Disclimer: Por desgracia Draco, Hermione, Harry y compañía son propiedad de gente más importante que yo que tiene más dinero que yo y que escribe mejor que yo. Joy, Carmen y demás son personajes inventados por mí y reciclados de alguna historia, si queréis saber más de ellos preguntad.

Y sin más La Bruja Lola (güena de verdá) productions, en asociación con Istel S.A. Presentan:

La Venganza

1. Vida nueva

No quiero estar sin ti…

Si tú no estás aquí

Me sobra el aire…

¿Por qué ese grandísimo idiota se había ido? "Es una oportunidad increíble Hermione" La había dicho. "¿Te das cuenta de lo que significa todo esto?" Había preguntado. ¡Grandísimo idiota! Claro que entendía que la oportunidad de ir a la mejor escuela de preparación para aurores era muy importante para él. Pero esperaba que lo hubiese consultado con ella antes de tomar una decisión. ¡No se podía ser más idiota! Ni tan siguiera Harry había aceptado la propuesta sin consultar con ella. Y daba la casualidad de que Harry no era su novio. Estúpido egocéntrico irreflexivo cabeza de alcornoque…

Hermione lanzó otra camisa contra la maleta desordenada intentando en vano librarse de su frustración. Alguien llamó a la puerta de la habitación y entró sin esperar respuesta.

- Los de la mudanza ya han venido Mione. – Dijo con cautela la pelirroja que acababa de entrar.

A diferencia del aspecto de Hermione, claramente descuidado, con el pelo sin arreglar, una camisa vieja y unos ajados pantalones. Ginny tenía el aspecto de estar en su mejor momento. Llevaba un vestido granate de tirantes que remarcaba sus curvas, largo como para no enseñar nada, pero lo suficientemente corto como para insinuarlo. Llevaba así mismo el pelo suelto cayendo suavemente sobre sus hombros y unos altos zapatos de tacón.

- Que esperen – Gruñó a modo de respuesta la castaña.

- No te pongas así – Dijo Ginny mientras se sentaba coquetamente sobre uno de los escasos muebles que aún permanecían en la habitación – Mione… ¿Estás segura de hacerlo?

- Sí – Respondió con rotundidad la castaña mientras se sentaba sobre la maleta para intentar cerrarla.

- ¿Qué crees que va a decir mi hermano cuando y descubra que su adorada novia a abandonado la casa en la que vivían "felizmente"?

- Ni lo se ni me importa – Contestó ella – Ahhh – Exclamó al caerse al suelo por la repentina apertura de la maleta. – Y ni se te ocurra decirle que me he ido a vivir con Alicia y Katie, no voy a soportar que se presente en mi casa así por las buenas – Advirtió mientras se incorporaba y sacaba la varita.

- Supongo que irá a casa a preguntarme. Será gracioso ver como Fred y George le vacilan… Creo que tengo que buscarme una casa – Añadió la pelirroja ante su última afirmación – Aceptaré la propuesta de Luna.

- Luna está loca – Dijo Hermione antes de soltar un grito triunfal por haber cerrado la maleta.

- Va a ser divertido vivir con ella… Aún no se lo he dicho a mamá. Pero entenderá que vivir con George y Angelina o con Hannah y Fred no es plato de buen gusto. Si me mudo con Luna, podríamos vivir las tres juntas… – Hermione asintió mientras echaba un último vistazo a la habitación. Ginny se incorporó de un salto y dijo – Si ya estás lista vámonos.

- Estoy lista – Dijo la castaña alzando la maleta – Ni siquiera sé para qué me he dejado tanta ropa para guardarla en la maleta. Hubiese sido más sencillo guardarla en cajas con el resto.

- Te ayudaría, pero no quiero romperme una uña – Se disculpó Ginny saliendo de la habitación.

Hermione no miró hacia atrás.

& & &

¿Cómo me ha hecho esto a mí? Esa estúpida zorra… Yo que me he esforzado durante todos estos años para que no se enterase de que tenía más cuernos que el toro de osborne. Yo, que la he convertido en la única mujer oficial de mi vida. Ha tenido el privilegio de estar en todas las fiestas a las que he ido. La he librado de ir a la cárcel, la desvinculé del idiota de su padre. Ha estado a punto de tener el mundo a sus pies y ahora va y me dice que tiene que irse para ser aurora… ¿Aurora? Pero qué idiota puede llegar a ser… Una traidora a su padre, aunque se podría decir que yo soy un traidor a mi padre… ¡Menuda imbécil!

