Fics de Ben 10: Alien Forces.

Esta historia nos ubica en un Universo Alterno.

Boda Intergaláctica.

Parte 1: La Visitante.

Varios robots caminaban en fila, destruyendo los pocos edificios que aun se mantenían en pie; los pocos sobrevivientes que aun quedaban huían despavoridos; en medio de la confusión, una niña cae al suelo y su vestido queda atorado en lo que antes fue su hogar; su madre intenta liberarla, pero es inútil, los robots se acercan dispuestos a cumplir su orden primaria, erradicar a cualquier sobreviviente; se detienen y apuntan sus armas, la madre abraza fuertemente a su hija, ambas cierran los ojos, saben muy bien que todo terminara pronto; entonces, es cuando llega la ayuda...

—¡Finiu Invisibus! —detrás del humo y polvo producido por las explosiones de las armas, dos rocas salen disparadas cubiertas por un extraño brillo morado; impactando a los robot— ¿Qué te pareció eso, estúpida máquina?

—¡Bien hecho Mamá! ¡Ahora es mi turno!

El humo y polvo poco a poco empezaba a desvanecerse, revelando detrás de este dos figuras, la de una chica algo mayor y la otra, que parecía ser la de una niña de unos siete u ocho años.

—¡Alto ahí lata oxidada!, si quieres pelear, aquí estoy yo.

La niña en cuestión corrió lo más que pudo, cayéndose estrepitosamente. Sin embargo se levanto como si nada y antes de salir de la seguridad detrás de la cortina de humo y polvo, un destello verde la cubrió por completo.

—Es hora de que Melody cante.

Una chica algo mayor surgió de un salto, parecía tener la piel completamente blanca y su rostro no era obviamente humano, de inmediato se puso a cantar, emitiendo una onda sónica que frío los circuitos de todos los robots; por desgracia, también debilito las ya muy débiles estructuras, provocando que la pared que aprisionaba a la pequeña que intentaba salvar, le cayera encima; por suerte no estaba sola.

—Deberías tener más cuidado, hija.

La chica que venía detrás de ella, por fin salió de la nube de polvo, revelando su figura; era Gwendolyn "Gwen" Tennyson, la prima del famoso Ben 10.000; salvo que ahora se había independizado de su primo. Gwen se encontraba levitando las rocas con su "magia", lo que le dio suficiente tiempo a su hija para salvar a quien se supone debía salvar.

—Gracias Mamá…

Más tarde, mientras las dos heroínas desayunaban en su base orbital, Gwen notaba una ligera intranquilidad en su hija, intento evitar hablar de lo ocurrido hace unas horas, pero era obvio que ninguna podría desayunar hasta hacerlo.

—¿Qué te sucede Jen?

Gwen hizo a un lado su plato de desayuno y concentro toda su atención en la jovencita a su lado, la que misteriosamente ahora parecía tener diez años; Jen por su lado suspiro profundamente.

—Aun no soy una buena heroína como tú o tío Ben, el era increíble a mi edad. Yo solo soy una desgracia.

Gwen no pudo evitar reírse, Jen se sintió muy triste y corrió a esconderse a su cuarto. Gwen suspiró y siguió a su avergonzada hija.

—Vamos Jen, no era de ti de quien me reía.

—Si lo era. Crees que no sirvo para nada.

—Jamás he dicho eso.

—No sirvo para nada, solo ocasionó problemas.

Un curioso ruido se escucho dentro de la habitación. Gwen, conocía ese sonido. Muy asustada comenzó a golpear la puerta de la niña con desesperación.

—¡No lo hagas Jen!

Pero ya era muy tarde, solo un brillo verde se vio por debajo de la puerta.

—No lo hiciste, verdad Jen.

Los ojos de Gwen se tornaron morados y de sus brazos salieron dos rayos de luz energía que destruyeron la puerta. Gwen entro muy asustada.

—No de nuevo. Jennifer Marie Tennyson ni creas que te vas a ocultar de mí en esa forma.

Gwen se acercó a una bebita que estaba sentada, viéndola divertida.

—Ah no señorita. Debemos hablar.

Gwen se sentó sobre la cama en la habitación y sentó a la bebé sobre sus piernas,

—En primera, me reía de tu tío Ben. Tú no sabes todos los errores que cometía a tu edad y en los problemas que nos metió a todos.

La bebé parecía estar siguiendo la conversación de Gwen.

—Tardaría toda la noche contándotelos.

La bebé pareció verla suplicante.

—Esta bien, te contaré una, pero solo una historia. Entendido señorita.

—Sí, mamá.

