"Erase"

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Summary: Y entonces se habían rendido antes de empezar, se lamentaban secretamente por lo que no pudieron ser y no serían jamás, así que lo mejor era borrar todo y decir adiós. (NaruSaku) (Post The Last).

Nota: Basado ligeramente en la canción de la artista coreana Hyorin con Jooyoung & Iron que da título a esta historia. Se recomienda escuchar la misma y buscar su respectiva traducción.

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Apretó los dientes tratando de mantener a raya la cólera que empezaba a sentir, de todos modos, no tenía derecho a sentirla. Ya no más. En realidad, nunca tuvo el mismo.

—Hola —sonrió, a pesar de tener un nudo en la garganta. Verla le dolía, le dolía más de lo que le gustaría admitirse a sí mismo.

Ella se volvió hacia él, como en cámara lenta mientras trataba de controlar los latidos de su corazón.

—Hola… —soltó ella en un susurro, ligeramente sorprendida. Hacía meses que no se hablaban, desde que él se había comprometido con la heredera del clan Hyūga.

—¿Cómo has estado, Sakura-chan? —se sentía raro, como si fuesen dos desconocidos y no dos personas que tenían prácticamente toda su vida tratándose, siendo compañeros de equipo, amigos, amantes.

Ya no eran nada.

—Yo... —miró al rubio con sus ojos verde jade sin saber exactamente qué responder —bien, algo ocupada con el hospital —él asintió quedamente—. ¿Qué tal los preparativos de la boda?

Fibra sensible para ambos.

—Deje todo en manos de Hinata y su hermana —suspiró —el padre de Hinata quiere una boda tradicional al estilo Hyūga y, bueno, no puedo negarme —paso su mano vendada por su cabeza, cuyos cabellos se fijo ella, estaban mucho más cortos que la última vez que se habían visto.

—Ya veo —murmuró ella, notando al igual que él el ambiente tenso entre ambos—. Tú cabello —señalo, con voz ligeramente estrangulada —está más corto.

Naruto volvió a pasarse la mano por sus cabellos y sonrió quedamente.

—He notado que es más cómodo así —no pensaba admitir que no le agradaba la idea de otra persona que no fuese ella tironeando de su cabello ya fuese en un suave arranque de ira e incluso en un momento efímero de pasión.

Ella asintió suavemente, ladeando un poco su cabeza, él se fijo en sus labios, que estaban cubiertos por un labial que resaltaba la delicadeza y lo rosáceo de los mismos.

¿Cómo habían terminado las cosas así?

—¿Sasuke vendrá este fin de semana? —preguntó aclarandose la garganta, provocando un cambio en la mirada de ella, primero sorpresa y luego —oscureciendose sus ojos— como si sintiera ira.

—No lo sé —respondió con algo de brusquedad—. Hasta luego, Naruto —y se dio la vuelta, retomando su camino hacia una de las nuevas librerías de la aldea.

La vio marcharse, sintiendo intensificar el sentimiento inicial de cuando la vio, antes de hablarle.

—Te voy a olvidar —murmuró con los dientes apretados, marchándose por igual en otra dirección.

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Quizás lo que sentían el uno por el otro en ese momento era ira contenida y no pasión.

La odiaba por haberlo entregado como si nada.

Lo odiaba porque se había rendido donde había dicho que no lo haría.

Sus labios se encontraron con fiereza, como si tratarán de ganarse en una batalla silenciosa, ella buscó los cabellos de su nuca y apretó con algo de fuerza, haciéndole gruñir.

Él mordió los labios de ella, buscando desgastarla, herirla por igual, así que mordió con fuerza, provocando que ella gimiera.

Odiaba que él quisiera borrar rastro de ella cortándose el cabello.

Odiaba que ella quisiera cubrir sus labios desgastados de sus besos con labial y maquillaje para cubrir las marcas de sus besos en su cuello.

Era culpa de él.

Era culpa de ella.

Él, por buscarla de nuevo.

Ella, por ceder.

Al final, ella no era suya y él no era de ella.

Ella gruñó contra sus labios por esos pensamientos que surcaron su mente en esos momentos. ¿Qué hacían? Se reprochaba, aunque sus manos no podían evitar vagar por el torso marcado del futuro Hokage.

¿Qué hacían? Se cuestionaba con remordimientos él, sin detener el camino que trazaban sus labios en el cuello de ella hasta sus labios.

Al final, eran dos personas horribles.

Rotas.

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Él estaría con otra persona por el resto de su vida, que no era ella.

