Advertencia: En este capitulo aún no sale nada de lo que debáis taparle los ojos a vuestros menores (?) Pero en los próximos lo habrá. El tiempo de este fanfic se sitúa cuando Sinbad esta en Balbhad aprendiendo del padre de Alibaba a como manejar un país. Siento si no coincide exactamente las edades y todo eso, perdonadme la vida *cry*

La historia esta escrita en tercera persona, pero en los momentos de recordar o los importantes, los relato en primera persona porque creo que se hace mas amena la forma de escribir y ser leído. También destacar que habrán trozos relatados por Sinbad y otros por Ja'far, y quien sabe, quizás por otros personajes si es necesario para que se entienda bien :3

Una mariposa se posaba suavemente en la mano del Joven rey de Sindria
Mientras Sinbad reposaba en el alféizar de una de las incontables ventanas de medio arco que poseía su palacio, observando el atardecer hermoso de aquel país llamado Sindria mientras la suave brisa de verano acariciaba su cara, vislumbró a lo lejos una pareja que parecía discutir.
-Esto me trae recuerdos. -Murmuró Sinbad a la vez que suspiraba.
Y es que al rey Sinbad le gustaba recordar anécdotas de su pasado en esos momentos de relajación de los que tan pocas veces podía disfrutar. Ese pasado en el que tantas cosas sucedieron, ese pasado que tanto amaba.
-Que raro. -Pensó Sibad. -Ya llevo un buen rato desaparecido y aún no he oído los gritos desesperados de Ja'far buscándome -A los cinco segundos, Sinbad esbozó una sonrisa, pues imaginarse a Ja'far buscándolo como loco se le hacía muy divertido.
-Eso significa que debo ser muy bueno escondiéndome. -Siguió pensando a la vez que reía. Mientras volvía a suspirar el joven Rey, buscó de nuevo con la mirada a la pareja que discutía. El chico perseguía a la chica y tras tes intentos fallidos de intentar hablar con ella, la abrazó y ella no tuvo mas remedio que rendirse. Acto seguido, se fueron caminando tranquilamente cogidos de la mano.
-Ah... si tan solo fuese así de fácil con cierto suje... -Y antes de poder acabar la frase, el rey Sinbad, sin darse cuenta, se le cerraron los párpados recordando ciertas anécdotas con el sujeto que intentaba mencionar.

Noche uno: Aquellos preciados recuerdos

-Sinbad-
-Y aquí estoy con diez y nueve años, tumbado en el suelo y observando el cielo como el que no quiere la cosa.
Como me gustaría en ocasiones ser una persona normal y corriente... aunque, si fuera así, mi vida sería muy aburrida. -Pensé en uno de los ataques de enfados que me dan. Me levanté de un salto del suelo para poder subir a un árbol y así echar una siesta sin que nadie me molestara. Mientras trepo el árbol me da por observar las vistas que me rodean.
-Balbhad, hermoso país comerciante. -Pienso. -Estoy aquí para aprender como manejar un país... -Seguía pensando. Aveces, al pensar en toda la responsabilidad que conlleva un país, me agobia y necesito escapar. Creo que todo esto se me hace muy grande todavía. Ya estaba a punto de cogerme a la rama más alta de todas para poder descansar cuando de repente, noté un alambre que se enrollaba en mi pierna. -Oh no. - Pensé. Y antes de poder seguir pensando alguna blasfemia el alambre tiró fuertemente de mi obligando a mi cuerpo chocar contra el suelo de manera involuntaria.
-¿A que viene eso Ja'far? -Le grité bastante enfadado mientras me recuperaba del golpe. -¿Te has vuelto loco? ¿Es que acaso quieres matarme? -Realmente el golpe no dolía, era mas la rabia que sentía por haber sido descubierto huyendo de todo.
-¿A caso me habrías hecho caso si te hubiera llamado amablemente? -Cuando Ja'far estaba molesto por algo, en este caso por haberme escapado, su mirada se volvía fría como la de un asesino. Como la de aquel asesino que salvé hace unos años. Para calmar su mirada sin emociones, esbozo una sonrisa para intentar desviarme del tema. -¿Que haces en las afueras de Balbhad? ¿Va todo bien? -Su tono de voz era monótona e indiferente, aunque con una chispa de enfado.
-Claro... va todo... bien... -Me senté y mi cara pasó de ser una sonrisa a no tener expresiones. ¿Porqué está aquí? El se la pasa todo el día persiguiéndome para que cumpla mis obligaciones y parece importarle un pepino el como me siento. - Como siempre Ja'far, como siempre. -Suspiré y apoyé mi cara en mi mano para parecer cansado.

