Disclaimer: Los personajes de CardCaptor Sakura no me pertenecen, son obra y gracia del fantástico grupo Clamp.
Summary: Al llegar a la preparatoria Sakura Kinomoto se planteó tres objetivos: Olvidar el pasado, mantenerse fuerte y enamorarse del chico correcto. Lástima que Shaoran Li decidió volver a aparecer en su vida.
Te Quiero
Prólogo
Seis años atrás, primaria de Tomoeda.
Sus manos temblaron una vez más, sus ojos buscaban desesperadamente a esa persona especial. Lo había estado pensando durante mucho tiempo, pero al fin se había decidido: le diría acerca de sus sentimientos. Entró a su salón para ver si estaba ahí, pero no le vio. Dejó caer sus hombros en símbolo de derrota: ya había revisado la escuela entera y su persona especial no daba signos de vida, ¿dónde se habría metido?
-Está en el árbol de cerezos – una melodiosa voz le sacó de sus pensamientos, no necesitaba voltear a ver quién era para saberlo, así que solo sonrió.
-Gracias – sus mejillas se tiñeron de un adorable rosa mientras hacia una leve reverencia.
-No te detengas, ve – le dio un pequeño empujoncito que solo logró que su rostro ardiera más.
Asintió frenéticamente con la cabeza y respiró hondo antes de salir corriendo hacia el lugar indicado: tenía que encontrarle. Mientras corría podía sentir que el corazón le latía sin control, ¿iba a morir?
"Es solo una declaración, es solo una declaración".
Sus pensamientos no le ayudaban mucho, peor si le mostraban a cada momento el rostro de esa persona. Ya casi podía ver el hermoso árbol de cerezo que se encontraba entre el límite de la primaria y el instituto Seijo; por un momento quiso regresar por donde había llegado, pero debía ser valiente. Se paró en seco al verle, el cabello castaño era agitado por el viento y tenía los ojos cerrados, una leve sonrisa estaba formada en su rostro: sencillamente era la imagen de la perfección. Sintió su corazón latir más aceleradamente, seguro moriría muy joven. No podía interrumpirle, se veía que estaba disfrutando ese momento de soledad. A pesar que su mente le gritaba que le dijera lo que sentía, se dio media vuelta para regresar a su salón, pero, en un momento de distracción, se tropezó contra una piedra, que había aparecido de la nada, cayendo al piso de manera bastante ruidosa.
"Hoe, eso dolió mucho. Espero que S…"
-¿Estás bien? – el sonido de aquella voz le despertó, volteó el rostro algo enrojecido y se encontró con una mirada de preocupación por parte de esa persona.
Atinó a asentir frenéticamente una vez más, parecía que se le estaba haciendo costumbre. La otra persona le tendió una mano para ayudarle a levantarse y le dedicó una sonrisa algo tímida, mientras le observaba detenidamente. Creyó que moriría, por enésima vez en el día…
-¿Pa…pas-sa al-al-go? – tartamudeó como pudo.
-No, bueno… - pareció dudar por unos segundos- es solo que… ¿de verdad estás bien? Me hubiera gustado ayudarte, pero estaba un poco lejos. Además, esa piedra era demasiado grande. ¿No te hiciste daño?
-No, no – replicó de manera desesperada –. En serio me encuentro bien – le dedicó una sonrisa para tranquilizarle –, no tenías que preocuparte por mí.
Ante su mirada algo intrigada, el rostro de su persona especial adquirió un leve tono rosa que solo logró hacerle lucir más adorable. De pronto, el silencio reinó entre ambos. Los latidos de su corazón se elevaron más de lo que creía posible, respiró hondo para intentar calmarse.
"Ahora".
Apretó aún más la boina entre sus manos, aunque no sabía cómo había llegado ahí. Tomó una bocanada de aire y dirigió su vista al frente de manera decidida: lo haría.
-¿Estás bien…? – su mano se comenzaba a dirigir al hombro de la persona "herida recientemente", ¿por qué de repente parecía tener fiebre?
-¡Yo…yo…solo quiero decirte que…tú me gustas mucho! – gritó y sus ojos se cerraron con fuerza.
El silencio se apoderó del lugar. Con los ojos cerrados y la boina ya casi desgarrada entre sus manos el único sonido que podía escuchar era el de su corazón desbocado y su respiración irregular. Pero nada más. Comenzó a sentir nervios, ¿lo habría dicho correctamente? Bueno, un "me gustas mucho" debería ser suficientemente claro. ¿Entonces? Intentó superar su miedo de enfrentar los resultados de lo que había hecho. Su persona especial seguía parada allí, con el rostro rojo y una expresión que no supo descifrar. Su boca estaba entreabierta pero no decía nada. La curiosidad le mataba, tenía que preguntarle.
-¿T-tú…? – no pudo terminar de formular su pregunta, lo siguiente que pasó no se lo podía creer.
-Tú – le dijo una voz amenazante, sintió confusión – no… ¡no vuelvas a decir tonterías como esas! – le gritó.
Esa… ¿esa era la respuesta a sus sentimientos? Se quedó en blanco. Le había costado mucho decirlo, sabía que quizá fallaría, pero algo le decía que no le haría daño de ninguna manera. Al parecer, se había equivocado, porque esta persona que tenía en frente mirándola de manera tan brusca no era su persona especial. Pasó saliva y la cara le ardió más.
-¿Por…? – nuevamente, se quedó a mitad de la frase.
-¡No te quiero cerca de mí! ¿Bien? – le observó desordenarse el cabello – No sé quién te piensas diciéndome ese tipo de cosas.
Los ojos le ardían un poquito, sabía lo que eso significaba. Tenía que salir de ahí rápido.