La bebita nuevamente se había convertido en la chica que había estado antes.

—Escucha con atención. Todo empezó hace muchos años atrás, Kevin ya había sido enviado al proyector. La Tierra estaba en desequilibrio, muchos Aliens habían llegado para refugiarse de la exterminación gracias a que en este mundo, se encontraba el Legendario Ben 10.

Los ojos de Gwen empezaron a brillar, al igual que sus manos, luego el brillo creció y todo el cuarto se iluminó. Como si fuera una película, todo lo que contaba Gwen sucedía.

—Una enorme nave Alienígena viajaba de Galaxia en Galaxia, destruyendo planetas uno a uno. Por eso todos los Aliens que pudieron se refugiaron en la Tierra. Fueron tantos, que no hubo como esconderlos. La histeria se apoderó de las personas y al comienzo los combatieron. Pero luego… encontraron que eran más similares de lo que creían. Los Aliens solo buscaban un mundo tranquilo para vivir. Al final los aceptaron… hasta el día que "eso" llegó.

—Flash Back—

La gigantesca Nave alienígena acababa de entrar al Sistema Solar. Destruyendo nuevamente al recién reconstruido Plutón. Su rayo apuntó al siguiente planeta, Neptuno, haciéndolo volar sin mucho problema. La gigantesca nave avanzó destruyendo planetas, tras planetas. Hasta que estuvo frente a la Tierra. Su gigantesca sombra cubrió todo el globo terráqueo, dejando al planeta en una penumbra eterna.

—Ben, ellos llegaron.

—Los veo Gwen.

Todos en el planeta Tierra estaban muy asustados, tanto Humanos como Aliens. Ben y Gwen estaban listos para atacar, incluso un pequeño grupo de Plomeros y Aliens se les habían unido. Su lema era: "No caeremos sin luchar".

—Están listos chicos.

Todos gritaron afirmativamente a la voz de Ben, su líder.

—Omnitrix, no me falles ahora…

Ben empezó a buscar un Alien con el que pelear, pero su Omnitrix no parecía responder y Gwen lo notó.

—¿Qué le sucede al reloj, Ben?

—No lo sé. Esta actuando muy extraño.

El Omnitrix pasaba de Alien en Alien sin detenerse, pero las imágenes de estos, no eran muy nítidas.

—Profesor Paradoja, necesitamos a Azmuth.

Aunque el famoso científico, maestro del tiempo y el espacio no estaba presente entre el grupo de colaboradores. Gwen no se equivocó al llamarlo, el extraño hombre de bata larga apareció con el Galvan, creador del artefacto más poderoso del Universo.

—Sabía que lo dirías Gwen.

—¿Qué es lo que sucede? ¿Para qué me han llamado?

—Es el reloj, esta actuando muy extraño.

Ben acercó el Omnitrix al Galvan, este se estiró un momento los bigotes antes de hablar.

—Esto no es bueno.

Pero antes siquiera de que pudiera aclarar las dudas, un rayo se lanzó hacia la Tierra, desde la Nave. Pero no era un rayo destructor. Era un rayo de teletransportación. Luego de que desapareció el rayo, una silueta apareció.

—Benjamin Tennyson. Soy la Princesa Aura Strieng Herbelk, hija de la Reina Aurora Strieng Herbelk del Planeta Cannes 4, de la Galaxia Nebulosa de Saicer. He venido aquí para…

La extraña silueta estaba metida en un enorme traje espacial, lucía un tamaño bastante grande. Casi tanto como Vilgax o Humungosaurio.

—Si, ya lo se. Pelear conmigo y destruir la Tierra. Créeme, no eres la primera. Pero no te será tan fácil.

Ben presiono el reloj, emitiendo un extraño ruido y luego una explosión de luz verde lo convirtió en…

—¡NO LO HAGAS!

Pero la advertencia del sabio Galvan, no fue escuchada.

—¿Qué rayos soy?

Ben se había transformado en un Alien nunca antes visto. Su cuerpo parecía estar hecho solo de luz verde azulada. Tenía silueta humana, pero no tenía ojos o piernas, parecía una masa viscosa muy diferente a Goop. A diferencia del Alien de baba, este nuevo Alien lucía más sólido. Ben además, podía crear más de una mano al intentar moverse, las cuales luego eran asimiladas nuevamente en aquella extraña criatura.

—No importa lo que sea ahora. Lo que importa es que te venceré.

Ben intentó lanzar rayos, intentó volar, usar su fuerza lanzando el suelo debajo de el. También trató de lanzar fuego, hielo, incluso ácido, o lanzar lo que fuera que hiciera su transformación. Pero nada sucedió.

