ETERNAL
CAPÍTULO I
VÍSPERAS DE HALLOWEEN
Eran visperas de Halloween, dia en el cual los niños disfrutaban de los dulces en gran cantidad de personas que se los obsequiaban, Alfred recordaba aquella infancia suya que parecia haberse marchado tan fugazmente, la maravillosa etapa infantil donde su hermano adoptivo le elaboraba trajes para esos dias, melancolico prefirio no seguir en la ventana mirando a las madres pasar con los difraces de sus hijos, esas festividades ya no eran para su edad, pues se convertia poco a poco en un adulto que deseab salvar al mundo, pero los dulces de chocolate eran su debilidad, "maldito halloween", maldecia ese evento de hace tres mil años de antigüedad.
El rubio tenia muy pocos amigos en el lugar donde ahora residia, solo habia un joven extranjero, que le llevaba como 7 años de diferencia, un hombre de alto rango que cuidaba de él, era muy guapo, atento y se le habia declarado hacia unos dias, lo que conllevo a formalizar una relación con él, suponia que su vida tomaria un rumbo bueno con su pareja.
Iván miraba a Alfred maldecir el halloween, soltó una risa, pues aun su novio parecia un niño, sacando cuentas lo era, 17 años tenia. A veces se sentia un pedofilo. Se cubrio el rostro lleno de verguenza por lo que habia pensado.
-¿Te sucede algo?- se acerco el adolescente al albino.
-Descuida me parecio curioso que maldijeras el halloween, a tu edad aun salia a pedir dulces-
-¿Estas diciendome niño? Si es asi retractate-
-No es eso, pero, aun eres muy joven, no eres mayor de edad si quiera, ademas ni te "he hecho hombre"-
Las mejillas del rubio se llenaron de calor y le dio pequeños golpes en la cabeza del mayor -¡Idiota! ¡Solo en eso piensas! uhm..-fruncio su rostro.
-Tambien pienso en otras cosas, como que tu me hagas tuyo o vivir una eternidad-
-¡AHHH Iván!- le pego mas fuerte la cabeza mientras ambos reian felizmente.
-No se puede vivir una eternidad y si fuera asi, seria raro- suspiró.
-Creo que si, ya es hora de que me vaya a trabajar- se le acerco, se paró frente a el esperando un beso de despedida.
Levantó el rostro y con rubor se aproximo a los labios de su novio, se paró de puntitas y le obsequio un tierno beso en los labios - Mmm..cuidate-
-Lo hare- se tocó los labios alegre por ese acto -Ah por cierto, no se te olvide cerrar bien las ventanas y puertas, estamos en temporada de brujas y puede aparecerte una querer llevarte, se llevan a los virgenes-
-No vas a convecerme, no haremos eso asi las brujas me lleven, jajajaja-
Ambos rieron por ese comentario, poco despues el mayor se retiro a su trabajo y Alfred se dispuso a admirar un poco la tarde.
Entrada ya la noche pretendió irse a dormir en su habitación, Iván lo tenia bien acomodado en esa casa y agradecia aquello, no carecia de nada y era feliz, o al menos eso creia. Al acostarse en su cama se percató que habia dejado la ventana de su alcoba abierta, recordó lo que su novio le habia dicho acerca de las brujas que se llevaban a los virgenes, negó asustado al pensar en esa posibilidad asi que se levantó a cerrarla.
Ludwig Beilsmichdt era un vampiro que habia vivido bastante tiempo, la vida era su infierno y odiaba vivir. Era época de halloween sabia que era la mejor temporada para pasar desapercibido y comer. Buscaba una comida interesante, algo único, quizas sangre virgen era el manjar que necesitaba. Asi se puso a buscar por esa ciudad a personas virgenes, todas parecian ser damas muy jovenes, algo ya comun y nada sabroso, queria algo nuevo y ahí fue cuando lo olió, un joven rubio de 17 años, puro, ingenuo y virgen, se erizó de solo pensar en el, estaba en una casa que parecia ser segura, tenia que hallar una manera de entrar y devorarlo.
-Estupendo...- murmuro para si mismo al descubrir que habia una ventana abierta y ver al joven exhibirse ante sus deseosos ojos - Extravagante manjar- se acerco a esa ventana y empezo a llamarlo suave, iba a hipnotozarlo y poder beber su sangre.
Estaba ya apunto de ponerle seguro a la ventana, cuando algo en la oscuridad escuchó que lo llamaban. Asi fue, como curioso, salió por ese pequeño balcon buscando en la oscuridad de la noche lo que le estaba llamando, pero no habia nadie, suspiro aliviado.
El vampiro voló hasta estar frente al rubio que suspiraba bajo la luz de luna, se acerco tanto a este que Alfred abrió enormenete los ojos dando un salto en su lugar, tan cerca estaba ese hombre, tanto que le robó un beso fugaz de sus labios. Ludwig sonrió al despegarse de este y plantarse a su ado, habia dado una probada a su alimento.
-Hola- saludó el rubio inmortal.
-¿Quién eres tu?- se cubrio sus labios no entendiendo que sucedia.
-Soy un vampiro, he venido por tu sangre, necesito comer y tu hueles delicioso...- se lamió los labio al verle de pies a cabeza, no solo era olia rico, se veia apetitoso.
-Vete...- ordenó.
-Obligame...- le dijo retador.
El joven alzo su vista y se enfocó en sus ojos, Ludwig usaba los ojos para hipnotizar a sus víctimas para que no se pudieran defender, Alfred iba cayendo en ese juego, se fue adormeciendo, cuando estuvo a punto de caer este lo sostuvo de su cintura y lo cargó a la cama. Al acostarlo se le quedo mirando fijamente, algo en ese humano era distinto, su aroma era embriagante, sus facciones dulces, era tan delicioso que sentia ganas de no comerlo. Luchó contra su negación y le besó su cuello, luego lo lameó, preparado ya se acercó a morder y justo cuando iba a enterrar su colmillos el joven se movió.
-Mmm..-
- Tsk...-le volvió a lamer su cuello y su mejilla, sabia bien, muy rico.
-Mmm..ahh- soltó pequeños gemidos por las lamidas y poco a poco fue despertando -¿Quién eres?- murmuro.
-Me llamo Ludwig...-
-Ludwig..no me comas, por favor- dijo suplicante -Aun soy joven, no quiero morir-
El vampiro se quedo extrañado, esa comida era diferente en muchos sentidos, tanto que su tan sola presencia le hacia sentir cosas extrañas en su cuerpo -Esta bien, pero con una condicion, debes dejarme verte siempre-
- ¿Dejarte verme?, uhh..esta bien-
-Me iré por hoy, tengo hambre aun, mmm duermete-
-Si...- se acomodo en la cama cerrando sus ojos -Mi nombre es Alfred...-
-Alfred..- salió por la ventana, la cerró y voló al cielo buscando cualquier víctima - Alfred...-
A la mañana siguiente Alfred se despertó, miró a todos lados, tocó sus labios y cuello, habia visto un vampiro, eso habia sido real, se levantó y corrió a su balcón, se quedó viendo el paisaje - No fue un sueño, Ludwig...-
