Aqui les dejo un nuevo Dransy, si, sé que estoy obsesionada con Pansy Parkinson (no se nota, ¿verdad?) pero que puedo decir, soy Sly de hueso colorado(o verde-plata, en este caso) hasta la muerte...

Un aviso... Mi amiga ILDM y yo hemos fundado un club para escritoras(es)/lectoras(es) 100% Sly, se llama Slytherin Semper Perversis Club... para los que piensan como nosotras que hay que reivindicar a los Sly... adorar a Draco Malfoy... y sacar las mejores cualidades de todos los miembros conocidos de esta gloriosa casa... no importa cuan perversas sean... recuerden que es una "habilidad" que afortunadamente los miembros de la casa de Salazar compartimos... esperen la inauguración... próximamente.

Disclaimer: nada en el universo Potteriano me pertenece, toooodo es de JK, de lo contrario, Draco Malfoy fuera el protagonista principal... los Malfoy no hubieran terminado asi... Sirius Black no hubiera muerto... y Pansy Parkinson no sería considerada una zorra y tonta...

Enjoy!

(1)

Observé con impaciencia mi reloj de pulsera, di un sorbo largo al vaso con café que traía en la mano, sabe horrible y ya esta frío, suspiré mientras revolvía mi cabello rubio con la mano, llevaba una hora de retraso ese maldito armatoste muggle llamado "anvión", la verdad me estaba desesperando pero armándome de paciencia, me dispuse a buscar a mi alrededor un lugar donde sentarme a esperar, sin poner real atención en las personas que se cruzaban en mi camino, la mayoría mujeres, quienes hacían hasta lo imposible por llamar mi atención, pero al ser muggles, estaban automáticamente descartadas y no merecían siquiera una mirada de mi parte. Encontré por fin un lugar lo suficientemente apartado del bullicio, pero que me permitía visualizar claramente la puerta por la que llegaría ella.

Ella… hacia casi 10 años que no nos veíamos, desde que termino la guerra para ser precisos, pues cuando ésta llego a su fin y nosotros salimos bien librados, Blaise y ella decidieron mudarse a Italia, en una forma de poner tierra de por medio, huyendo de la gente que nos trataba como escoria por llevar una marca en el antebrazo derecho o simplemente por haber pertenecido a la casa de Salazar…

Observé nuevamente mi reloj, cuyas manecillas se burlaban de mi impaciencia, recordé de pronto que ella había sido quien me lo obsequió el año pasado durante las navidades, junto a una extensa nota donde se disculpaba por no poder venir a visitarme alegando asuntos de trabajo.

Durante los primeros años consecuentes a su partida, cuando no venia para las fiestas, llegué a pensar que era por causa de Blaise, que al ser su pareja, no le permitía venir a visitarme, con el tiempo supe que eran solamente amigos y que realmente ella no venía porque así lo quería, siempre mandaba lechuzas con obsequios y notas para mis padres y para mi, pero nunca venia, ni siquiera para mi cumpleaños, la dejé tranquila pues pensé que si sus remordimientos eran tan intensos como los míos, no querría regresar al lugar a donde había padecido el peor horror de toda su vida, así que lo permití, permití que se fuera alejando de mi mientras un extraño vacío se apoderaba de mi pecho, vacío que nunca encontró su justificación y que aún ahora a veces me ahoga en mi soledad.

Recordé también que hacía apenas un mes había llegado a la mansión Malfoy una lechuza con una invitación de bodas… la boda de Blaise Zabinni con Astoria Greengrass, la hermana menor de Daphne, quien también estaba a punto de casarse con Theodore Nott, ese era el porqué de su visita, era la madrina de la novia y yo, como mejor amigo del novio, era el padrino. Me sorprendí de verdad cuando leí la invitación, pues no sabía que Blaise estuviera saliendo con Astoria, e inmediatamente pensé en ella, ¿Cómo estaría?, ¿estaría sufriendo?, ¿estaría sola?.

El pensar en su sufrimiento removió el hueco oscuro que tenía en mi pecho, ella había sido siempre mi mejor amiga, mi paño de lágrimas, mi apoyo incondicional, y cualquier cosa que le hiciera daño me lo hacía a mi, si por mi hubiera sido nunca habría permitido que estuviera en medio del horror que nos marcó, nunca la habría dejado sola y a merced de la maldad, pero yo era igual de joven que ella y al principio no sabía lo que hacía, después ya no había vuelta atrás, siempre supe que ella se unió a ese horror por mi causa, por estar conmigo, por seguirme y por no dejarme solo.

Mientras mi mente asimilaba estos pensamientos, no reparé en el revuelo causado a mi alrededor por la llegada del dichoso "anvión", del cual ya habían bajado todos los pasajeros, únicamente levanté la vista cuando escuché a un par de muggles hablando sobre una persona que parecía una artista famosa o una supermodelo, como alcancé a escuchar, mi mirada se dirigió con fastidio y curiosidad hacia la figura que señalaban y cuando de pronto mis ojos la enfocaron, sentí como si me hubieran dado un mazazo en el estómago.

