CAPITULO 1: El Fin del Mundo

Era un día hermoso como cualquier otro en la ciudad de Canterlot City, la gente se encontraba trabajando, los adolescentes y niños se hallaban en clases, los comercios estaban a reventar debido a que varios adultos se encontraban comprando desde goggles hasta salvavidas, la razón era muy fácil de explicar: Las vacaciones de verano estaban cerca.

Tanto en la escuela Canterlot High como en el prestigioso colegio Crystal Prep Academy, los jóvenes se encontraban emocionados y ansiosos por salir ya de vacaciones. Incluso era común que en los chats todos hablaran sobre los planes que tenían para el verano, los cuales iban desde ir a la playa hasta viajar en crucero por las costas mediterráneas.

Sin embargo, no todos estaban alegres por aquel acontecimiento, pues desde una de las ventanas del segundo piso de la escuela Crystal Prep se hallaba sola y en silencio una adolescente de piel color amaranto grisáceo claro pálido, cabello color pistacho claro con verde grisáceo claro pálido y rayas verde lima brillante claro que usaba su uniforme escolar normal.

El nombre de esta chica era Lemon Zest, quien era una de las chicas más populares de la escuela y que había sido parte del equipo escogido por la ahora Ex Directora Abacus Cinch para participar en la reciente edición de los Juegos de la Amistad.

Sin embargo, tras los acontecimientos que se suscitaron en aquel evento, la vida social tanto de ella como de sus amigas Sour Sweet, Sunny Flare, Sugarcoat e Indigo Zap cambió drásticamente, pues muchos de sus compañeros comenzaron a hostigarlas y molestarlas al grado de que la mayoría de ellas tuvieron que irse de la ciudad.

"Eres una perra Sugarcoat", "Lemon Drogas Zest", "Sunny Flare la Culona", "Putita bipolar Sweet", "Indigo Esteroides Zap" eran algunas de las frases que se encontraban aun escritas con pintura en los casilleros que alguna vez habían pertenecido a las cinco chicas que antes habían sido respetadas y hasta temidas por todos los estudiantes.

Cada una había tomado un camino distinto: Sunny Flare se mudó a Tokio debido a que su padre era accionista en una empresa tecnológica de ese país, Indigo Zap se mudó a Nueva York donde tenía un tío que poseía un departamento para ella, Sour Sweet se mudó con su familia a Paris, finalmente Sugarcoat se fue de su casa una noche sin avisar y ni sus padres supieron de su paradero.

Lemon Zest era la única de las Shadowbolts que aún se encontraba estudiando en aquel lugar, siempre manteniendo sus notas con un puntaje alto y tratando de ignorar los insultos que los estudiantes hacían de ella.

-Otro verano –dijo Lemon Zest con melancolía viendo hacia la calle –Debo admitir que doy gracias que haya llegado al fin, ya estaba harta de los insultos y las bromas pesadas de esos hijos de puta. No obstante, echo de menos a las chicas, éramos un grupo cool. Pero… todo esto es culpa de la perra de Cinch, no entiendo porque nadie me perdona por lo que pasó, incluso sigo sin creer por que en lugar de que la escuela se fuera contra Cinch se fue contra nosotros.

- ¿Vas a estar lamentándote todo el día? –pregunto una voz masculina detrás de ella.

-Ah… ya vino el tipo de las historias fumadas –dijo Lemon volteando hacia atrás y viendo a un chico de piel azul claro, cabello de tonos blancos vestido con uniforme de Crystal Prep Academy y que usaba lentes de armazón negro.

-Si –dijo el chico sonriendo –el tipo de las historias fumadas y el único amigo que tienes en este basurero llamado escuela. Se ve que no logras superar tu amargura señorita rockera, incluso cuando ya ha pasado mucho desde los Juegos de la Amistad.

-Mira quien lo dice cuatro ojos –dijo Lemon Zest riendo.

-Se ve que tu amargura no te deja salir adelante chica limón, incluso creo que si en algún momento te canonizase la iglesia te nombrarían Santa Patrona de los Patéticos.

- ¡AJAJAJAJAJA! –río la chica que no pudo evitar sonreír ante el comentario del chico –Ah… no sé por qué, pero eres el único que me levanta el ánimo.

