Hermione se estaba poniendo roja de la vergüenza-, tengo que admitir que eres un poco bueno, Ronald.
-Es lindo escucharlo de ti, Granger- dijo Ron seductoramente, Hermione lo miro sorprendida, no se esperaba eso.
-Me imagino que no esperabas escucharlo- dijo Hermione.
-No, no lo esperaba- acepto el-. Pero me gusto escucharlo.
-Aja- murmuro Hermione, se había quedado sin palabras, se sentía nerviosa, debía de estar roja de la vergüenza, pero era la sensación que siempre provocaba Ronald Weasley-. Sería mejor volver a clase.
-Pero… estamos en almuerzo- dijo Ron sonriendo.
-Si- dijo Hermione, se sentía tan tonta-. Pero está a punto de tocar el timbre.
Y para la suerte de Hermione así fue, los pasillos comenzaron a llenarse de estudiantes salvando a Hermione.
-Eso fue macabro- comento Ron-. Nos veremos en clase, Granger.
-Está bien- dijo ella y salió a buscar a Luna, bueno, en realidad solo quería escapar de Ron.
Entro en el aula de Química antes que todos, y se puso a leer solamente dejo de hacerlo cuando el profesor Snape saludo.
El profesor Snape era el único profesor que no le caía muy bien, siempre andaba de mal humor y regañando a los alumnos más chicos.
Detrás de ella estaban sentados Ron y Harry, otra cosa del profesor Snape es que algo tenía en contra de Harry, y siempre se desquitaba con él.
-Todos callados- ordeno con voz fría-. Muy bien, no crean que porque es el último día no vamos a hacer clase. Todos abran su libro en la página 394.
Hermione abrió su libro y leyó en silencio, no le gustaba desobedecer al profesor Snape.
La clase fue la más aburrida de todas en el día, cuando tan solo faltaban cinco minutos, se la pasó mirando el reloj y pudo notar que no era la única.
Sonó el timbre.
Hermione salió rápido del aula antes de que se formara el alboroto, eso y que quería llegar lo más pronto posible a casa, por fin se iría a Paris.
Fue corriendo hasta su hogar, donde se encontraban sus padres, los saludo y subió corriendo a su habitación, donde se encontró con una de las mejores sorpresas de su vida.
-Astoria- grito Hermione emocionada.
Astoria era una de sus primas de parte de los Granger, su tía Helen se había casado con el viajero mundial Hyperion Greengrass.
-Cuanto me alegro de volver a verte- dijo Hermione sonriendo-. ¿Cómo esta Daphne?
-Muy bien- respondió Astoria con una sonrisa-, está muy feliz con su viaje por los Estados Unidos.
-Que bien- dijo Hermione-. ¿Y qué haces aquí? Pensé que no vendrías hasta el próximo curso.
-Mamá decidió enviarme antes- respondió ella con una sonrisa-, así que podre viajar contigo a Paris- dijo emocionada.
Hermione abrazo a su prima emocionada, ella quería mucho a Astoria y que fuera con ella a Paris sería lo más increíble de la vida.
-Bueno, ayúdame a terminar de empacar y nos vamos- dijo Hermione emocionada.
Astoria y ella terminaron de empacar algunas cosas de Hermione, cuando ya todos estaban listos se fueron directamente al aeropuerto, Hermione decidió dormir un poco, pero lo que vio en sueños la dejo un poco… sorprendida.
Estaba en la torre Eiffel, contemplando una hermosa noche, a su lado estaba… ¿Ron? Los dos estaban agarrados de la mano, y se reían como si fueran los mejores amigos, o quizás algo más. Dado el momento Ron se acercó a ella, dispuesto a darle un beso y en cuanto estuvo a la distancia adecuada…
-Herms- la llamo Astoria despertándola de la "pesadilla"
-¿Si?- pregunto ella algo sorprendida.
-Ya hemos llegado- dijo Astoria-. Acabamos de aterrizar.
Hermione se desperezo y se bajó del avión junto con Astoria. Miro a su alrededor y encontró a sus padres hablando con un hombre de baja estatura. El hombre los guio hasta un auto. Hermione, Astoria y sus padres entraron en él, fueron conduciendo hasta la casa, Hermione se preguntaba de quien seria, ¿Quién tendría tan gran corazón como para recibirlos?
Se detuvieron en frente de una gran casa, tenía tres pisos bastante largos y anchos, tenía un enorme jardín adelante, y se podía distinguir una pequeña fuente.
-Adelante- dijo el hombre de antes-. Los señores y sus hijos llegaron hace un par de minutos, deben de estar esperándolos adentro.
Los Granger y Astoria entraron a la casa, adentro era todavía más hermosa de lo que era por fuera, era espaciosa, tenía una gran sala de estar, los muebles estaban impecables, no se veía una mota de polvo en el aire, en el sillón estaba sentada una mujer, tenía el cabello rojo recogido en una cebolla así que no se le venía el cabello por la cara, tenía un rostro amable.
-Bienvenidos- dijo está levantándose del sillón y caminando hasta ellos-. Soy Molly.
-Hola- saludaron todos.
-¡Arthur!- grito la mujer.
Por la escalera bajo un hombre de cabello pelirrojo con unos anteojos, se veía un poco mayor que su mujer, pero este también tenía cara amable.
-Hola, lamento no haber estado aquí para recibirlos- dijo el a modo de disculpa.
-No se preocupe- dijo el señor Granger con amabilidad.
-Bueno, ustedes deben ser Hermione y Astoria- dijo mirando a las chicas que permanecían cayadas.
-Bueno, somos Arthur y Molly…
En ese momento se escuchó un gran escándalo por la escalera, por ella apreciaron más pelirrojos, a Hermione le parecieron conocidos pero no recordaba de dónde.
-Hola, si alguien pregunta, no nos han visto- pidió uno de los dos pelirrojos que habían aparecido, Hermione se dio cuenta entonces que eran gemelos, y que estaban todos cubiertos de espuma.
-¡Fred, George! ¡¿Qué hicieron?!- pregunto Molly a gritos.
-Nada- respondieron los gemelos asustados.
Por la escalera apareció un chico pelinegro y una chica pelirroja, también cubiertos de espuma, Hermione se fijó bien en sus rostros y los reconoció, se quedó estática.
-Los matare- grito la chica pelirroja.
-Y yo la ayudo- dijo el pelinegro.
-¿Qué les hicieron?- pregunto Arthur.
-Solo llenamos los cuartos con espuma- respondió uno de los gemelos inofensivamente.
-Claro- dijo la chica-, pero con nosotros adentro.
-¡Fred, George!- grito una voz por la escalera, esa voz hizo que se le erizara el cuello a Hermione, conocía a la perfección esa voz.
Por la escalera bajaron otro pelirrojo más y un rubio, ambos al igual que los demás cubiertos de espuma, Hermione distinguió los ojos azules del muchacho y se quedó helada, ¡No podía ser!
-Por Dios- suspiro Molly-. ¿Qué van a pensar nuestros invitados?
Los pelirrojos, el pelinegro y el rubio, se fijaron por primera vez en los Granger, Hermione se topó con los ojos azules que tan bien conocía, pudo notar la sorpresa.
-¿Granger?- pregunto como si sus ojos lo engañaran.
Todos voltearon a ver a Hermione, definitivamente ese iba a hacer un verano muy largo.