La mujer en cuestión era una verdadera belleza, desde sus delicados pies calzados por zapatos de tacón alto y tiritas muy finas de color plateado, siguiendo hacia arriba por unas largas y kilométricas piernas perfectamente bronceadas y torneadas, las cuales desaparecían por debajo de una mini-falda color negro que se ajustaba a sus deliciosas caderas, una blusa verde de manga corta que se ajustaba a su vientre plano y delineaba su cintura estrecha, resaltando sus pechos perfectos, firmes y erguidos a la vista, por sobre los cuales destacaban unas letras también en color plata con el nombre de un grupo musical inglés que no conocía, los escarabajos, creo que eran muggles porque nunca los había escuchado.

Por la piel de sus brazos y cuello también se observaba el mismo bronceado perfecto que subía hasta su rostro, donde destacaban sus labios de un rojo natural, ligeramente el labio inferior mas lleno que el superior, seguido por una nariz aguileña y aristocrática y un par de ojos azul oscuro que me miraban con reconocimiento y diversión pintados en ellos, enmarcados por tupidas pestañas negras, del mismo tono que su cabello lacio y corto a la altura de los hombros.

Sobra decir que en el mismo instante en que la miré, algo en mi se removió, y no hablo solamente de mi hombría, que ya sentía apretarse contra la tela de mis pantalones, si no que algo mas arriba, a la altura de mi pecho, brincó con un brío inusitado cuando recorrí nuevamente las bellas facciones que había estado observando como embelesado.

A partir de ese momento, sentí como si todo a mi alrededor desapareciera y solamente quedáramos ella y yo en esa habitación, mi corazón empezó a latir enloquecido, mientras sentía como mi rostro se tensaba para dar paso a una sonrisa, a una verdadera, no el intento de mueca que tenía eternamente instalado en el rostro, es digno de mencionar que casi pude sentir como los goznes que sujetaban mis músculos faciales crujían por el esfuerzo que durante tantos años fueron incapaces de realizar.

Cerré un momento los ojos y cuando enfoqué de nuevo mi mirada en ella, la reconocí de inmediato, estaba muy cambiada, mas adulta, mas mujer y definitivamente mas hermosa que como la recordaba, el tiempo había pasado por ella mejorando su aspecto de forma deliciosa, pues ya no quedaba rastro de la adolescente que yo había conocido tiempo atrás, ahora era toda una mujer, que despertaba miradas de lujuria y deseo tanto en hombres como en algunas mujeres, quienes la veían como si de una auténtica diosa se tratase.

Mi respiración se fue acelerando en el proceso, mientras ella caminaba hacia mi con ese andar sensual y elegante que siempre me había encantado, pues el movimiento de sus caderas se me antojaba de sobremanera atrayente, no podía apartar la mirada de ella y en un momento dado, cuando casi estuvo a punto de llegar a mi lado, miré a nuestro alrededor y observé sin asombro que todos y cada uno de los varones que estaban en la misma habitación miraban con embeleso su cuerpo, sus ojos fijos en su figura sexy y perfecta, el deseo y la lujuria brillando en toda su extensión.

Mi mandíbula se tensó y apreté mis puños, una furia intensa me recorrió de pies a cabeza, quise sacar mi varita y cruciar a cada uno de esos idiotas que se atrevían a mirarla, porque sabía lo que bullía en sus mentes, porque sabía que querían poseerla, y al mismo tiempo, me sentí confundido porque me di cuenta que eso mismo era lo que yo había estado pensando hacer, porque me recorría el deseo por hacerla mía como antes, porque sabía, que si quería, estaría de nuevo en mi cama, debajo de mi, gimiendo cubierta de sudor en todo su hermoso cuerpo.

Despacio, como la serpiente que siempre había sido, se acercó hacia mi, deteniéndose a centímetros de mi cuerpo, analizando mi postura, mis gestos y lo que pudiera darle una idea del porque estaba a punto de lanzarles una imperdonable a ese atajo de idiotas que la observaban con lascivia. Volteó el rostro y vio la razón de mi enojo, pensé que reaccionaria peor que yo pero soltó una carcajada ronca y sensual que me erizó cada vello del cuerpo. Sentí de inmediato como mi erección se ponía mas dura y trate de controlarme, pues en ese estado se me dificultaría mucho ponerme de pie y aún mas caminar, porque ante todo yo era un Malfoy, y los Malfoy no podemos ser descorteses con las damas, y yo, jamás sería descortés con una como aquélla.

