Digimon no me pertenece, le pertenece a la Toei.
Esto es un fic de fan's para fan's.
Advertencia: Ninguna.
Drabble.
La llamada "Mentira blanca"
–.–.–
Apretó el puño, listo para encajarlo fuertemente contra la mandíbula del otro. Pero no se movió, siguió ahí dándole la espalda.
De verdad... ¿no lo entendía?
—Debes saber cuándo un lo siento, no será suficiente —susurró, bajo. Pese a todo el acontecimiento, él seguía intentando estar tranquilo. Porque después de todo lo estaba intentando. ¡De verdad que lo estaba intentando! Y era porque le importaba. Le importaba y lo necesitaba a su lado.
—Por favor, ya no continúes...
Se giró, por primera vez desde que él le pidiera hablar, observándole directo a los ojos. —Dejemos ésto ¿va? No tiene caso continuar.
—¿Por qué no lo es?
—Tai..., cenemos algo.
—Por favor...
—¿Qué lo hace tan especial? ¡Lo hice por tu bien! Además..., todo el mundo miente alguna vez, incluso tú. ¿Has escuchado la llamada "mentira blanca"?
—Pero eres una persona tan terca...
—Ya te lo dije, no deseo hablar del tema.
—Pero yo sí, vamos a solucionarlo de una buena vez.
—..., y no sé por qué me importas tanto, que dejo incluso, que me lastimes.
El rubio suspiró, hondo. Realmente deseaba gritarlo todo, y estuvo a punto de hacerlo, pero al verlo a los ojos... simplemente no tuvo el valor.
—Deseo esforzarme un poco más, por ti, por mí.
—¿Qué deseas...
—¿Por qué simplemente no entiendes mi razón?
—La entiendo —Él pasó la mano por su cabello, había dicho eso varias veces ya—. Lo que te digo es que, a veces una disculpa no lo soluciona todo.
—¿Entonces qué?
—No sé Tai, en estas cosas el tiempo lo dice todo.
—¿Y mientras tanto seguirás enojado conmigo?
—No estoy enojado...
Y tanta presión estaba comenzando a aplastarle. Tai no se callaba y él no deseaba continuar. De verdad... ¿no lo entendía?
—¿Entonces por qué no puedes simplemente dejarlo ir?
—¡Eso intento! Pero tú no me estás dejando.
—Es que si te lo callas, entonces jamás lo arreglaremos...
—Desearía no tenerte en frente. Desearía que no lo escucharas. ¿Por qué no lo entiendes? Me estás lastimando.
—... Sólo deseo saber la razón por la que no puedes perdonarme, para así poder hacer algo para solu-…
—¡Porque me mentiste! —Ni cuando alzó las manos estallando, ni cuando miró aquellos ojos sorprendidos, se dejó vencer. Pasó otra vez la mano por su cabeza y respiró cansado—. No lo entiendes, ¿verdad? —Tai lo estaba terminando—. Toda mi vida está hecha de mentiras...
—Y desearía que no lo escucharas, porque cuando lo sepas, sabrás que las cosas no podrán volver a ser iguales.
—Lo único real que tengo... son ustedes —bajó los hombros, derrotado—, es a ti.
Y cada vez que se sentaba a pensarlo, se sentía entupidamente herido. Y también le daba coraje.
Se formó un momento de silencio. Uno largo, pero necesario para asimilar lo que sucedía.
Yamato dio dos pasos a un lado, luego a otro. Se estaba exponiendo como nunca en su vida y odiaba hacer esa clase de cosas.
—Pero si tú me mientes, ¿cómo puedes pedirme que vuelva a confiar?
—Ahora sabes la razón y...
—Saber la razón no cambia las cosas, Tai.
—Ni tampoco hace que lastime menos. El hecho de que lo supieras...
—¡Eso es una tontería!
—... de que no debías hacerlo... Lastima más que nada.
—Sí, lo es —sonrió afectado y dando por sentado el tema, se levantó—. Dame tiempo, ¿te parece? —Bostezó, hondo y exagerado—. Ahora iré a dormir, haz lo mismo.
Tai le contempló de refilón, aguantando el impulso de detenerlo. Yamato se sonrió afectado, dentro.
¿Por qué había tenido que ser él y no otro?
Cerró la puerta tras de sí y se dejó devorar por la oscuridad. Ya no tenía hambre ni para la cena.
–.–
Fin
Comentarios: Sin comentarios.
Ni hablar, gracias por su atención.
Me despido y cualquier cosa manden un mail o facilítense la vida y dejen un review.
Fin de la transmisión...
626 palabras