-Sinbad
-Llámame Sin, te lo he dicho muchas veces -me quejé.
-Ah... S-Sin... -El peliblanco se sonrojó un poco. ¿Que le pasa? Para asuntos mas importantes no pierde la postura y para pronunciar mi nombre se pone rojo. Debe ser la edad.
-Que quieres -Mi tono era de pasotismo.
-Hace tiempo que te observo, a veces te veo como ahora, decaído, y me preguntaba si podría hacer algo por ti. -Le ha costado un buen rato soltar la frase, parece indeciso, como si me tuviera miedo o algo.
Me lo quedo mirando fijamente y me levanto sin desviar mi mirada de la suya.
-Si, si que puedes. -Y antes de dejarle reaccionar lo rodeé con mis brazos tan fuerte como pude. Notaba como Ja'far intentaba zafarse de mi, pero yo hacía mas fuerza para que no se separase, no ahora, si se separara ahora siento que podría mostrarle una cara a la que nadie le enseño. -Ja'far, eres la única persona en la quien confío. ¿Sabes? A veces pienso en el futuro que nos espera y me entra una presión en el pecho... lo único que se me ocurre hacer en esos casos es correr a ninguna parte -Le susurré en el oído. Inevitablemente algunas lágrimas salieron de mis ojos recorriendo mi cara. Ja'far seguía intentando separarse de mi, pero esta vez no se lo impedí. Ya no me importaba que me viera de esa manera. Llevaba guardando tanta fuerza que al empujarme para separarse de mi me tiró al suelo. Parecía sorprendido de verme así.
Ja'far respiraba muy deprisa. ¿Se había puesto nervioso? Su cara pasó de tener una expresión sorprendida a enfadada.

-¿Y la solución es huir no? ¿Así se arreglan las cosas? Vaya rey nos espera -Me gritó. El hecho de que me gritara esas palabras significaba que no entendía como me siento, y sin saber porque eso me produce un dolor en el pecho. Me levanté furioso y yo también me puse a gritar.
-Te acabo de confesar como me siento y a ti solo se te ocurre gritarme. -Le grité con rabia, me sentía realmente furioso, dolido, traicionado. ¿Si a Ja'far que es al único que le puedo abrir mi corazón no me entendía, quien iba a hacerlo?
-Deberías volver a palacio y... -Antes de que pudiera acabar la frase me abalancé sobre el volviendo a rodearle con mis brazos.
-Déjame quedarme así un rato, por favor. -Le supliqué con una voz entrecortada.
-¡Su...Suéltame Sin! -Gritó. Como le tenía bien agarrado su voz no podía oírse claramente. -¿Porque me abrazas? ¡Sueltame te digo! -Seguía forcejeando para liberarse.
-¿Es que no es obvio? Tenerte entre mis brazos es lo único que me tranquiliza. -Dije muy seriamente.
Ja'far consiguió soltarse de nuevo.
-¡No me uses de excusa para librarte del trabajo! -Tenía los ojos llorosos y su voz estaba muy alterada. -Siempre me usas para librarte de tus responsabilidades y las acabo haciendo yo. ¿Si ahora que nuestras obligaciones no tienen mucha importancia, estás siempre escapándote, que harás cuando seas rey? -Cada palabra me hacía sentir peor.

