¡Hola a todos los que me leen! Bienvenidos a mi nueva historia, obviamente SasuSaku, que espero sea de su total agrado.
Antes de comenzar quisiera explicar que lo que vive Sakura y lo que vive Sasuke pasa en el mismo día, es por eso que escribí por separado.
Los párrafos en itálica al principio son recuerdos, frases que describen un poco el capítulo como también pensamientos.
Si tienen alguna duda, corrección o consejo con gusto lo aceptaré. Si les gustó el capítulo y quieren seguir la historia les invito a dejarme un review o follow.
¡Muchísimas gracias por leer!
LMG.
Capítulo 1.
Pequeñas risas. Sonrojos inesperados. Ojos expresivos. Sonrisas sinceras. Miradas de pureza. Amor verdadero.
- ¿Realmente me amas? -murmuró con una sonrisa contenida.
-No me harás decirlo de nuevo. -murmuró disfrazando la pena con seriedad.
El amor verdadero es lo mejor que te puede pasar en la vida, algo mágico y completamente maravilloso. Dicen que sólo pasa una vez en la vida... y es cierto.
Sakura Haruno.
No podía dejar de mirar la hoja en blanco. Tenía ya unas ideas en mente, pero simplemente no querían salir. Tal vez estaba corta de inspiración. El lienzo sin rastro de pintura ni de bocetos se quedó donde mismo y Sakura decidió que luego sería un mejor momento.
Preparó una taza de café caliente, la verdad es que en Nueva York hacía un frío terrible. Tenía unas tremendas ganas de fumarse un cigarrillo así que fue hacia su cuarto, específicamente a su bolso azulado. Saco uno y lo llevo a su boca mientras tomaba el encendedor de la barra.
Fuego, fumada, humo.
Sostenía su cigarrillo en su mano derecha, mientras colocaba el café en una pequeña mesa que estaba situada en su balcón. Succionó. Como amaba Nueva York, tenía algunos años viviendo allí y le encantaba la ciudad. Su total apreciación al arte y la diversidad. Tenía amigos de todas partes del mundo y siempre era genial conocer gente nueva.
Su celular sonó y Sakura llevo su mano izquierda a la bolsa delantera de su pantalón. Era un número desconocido. Frunció el ceño confundida, aceptando la llamada.
- ¿Hola?
- ¿Quién habla? -preguntó desconfiada Sakura.
- ¿Sakura? ¡Soy yo! ¡Ino! -exclamó una chillona voz con felicidad.
- ¡¿Ino?! ¡Hola! ¿Cómo estás?
-Exclente, frentona, ¿y tú?
-Cerda. Todo bien. -rio Sakura con nostalgia.
- ¿Por qué no me habías dicho que cambiaste de número? Tuve que llamar a la casa de tus padres.
-Oh, lo siento. -Sakura le dio una calada al cigarrillo. -Perdí mi celular y he comprado uno nuevo hace poco.
-Además de frentona, despistada. -se escuchó su risa burlona. -Te he hablado porque iré unos días a Nueva York, ¡quisiera verte! -exclamó con emoción.
- ¡¿En serio?! ¿Cuándo?
-Disculpa que se me haya olvidado, pero mi vuelo sale mañana... ¿podrías ir por mí al aeropuerto? Iré sola, Sai se quedará aquí.
-Claro que sí, sólo avísame unas horas antes para ir a tiempo, ¿de acuerdo? -Sakura le respondió con alegría. La Yamanaka aceptó y ambas terminaron la charla telefónica.
Esa noticia le había emocionado el fin de semana, aunque ya tenía algunos planes con sus amigos los dejaría a un lado para ver a su querida y odiosa amiga de la infancia. Iba a darle una calada más a su cigarrillo, pero ya estaba completamente consumido por el tiempo. Sakura le dio un sorbo a su café caliente.
Sasuke Uchiha.
Su escritorio era un completo desastre, lleno de papeleo y papeleo. Respiró y exhalo con rudeza, era un manojo de estrés. Su espalda se relajó un poco al acomodarse en la silla, necesitaba un masaje en el cuello. Necesitaba salir de aquella oficina, comenzaba a desesperarle. Naruto entró por la puerta sin tocar, cosa que le irritó más a Sasuke.
- ¿No puedes tocar? -dijo con seriedad, tratando de guardar calma.
-Vamos a fuera, teme, te hace falta un poco de aire fresco. -lo invitó Naruto mientras se acercaba a él para sacarlo a rastras.
-No me toques, voy por mi cuenta. -Sasuke se abrochó el botón de su saco y salió de la oficina. Ambos caminaron hacia la ventana de cristal y Naruto la abrió con un botón mientras respiraba aire fresco.
-Vamos, dame un cigarro. -murmuró Naruto mientras extendía la mano. Sasuke suspiró y sacó de los bolsillos una cajetilla a medias. Sacó uno para sí mismo y le aventó la caja a Naruto. Éste lo maldecía por lo bajo por ser tan grosero, pero tomó el cigarro. Sasuke le prendió fuego y succionó, sabía que era dañino, pero era lo único que lo relajaba.
-Ya he comprado tu boleto y he alistado la cita con el Sr. Danzo.
-Bien, iré arreglar ese asunto lo más rápido que pueda. No me gusta estar tan lejos de la oficina.
- ¡Vaya, yo que quisiera quedarme un mes en Nueva York! -exclamó Naruto fingiendo cara triste. Sasuke le dio una calada al cigarro mientras lo veía con seriedad.
Trataba de esconder aquel sentimiento, trataba de aplastar aquella pequeña emoción. Trataba de dejar de pensar en el pasado y matar aquellas estúpidas ilusiones.