-Bueno, creo que eso es por el trabajo del mejor amigo –dijo el chico riendo.

-Eso creo –dijo Lemon Zest mientras sentía que el chico tomaba su mano derecha –Um… Lemon, esto es algo difícil de decir, pero… me voy a regresar a Los Ángeles.

- ¿Qué? ¿Por qué? –pregunto Lemon confundida.

-Al parecer mi tío tuvo problemas de salud y necesita que alguien atienda el changarro de autos.

-Oh… entiendo –dijo Lemon sintiéndose triste por la noticia –De todas formas, fue bueno saber que por lo menos estuviste ahí para protegerme.

-No hay de que agradecer –dijo el chico sonriendo –Quien diría que unas semanas de intercambio cambiarían bastante mi vida.

-Lo sé White Cloud –dijo la chica pronunciando el nombre del chico con un tono triste –Solo espero verte pronto.

-Yo también espero verte otra vez –dijo el chico cerrando los ojos mientras acercaba lentamente sus labios con los de Lemon.

-Yo… igualmente –dijo Lemon dejándose igualmente llevar por los encantos del chico.

Después de unos segundos ambos se dieron un beso en los labios, Lemon comenzó a recordar como conoció a aquel chico.

Su nombre era White Cloud y era un estudiante de intercambio de Los Ángeles que había venido a Crystal Prep Academy para hacer unas prácticas. El chico había llegado justo en el momento más difícil en la vida de Lemon Zest, pues ella era víctima de burlas y aparte su última amiga Sunny Flare se había marchado dejándola sola e indefensa.

White Cloud se fijó en cierta manera en la belleza física que poseía la chica, incluso aunque muchos le recomendaban no acercarse a ella por el desprestigio que tenía, el joven hizo caso omiso y acabo por convertirse no solo en su amigo sino en su confidente. Aunque el chico trataba de ocultar sus sentimientos hacia Lemon Zest, para muchos estudiantes era evidente que estaba enamorado de la chica.

No obstante, con la noticia de que su tío estaba enfermo, no quería irse sin darle un beso a la chica que amaba, chica que igualmente sentía un fuerte sentimiento de amor para con el chico.

-Adiós –dijo el chico en cuanto dejo de besar a la chica mientras se alejaba caminando para bajar las escaleras.

-Adiós… Cloud –dijo Lemon Zest un poco triste.

La chica volteo a ver hacia la ventana y pudo ver como el chico salía corriendo hacia la calle para tomar un taxi que probablemente lo llevaría lejos de la ciudad-

-Ah… bueno, por lo menos debo admitir que me lo confeso antes de irse –dijo Lemon Zest tratando de consolarse a sí misma.

De repente, los pensamientos de la chica fueron interrumpidos en cuanto escucho como el sonido de un metal golpeando el pavimento de la calle se escuchaba.

Lemon Zest volteo a ver nuevamente por la ventana y vio que un hombre armado con un machete se acercaba lentamente hacia un vendedor de Hot Dogs que estaba instalado en la banqueta vendiendo su producto a los transeúntes.

- ¡Oh! Hola señor –saludo con una sonrisa el vendedor - ¿Le puedo ayudar en algo?

-Ah… n-necesito… c-carne… -murmuro el extraño hombre que estaba sudando, temblando y babeando por la boca.

- ¡Oh! Con que amante de la carne, ¿eh? Pues llego al lugar correcto, tengo unas ricas salchichas listas para… ¡Ahhhh! –grito el vendedor en cuanto sintió como su mano derecha era cortada por el machete que portaba aquel extraño hombre.

- ¡Carne! ¡Tengo la carne! –grito emocionado el hombre que llevaba el machete mientras tomaba la mano cercenada para empezar a comérsela.

Lemon Zest que había visto la escena se encontraba en shock, pues no podía creer que aquello estuviera pasando, especialmente porque no entendía cómo era posible que un hombre le cortara la mano a otro solo para comérsela como si fuera un pedazo de carne de res.

Sin embargo, aquello no paro ahí, pues el hombre volteo a ver al vendedor de Hot Dogs que se retorcía en el suelo por el dolor para después abalanzarse sobre él y morderle su nariz hasta arrancársela completamente.