- ¿Señor?

- ¿Qué quieres ahora? – Gruñó desde la butaca el chico

- Tiene visita.

- No quiero ver a fulanas hoy. – Dijo él levantando su vaso vacío que el elfo se apresuró a llenar de una sustancia color miel

- Es el señor Zabini. – Dijo con voz chillona cuando acabó su tarea.

- Dile que pase.- Dijo finalmente. El elfo salió de la habitación y el chico dio un gran trago de la bebida.

- ¿Qué tal estás Draco?

- Supongo que ya sabes que Pansy se ha ido… ¿Para qué preguntas cómo estoy? – Dijo malhumorado el rubio.

- Deja de lamentarte. Pansy solo era tu zorra oficial. ¿Por qué decidió irse finalmente? – Preguntó el chico mientras tomaba asiento junto a su amigo.

- Porque me pilló en la cama con Norma. – Respondió el chico fijando sus ojos azules en el vaso ya vacío.

- Eres único para estas cosas¿no? Bueno¿Y qué pensabas que iba a hacer? Es de suponer que algo se olía, pero encontrarte en tu casa con tu última amante es algo que ni Pansy podría ignorar.

- En realidad me pilló en su casa – Dijo Draco con una sonrisa triunfal – No pongas esa cara, últimamente el sexo me resultaba poco excitante, y hacerlo en la casa de tu novia con alguien que no lo es, es realmente excitante – Añadió retirándose el flequillo de la frente.

- Muy lógico…- Dijo Blaste negando. – ¿Qué iba a ser lo próximo¿Pedirle opinión sobre la boda mientras tu secretaria te hacía limpieza de bajos? O ¿Comprarle el anillo de compromiso ayudado por tu inestimable asesora? Te estabas pasando con ella… - Draco sonrió – No te rías… ¿Qué vas a hacer ahora?

- He vendido esta casa, me compro un piso en el centro de Londres, la afueras me aburren, y pase lo que pase me quedan las mansiones de mis padres… Escogí este piso por si a Pansy se le ocurría tener hijos.

- Que previsor… - Dijo con sonrisa socarrona Blaste – ¿Y si en vez de Pansy hubiese sido otra de las cien chicas con las que te acuestas la que se hubiese quedado embarazada?

- Hay sitio para todos – Contestó Draco – Es broma… Con las otras chicas tomo protecciones.

- ¿Con Pansy no?

- ¿Para qué? Pensaba casarme con ella. – Un incómodo silenció siguió a la confesión de rubio

- Así que ya has vendido el piso… ¿A quién si puede saberse? – pregunto el otro Slytherin intrigado por la rapidez de la compra.

- A mi madre. Así la casa sigue en la familia. – Cansado de la inútil charla Draco preguntó bruscamente - ¿Qué quieres Blaste?

- ¿Por qué debería querer algo? – Preguntó ofendido el moreno – Está bien… Vengo a proponerte algo.

- ¿Qué? – Dijo arrastrando la voz el blondo

- Que trabajes para mi organización– Draco miró sorprendido a su amigo y el chico siguió tras observar el interés que había despertado en el blondo – El jefe cree que eres perfecto para ello, se te da bien la investigación, eres astuto, sacaste excelentes notas, sabes artes oscuras, y sobre todo conoces como piensan los enemigos del ministerio porque tú has sido uno de ellos.

- ¿Por qué tendría que hacerlo? – Preguntó con desconfianza Draco, intentando ganar tiempo.

- Porque te encanta la acción, y amigo mío, no trabajarías conmigo. Tu trabajo sería completamente secreto. Un nuevo reto para ti mi querido amigo – Draco le miró esperando la verdadera respuesta. – Muy bien, te ahoga todo esto, reconócelo, tienes diecinueve años y ya estás cansado de la opulencia, de ocuparte de los negocios de tu padre, de intentar limpiar tu apellido, pero sobre todo estás cansado de seguir los dictados de tu padre aún después de su muerte. Ahora la novia elegida te ha dejado, no tienes trabajo, y quieres desvincularte de tu pasado. – Zabinni alzó la ceja y le miró sabiendo que había logrado convencer al rey de las serpientes – ¿Tienes alguna propuesta mejor?

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- Es mi segunda mudanza en menos de ocho meses – Protestó Hermione. Cansada, se derrumbó sobre la caja más cercana que desgraciadamente sonó como una vajilla. Se apresuró a levantarse y abrirla - ¡Oh! Reparo – Murmuró apuntando a la caja con la varita.

