Love

Todo el mundo sabía que a Astrid Hofferson le encantaba entrenar y intentar ser la mejor vikinga. Pero después de hacer las paces con los dragones también le empezo a gustar y más que entrenar, era Hipo Horrenduck Haddock el hijo de Estoico el jefe de la aldea.

Ahora ella sólo quería conseguir dos cosas: una era convertise en la mejor guerrera de todos los vikingos y ser la pareja de Hipo.

Ese vikingo debilucho la había hechizado con sus ojos, la hacía sentir una niña con solo verlo, y sus labios eran como un imán que la atraían facilmente y aunque lo había besado más de una vez, bueno dos veces una cuando se despertó y la otra para animarlo, pero ya había pasado más de una semana desde el segundo beso y ya estaba ella otra vez queriendo probar esos labios de nuevo,por Odin, no podía pasar un dia sin tener ese deseo de besarle y ver su cara al ser besado!

Si, estaba enamorada, Astrid Hofferson, la gran Astrid conocida por ser la más fría,terca,fuerte,por tener un corazón de hierro, la más hermosa y la más intelingente se había enamorado de Hipo, que enrealidad no parecía un vikingo, el que parecía un debilucho,un inutíl,el que era el más tímido, el más tonto y terco de todos la había enamorado, él había atravesado el corazón de hierro y frío de Astrid.

Ahora mismo la chica se encontraba en el bosque buscando al hijo del jefe, ya que necesitaba hablar en privado con el.

Y lo encontró sentado en la hierba y apoyandose en un arbol mientras leia el nuevo manual de dragones.

Astrid cogió su hacha y lanzó al árbol donde estaba él apoyado, haciendo que el se asustara.

-Te é asustado?-preguntó ella con un tono burlón, acercandose a el.

-No, solo me he sosprendido...nada más-dijo el nervioso y levantandose.

-¿A donde vás?-preguntó Astrid agarrandole de un brazo, suficiente para que el vikingo no se pueda ir.

-Tengo que ir a darle el libro a Patapez-dijo Hipo un poco sonrojado pero por mala suerte la chica lo noto.

-No pasara nada, si le das más tarde-dijo ella arrastrandole al árbol donde el estaba sentado y cogió su hacha y se sentaron.

-Seguro que luego que se me olvida-dijo Hipo evitado la mirada de Astrid.

-Luego te acompaño yo, a darselo-dijo ella golpeandolo en el hombro.

-Eso duele, a que ha venido eso-dijo el un poco enfadado.

-Eso por hacerme enamorarme de ti-dijo ella acercandose.

-Yo no tengo la culpa, espera me has dicho que me amas?-dijo Hipo sin poder alucinar y sin darse cuenta de la cercania de la chica pero se dio cuenta cuando ella cogío una de sus manos y lo beso en la mano, haciendo que el se sonrojara.

-Eso por todo lo demás y Hipo-dijo ella cogiendolo ahora de la camisa.

-Que?-dijo él temblando y sonrojado

-Casate conmigo-dijo ella mirandolo muy seriamente.

-Somos muy jovenes Astrid-dijo él sitiendose débil.

-Eso ya lo se, quiero decir que si dices que si, seremos novios hasta que podamos casarnos-dijo Astrid acercandolo mas a ella.

-Parece que yo soy la chica y tu el chico, ya que el hombre le propone eso a la mujer no al revez, lo mismo con lo de besarle en la mano-dijo hipo

-Me gusta tener el control de todo, además tengo un poco de personalidad de un hombre vikingo y tu pareces un poco femenina-dijo ella rozando sus narices-dime tu respuesta Haddock, tengo muy poca paciencia.

-Si lo acepto Astrid, te quiero-dijo Hipo sonrojado pero sonriendo.

-Lo mismo digo Hipo, te amo-dijo ella besandolo.

Fin.