Fue entonces que Lemon vio como el vendedor de salchichas comenzaba a convulsionar hasta finalmente quedarse inmóvil.

Unos cuantos segundos pasaron y fue entonces que el vendedor volvió a levantarse, solo que esta vez tenía los ojos totalmente hinchados con sus pupilas totalmente rojas, babeaba por la boca y gruñía como si fuera un perro.

- ¡Dios mío! –dijo una mujer transeúnte en cuanto vio al vendedor sin nariz para luego acercarse a auxiliarlo - ¡Señor! ¡¿Está bien?!

- ¿Q-Que si estoy bien? –pregunto con un tono demencial el hombre volteando a ver a la mujer – ¡Hoy estoy mejor!

Tras gritar aquellas palabras el hombre se abalanzo sobre la mujer para morderla en el cuello.

Lemon Zest estaba totalmente asustada, pues aquello parecía sacado de una película de terror o de algún videojuego de survival horror.

Sin embargo, cuando volteo a ver hacia la reja de la escuela vio que un hombre con traje de cartero (que tenía los mismos síntomas de los sujetos que estaban del otro lado de la acera) golpeaba la puerta tratando de entrar.

- ¡No! ¡No le abras! ¡No le abras! –gritaba Lemon asustada en cuanto vio que el conserje se acercaba a la reja para abrirle al cartero.

-No hay necesidad de golpear la reja señor –dijo el conserje mientras presionaba el botón que abría la reja automáticamente –Dígame, en que le puedo… ¡Ahhhh!

Lemon comenzó a sudar en cuanto vio que el conserje era mordido de uno de sus brazos por el cartero hasta arrancarle un trozo de carne.

Fue entonces que la campana de la escuela sonó, muy pronto los pasillos se comenzaron a llenar de estudiantes que estaban ansiosos por irse de la escuela para disfrutar de las vacaciones.

Lemon se acercó a uno de ellos y le dijo:

-Oye, no salgas es peligroso.

-Vaya, vaya, vaya –dijo el estudiante riendo –Pero si es la chica mala, ¿Qué se te ofrece?

-Hay monstruos come carne afuera.

- ¡AJAJAJAJAJAJAJA! Si claro –dijo el chico pensando que era una broma –Y yo soy Albert Wesker, no me quites el tiempo loser.

-P-Pero…

El chico hizo a un lado a Lemon y se fue a las escaleras con el fin de bajar al primer piso y salir de la escuela.

- ¡Bien! ¡Pues muérete si quieres! –grito Lemon enojada al ver que no le había hecho caso.

En ese momento una de las ventanas del segundo piso se rompió asustando a los alumnos, fueron algunos segundos de silencio que paralizaron a todos los alumnos quienes se acercaron a las ventanas solo para observar con horror como toda la ciudad era ya un caos, los negocios se incendiaban, autos se estrellaban sin control y varias personas se encontraban mordiéndose unas a otras.

No paso mucho para que los gritos de horror comenzaran a escucharse y el pánico invadiera el lugar, pues los alumnos comenzaron a huir despavoridos por las escaleras sin importarles si pisaban a algún compañero o si lo empujaban.

-Esto ya es un caos, mejor me esconderé en la azotea –dijo Lemon Zest quien comenzó a correr hacia las escaleras que la llevaban a dicho lugar.

Lemon corría lo más rápido que podía tratando de esquivar aquella marea de gente que se interponía en su camino, al mismo tiempo podía escuchar como en las afueras de la escuela se escuchaba el ruido de los autos perdiendo el control o de edificios que explotaban para después incendiarse.

Finalmente, la chica llego a la puerta de la azotea y asomándose por ella pudo ver como poco a poco todo aquello que conocía comenzaba a convertirse en un auténtico mundo dantesco, lo peor era que ya los extraños seres devoradores de carne empezaban a entrar a la escuela para morder tanto a maestros como alumnos.

- ¿Ahora qué? –se preguntaba Lemon mientras buscaba algún lugar donde esconderse y fue que encontró una de las cisternas de la escuela - ¡Perfecto!