—¿Qué sucede Ben?

—No lo sé. Realmente no se que sea o haga.

— Azmuth, alguna idea.

Pero el Galvan ya no estaba, así como el científico y otro de los plomeros o Aliens amigos y compañeros de Ben y Gwen. Tan solo estaban Ben, quien ya había regresado a humano, Gwen y la recién llegada.

—¿Qué sucedió?

—Los transporté a un lugar más tranquilo.

La extraña chica se empezó a sacar su armadura, luego se quedó en un traje muy simple.

—¿ERES SOLO UNA NIÑITA?

—Cálmate Ben. El hecho de que seas mi prometido no te da derecho a faltarme al respeto.

—¡PROMETIDO! —ambos primos se sorprendieron al oír esto.

La chica nueva, que lucía curiosamente, muy parecida a un humano. A una chica común y corriente, de hecho, a una niña de unos cinco o seis años. Camino por el enorme cuarto metálico hasta un enorme trono, luego se sentó en ella.

—Odio esto.

Luego un brilló verde, muy parecido al del Omnitrix la cubrió, al desaparecer el brillo, la chica de antes no estaba, en su lugar, había una mujer mayor, quizás de unos veinte años o más.

—Así esta mejor.

—Alto. ¿Qué sucede aquí?

—Eres Gwen, verdad —Gwen asintió—. Entonces serás mi cuñada. Te alegrará saber que no tengo problemas con la Raza Anorita. Así que te recibiré como mi familia.

—Gracias. Creo.

—Espera. ¿Cómo que eres mi prometida?

—Fue escogido hace mucho por los sabios de mi mundo —la extraña chica hizo aparecer una especie de pergamino que empezó a leer—. La Princesa de Cannes 4, bla, bla, bla… Aquí esta. Se casaría con el mejor Guerrero de toda la Galaxia. Ese eres tú Ben Tennyson.

—Momento. Yo ya tengo novia. No puedo casarme.

—¿No-novia?

La chica parecía algo deprimida.

—July aun no es tú novia Ben, solo son amigos.

Esta noticia alegre de nuevo a la princesa.

—No me ayudes Gwen.

—No hay problema entonces. ¡No casaremos!

La extraña princesa alienígena comenzó a aplaudir muy emocionada, de pronto, empezó a cambiar sin control. Muchas chicas aparecían y desaparecían, cambiando continuamente. Aunque todas parecían ser chicas humanas.

—Esta emocionada, eso es evidente.

—Gwen.

Por fin se estabilizó la cambiante chica, se quedó con la apariencia de una chica algo parecida a Gwen.

—Qué tal, ahora seremos hermanas.

—Pues no hay duda de que comparte tu mismo humor, Ben.

—Espera, no puedo casarme. Soy muy joven aun. Tengo planes a futuro y no contemplan una relación a largo plazo… además debo salvar el mundo.

—¿No te vas a casar conmigo?

El tono de voz e aquella chica cambio, se notaba muy deprimida. Luego cabizbaja camino hasta su trono y se sentó en él.

—Bueno, váyanse.

En verdad, lucía bastante triste, casi a punto de llorar.

—Espera, conozco esto. Ahora nos amenazaras con destruir nuestro mundo.

Ben estaba a punto e usar su reloj, pero aquella chica solo volteó la cara para que no la vieran llorar.

—Como crees. Me rompiste el corazón, pero no por eso me desquitaré con tu mundo. Vete Ben… Por favor.

La chica hizo un movimiento con la mano y Ben desapareció en el rayo, no así Gwen, que se había cubierto con energía para no ser transportada.

—¿Qué extraño? No funciona esta cosa. Debiste haberte ido con Ben.

—Funciona, fui yo la que decidió no ser transportada. Vamos, cuéntame todo.

Gwen se había conmovido ante la tristeza de la princesa. Mientras en la tierra, Ben preparaba a su ejército para atacar a aquella que había secuestrado a su prima.

—Están listos los plomeros, Abuelo Max.

—Estamos listos cuando digas, Ben.

Ben nuevamente activo su reloj, pero al usarlo, nuevamente se convirtió en aquella extraña criatura

—¡Otra vez! No importa. Abuelo… Disparen el rayo.

A miles de kilómetros de donde se encontraban todos concentrados, en el Monte Rushmore, la cabeza de varios presidentes de abrió, para dar paso a una gigantesca arma de rayos. La cual apuntaba hacia un solo lugar, la nave extraterrestre.

—En cuanto la Nave caiga, rescataremos a Gwen.