- Deja de quejarte pesada – Protestó Ginny saliendo de la casa con un pañuelo atado a la cabeza - ¿Crees que habrá chicos en este edificio? – Preguntó coqueta mientras inspeccionaba el pasillo.

- Eso que importa – Dijo Hermione malhumorada – Si piensas limpiar algo deja de ponerte eso

- ¿Qué tiene de malo mi ropa? – Preguntó Ginny mirándose. Llevaba unos shorts rojos, una camiseta de tirantes, que parecía de su hermana pequeña y unos calcetines gruesos y cortos – Vale ya me cambio… - Se rindió finalmente ante la mirada de Hermione.

- ¡Esperad! – Dijo una tercera voz – No entréis, tengo que alejar a las malas vibraciones y espíritus negativos de la casa. – Las otras dos inquilinas se apresuraron a asomarse a la puerta

- Luna ¿Qué mierda es esa que cuelga del techo de la habitación? – Preguntó Hermione tras asomarse a la casa.

- Pues sí es mierda. Pero no es mierda común. Son nada más y nada menos que excrementos de gusarajo amarillo – Explicó tranquilamente la rubia mientras se ajustaba una pulsera hecha con chapas de coca-cola. – La señora Blansbury me ha asegurado que son lo mejor para estas cosas. Las cosecha ella misma de su granja de gusarajos amarillos.

- Eso no existe – Dijo Hermione enfadada mientras Ginny luchaba por aguantar la risa. - ¡Quítalo de mi comedor!

- Sí que existe, y no lo pienso quitar hasta que pasen dos horas. Me lo dijo el otro día mientras le hacía la permanente. Y estuvimos viendo todas las fotos. Mi jefe dice que me deje de decoraciones estúpidas. Dice que él en Hogwarts tenía una amiga que era igual que yo¿Os lo podéis creer?

- No – Dijeron las dos chicas a la vez.

- Y además dice que no le gustaba nada esas cosas raras que hacía… Él prefería los nuevos diseños.

- Me cae bien tu jefe. – Dijo Ginny.

- Sí, os parecéis mucho y el tío es guapísimo, ojos azules, pelo rubio, buen cuerpo, maduro…

- ¿Está casado? – preguntó ansiosa Ginny

- Es gay.

- ¡Claro! Debí suponerlo. ¿Ves? Mi teoría es cierta, o están casados o son gays – Se rindió Ginny – Bueno, aún así le podríamos invitar a cenar un día de estos, pare un tío simpático.

- Claro – Dijo Hermione con voz cansada - ¡Si conseguimos quitar el olor a mierda de a saber que bicho inmundo!

- Vale… Ya lo quito Mione, no te pongas así – Dijo Ginny. – Vamos Luna, ayúdame, o a Hermione le va a dar un ataque al corazón.

- ¿Por qué me dejé convencer para vivir con vosotras dos? – Preguntó la castaña – Vamos a ver si podemos arreglar un poco este estropicio – Se resignó mientras se remangaba dispuesta a quitar las decoración del techo.

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- Buenos días jefe – Saludó Draco – Como ya habrá leído en mi informe, creo que no debemos inmiscuirnos en las disputas de Zaire. En mi opinión Borwana tiene la situación controlada. Su hermano no tiene posibilidades de asumir el poder. De todas maneras he dejado dos efectivos y una poción de control de poderes. En cuanto le capturen habrá finalizado el problema Africano.

- ¿Estás seguro de lo que dices?

- Bueno, oficialmente Guban era el único nexo de unión entre los rebeldes, y el único que conocía algo de Artes Oscuras.

- Y… ¿Extraoficialmente?

- Esto me huele muy mal, me he puesto al día en las misiones internacionales de los últimos seis meses, y no me gusta nada lo que he leído. Podríamos encontrarnos ante a punta del iceberg.

- ¿Qué es lo que temes, Draco?

- ¿Puedo hablar libremente?

- Por supuesto.

- Pues bien, creo que nos encontramos ante una red de Magos oscuros de presencia e influencia internacional – Respondió el chico con rostro grave – El modus operandi de las rebeliones en distintos lugares del globo, es el mismo. Creo que es suficiente como para sospechar de un entramado mayor.

- Mira chico, me fío de ti. Pero no me puedo presentar al idiota de ministro de magia basándome en las suposiciones de un chaval de dieciocho años cuyo padre era un mortífago.