Lemon camino cuidadosamente por el techo hasta llegar a la cisterna que se encontraba medio llena. Sin importarle nada más entro en ella para luego cerrar la tapa.

-Ah… está un poco fría –dijo Lemon temblando mientras sentía como el agua llegaba hasta sus caderas.

- ¡Te digo que no hay carne aquí! –grito una voz que provenía de afuera de la cisterna.

- ¡Yo te digo que sí! –insistió una segunda voz con tono cavernoso –Yo mismo vi como en el techo había una linda criatura.

-Ay no –susurro nerviosa Lemon.

Afuera de la cisterna se encontraban dos hombres que tenían los brazos llenos de mordiscos y que iban armados con instrumentos de labranza. Ambos se encontraban oliendo el aire como si fueran perros en busca de una presa para cazar.

-Yo huelo a carne… ¡¿Pero en donde coños se habrá metido?!

-Probablemente bajo por aquella puerta –dijo el acompañante de aquel hombre mientras señalaba otra puerta que conducía al interior de la escuela.

-No me fío… debe estar escondida por aquí.

Ambos voltearon a ver las cinco cisternas con las que contaba la escuela y viéndose a sí mismos sonrieron para luego asentir con la cabeza.

- ¡Vamos a intentarlo! –propuso el primero.

-Con una condición –dijo el segundo –Si sale algo de carne como tú piensas, entonces te quedaras con esa pieza. Pero… si no sale nada, te arrancare uno de los dedos por mentiroso.

-Hecho –dijo el primer hombre sonriendo ante la propuesta descabellada de su compañero.

Lemon Zest permanecía callada, pero estaba asustada en cuanto escucho las palabras entre ambos hombres quienes en ese momento comenzaron a empujar entre los dos cada una de las cisternas tirándolas al vacío.

-No, no, no, no, no –pensaba Lemon asustada y tapándose la boca para no gritar.

-Bien –dijo el hombre que estaba ya parado frente a la cisterna donde se ocultaba Lemon Zest –La última, y si no hay carne… ¡Despídete de uno de tus dedos!

-Hecho –dijo el acompañante sonriendo de una forma demencial.

-Uno… -dijo el primer hombre empujando la cisterna.

-Dos… -dijo el segundo empujando aún más la cisterna.

- ¡No! ¡Esperen! –pensó asustada Lemon mientras sentía como la cisterna se volteaba.

- ¡Tres! –gritaron al unísono ambos empujando el tinaco.

La cisterna cayo rodando por el techado mientras que Lemon en su interior trataba de moverse a contracorriente con el agua que había dentro.

No paso mucho para que la cisterna cayera y se estrellara contra el techo de una pequeña edificación que estaba detrás del gimnasio, la cual tenía en su interior una pizarra, además de varias bancas.

- ¡Nada! –grito el hombre desde el techo mientras veía como la tapa de la cisterna salía volando dejando salir parte del agua.

-Supongo que eso implica que debo quitarte un dedo –dijo sonriendo el acompañante mientras sacaba un cuchillo de su bolsillo.

Fue entonces que se escuchó un alarido de dolor en el ambiente mientras que Lemon Zest que había soportado la caída estaba aun dentro de la cisterna. La chica abrió un poco sus ojos y murmuro en voz baja:

- ¿Q-Qué… es… t-todo esto?

Tras decir estas palabras, Lemon se puso bocarriba y se acostó mientras el agua que había dentro de la cisterna desaparecía debido a que una abertura se había provocado después de la caída haciendo que todo el líquido se esparciera en el interior de la pequeña edificación donde había caído.

Lemon cerró los ojos y se quedó dormida mientras en su mente trataba de procesar todo lo que había visto sin saber si aquello era solo un sueño o si en realidad todo el mundo que conocía había terminado en tan solo unas horas.

Continuara…

Bueno queridos lectores esta idea ya la tenía desde hace algunos años pero hasta apenas pude adaptarla a fanfic, debo admitir que el resultado me tiene satisfecho y si, tiene referencias a High School of the Dead pero no pienso ponificar en este fanfic aquel manga, ya que en futuros capítulos la historia tomara un rumno distinto. Sin más espero dejen su like, su follow y su Review.

Nos vemos en el próximo capitulo :D