LOS PERSONAJES DE ESTA HISTORIA PERTENECEN A LA GRANDIOSA NAOKO TAKEUCHI. YO SOLO ME ADJUDICO LA CREACION DE LA HISTORIA IDEAS DE MI LOCA CABEZA…

CAPITULO 1

La chica rubia miraba a los ojos a su mejor amigo y hermano mayor. Esperaba que le ayudara en el plan que se le había ocurrido.

Él estaba en su cama recostado, con la lap en sus piernas, muy entretenido en lo que estaba haciendo. Su pequeña hermana estaba a horcajadas encima de él esperando una respuesta.

Así que ella siguió insistiendo ya que su hermano, estaba muy concentrado.

-¡Anda Diamante por favor!- el chico por fin decidió mirarla.

Él era muy guapo de cabellos platinados, piel blanca y ojos color azul. La miro fijamente. Su pequeña hermana juntaba las manos en forma de ruego.

-Es que lo que me pides –piensa por unos segundos- ¡está mal!- la chica lo mira con enojo.

-¡por dios! y me lo dice el chico, más mujeriego que he conocido en mi vida-le reclama la chica. El acusado solo lo miro con los ojos entrecerrados.

-¡Pero yo no daño a nadie! Las mujeres que se acuestan conmigo, es por qué así lo quieren. No porque las obligue- le aclaro, mirándola a los ojos. Pero rápido el cambio dirigiéndola a lo que había estado haciendo.

Pero su pequeña hermana, no se daría por vencida ¡no señor eso sí que no! sin esperar más le cierra la lap. La causante de robarle a atención de su hermano.

-¡Pero qué has hecho Serena! –le grita molesto.

-Es que no me haces caso-le reclama con las manos cruzadas.

-Pero estaba en algo muy importante-sigue con los reclamos.

Serena lo mira con ceño fruncido

-¡Importante!-le grita

-¡Si muy importante!-le confirma el chico.

-Por favor, si es un juego sin importancia Diamante-le dice, levantando las manos en forma de desesperación.

-¡Pero es importante para mí!- le aclara el chico.

Ella sabía que tenía que hacer que su hermano la ayudara, ya que él, era uno de los chicos más mujeriegos de la universidad.

-¡Por favor Diamante! ¡Te lo ruego ayúdame!-le suplico.

-¡Serena!-le habla con seriedad-lo que quieres que haga, no está bien ¿qué va a pasar el día que se entere?-le pregunta.

Si era cierto. Él era un chico que salía con cuanta mujer se pasaba por enfrente, bueno siempre y cuando este bonita y tenga unas curvas peligrosas. Pero lo que le pedía Serena, era una cosa muy distinta.

-Ya veré la manera, en el que el jamás se entere-le dijo en tono seguro. Y era cierto ya encontraría la manera de que él nunca se enterara.

-Serena, nada está oculto del cielo a la tierra- el, la tomo de los hombros, hiso que lo mirara a los ojos. Pero su hermana tenía los ojos a punto de estallar en lágrimas, se sentía tan frustrada, por no poder hacer nada.

-¡Es que no sabes cuánto lo amo Diamante!- sus palabras salieron con tanta desesperación y angustia, que Diamante sintió como el corazón se le oprimía dentro del pecho.

-¿De verdad lo amas tanto?-le pregunto

-Con toda mi alma-las lágrimas comenzaban a caer por su hermoso rostro. Lagrimas que Diamante limpiaba con su mano.

-Peque sé que lo amas-sigue hablando-pero no puedes obligar a nadie a amarte. Eso es algo que solo su corazón tiene que aceptar- ella agacho la mirada.

Ella se suelta del agarre en que la tenía. Se baja de las piernas de su hermano y se pone de pie.

-Está bien, si no lo quieres hacer ¡ya encontrare a alguien que si lo quiera hacer!-dice y comienza a caminar directo a la puerta.

-¡Pero Serena! –trato de hablarle, antes que escuchara el portazo que fue dado con todo el coraje que sentía en ese momento.

-Serena-dijo, moviendo la cabeza y con tono preocupado.

Parque núm. 10

En una banca, se encontraba una pareja abrazada, conversando de sus planes a futuro.

-Sabes amor estoy, en una nube-le dice una hermosa mujer de cabellos verde, piel morena y ojos color negro, a su guapo acompañante. Ganándose una mirada dulce por parte de él.

-Yo también soy tan feliz cuando estoy a tu lado-su mirada estaba llena de amor.

