Los personajes no me pertenecen, sino a Oh! Great, pero esta historia si es mía. XD así que realmente espero que les guste y que la disfruten. Sera un semi AU porque aquí los air treck son patines normales.


Capítulo 1: Fiel amiga

Ringo era fácilmente catalogada por Ikki como su amiga de la infancia y por ella misma como una hermana pequeña y eso para ella era suficiente, ser una amiga con la que él siempre pudiera contar y que supiera que jamás lo traicionaría incluso siendo tan diferentes.

Pero con el transcurso del tiempo se dio cuenta de aquellos verdaderos sentimientos que guardaba hacia él. Sentimientos que ya no podían seguir siendo negados por más tiempo y necesitaba liberar pero que no se decidía a hacerlo por miedo a que su relación con él cambiara.

Cuando por fin entendió y aceptó sus propios sentimientos descubrió que habían ciertos problemas; dos para ser exactos, dos problemas con nombres propios y cabellos rosas que se interponían entre Ikki y ella.

Uno de ellos era Simca, una hermosa peli rosada con encantos de bruja que hechizó desde el primer instante el corazón de nuestro querido cuervito cuando la vio usar los air treck pareciendo una majestuosa golondrina que emprende el vuelo con enormes y poderosas alas.

El segundo peli rosa problema era Kururu, aquella dulce y dedicada chica que daban ganas de abrazarla de lo mona que era, pero que también poseía decisión y valor muy fuertes, una rival de temer ya que a ella Ringo si le tenía cierto aprecio además de ver como se esforzaba por Ikki.

Nuestro querido Baby Face se levantaba con un hambre voraz que solo se vería saciada con un delicioso trozo de carne. Ayer había trasnochado por jugar videojuegos durante toda la noche.

Bajó a la cocina a desayunar y vio que Ume estaba sentada esperando el desayuno al igual que Mika; Rika aún no se había levantado porque ayer trabajó hasta tarde así que Ringo tenía que prepararlo. Llevaba un delantal color verde agua con un estampado de flores amarillas y naranjas mientras lo preparaba con una hermosa sonrisa y tarareaba un dulce melodía.

Al terminar el delicioso desayuno ambos partieron a la escuela, él solo podía pensar en los air trecks mientras que ella apreciaba poder caminar a su lado, disfrutando de esos instantes eran casi mágicos. Para ella Ikki siempre ha sido su símbolo de libertad, desde el día que vio como le crecían alas mientras caía por la torre de Tokio a la cual se había subido por su culpa. Para ella él era como su propio ángel guardián, un rayo de esperanza, sus alas.

Cuando llegaron a la escuela se encontraron con Kazu, Onigiri, Bucha, Agito y Akito que conversaban sobre la horrible semana de exámenes que estaban teniendo.

–Los exámenes deberían prohibirse–anunció Kazu claramente fastidiado por tener que estudiar tanto y no obtener los resultados deseados.

–Eso lo dices porque eres un mal estudiante–dijo Bucha burlándose de él.

–Deberían hacer exámenes prácticos–habló Onigiri dejando con una cara de espanto a sus compañeros. –Exámenes prácticos sobre la anatomía fémina–concluyó él con una cara pervertida dejando volar a su imaginación, provocando caras de póker tanto a Kazu y Bucha como a Ringo e Ikki que acaban de llegar y escucharon la conversación.

Aunque Ikki también reía imaginándose a algunas chicas así, pero disimuladamente.

–Fuck–dijo Akito sentándose en su lugar e ignorando a la estupidez de sus compañeros siendo seguido por la risa de Agito, su hermano gemelo.

Las clases comenzaron y todos se fueron a sus respectivos asientos, el maestro comenzó a repartir los exámenes y todos comenzaron a mover sus lápices para empezar con el examen.

Ringo estaba tranquila, ella había estudiado lo suficiente y lo sabía hacer a la perfección. Por ello su vista se dirigió hacia Ikki, se preocupaba por él, estaba vez dijo que no necesitaba que ella le ayudase y eso la ponía nerviosa. Pero cuando vio que él también estaba escribiendo y parecía que lo sabía, se calmó y se concentró en su propio examen.

La hora pasó rápida y el profesor recogió los exámenes, las horas pasaban y era agotador tener que hacer un examen tras otro pero era lo único que podían hacer, la vida de estudiantes a veces podía ser realmente dura.

Cuando los alumnos escucharon el último timbre del día respiraron aliviados, por fin su tortura había acabado, la horrible semana había terminado al igual que lo exámenes y ahora solo necesitaban disfrutar.

Ikki y Ringo se despidieron de los chicos, cuando ella le dijo si se acordaba de lo la promesa que había hecho cuando terminaran los exámenes Ikki se quedó en blanco.

Ella lo conocía suficiente como para saber que se olvidaría, así que solo pudo soltar una risita.