-Vaya, vaya, pequeño Draco, parece ser que tus modales están bastante oxidados, ¿Dónde esta el perfecto caballero Malfoy?- sonrío, su voz era como la recordaba, pero ahora tenía un matiz ronco y sensual que arrullaba mi deseo y lograba arremolinar mi lujuria precisamente ahí donde quería controlarla- pero que veo, ¿instintos asesinos?, vaya, ¿Quién lo diría? ¿Malfoy celoso?-

La diversión brillaba en sus ojos azul zafiro, estaba seguro que ella intuía lo que me pasaba, pues sus ojos bajaban y subían de los míos a mi regazo y me miraba con esa mueca en la cara parecida a una sonrisa, la misma que yo ostentaba desde siempre en la mía, reflejo de lo que habíamos y seguíamos siendo, las dos caras de la moneda.

-Pansy…- momento, ¿ese era yo?, mi voz salio ronca por el deseo, no quería que ella lo notara pero ya era tarde, enarcó una ceja y me miró aún mas fijamente, de seguro analizando el porqué de mi extraño comportamiento, mientras que, poco a poco, los remanentes de mi lujuria desaparecían y mi cuerpo se relajaba- tanto tiempo, pensé que no te volvería a ver nunca- me puse de pie e hice una pequeña reverencia hacia ella, la cual contesto con un asentimiento y siguió mirándome con la duda en sus ojos, vi claramente que el pensamiento de que algo raro sucedía conmigo ya rondaba su cabeza, y si seguía siendo como en el pasado, no descansaría hasta saber la verdad. Por el momento lo dejó pasar, gracias a Merlín- te he extrañado muchísimo.-

Vale, eso si fue raro, pero no sabia ni que decirle, después de tanto tiempo sin verla, no podía simplemente llegar como si nada hubiera pasado, como si estos 10 años no hubieran transcurrido, me hizo mucha falta, sobre todo cuando mi padre fue a Azkaban y mi madre se quedo sola conmigo, cuando todos nos dieron la espalda y nos huían nada mas vernos, cuando de recién ser un Malfoy era sinónimo de la peste.

-Yo… yo también te extrañé mucho Draco, espero que puedas entenderme…-dijo con un hilo de voz mientras bajaba su rostro para esconderlo con su cabello.

Claro que la entendía, si por mi hubiera sido yo también me hubiera largado del país, pero tenía que quedarme, por mi padre y mi madre, me necesitaban y no podía dejarlos, me miraba esperando las palabras que disculparan sus acciones, y yo solo atiné a tomarle la mano para apretarla en señal de comprensión.

En cuanto mi piel rozó la suya, una corriente eléctrica me sacudió fuertemente y un escalofrío recorrió mi columna, pude sentir cómo cada músculo de mi cuerpo se tensó y como de nuevo mi miembro amenazaba con despertar, un calor delicioso recorrió mi vientre y se instaló en mi pecho, supe que ella sentía lo mismo pues un hermoso sonrojo llegó hasta sus mejillas y coloreó su rostro, haciéndola más bella aún, creando sensaciones extrañas en mi, mientras mi cerebro se desconectaba de mi cuerpo y todas mis terminaciones nerviosas gritaban que la besara.

La solté de inmediato y me aparte pues tenía que contenerme, ella seguía siendo mi amiga y probablemente no tuviera ningún interés en mi, lo que tuvimos tal vez estaba ya en el pasado y ahí se tenía que quedar.

Durante varios momentos en los que no supe ni cómo logre contenerme para no arrojarme sobre ella y besarla hasta hacerle olvidar su nombre, sentí como sus ojos nunca se apartaron de mi, la mire directamente y había una chispa de incomprensión y confusión que sé la estaba volviendo loca, pero nuevamente lo dejó pasar y me dio la oportunidad de salir del atolladero.

-Bien, ¿y entonces?, ¿nos vamos a quedar aquí toda la vida?, porque me siento muy cansada y necesito asearme después del largo viaje.- sonrió- y apuesto a que tu necesitas una ducha urgente-me dijo señalándome con su dedo.

Quise que me tragara la tierra en esos momentos, se había dado cuenta de lo que le pasaba a mi "amigo" con ella, mientras seguía con terror el camino señalado, mi mente trabajaba al máximo para inventar alguna excusa que me sacara de semejante problema, y tan angustiado estaba que cuando mis ojos llegaron al punto que ella señalaba, tardé varios segundos en reaccionar.

Efectivamente necesitaba una ducha, pero para mi fortuna, era por otra razón bastante diferente, sin querer me había echado encima el vaso de café que tenía en la mano y ahora una gran mancha oscura se dibujaba en mi camisa blanca. Suspiré con alivio y le sonreí, dándole a entender con un gesto que era mejor que empezáramos a caminar.

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Este es el primer cap... vamos viendo como nos lleva la historia....

por mientras... en el perfil de ILDM y el mio, estan nuestros correos para cualquier duda sobre el club, esperamos sinceramente que se unan a el...

gracias...