-Pronto nuestra felicidad será para siempre- contesta la chica llena de esperanza. Faltaba poco para unir su vida al hombre que ama.

-No sabes, cuento los días. Se me hacen eternos, quisiera que el tiempo pasara volando-le mira sus ojos.

-Hay Darien te amo tanto-lo abraza.

El chico corresponde a su abrazo, con él le trasmite todo el amor que siente por ella, desde el primer día que sus miradas se cruzaron.

-¡Yo más mi amor! yo más-las sonrisa que se dibujó en su rostro, era la evidencia de que en esos momentos era el hombre más feliz de la tierra.

SERENA

Estaba en su recamara mirando la televisión, pero no le estaba poniendo ni la más mínima atención en lo que estaba pasando el programa. Su mente estaba en otro lugar.

-Dios tengo que hacer algo-hablaba sola-el tienen que ser para mí, tiene que estar conmigo. No con esa- apretaba los labios con coraje, solo de recordar como lo besaba, cada vez que estaban juntos y ella tragándose sus celos.

-Tengo que conseguir a alguien que me ayude en mi plan-decía para ella – ¿pero quién?- se queda pensando por unos minutos, hasta que la se ilumino su cara –pero como no pensé en el antes. ¡El me ayudara!- tomo su celular checando todos sus contactos-aquí esta- oprime una tecla y se coloca cel. en la oreja, espera unos segundos.

-Si-contestan del otro lado

-Hola Ren –saludo

-¡Serena!-dice su nombre con algo de sorpresa en su tono de voz-¿se puede saber a qué debo tu llamada?-pregunto con curiosidad

-Pues hacerte una propuesta-le dijo sin más. No tenía caso dar tanto rodeo.

-Hay dinero de por medio-pregunto. Serena sonrió sabía que este chico era un sínico

-Por supuesto que si- le confirmo, con eso terminaría de asegurar su ayuda

-Entonces soy todo oído-contesto

-Bien. Qué te parece si nos vemos en la cafetería de la avenida número 10-mira su reloj- dentro de una hora- no podía hablar en su casa, se arriesgaba a que sus hermanos la escucharan o peor a un su madre.

-Está bien, te veo ahí- el chico colgó

Serena se puso de pie, se fue directo a baño, tenía que estar lista en menos de media hora.

Bajaba las escaleras, muy pensativa, tenía que planear bien lo que iba hacer, no podía a ver ningún error, no podía dejar cabos sueltos. Estaba tan concentrada que no escuchó el grito de su hermano, que la llamaba desde la parte de arriba.

El chico al sentirse ignorado decidió gritar

-¡Serena!-la chica pego un salto, que casi la hace caer de los pocos escalones que le faltaban

-¡Idiota! porque gritas –le reclama y mira con enojo.

-Llevo hablándote como mil veces. ¿Se puede saber que te pasas?-pregunto

-Nada que te importe-le contesto y volteo la cara para el otro lado.

Dimante sonrió, sabía que su hermana era muy caprichosa y se molestaba si los demás no hacían lo que ella quería.

-¿Estas molesta conmigo?-pregunto, haciendo un puchero

-Sí y mucho-le confirmo lo que la ya sabia

-Serena entiende, por favor no puedes jugar con esas cosas-le volvió a repetir

-Si ya lo deje por paz Diamante- lo miro-me voy a resignar-dijo fingiendo una tristeza que no sentía

-Qué bueno-dijo con felicidad. Por un momento se sintió culpable de mentirle- que te des cuenta hermana. Ya verás que pronto llegara el hombre de tu vida –le aseguro

-Si tal vez tengas razón-pero a mí el único que me interesa es él pensó para si –por eso acepte salir con un chico-soltó, y era lo mejor para que Diamante la dejara en paz, si no la iba ayudar prefería mantenerlo fuera de todo.

-Vez. Es solo que tú quieras darte la oportunidad de conocer a otro chico-le aseguro

-Si si-contesto-bueno te dejo, porque mi cita me está esperando. Adiós-siguió su camino

Diamante sonrió, por fin su hermana entendió, que no puede forzar a nadie a estar con ella y manos a la fuerza.

DARIEN

Iba en el coche manejaba con una sola mano, porque con la otra sostenía la delicada mano de su hermosa novia. No decían una sola palabra, y no hacía falta, el silencio era cómodo, de vez en cuando se miraban, profesándose en cada mirada el amor que se tenían uno al otro.