–No importa, solo vayamos ahora–dijo Ringo con una gran sonrisa, pero vio como Ikki se ponía tenso. – ¿Ocurre algo? –preguntó ella con un mal presentimiento.

–Yo le prometí a Kururu que como agradecimiento por enseñarme para los exámenes saldríamos por ahí cuando los acabara–dijo él con esa sonrisa tonta mirando a otro lado y rascándose la cabeza nervioso por la reacción de Ringo.

Al oír esas palabras sintió como algo dentro de ella se rompía lentamente, siempre era así, ella estaba después de todos, se sentía molesta pero nada haría con recriminárselo. Él tenía claro sus prioridades y parecía que ella no estaba en ellas, pensaba tristemente.

–No importa, si se lo has prometido tienes que cumplir con tu promesa–respondió ella, sonreía dulcemente y eso lo calmó, no parecía enfadada aunque por dentro lo estaba bastante.

Y como no estarlo, siempre se olvidaba de sus promesas pero si se trataba de otra persona las recordaba y aunque ella era una chica paciente eso puede llegar a cansar a cualquiera.

–Gracias, ya te lo compensaré–habló mientras su espalda desaparecía entre la multitud hasta dejarla completamente sola en ese calle.

Ella sabía lo imprevisible y despistado que era Ikki pero eso no hacía que el dolor fuera más ligero. La opresión en su pecho era palpable, se sentía sola, era su tonta amiga, la que estaría allí siempre, pero cada vez se estaba volviendo más y más doloroso y no sabía cuánto más podría aguantar de esa manera. Siendo solo la amiga incondicional a la que siempre tendría a su lado, su fiel y tonta amiga. Tal vez solo tenía que olvidar sus sentimientos, pensaba ella.

De repente su móvil empezó a sonar, era Kanon; no tenía ganas de aguantar sus tonterías y no iba a contestar pero algo la impulsó a hacerlo.

–Hola manzanita, ¿tienes planes para este día?–preguntó él haciendo que ella se arrepintiera de haberle contestado.

–Sí, estoy muy ocupada–respondió rápidamente colgando y dirigiéndose a casa, no tenía ganas de hacer nada, no entendía como Ikki se podía olvidar de una promesa con ella y no con otra.

–Pues a mí no me lo parece–dijo dándole la vuelta haciendo que ella lo mirara directamente.

Kanon estaba parado frente a Ringo sin decir nada con una de sus sonrisas, ella por su parte también se encontraba callada pero de la sorpresa, no esperaba verlo allí.

–¿Qué haces aquí? –preguntó la pelirroja examinándolo inquisidoramente con la mirada.

–Salvar a una princesa de pasar una tarde aburrida–dijo tranquilamente pero Ringo lo miraba molesta, sabía que no le creía. –Estaba paseando por aquí cuando te vi y venía a saludar pero entonces estabas con Ikki y sin querer escuché la conversación que habías tenido con él–habló un poco sonrojado.

La cara de Ringo se volvió roja cual manzana, estaba muy avergonzada pareciendo aún más mona de lo que ya era. Sus mejillas sonrojadas y su mirada agachada, tan linda e inocente.

–Vamos a divertirnos nosotros también–dijo tomando de repente su mano y llevándola a otro lugar, lejos de ese camino que Ikki había manchado de dolor.

Cuando llegaron su sorpresa fue grande, ella pensaba que el trataba de llevarla a una cita pero estaban en un tienda de música, a veces Kanon la podía sorprender.

–Necesito unas cuerdas para mi guitarra–dijo él mientras comenzaba a buscar entre los instrumentos de cuerda.

Ringo por su parte comenzó a inspeccionar la tienda y vio una guitarra que le llamó la atención. Kanon se percató de ello y decidió acerarse.

–Esa guitarra pega muy bien contigo–dijo más para él que para ella.

–¿Tú crees? –preguntó ella no muy convencida.

–Absolutamente, el rojo de los bordes pega con tu pelo y el blanco con la inocencia que irradias–habló sorprendiéndola por segunda vez.

Tal vez todas las especulaciones que tenía contra el rubio eran erróneas. Y por primera le decidió brinda solo para él una de sus verdaderas sonrisas, llenas de agradecimiento.

Aquello tomó desprevenido al rubio que su cara se convirtió en un volcán en erupción haciendo que Ringo se volviera a reír.

–Te apetece ir comer–sugirió el carraspeando un poco de lo avergonzado que se encontraba.

Verlo tan indefenso y avergonzado hizo que ella se comenzara a sentir más cómoda con él por lo que decidió aceptar su invitación.


Hasta aquí el primer capítulo. Para mi Ikki siempre ha hecho sufrir a Ringo y yo adoro a Ringo y no me gustaba verla así por eso mi rubio la ira a salvar, ¿qué hará Ikki? :)