Listo, primer capítulo. Aquí empieza la historia. Se sitúa en el 6º año de Harry, Ron y Hermione, y todos los demás.

Disclamier: no me pertenecen los personajes de Harry Potter, le pertenecen a J.K Rowling y Warner BROS. Sólo me pertenece Paulina, o sea yo, Ana no me pertenece porque es mi hermana y bueno, se pertenece a si misma. Listo! No me pueden demandar, además, si me demandan no tengo con que pagar.

Dejémos de hablar y empecemos con la historia. Dejen review si les gusta, si no, también para corregir cualquier cosa. Si les gustaría salir de extras pongan en el review su nombre y la casa en la que les gustaría estar. Eso es todo, ahora sí, aquí tienen "Alguien nuevo"

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Capítulo 1: 'La llegada'

Harry se había ido de nuevo a casa de los Weasley a esperar que empezara el 6º año en Hogwarts, después de los sucesos ocurridos unos días antes de que se terminara el curso pasado, y que Sirius hubiera muerto, Harry se sentía un poco mejor, ya hablaba con los demás y hasta llegaba a tocar el tema de Sirius. Harry ya llevaba una semana en casa de Ron su mejor amigo, un muchacho pelirrojo y con 6 hermanos, cuando la Sra. Weasley les hizo un anuncio a todos durante el desayuno.

-Esto va especialmente para Harry y Ron, mañana llegarán a la casa 2 nuevas estudiantes de Hogwarts. Dumbledore nos pidió de favor que se quedaran con nosotros hasta que empiece el nuevo año, creo que vienen de España. Bueno, quiero que las traten bien mientras están aquí, nunca habían estado en Inglaterra; y perdieron a sus padres creo que hace 5 meses, o algo así. También entraran al 6º año con ustedes. Pórtense bien con ellas. Son gemelas, y creo que son muy apegadas. – terminó con una sonrisa.

-De acuerdo – dijeron los 2 al mismo tiempo.

-Mamá. – preguntó Ginny, la más pequeña de los Weasley. - ¿dónde dormirán?

-En tu cuarto, colocaremos dos camas plegables, cariño.

-Ya que. – respondió Ginny un poco enojada.

Fred y George estaban emocionados, al igual que todos, porque nunca habían conocido a nadie de España; además los gemelos querían saber si les gustaba hacer bromas, igual que a ellos. Harry y Ron esperaban que entraran a Gryffindor, aunque todavía no las conocían. El día al fin llegó, y a la hora del desayuno, el Sr. Weasley entró a la cocina cargando 2 baúles, y atrás de él había 2 muchachas de 16 años, pelo negro lacio hasta la cintura, ojos cafés, las 2 poco altas y de buena figura, Harry pensó que estaba viendo doble, porque eran idénticas. Se veían un poco tímidas, y Harry las comprendió, así se sintió él cuando conoció por primera vez a magos; además, el también había perdido a sus padres, y había tenido que vivir con sus Tíos y su insoportable primo Dudley. Harry pensó que eran muy atractivas y en cuanto las vio les sonrió, una de ellas lo notó y le dirigió una sonrisa, después de sonrojarse un poco. El Sr. Weasley las presentó a todos.

-Chicos, Ginny, Molly ellas son... -

-Paulina Ramos, mucho gusto – se presentó una de ellas. – y ella es mi hermana Ana.

-Muy bien, ellos son Ron, Fred, George, Percy, Ginny y Harry.- dijo el Sr. Weasley señalando a los Weasley y a Harry.- Ah, y ella es Molly.

-¿Harry Potter? Encantada, todos los magos de España conocen su nombre – contestó Paulina mientras le extendía una mano a Harry y le sonreía, él se sonrojó.

-Cariño, - se dirigió la Sra. Weasley a Ginny – ¿por qué no le enseñas a Paulina y a Ana donde dormirán?.-

-Bien – dijo ella, con un tono enojado.