El timbre de un celular rompió el momento. La chica metió rápidamente la mano a su bolsa, y contesto.

-Hola –saludo. Darien la miraba- si Soshi-cuando pronuncio ese nombre Darien frunció el ceño, en señal de desagrado-si está bien-ella seguía hablando, sin mirar a su novio-ok nos vemos ahí-colgó

-¿Se pude saber que quería ese?-pregunto Darien, los celos eran notorios

-Hay amor era Soshi-le dijo en tono divertido

-Eso ya lo sé lo escuché –le dijo con ironía-¡te pregunte que quiere!-le volvió a repetir la pregunta. Setsuna comenzó a reír –hay no le veo lo gracioso-le reclamo

-Perdón amor. Pero es que te ves tan tierno cuando estas celoso-rio un poco más de el

-¡Yo!-se señaló-no estoy celoso-le aclaro. Pero eso ni él se lo creía

-Si ¡tú!-le contesto todavía en tono divertido

-Bueno si estoy celoso. ¡Que acaso no puedo celar a mi novia casi esposa!-la miro a los ojos

-Si claro que puedes. Pero no hay razón para que lo hagas-le dijo ella con tranquilidad

-¿Cómo que no hay razón? –Pregunto en tono molesto-si te acaba de llamar el estúpido de Soshi. Nada más y nada menos que el hombre que toda la vida ha estado enamorado de ti-termino casi con un bufido

-Darien él no es más que un buen amigo, para mí- la chica trato de tocarle la mano. Pero el alejo – ¡Darien pareces un niño!-le reclamo

-Sí y que-le contesto con enojo

-Hay por favor amor –le pidió-¡que acaso no confías en mí!-le pregunto

-En ti sí, pero en el no-le aclaro

-Darien, Soshi es como un hermano para mí. Sabes que lo único que siento por él, es cariño de hermanos-lo miro-tu eres el único hombre que me importa y al que amo con todo mi corazón-Darien desvió la mirada, para que chocara con la de ella, que lo miraba con ternura.

-¿En serio?-pregunto, para que ella se lo asegurara

-Claro tonto-se acercó y le dio un casto beso en los labios.

Darien se tranquilizó, ella tenía razón él era el único hombre en su vida y siempre se lo demostraba cada que podían.

-Pero no, me has contado que quería ese-Setsuna rio Darien era tan terco, que no zanjaría el tema, hasta que le dijera.

-Solo para confirmar la hora, en la que ira a casa, para que lo ayude a estudiar - contesto con tranquilidad

-¡Que acaso su cerebro no le da para más! y por eso pide ayuda de mi novia-esto último lo digo en tono posesivo

-¡Ya Darien! –le pidió-no me hagas esto. Yo siempre confió en ti, cuando estas ayudando a Serena a estudiar para algún examen-le recordó. El chico no pudo evitar sonreír, esa chica siempre lo hacía dibujar una sonrisa, solo de nombrarla.

-Pero Serena es hermana de mi mejor amigo –le dijo- y es muy buena conmigo por eso la ayudo-Setsuna solo negó

-Vez, entonces deja que yo también ayude a mí amigo-ahora ella quien recalcaba la última palabra –a estudiar-Darien resoplo

-Está bien pero, promete que cuando te insinué algo me lo dirás para ponerlo en su lugar-le pidió. Ella rodo los ojos

-Si Darien yo te lo diré-le seguro, para que estuviera tranquilo

En eso estaban llegando a la casa de Setsuna, ella vivía modestamente, era una casa chica. Su familia era muy trabajadora, su padre Alan Meio se esforzaba mucho trabajando, para que no les hiciera falta nada.

Darien bajo del auto y corrió para abrirle la puerta, la chica descendió del coche, ayudada por su atractivo novio.

-Bien hermosa señorita ha llegado usted a su hermoso palacio-le dijo galante y con una sonrisa

-Gracias mi amor –le dio un beso de agradecimiento

Setsuna siguió su camino hasta llegar a la entrada de su casa. Darien la siguió con la mirada, hasta que ella metió la llave en la cerradura, abrió, volteo a mirarlo y levanto la mano para despedirse de él. Gesto que el correspondió. Setsuna entro a su casa y Darien subió a su coche y lo puso en marcha

SERENA

Un coche mercedes Benz, color rojo, descapotable se estacionaba fuera de una cafetería.