- Lo entiendo señor pero…

- Nada de "peros" Malfoy. Estoy bajo mucha presión, la organización ha sido elegida para una misión especial del ministerio. Tú y yo estamos en el punto de mira y no me puedo permitir fallar. Yo menos que nadie. Quiero que estudies todas las personas que trabajan en este departamento. – El hombre le pasó una gruesa carpeta –Sin conocerlas, ni poder guiarte por tu instinto. Simplemente lo que hacen y cómo lo hacen. Y quiero que con la información que saques elijas a una persona, aquella que pueda ser más útil para la investigación. No sabrás su nombre, ni su sexo. Sabrás lo que hace, las notas que ha tenido, sus éxitos, sus fracasos y escogerás. ¿Lo has entendido? – Draco asintió – Muy bien, tienes una semana. –Draco se dispuso a salir del despacho – Draco… No me falles, cuento contigo.

- No se preocupe profesor Snape, quiero decir, jefe.

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- Bueno¿Tiene la señorita perfecta alguna queja más sobre el estado de nuestra nueva casa? – Preguntó Luna.

- Apesta. – Protestó la señorita perfecta. Ginny comenzó a reírse mientras se esforzaba por mantener la nariz tapada. - ¡Deja de hacer eso! No se puede vivir en esta pocilga.

- Tranquila Mione… El olor se irá en un par de horas y la casa volverá a ser tan perfecta como tú. – Consiguió decir Ginny entre risas.

- Vale, déjalo. ¿Qué hacemos mientras? – Las dos chicas miraron a la castaña sin entender – Me refiero a ¿Qué hacemos mientras se va el olor? Tendremos que estar en otro sitio…

- ¿Por qué no nos vamos a comer? Yo francamente me muero de hambre – Propuso Luna.

- ¡Ey! – Se admiró la castaña – Eso no es una mala idea. Yo tengo mucha hambre después de cargar tantas cajas.

- Mi padre me habló de un restaurante muggle en el que dan comida mágica – Hermione la miró escéptica – Sí, dicen que dan promigas y saltamontañas, pero en realidad son pruguis y snorlcels.

- Yo voto por un japonés que hay en la esquina – Propuso Ginny rompiendo la tensión. – Tiene muy buena pinta.

- Voto por el japonés – Se apresuró a decir Hermione.

- Tengo que cambiarme – Dijo Ginny rápidamente.

- Estás preciosa así. Mejor nos vamos – Se apresuró a decir Hermione mientras agarraba de la mano a Ginny y tiraba de la chaqueta de Luna para escapar del hedor de su nuevo "hogar"

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Draco se sentó en la mesa del restaurante a esperar a Blaste. Quería su opinión sobre el nuevo caso que Snape le había asignado. Durante los seis meses trabajando para la organización, apenas había pisado suelo inglés. Y Blaste estaba viviendo en su casa… Lo mejor de toda la situación (o lo peor depende de cómo se mire) era que nada lo ataba a ningún sitio, se sentía completamente libre. Sacó un cigarrillo y lo prendió. Sonrió a una rubia despampanante que estaba sentada en la mesa de al lado y recordó su noche anterior. Definitivamente no volvería a acostarse con ninguna esposa… Exigían demasiado, entre otras cosas seguir con la relación, y eso era algo para lo que no estaba preparado.

- Perdona – Vaya, la rubia - ¿Tienes fuego? – Perfecto modelo idiota… "Claro que tengo fuego. Me has estado mirando mientras encendía el cigarro" – Claro – Dijo Draco mientras sacaba el mechero – Aquí tienes – Las luces del restaurante se apagaron de golpe "Mierda, te has equivocado" Volvió a pulsar el encendedor y las luces volvieron, la rubia le miraba embobada. Por fin le dio fuego.

- Gracias, me llamo Vanezza. Con dos z¿Sabes? Es de origen italiano, ya ves. ¿Y tú eres?

- Un hombre ocupado – Respondió una voz por él – Y yo soy Blaste Zabini, ahora si nos disculpas Vanezza con dos z, mi amigo y yo tenemos asuntos pendientes que tratar. – La rubia volvió a su mesa.

- ¡Eh! Estaba buena – protestó Draco – Me la podía haber tirado esta noche.

- Deja de decir tonterías. Podrás tirante a todas las que quieras, pero hoy no. ¿Vas a quedarte mucho?