-Yo lo siento mucho – musitó antes de darse vuelta, pero aquella voz brusca le detuvo nuevamente.
-Nunca me fijaría en alguien como tú, no sé porqué tenías esperanzas – al escuchar eso algo en su interior hizo "crack". Se volteó a verle con los ojos ya cristalinos, ¿por qué era tan cruel? – No me mires así ahora, es tu culpa por ser tan tonta. No me interesas, no intentes si quiera volver a hacer algo como esto.
Le observó voltearse y echarse a correr. Se quedó en su mismo lugar, la primavera estaba en todo su esplendor y el árbol de cerezos que tenía cerca había florecido por fin. Era su primer día de clases.
"Shaoran Li, mi persona especial, me ha rechazado".
Dejó que las lágrimas recorrieran su infantil rostro, cubriendo de melancolía el par de orbes color esmeralda.
"Y yo, Sakura Kinomoto, yo…solo puedo quedarme esperando a que todo sea un sueño bajo este árbol".
Presente: 31 de marzo, Ciudad de Tomoeda.
-¿Ya alistaste tus cosas? – la castaña con el teléfono en mano mordió su labio inferior levemente, ¿qué si había alistado sus cosas? ¡Ni si quiera sabía dónde estaban sus zapatos!
-Eh…bueno… – trató de inventarse alguna excusa que la ayudara a evitar el sermón que seguro le daría su mejor amiga por ser tan descuidada. No logró emitir algo más que un balbuceo.
-Sakura Kinomoto – y ahí comenzaba –, ¿cómo es posible? ¡Mañana comienzan las clases!
-Tomoyo – tenía que cortar eso de raíz, sino se quedaría en el teléfono un buen rato –, no es para tanto, solo me falta planchar el uniforme: eso es todo – nunca había sido una buena mentirosa, pero ya que no estaban frente a frente seguro parecería más real, ¿no?
-Sí, claro – Sakura se dio una leve palmadita en la frente, nota mental: Tomoyo te puede ver incluso cuando no está frente a ti –. Apuesto a que ni si quiera sabes dónde están tus zapatos.
"¿Có…cómo lo sabe!"
-Y-y-yo… - otra vez ella y su elocuencia. Escuchó una suave risa a través del auricular - ¡Si sé dónde están mis zapatos! – Una de sus mejillas se infló infantilmente.
-Está bien, Sakura-chan – la melodiosa voz de Tomoyo sonaba aún bastante divertida –. No te molestaré más. Solo promete que a penas cuelgues este teléfono te pondrás a arreglar todo para que mañana no te retrases, ¿bien?
-Bien – soltó un suspiro de resignación. Intentar negarse a algo con Tomoyo era misión imposible –, me pondré a buscar mis zapatos – susurró inconscientemente.
-¡Lo sabía! – chilló la otra chica casi destrozándole los tímpanos.
-Está bien, está bien – admitió derrotada –, pero ahora sí me tengo que ir, Tomo-chan. Nos vemos mañana – dijo algo resentida. Otra vez la risa de "la mejor amiga" se hizo escuchar.
-Que tengas buenas noches, querida Sakura-chan.
Dicho eso se cortó la comunicación. Sakura Kinomoto soltó un largo suspiro y se dejó caer en su cama. Observó la chaqueta celeste colgada a un costado de su cama.
"Estudiante de preparatoria"
Mordió su labio inferior, cosa que solo hacia cuando estaba muy nerviosa, y pasó sus manos por sus mejillas. Ese año tenía que ser diferente a los demás, tenía que ser más especial.
"Quiero que este nuevo ciclo en mi vida sea mejor que los demás…"
Se paró y se acercó a su ventana. La llegada de la primavera comenzaba a notarse. El cielo era muy oscuro, pero estaba bastante despejado. Una pequeña sonrisa se escapó de sus labios.
"Mañana, tu primer día de preparatoria, empezarás desde cero, Sakura-chan"
Se estiró levemente y se acercó a su armario, buscando algo dentro de el.
"No permitirás que los fantasmas del pasado te atormenten. No permitirás que nadie te pisotee. Y, definitivamente, está vez te enamorarás del chico correcto"
Una suave brisa entró por la ventana entreabierta mientras ella seguía rebuscando dentro del armario.
-¡Ajá! ¡Aquí estaban! – sus grandes ojos verdes centellaron mientras alzaba con gesto triunfal un par de zapatos sobre su cabeza.
-¡Monstruo, deja de hacer tanto alboroto! – el grito repentino la sobresaltó y ambos zapatos cayeron sobre su cabeza.
Se frotó la parte afectada con insistencia y soltó un suspiro de fastidio. Se paró y apretó los puños, a la vez que tomaba una gran bocanada de aire.
-¡NO SOY UN MONSTRUO!
Continuará.
N/A:
Alohaaa ~ !
Bueno...etto ¿qué onda xD? Ahahaha que decir ._.U ~ sé que en realidad debería estar haciendo la actualización de Mi pequeño monstruo, pero es que esta idea no se salía de mi cabeza! Tengo varias semanas dándole vueltas y por fin me he decidido *w*.
Este es el primer fanfic basado completamente en la pareja de SakuraxShaoran que escribo ~ así que no sé que tal me vaya, pero intentaré hacerlo lo mejor posible, ¿eh? Les dejo el prólogo para que vean de qué va. Me gustaría saber su opinión sobre este nuevo proyecto mio ^^ ~ lo agradecería, en verdad xD.
Etto...hoe...me quedé sin palabras xD. Solo decir que espero que al menos un alma se anime a dejarme un rewiew, no pido mucho (?). Trataré de traerles el primer capítulo pronto (aún está en edición x3). En fin, nos veremos prontito!