Bajo una hermosa chica de estatura; 1.70, piel blanca como la porcelana, su cabello era rubio; parecía hebras de oro, su rostro era muy angelical, tenia facciones muy finas; nariz respingada y pequeña, labios pequeños, pero carnoso; para cualquier chico sería un deleite besar, pero lo más hermoso de ella, eran sus ojos; cuando los mirabas parecía como si estuviera mirando el cielo, eran azul muy expresivos.

Cuando entro las miradas masculinas se posaron en ella, era una mujer realmente hermosa que no pasaba desapercibida ante nadie.

Ella volteo para todos lados, buscando encontrar a la persona con la que se encontraría. Hasta que su vista choco con la el, el chico solo sonrió con cinismo.

Camino con seguridad así la mesa, cuando llego tomo asiento

-Hola Ren- saludo al chico de piel blanca, cabellos color rosa; efecto de algún tinte y ojos color café.

-Serena que hay-saludo- bien hermosa soy todo oídos-le miro, esperando a que ella hablara.

-Pues necesito tu ayuda, en algo donde saldremos ganando los dos- le aseguro

-¿Y cómo de cuanto estamos hablando?-le pregunto. Serena sonrío, Ren siempre iba al grano, era tan sínico y lo único que le importaba era el dinero. Dinero que ella tenía de sobra.

-¡Que te perece si primero te cuento, lo que quiero que hagas! y después de escucharme me dices de cuanto son tus honorarios-dijo, mientras se frotaba los dedos, en señal de dinero.

-Bien te escuchó-le animo seguir hablando

-¡Quiero que hagas lo siguiente!- comenzó a relatarle el plan que tenía en mente el chico solo la miraba con atención.

DARIEN

Bajo del su modesto coche color negro, de modelo no muy reciente. Camino a la entrada de su casa; era hermosa, donde se podía ver que vive una familia de clase mediana, donde al entrar se podía sentir el calor de hogar.

Al entrar se encontró a Seiya peleando con su hermana Hotaru, solo rodo los ojos, esos dos siempre peleaban por todo. Lo irónico es que Seiya es el mayor, después seguía él y al final Hotaru, que no sería más normal que el fuera quien peleara con ella.

Decidió hablar

-Buenas noches chicos-les hablo pero fue ignorado

-Hola amor –le hablo su madre. El chico volteo rápidamente a la tierna voz que le hablo

-Mama-se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla. Luna Moon era una hermosa mujer de cabello negro piel blanca y ojos color zafiro.

-¿Cómo te fue con Setsuna?-pregunto

-Muy bien mama-la sonrisa que dibujo no tenía precio, se notaba el amor a distancia

-Si me lo imagino por tu cara-rio de el

-Si ella es la mujer de mi vida-suspiro-pronto estaremos juntos, para siempre

-Si hijo lo sé-sonrió. Ella era tan feliz de ver sus hijos realizarse.

Aunque su hijo Seiya era un mujeriego, estaba segura que algún día llegara la chica que le robe el corazón para siempre. Y su pequeña Hotaru era tan enamoradiza, que con tan solo una mirada de cualquier chico se sentía amarlos, pero así como decía "amarlos" se le pasaba pronto el encanto por ellos. Darien era serio y muy dedicado. Él tenía varios años de a ver entregado su corazón. Amaba a su novia, por esa razón siempre se portaba bien y le ere fiel.

-¿Y ahora porque están peleando?-pregunto Darien a su madre.

-Ya sabes tonterías-le contesto-pero la verdad hoy estoy tan cansada, que no quiero hacerla de réferi así que te toca a ti –le ordeno empujándolo así donde se estaba llevando la pelea campal del año.

-Pero mama-Darien la miro con reproche

-Nada ¡anda a separar a esa par!-le ordeno. Darien se resignó y fue directo a ellos

Luna reía, al ver que ahora eran tres los involucrados en la pelea. Miraba con tanto amor e esos tres, tesoros que vinieron a darle alegría a su vida, desde que los tubo dentro de su vientre.

Seiya era muy guapo y atractivo, de cabello negro amarrado a una coleta, piel blanca y ojos color azul zafiro idénticos a los ella. Darien, era alto casi media 1.90, piel morena; como la de su abuelo Mamoru, sus rasgos eran finos pero muy masculinos; atractivos para cualquier mujer, cabellos negros como la noche y sus ojos de un color azul zafiro; tan profundos como el mar. De cuerpo esbelto pero musculoso, que ha conseguido a base de esfuerzo en el gimnasio. Era una de las actividades que hacia junto a Seiya, todos los días se levantan temprano para ir a al gimnasio. Y por último su pequeña Hotaru, que no era menos hermosa que sus hijos. Ella parecía una muñeca de porcelana, piel blanca, facciones muy finas, cabellos negro y ojos color violeta, pero esa no era herencia de ella, esos bellos ojos los heredo de su marido.

