Disclaimer: Sí, todo lo que reconozcan es de J.K. Es mi primer Katie/Oliver, sean compasivos 

Existen algunas cosas de las que Katie Bell disfruta tanto, que su vida estaría vacía sin la existencia de ellas. Katie adora el sonido de la lluvia repiqueteando contra su ventana, o el espectáculo de luces que es la chimenea de la sala común cerca de la medianoche. Katie no podría (ni querría) vivir sin la sensación del viento golpeándole la cara en medio de un partido de Quidditch, ni sin los rayos de sol a principios de junio, que parecen acariciar la superficie del lago y se complementan tan bien que está segura que sin la presencia de esos rayos de luz en el castillo, Hogwarts no sería lo mismo. Katie ama sentir la nieve bajo sus pies de camino a Hosmeadge, y Katie por sobre todo, adora el sonido de la risa acompasada que suelta Oliver Wood en medio de los entrenamientos, cuando es ella quien lo hace sonreír.

A Katie le gusta mucho el chico Wood, porque es el mejor capitán que ha conocido Gryffindor, y los está llevando a la victoria. Le gusta aunque sea un cabezadura que sólo piensa en Quidditch las veinticuatro horas del día. Le gusta porque sabe que él aprecia que sea la primera en llegar a su entrenamiento temprano en la madrugada, cuando aun siente las sábanas pegadas a su cuerpo. Porque a veces, tienen tiempo de volar antes de que lleguen los demás, y dan un par de vueltas por el campo, con los rayos de sol de junio empezando a bañar las praderas, con el viento rozándole la cara, y escuchando de vez en cuando, la risa acompasada de Oliver, y Katie Bell sabe que en los minutos que comparten cada mañana, el Quidditch no es lo único que pasa por la mente de Oliver Wood.