Antes de comenzar:
- Estos personajes no me pertenecen, son parte del mundo de Harry Potter que nació en la mente de JK Rowling. Escribo estas lineas para atrapar este momento y sólo por diversión, no espero nada a cambio.
- Una advertencia: Contiene slash, sutil, breve, pero slash. Si no te agrada eres libre de retirarte.
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Risas en la Penumbra
Huyen a grandes zancadas por el pasillo del tercer piso procurando estar lo suficientemente lejos como para no ser implicados en la broma. De pronto Sirius lo toma de un brazo y tira él... Lo atrapa contra la pared de un pasadizo, lo aprisiona quitándole el aire. Junta su frente con la él y respira sobre su boca, agitado, embriagándolo con su aliento, con su cercanía; contiene la respiración por unos momentos y suelta un quejido. Y ríe fuerte, con ganas. Ambos ríen, aunque no deberían porque se están escondiendo. Ríen, el uno en el otro.
Se miran en la penumbra por unos momentos, adivinándose en la oscuridad y terminan de recobrar el aliento así, juntos, con las manos de Sirius atrapando a Remus: una apoyada en la pared al lado de la oreja derecha del lobo y la otra en el centro de su espalda, sujetándolo con firmeza mientras sus costillas suben y bajan al mismo tiempo.
...Y vuelven a reír, pero ya no a causa de la broma que dejó a los Slytherin luchando con un ejército de Duendecillos de Cornualles en las mazmorras, sino que por lo otro: la huida, sus cuerpos juntos en un pasillo angosto, sus miradas que se cruzan y provocan que se sonrojen aún sin poder verse bien. Y los minutos pasan.
-¿Sirius?... – un susurro de James proveniente del pasillo por el que habían venido.
Al oírlo Sirius dibuja una sonrisa pícara, sujeta el rostro de Remus con ambas manos y lo besa, con vehemencia, con fuego, con lujuria. Se separa de él, su mano se desliza por el borde de su rostro acariciando su mandíbula y su barbilla en el gesto. Y sale de la penumbra a encontrarse con su amigo… como si nada.
Remus queda estampado en la pared, sin creer lo que acababa de pasar, pestañea un par de veces y acerca sus dedos a sus labios intentando atrapar el rastro que dejó Sirius segundos atrás.
Reacciona ante la mención de su nombre por James y sale lo más compuesto que puede, pálido y ruborizado a la vez. No mira a Sirius, no sabría cómo.
Su cabeza es un lío mientras caminan rumbo a la sala común. Se detiene sin darse cuenta en medio del pasillo con un gesto indescifrable, los chicos lo miran extrañados... y Sirius, lo descifra: "no lo analices, ¡disfruta!" le dice en una mirada.
Y sin más Remus continúa caminando... deja que el recuerdo de lo ocurrido lo inunde, se sonroja un poquito, ríe sin motivo, y se permite por una vez en la vida no pensar en consecuencias: Disfruta... ya pensará en ello más tarde.
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Gracias por leer.