El grito de sus tres hijos la saco de sus pensamientos

-¡Mama!-gritaban los tres al mismo tiempo.

-Mama nada-les contesto – ¡vayan ahora mismo a lavarse las manos para comer! –les ordeno y señalo el baño que estaba en la planta baja de la casa

Los chicos solo agacharon la miraba y se fueron directo a donde su madre les ordeno.

SERENA

-Ahora que sabes lo que quiero que hagas ¿dime cuanto me costa tu ayuda?-pregunto mirando al chico a los ojos

-¿Tienes una pluma?-pregunto

-No. Pero ahora mismo lo solucionamos-le hiso una señal a una mesera, que se acercó rápidamente-señorita me podría prestar una pluma-la chica saco rápidamente una de su mandil y se la extendió, Serena la toma y se la entregó al chico.

Ren tomo una servilleta y anoto la cantidad, después la deslizo sobre la mesa. Serena la tomo y miro

-Muy bien-lo miro-estos es lo que tendrás después de hacer el trabajo-se puso de pie

-Solo una pregunta-el chico la detuvo de la muñeca. Ella miro a donde estaba el agarre y después a él, soltándose con brusquedad.

-¡Cual!-le contesto

-¿Porque tienes tanto interés en separarlo?-la miro

-¡Eso es cosa que no te importa! ¡Tú limítate hacer lo que te dije! que no lo harás de gratis-le contesto en tono molesto

-Es que hay algo que no entiendo. Eres una mujer realmente hermosa, que puede tener al hombre que quieras a tus pies-esto último lo dijo con una sonrisa torcida

Serena se le acercó al rostro y lo miro directo a ojos

-¡Porque ese hombre es el único que me interesa!- se volvió a levantar-si no tienes nada más que preguntar me voy, ¡yo te llamare! – comenzó a caminar a salida.

Cuando estaba afuera, camino a su auto y subió, se quedó pensando por unos minutos, se miró por el espejo retrovisor

-Bien Serena, el primer paso esta hecho-se felicitó- ahora solo tienes que convencer a tu padre de lo que demás. Y todo estará listo para ejecutar el plan- se ha acomodo en su asiento, se puso el cinturón y encendió el coche.

Mientras Ren la miraba

-Me pregunto por qué tienes tanto interés en ese maldito aburrido- pensaba-pero eso, a mí que –sonrió-a mí, me pagaras, muy bien, eso es solo lo que me debe de importar-se dio la media vuelta, subió a su motocicleta y arranco a toda velocidad.

UNIVERSIDAD TOKIO DE CRISTAL...

Los chicos caminaban por los largos pasillos, algunos solos, otros acompañados. Había un pequeño grupo de chicas platicando muy animadamente

-Si –las risas de una chica rubia, de piel blanca, ojos color verde. Se escuchaban por todo el pasillo

-Hay Mina, en serio que estás loca-le decía otra chica de cabellos negro; que le llegaba a la cintura, piel blanca y ojos color negro

- Rei ¿pero no me digas, que no está gracioso el chiste? –le pregunto

-Bueno si está muy gracioso-en eso si estaba de acuerdo con ella

-¡Amy ya deja ese libro! –le ordeno Mina. La chica de cabellos azulados, ojos azules y piel blanca, se ha cómodo un poco los anteojos que trae y la miro

-No Mina, tengo que estudiar mañana tengo un examen –le aseguro y la miro con el ceño fruncido

-¡Pero es que ya llevas una semana con eso!-le reclamo

-¡Mina! el hecho de que tu no estudias, para sacar una buena calificación, no significa que tenga que hacer los mismo-la miro con enojo

-¡Ya Mina déjala!-le dijo Rei-ya sebes que Amy es muy dedicada –le recordó

-Ves Rei si me entiende-le dijo Amy-gracias amiga-y sin más siguió con lo que estaba haciendo

-De nada-Rei la miro con diversión, se acercó a Mina y le susurro- no tiene caso pelear con ella, ya sabes que no tiene remedio-se encogió de hombros

-Si tienes razón- contesto con resignación-¿por cierto Serena y Lita ya se tardaron mucho?-dijo mirando para todos lados

-Les recuerdo que Lita hoy no tiene las primeras dos clases-dijo Amy sin dejar de leer su libro de medicina.