Ginny, Paulina y Ana subieron por las escaleras. Cuando ya no podían oír nada, Harry y Ron se pusieron a hablar sobre las gemelas.

-Paulina se ve simpática, Ana no dijo nada... extraño.

-Paulina es muy guapa- le respondió Harry, estaba en otro mundo.

-¡Harry! ¡Te gusta! Si apenas la conoces, y además ¿cómo sabes cual es cual? ¿Acaso las viste? Son idénticas.

-Lo sé, pero ella me conoce a mí. – Harry seguía con una sonrisa. – Además, todavía tenemos una semana para conocerla mejor, y esperemos que su hermana hable.

-Obvio que te conoce. Todos te conocen. Eres el niño-que-vivió. Haz vencido a Quién-tú-sabes y haz mostrado valentía en cualquier situación, sin mencionar que todas las chicas mueren por ti.

-Ya sé, pero ella es diferente, tiene algo. Y además, no todas se mueren por mí, al menos no las de Slytherin.

En eso llegaron Fred y George.

-¿y?- le dijo Fred a Harry.

-¿Y qué? – respondió Harry sin mucho entusiasmo.

-Se te caía la baba cuando entraron, y le sonreíste todo el tiempo no sé a cual de las 2, es obvio que te gusta, una de las 2.- le dijo George

-¿Se notó mucho? – preguntó Harry un poco preocupado – Díganme que no.

-No, - le dijo Fred- ¿a dónde creen que entre?-

-Duh... a Hogwarts, es obvio – respondió Ron con tono burlón.

-A eso no se refiere – le dijo Harry mientras le pegaba en la cabeza con la mano – se refiere a la casa. Yo espero que las 2 a Gryffindor.

-Conque no entré a Slytherin todo estará bien. – dijo Ron – no estaría mal que entrara a Gryffindor. Presiento que Paulina y Hermione se llevarán bien, no sé que decir de su hermana, es demasiado callada.

-Cierto, ¿cómo estará Herm?, ¿le has mandado algo?

-No, de seguro me dejará si no le respondo su carta antes de entrar a clases.

-Ron, ella te conoce, sabe que eres un poco olvidadizo; además conoce a Errol.

-Sí, pero también conoce a Pig.-respondió Ron con cara de mortificación.

Pig era la lechuza de Ron, Sirius se la había dado, ya que por su culpa perdió a su rata Scabbers, quien en verdad era un animago.

-Vamos a jugar un poco de Quidditch. Para que practiques para el equipo... - lo animó Harry, pero al mismo tiempo se oía triste.

-Vamos, Harry. Umbridge ya se fue, de seguro Dumbledore te dejará estar en el equipo.

-Sí, pero ¿y Ginny?

-Me dijo que iba a renunciar al equipo si volvías entrar; ella sabe que es buena como buscadora, pero también sabe que tú eres mejor.

En eso bajaban Ginny y Paulina; al parecer, las 2 se habían empezado a llevar bien, Harry se dirigió a las chicas, pero sobre todo a Paulina.

-Íbamos a jugar quidditch, ¿vienes? Si no traes tu escoba, Ron te puede prestar la suya.

-Oye! ¿y con qué voy a jugar yo?...

-Claro, en mi escuela fui cazadora, el quidditch es mi deporte favorito. Los Chuddley Cannons son mi equipo favorito.

-El mío y el de Ron también, son los mejores.

-Vamos a jugar ¿o no? – preguntó Ron un poco desesperado.

-Vamos – y salieron los 4 de la cocina.

Estuvieron jugando quidditch como 3 horas hasta que llegó la hora de la comida y la Sra. Weasley los llamó a todos a comer. Paulina ayudó a poner la mesa a la Sra. Weasley, al modo muggle, y a servir la comida; Estaban a punto de comer cuando llegó el Sr. Weasley. Ana no hablo en todo el día, siempre la veían con un libro en la mano y sin despegar los ojos de él. Fred y George descubrieron en ese momento cuál de las 2 era la divertida.