- No. Tengo que preparar una misión, y necesito tu opinión¿Qué me dices¿Blaste? – Preguntó Draco al ver que su amigo se había quedado callado mirando tras él - ¿Qué pasa? – Draco se giró preocupado, y lo que vio le dejó la boca aún más abierta que la de su amigo. - ¿Pansy?

Pansy acababa de entrar en el local, con sus aires de reina. Embutida en un vestido blanco que hacía resaltar su pelo negro y marcaba su figura. Llevaba puestas unas gafas oscuras y en ese momento hablaba con el metre, éste asintió y la condujo a una mesa no muy alejada de la de Draco. Ella le siguió con aire sensual, ganándose las miradas del sector masculino. Draco se iba a levantar y de repente escuchó un gran revuelo en la puerta.

Tres chicas entraban en el restaurante y parecían bastante divertidas, al menos dos de ellas, la tercera iba completamente roja. La primera tenía un aire despistado y miraba con curiosidad la decoración de las paredes, era rubia y lucía unos pantalones viejos y una camiseta con el eslogan "Los peluqueros mandan". La segunda tenía un aire muy sensual, llevaba un pañuelo en la cabeza y unos pantalones cortos y rojos que conjuntaban con su cabello. La tercera tenía una clara seguridad en sí misma, y vestía un mono vaquero y un top blanco. Se sentaron en la mesa más lejana a la puerta, y de repente la castaña se levantó de golpe señalando la puerta muda. Un pelirrojo acababa de hacer la entrada en el restaurante.

Sin percatarse del revuelo que había causado se dirigió a la misma mesa en la que Pansy se había sentado y besó a la chica. En ese momento la castaña recuperó el habla… Y de que manera.

- ¡Ronald Weasley!

- ¿Hermy? – Preguntó el chico sorprendido mientras se ponía rojo como un tomate. En ese momento Draco intervino también.

- ¡Grandísima zorra! – Exclamó poniéndose rojo, aunque en este caso de ira, y acercándose a la mesa de la pareja.

- ¡Malfoy! – Exclamó la castaña

- ¿Granger? – Dijo el sorprendido después de reconocerla - ¿Sales con pobretón Weasley?

- Yo no – Dijo Hermione recuperándose del golpe – Por lo visto es tu prometida la que se lo tira. ¿Cómo te sientes al compartir fluidos con la persona a la que más odias en el mundo?

- ¿Cómo te sientes tú al saber que tu novio se tira a una zorra? – preguntó Draco recuperándose.

- Bastante bien al saber que yo al menos le he dejado, a diferencia de ti.

- ¿Cómo supones eso?

- Porque solo si te han dejado eres capaz de insultar a tu exnovia. – Respondió mordazmente ella.

- Bueno como veo que estáis ocupados Ronnie y yo nos vamos… - Se intentó zafar la chica.

- ¡No! – Exclamaron los dos a la vez

- Pues nos quedamos – Dijo fastidiado Ron mientras se sentaba.

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- Hola. – Saludó Blaste mientras se acercaba a la mesa de las dos amigas de Hermione

- ¡Hola¿Eres Blaste Zabinni? – Saludó Ginny ofreciéndole la silla

- Sí, soy yo. – Confirmó el chico sentándose - ¿Weasley y Lovegood? – Ellas asintieron - ¿Creéis que les van a matar?

- Posiblemente – Confirmó Ginny – Mi hermano es un cerdo y Parkinson un puta… No creo que Malfoy o Mione crean en la redención… Y menos después de los respectivos comportamientos

- La vida es un misterio¿Verdad? – Dijo Luna distraída – Que casualidad que viniésemos a comer aquí.

- A veces me sorprendes Loony… - Dijo Ginny – Pero es verdad. Nosotras vivimos en la calle de enfrente, nos acabamos de mudar ¿sabes? Pero claro¿Cómo lo iba a saber Ronnie? Si yo misma me había ocupado de ocultárselo porque pensaba que estaría destrozado después de que Hermione se fuese de su casa. ¿Por qué habéis venido Malfoy y tú aquí?

- ¿Nosotros? – Comenzó Blaste – Pues es curioso, resulta que me encanta la comida japonesa y este es el mejor sitio de Londres para comerla de verdad. Así que decidí citarme aquí con Draco.

- Es un sitio bastante bonito, nunca había comido aquí. Pero esa fue una de las razones por las que me quedé con esta casa. ¡A mi también me encanta la comida oriental!

- Es una casualidad… - opinó Luna – Creo que debería volver a casa a ver si se ha ido el olor… Se cuando sobro.