-Si tienes razón lo olvide-contestó Mina riendo

-Hay Mina-Rei se tocó la frente –pero falta Serena, como siempre se le hace tarde-eso no era raro en su amiga

En el estacionamiento se aparcaba un coche rojo, del cual bajo una chica rubia que comenzó a correr como loca

-¡Rayos otra vez se me hiso tarde!- se recriminaba, mientras corría sin fijarse. Los papeles que llevaba en sus carpetas se estaban saliendo por la parte de abajo, así que decidió acomodarlos mientras corría.

Pero el grito de cuidado, llego demasiado tarde, si poderse frenar cayo arriba de alguien. Todavía aturdida por la caída, movió un poco su cabeza para tratar de acomodar sus ideas, pero si bajarse de la persona en la que cayo

-¡Serena!-se paralelizo por completo. Esa voz, alzo su vista despacio, encontrándose con esos hermosos ojos color zafiro, que desde hace mucho tiempo le había robado el corazón- ¿otro vez tarde?-pregunto el chico. Sacándola de su sueño

-Hay perdón –pidió-si otra vez se me hiso tarde-contesto con tono avergonzado, mientras trataba de ponerse de pie.

Hasta que por fin lo logro. El chico también se levantó, ayudándola a recoger todos sus papeles que volaron por todos lados.

-¿Y ahora que paso?-pregunto, mientras le entregaba parte de sus papeles.

Ella levanto la vista y le sonrió

-Es que la verdad no tuve muy buena noche-le conto. Y si supieras la razón me mandarías directo al infierno, pensó

-¿Por qué acaso te la pasaste estudiando toda la noche?-dijo burlón. Serena los miro con el ceño fruncido

-Pues no precisamente-le contesto con arrogancia-estuve pensando toda la noche en el chico que me gusta-soltó sin pensar, se dio golpes mentales ella y su gran bocota.

El chico sintió como si le hubieran dado una patada en el estómago, no esperaba esa respuesta.

- ¿Estás enamorada?-pregunto. Pero que rayos le importaba a él la vida de Serena

-Pues-pensó por unos segundos, pero que podía perder si le decía la verdad. Mientras no dijera el nombre del chico-si la verdad, que es un chico maravilloso-dijo en tono soñador

-Así ¿y se puede saber cómo se llama?-otra vez que te importa se reprimió el mismo

-No-contesto Serena en tono divertido-es un secreto-le aseguro-mío nada más.

-Muy bien. Entonces no preguntaré más-el chico la miro nuevamente a ojos.

-Pero ten por seguro que algún día te lo contare-le aseguro mirándolo a los ojos, por un momento sitio como si el también sentirá algo por ella.

Pero la voz de ella se escucho

-¡Darien amor!-ahí estaba, la causante de todo su sufrimiento. Cuando llego e ellos se acercaron a Darien y lo beso.

Serena sentía como si se abriera un enorme hoyo y se la tragaba, cosa que era mejor que estar viendo como ella besaba al amor de su vida.

Pero que lo disfrutará por que el gusto le dudaría muy poco. De eso ella se encargaría.

CONTINUARA…

Hola mis niñas hermosas les traigo una nueva historia, perdón pero mi cabeza no puede estar quieta jajajaja ahora entiendo a todas las que comienzan con una y siguen subiendo y subiendo.

Bien les cuento rapidito que esta historia, será corta todavía no se de cuantos capítulos tal vez 6 o por lo mucho 10…

Aquí conocerán a una Serena medio malita y caprichosa pero en el fondo es buena y todo lo que hace será por amor. Ella aplicara mucho el dicho que dice "EN LA GUERRA Y EN EL AMOR TODO SE VALE".

Quien será la victima pues muchas personas, pero mi Darien será la principal, vamos a ver qué tan grande es el amor que siente por Serena y si es capaz de perdonar todo por AMOR.

NOTA: Ren aquí es "ojos de águila", solo que como no su nombre se me ocurrió ponerle ese.

NUEVAMENTE PERDON POR LAS FALTAS DE HORROGRAFIA…

ESPERO DE CORAZON QUE LES GUSTE Y QUE ME APOYEN COMO SIEMPRE LES MANDO MUCHOS BESOS Y ABRAZOS.

NOS LEEMOS =)