-Hola Weasleys!. Chicas ¿cómo las tratan?

-Muy bien Sr. Weasley, muchas gracias por permitirnos quedarnos con ustedes, Ana también esta agradecida, aunque no ha dicho palabra.

-Y... – le preguntó Fred. – hasta ahora sabemos que vienen de España, que te gustan los Chuddley Cannons y que fuiste cazadora ¿qué mas te gusta?

-Bueno; leo mucho, en casa tengo una biblioteca llena de libros de todo tipo. Mis padres eran brujos. Vivía en Vigo, una playa cerca de Galicia. Me encanta todo tipo de deporte que tenga que ver con adrenalina, y la aventura... ah, y las bromas son mi punto débil.- terminó. A Fred y a George se les iluminaron las caras.

-¿Te gustan las bromas? – preguntó George – eso es interesante.

-Sí, me busqué un par de problemas por eso, pero salí bien librada.

-George y yo tenemos una tienda de bromas en Hogsmade. Cuando vayan nos pueden visitar allá.- le dijo Fred con un brillo inusual en la cara.

-Aún no se como consiguieron el dinero para abrirla. Pero les va bien.- le dijo Ron, mientras Paulina se reía.

-Paulina, - preguntó el Sr. Weasley esperando no molestarla con la pregunta, y se dirigió a ella porque notó que Ana no había dicho palabra en toda la comida. – Dumbledore dijo algo de sus padres. ¿qué pasó con ellos?

-Um... – ella suspiró. – murieron hace 4 meses y medio. En una accidente de avión, por eso estoy aquí. Dumbledore es nuestro padrino, y no me quiere dejar solas en estos momentos.

-Lo siento. –le dijo Harry.- debió de ser terrible.

-Pues la verdad sí, pero no importa, tenemos que seguir con nuestras vidas. – y sonrió. Harry se había enamorado de esa sonrisa.

-¿Y a que casa esperan entrar?- dijo Ron.

-Yo espero que a Gryffindor. Mientras no entra Slytherin, me sentiré bien; oí que ahí no son nada amigables.-

-No lo son – dijeron Harry y Ron al mismo tiempo, entre risas. Ellos lo sabían por experiencia.

-A mí me gustaría entrar a Slytherin, ahí están los más hábiles, y sólo hay sangre pura, no soporto a los sangre sucia.- todos, menos Paulina, se asombraron con este comentario. No entendían como Paulina era tan alegre y fácil de llevarse, y Ana era tan fría y distante de los demás.

La comida siguió así, con platicas y preguntas, Paulina nunca se había sentido tan bien desde que sus padres murieron; aunque tenía que admitir que extrañaba su casa y sus amigos. Al día siguiente, todos se fueron al Callejón Diagon a comprar los útiles escolares y las túnicas. La semana se pasó rápido, y en poco tiempo, todos estaban en la estación Kings Cross listos para irse a Hogwarts. Paulina y Ana se despidieron de los Sres. Weasley y les dieron las gracias por todo. Paulina se despidió de Fred y George, y los gemelos Weasley le dieron algunas bromas para que las utilizara en Hogwarts.

Ya adentro del tren, encontraron un compartimiento vacío y los 4 se sentaron, Harry se sentó junto a Paulina y se pusieron a platicar de quidditch. Ana sacó un libro y se ocultó detrás de él. Ron se veía impaciente, esperando a alguien. Después de 5 minutos, entró al compartimiento una muchacha de su misma edad, pelo castaño claro y ondulado y con piel clara. Ella sonrió al ver a Ron y lo abrazó como por 10 minutos.

-Mione, yo también te extrañé pero ya me puedes soltar.

-Perdón – lo soltó y se sonrojó, - es que te extrañé mucho en las vacaciones. Y como no me contestabas las lechuzas me preocupe por ti. – se sentó junto a Ron.