Aunque al final habían acordado que sería así la última vez que habían estado juntos.

No significamos nada el uno para el otroella oculto su rostro en el pecho de él mientras murmuraba esas palabras con dolor.

Él la estrechó entre sus brazos con fuerza, sentía ira y dolor en partes iguales.

Tú estarás con él a pesar de que con quien ella estaría el resto de sus vidas era su mejor amigo, su hermano, no podía decir su nombre en voz alta en ese momentoy yo estaré con ellatampoco podía pronunciar el nombre de su prometida.

Lo séella se aferró más a él, porque quería quedarse por siempre allí.

No pensemos mucho más en elloél acarició los cabellos rosados de ellaya no podemos hacer nada dijo, con voz ahogada.

Ambos se habían rendido mucho antes de luchar. Se habían determinado a que no eran el uno para el otro —ya no más, nunca fueron— y que tampoco eran esa persona especial que todos buscan para compartir el resto de sus vidas.

—Adiós, Sakura-chan —la miró a los ojos, esperando que ella le gritará que se detuviera, que se quedará junto a ella.

—Adiós, Naruto —ella le miró por igual, esperando que él le dijera que no se rendiría, que podían ser.

Pero ninguno de los dos dijo nada, se miraron leyendo en sus ojos lo que querían decirse pero que sus bocas no expresaban.

Y se dieron la espalda.

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Fue efímero, se decía, algo que debería —debe— dejar ir. Su amor por él era algo que sencillamente no estaba en los planes de estos tiempos, quizás en otra vida, pero no en está.

Lo observó decir sus votos matrimoniales con solemnidad —porque todo en él es solemne y firme— ataviado con las ropas formales de la boda.

Dirigió sus ojos a ella —Hinata—que lucía hermosa en su kimono tradicional, con sus pálidas mejillas decoradas por un tierno sonrojo —su sueño hecho realidad— mirando con devoción al hombre de su corazón.

Luego del casto beso que marcaba la feliz unión, el confeti y las felicitaciones, llegó el momento de las fotografías grupales.

Mientras se colocaban para tomar la foto, los ojos de ellos —azul contra verde— se encontraron en la brevedad de un parpadeo.

Él no era suyo, como ella no era de él.

Así que él también estaba dispuesto a dejar marchar su amor —que estaba a varios metros de sí y no era quien estaba a su lado— a pesar de saber que se engañaba —se engañaban— pero habían decidido no ser.

Ya no habrían más besos imprudentes. Ya no habrían roces desesperados. Solo el agridulce de la despedida silenciosa que se dedicaban en ese último instante.

—Felicidades, Naruto —ella sonrió de corazón, porque en realidad deseaba que él fuera feliz aunque no fuese con ella.

—Gracias, Sakura-chan —respondió él, percibiendo aún detrás de esa sonrisa la tristeza queriendo escapar por los ojos de ella —estaremos bien —susurró, esbozando una sonrisa triste.

—Lo sé —quería tocar su rostro pero sabía que no podía, nunca más—. Es lo mejor —aunque aún no sabían para quién exactamente.

Se miraron un rato más, antes de ser interrumpidos por Lee que les llamaba porque tomarían otra foto. Caminaron uno al lado del otro, despidiéndose mentalmente porque decirlo en voz alta justo ahora seria doloroso —más aún— de lo que ya era.

Repentinamente sintió ira, porque ella no le detuvo.

Ella también sintió bullir el enojo dentro de sí porque él no se negó y siguió adelante.

Porque muy dentro de ellos se odiaban mutuamente por ser tontos y preferían el enojo a seguir arrastrando su amor imposible por más tiempo.

Así que se separaron para la otra foto, como harían sus caminos desde ese día.

Aquel era el final.

El adiós.

Fin—

Es una de las cosas más raras que he escrito (creo yo), parece una galimatías, la verdad xD. Mi estado de ánimo no es depresivo, pero la canción coreana "Erase" de Hyorin con Jooyoung e Iron que da título a este escrito me inspiro para ello.

Es post The Last (obviamente xD) pero no llega a ser del todo post-manga. Es raro, un escrito raro que surgió en uno de esos golpazos de inspiración que recibo de la nada últimamente. No sé a cual odie mas, si a Sakura o Naruto o a cual ame mas mientras lo escribí (PLOP).

Espero que este revoltijo de muchas cosas y a la vez de nada sea de su agrado y me permitan saber qué les ha parecido este pequeño escrito, deseándoles un muy feliz y próspero año nuevo, me despido señores.

¡Ja ne!