-¡No escapo, las acabo haciendo todas! -Le contesté gritando
-¡Porque siempre estoy detrás tuyo! ¡Y ni si quiera me das las gracias! ¡Estoy harto! ¡A veces me arrepiento de estar a tu lado! -Esa ultima frase me hizo quedarme atónito. Jamás pensé oiría decir eso de su boca. Ja'far parece haberse dado cuenta también de lo que acaba de decir porque se esta acercando a mi con un rostro muy preocupado. -Sin... yo... no me refería a eso... -Me cogió de la mano de la cual me aparte rápidamente. Me levanté y una vez que estuve a sus espaldas fui capaz de pronunciar palabra.
-Responsabilidades, responsabilidades y responsabilidades. -Mi tono era mas frío que el hielo. Le miré de reojo, parecía estar asustado, pero mi mirada era la de un hombre que se siente traicionado.

-Sin... -Susurró Ja'far, su voz era temblorosa.
-Si tan harto estas de estar a mi lado eres libre de marchar donde quieras. -Y justó empecé a correr. Podía oír a Ja'far gritar mi nombre una y otra vez, incluso creo que me estuvo persiguiendo durante un rato. Estaba tan dolido que ni me preocupaba saber si seguía detrás mio. Me sentía extremadamente idiota. Por fin había conseguido abrirme a alguien, y no a alguien cualquiera, si no a Ja'far y a el parecía que le hablara cualquiera.

Cualquiera.

Paré en seco. Mi respiración era entrecortada y fuerte, mi vista estaba nublada a causa de mis lágrimas. Me quedé mirando fijamente mis manos mientras mi cerebro pensaba a mil por hora.

Cualquiera.

Claro, eso es lo que soy para Ja'far. Cualquiera. Llegar a esa conclusión me hacía sentir la persona mas imbécil de todas. Mis ojos parecían llenarse mas de lágrimas y noté como me bajaban sin interrupción por mi cara. Por un momento deseé volver hacía atrás y gritarle cuan idiota era, ese gran idiota que me hacía sentir así de mal. Pero en vez de eso apreté bien fuerte los puños y seguí corriendo hasta llegar a mis aposentos. Corrí sin interrupción, incluso cuando Drakon y Hinahoho me vieron aparecer así de alterado e intentaron pararme para preguntarme que me pasaba, yo seguí corriendo. Al llegar a mis aposentos cerré la puerta con llave, (una tontería, porque tanto como Drakon o Hinahoho se propusieran echar la puerta abajo no les costaría mucho), aun así, la cerré y me metí en la cama sin quitarme tan siquiera las botas. Me adentré entre las sabanas como si de otro mundo se tratara e intenté olvidar todo lo que había pasado. Cerré los ojos con la esperanza de que todo hubiera sido un mal sueño, aunque en el fondo sabía bien que todo aquello era real. No entendía porque me sentía así. Haber oído a Ja'far decir esas palabras solo ha hecho que me sienta peor de lo que me sentía ya de por si. Si el no esta a mi lado nadie lo iba a estar. ¿Entonces, que sentido tenía seguir esforzandose? Soy consciente de que le he dicho que es libre de irse pero no quiero. ¿A caso no fui yo quien le salvó de aquella horrible vida que tenía? ¿Entonces porque parece que todo lo que diga y haga le moleste?
Mientras las lágrimas seguían bajando por mis mejillas y los pensamientos invadiendo mi ser, caí en la cuenta de algo. ¿Se habrá tomado en serio lo de irse? La simple idea de que Ja'far se marchara hacía que un pánico hasta ahora desconocido invadiera mi cuerpo.
Notaba como la respiración se aceleraba por segundos y decidí cerrar los ojos, dejar la mente en blanco y abrazarme a un cojín mientras seguía bajo las sabanas.
Esta vez si deseé con todas mis fuerzas que se tratara de una pesadilla, y que al despertar, estuviera Ja'far a su lado, molesto por haberse quedado dormido de nuevo y sermoneandole como siempre lo hacía.

Continuará, muy pronto~

Comentario de la Autora: Espero que os haya gustado *3* Me estoy esforzando mucho en este Fanfic, ya que Sinbad y Ja'far son mi pareja por diferencia favorit para mi querido Jafar -o- (después de esto me mata, yo lo sé, no se hacer rol, pero hago unos dramas que ni el papa xD) Os prometo que se pondrá muy interesante esto 3