Hoy es el día de mi cumpleaños o eso es lo que he oído decir a mama y papa, nunca entiendo mucho de lo que hablan. Existen palabras que no entiendo y muchas otras que no se pronunciar pero eso es normal, papa dice que soy un bebe, en los bebes es normal no saber hablar, cuando crezca podre platicar como ellos lo hacen, aunque si lo pienso bien ellos no hablan mucho, solo para pedirme que haga lo que ellos quieren y para decirse como se hacen sentir el uno al otro. No me gusta lo que me hacen, tampoco me gusta que me bañen y mucho menos que me despierten todas las mañanas antes de que papa vaya a trabajar a las 6 am.
A partir de hoy tengo 4 años y ya soy un niño grande o eso creo. Hoy por la mañana mama me despertó, es el primer día que lo hace sola dijo que papa se había ido a trabajar ya, cuando le pregunte la hora me sorprendí mucho, eran las nueve de la mañana, lo mejor de todo no fue eso sino que mama decidió no hacer la rutina de todos los días. Por ser mi cumpleaños el día sería diferente. Cuando me metió a la ducha me comento que papa llegaría tarde el día de hoy y que traería un pastel junto con helado. No recuerdo haber comido helado pero por como mama lo describe suena delicioso. Hace mucho rato que estoy sentado en el sillón, luego de la ducha (que este día fue muy distinta) mama me coloco un bóxer, es el primero que uso en mi vida y es mucho mas cómodo que las trusas, este era mi regalo según dijo ella, luego de ponérmelo me cepilló el cabello y me trajo al sofá donde me encuentro aun.
Estoy muy aburrido creo que en cualquier momento me quedare dormido y eso no es bueno, mama se molesta si duermo cuando no debo. Mi cabeza se va a los lados, oigo el agua correr de la tina, esto es muy raro, papa se baño en la mañana para irse al trabajo, mama me ducho después de darme el desayuno y ahora va a tomar un baño ella sola. Todo es diferente hoy.
….
-Edward- estoy oyendo mi nombre, no lo entiendo todo está oscuro ¿de dónde viene la voz?
-Edward
-Edward
-¡Maldición Edward!-oh no, es mi mama. Me levanto lo más rápido que puedo y me quedo sentado, agudizo el oído para saber si se escucha cerca. Nada, me he salvado. – ¡Edward! – está molesta.
Salto del sillón y comienzo a caminar a pasos lentos y cuidadosos hacia donde está el baño. Estiro la mano y toco el marco de la puerta, solo me faltan un par de pasos al frente y cuatro a la derecha. Al llegar a la puerta del baño, se que está abierta y entro rápido, me quedo muy quieto en la entrada.
-¿Qué estabas haciendo?-ella está fuera de la ducha la oigo a mi derecha y la ducha esta al izquierda.
-¿Nada?
-Dime ¿te pedí que me preguntaras o te pedí una respuesta?
-¿Qué?
-Te pregunte algo yo espero que me respondas y tú repuesta suena como una pregunta.
-No estaba haciendo nada
- Y entonces ¿Por qué no venias cuando te llamaba? ¿Ha? ¿Crees que soy estúpida?
-No- la sentí acercarse, me tomo del brazo y jalo mi cabello con la otra mano.
-No hagas que te golpee este día Edward. Así que contéstame
-Me dormí- espere el golpe pero en lugar de eso me aventó y caí al suelo.
-Vete de aquí- me soltó furiosa, rápidamente salí de ahí y regrese al sofá. Creo que arruine este día.