- ¿Pero qué dices Luna? – Dijo Ginny poniéndose roja como un tomate. Luna le guiñó un ojo a modo de respuesta antes de levantarse e irse. – Parece que nos hemos quedado solos…

- Sí. ¿Quieres comer algo?

- Para eso había venido – Dijo Ginny.

- ¡Camarero!

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- ¡Nos enamoramos!

- ¿Cómo que os enamorasteis? – Preguntó Draco – Tú estabas loca por mí Pansy, y Comadreja se tenía que haber casado con la Sangre Sucia o con Cara-Rajada – Hermione se levantó furiosa.

- ¡Eres un anormal Malfoy¡Deja de llamarme eso estúpido hurón! – exclamó Hermione fuera de sí.

- ¡Cállate Granger! Lo que importa es que tu novio…

- Ex novio – Corrigió Hermione

- Se tira a mí prometida – Siguió Malfoy ignorando a la chica.

- Ex prometida – Corrigió Pansy

- Nena¿Vas a comparar todo lo que yo te ofrezco con lo que te ofrece el pobretón Weasley?

- ¡Él me quiere! Y jamás se ha acostado con ninguna fulana en mi casa, en mi cama – Chilló Pansy con lágrimas en los ojos.

- Vamos Pansy¿Vas a decirme que nunca se ha acostado contigo en tu casa? – Pansy le miró ofendida – Entonces se ha acostado con una fulana en tú casa – Finalizó triunfalmente. Hermione comenzó a reírse

- ¡No te pases Malfoy! – Dijo Ron mientras sacaba la varita – El que tú no fueses un hombre no significa que ella no fuese una gran mujer. – Draco sacó la varita furioso, sus ojos rezumaban odio.

- ¡Sois idiotas los dos! – Chilló Hermione al ver que más de una cabeza estaba fija en su mesa - ¡Guardad eso! – Exclamó señalando las varitas y a los muggles. Los chicos obedecieron.

- Ya vale Draco, no quiero nada contigo¿Entiendes? Ahora estoy con Ron y nunca nos van a separar.

- Bueno – Intervino Hermione – Nunca es demasiado tiempo, creo que te refieres hasta que le surja un nuevo curso de aurores, o una misión a la Conchinchina. Entonces te dirá que se va porque le ha surgido una oportunidad buenísima y no la puede desaprovechar.

- Lo siento Hermy – Se disculpó el pelirrojo – Pero tú te fuiste de nuestra casa también…

- ¡Claro¿Qué quieres que haga¿Me quedo esperando a que mi novio vuelva o se digne a mandarme una lechuza?

- Existe la red Flu – Intervino Draco

- Cállate Malfoy – Dijo Ron.

- No Malfoy, por fin dices algo inteligente. – Dijo Hermione – Es lo mismo que yo le dije, pero no. Los polvos Flu son muy caros Hermy… Con la lechuza bastará, y en dos semanas no me llegó ni una puñetera lechuza. ¿Qué pasa¿Estabas demasiado ocupado tirándote a esta… guarra?

- Por favor, quiero que respetes a mi prometida. – Aquello cayó como un balde de agua fría sobre Hermione y Draco.

- ¿Pro… Pro… Prometida? – preguntó Hermione reaccionando al fin. - ¿Seis meses con ella y ya la has pedido que se case contigo? Hemos estado juntos dos años, hemos pasado la derrota de Voldemort uno al lado del otro, y ni siquiera has querido pasar la navidad con mis padres. Y ahora… ¿Estás prometido con ella¿Yo no soy suficiente mujer? – Preguntó Hermione con lágrimas en los ojos – No me contestes. – Se levantó de la mesa y arrastró a Ginny hacia el exterior del local. La pelirroja miró a su acompañante decepcionada.

- Le tengo que dar la razón a la Sangre Sucia… Y creo que ella es más mujer que tú Pansy, espero que disfrutéis de la comida. – Se levantó y se sentó en la mesa con Blaste, el moreno hizo intención de levantarse pero Draco se lo impidió con la mano – Yo estoy comiendo, no tengo nada de lo que avergonzarme.

Dos minutos después la pareja se levantó y salió del local. Los ojos de Draco no fueron los únicos que les siguieron hasta la puerta.

Si os ha gustado decid SI, sino hos ha gustado decid porqué, pero por favor dejad un Revew. En una semana cuelgo algo de "Amor concertado" No os preocupeis por eso. Y espero que lo leiais mucho, aunque ya está publicado en otro sitio, no está acabado