-hola Harry, ¿cómo te fue en el verano? – Hermione no había notado a Paulina quien estaba viendo por la ventana, ni a Ana, que estaba concentrada en su lectura.

-hola Herm, muy bien. –Harry se acordó de Paulina. –Herm, ella es Paulina Ramos, y ella es su hermana Ana, vienen de España.

-Hola, me llamo Hermione Granger. Soy de Gryffindor.

-Hola. Entraremos al mismo año que ustedes.

-¿Eso se puede? – Preguntó Hermione un poco extrañada.

-Lo que pasa es que su padrino es Dumbledore, y quiere estar cerca de ellas en estos momentos, y no quiere que estén solas. - le dijo Harry.

-¿Qué pasó?

-Nuestros padres murieron hace 4 meses y medio. Todavía estábamos en la escuela. Y mi padrino no quería que estuviéramos solas en España.

-lo siento mucho, debió de ser terrible, ¿cómo pasó?

-En una accidente de avión. Volvían de Inglaterra a Vigo. Me dejaron salir antes de la escuela y no hice los exámenes finales.

-Harry siempre encuentra una forma de hacer que los cancelen. – respondió Hermione, y miró a Harry de una forma severa. – y eso no se me hace correcto.

-A nosotros sí. – respondió Harry entre risas. Paulina también rió. Ana seguía sin mostrar señales de vida.

El tren avanzó minutos después, y cuando llevaban 10 minutos, un chico de 16 años, alto, con pelo de un tono rubio platinado se paró en la puerta; detrás de él venían 2 muchachos robustos, parecían su guardaespaldas. El chico finalmente habló.

-Miren, si son el cara rajada, la sangre sucia y el pobretón.

-Cállate Malfoy. – le respondió Harry en tono amenazador. – no me provoques.

-Si solo vienes a molestar. – le dijo Paulina poniéndosele enfrente. – será mejor que te vayas, no me gustan las personas que necesitan guardaespaldas para cuidarse de los demás.

-Mira Potter, ya tienes a alguien para que te defienda.

-Siéntate Paulina- le dijo Ron jalándola del brazo y sentándola de nuevo. – no vale la pena gastar energías en él.

-¿No nos van a presentar? – le dijo Malfoy a Harry, refiriéndose a Paulina.

-No. – le respondió Harry.

-Tranquilo Harry, me sé cuidar sola. – le dijo a Harry. – mi nombre es Paulina Ramos. Ya nos presentamos, ya te puedes largar de aquí.- Y Ana se paró de su asiento.

-Mi nombre es Ana, mucho gusto, y tu eres...

-Draco Malfoy... ¿te gustaría ir a otro lugar?

-Claro. - y salió con Malfoy. Harry tenia una mirada de odio hacia Malfoy. Paulina se volvió a sentar para platicar con Harry. Ya que Malfoy, Ana y sus 'gorilas' salieron, Paulina le preguntó a Harry sobre Malfoy.

-¿Quién es él? No se ve nada amigable, ni habla como tal.

-Es Malfoy, es de Slytherin, somos enemigos desde el primer día de escuela. – le dijo Harry. - ¿estas bien?

-Sí, espero no tener que estar en las mismas clases con él.

-Ahí no se te podrá cumplir. Casi siempre nos toca Pociones y Cuidado de las Criaturas Mágicas con ellos. –le dijo Ron. - eso si entras a Gryffindor.

-No puedo creer que Ana se haya ido con él, pero en fin, ella siempre ha sido así. Nunca ha sido 'amigable', y no cree que los hijos de muggle merezcan que se les instruya en la magia.

Hermione, que estaba platicando con Ron, al oír eso, se congelo.

-¿No piensa eso? Es que yo soy hija de muggles, una 'sangre sucia', como diría Malfoy

-Perdón, no lo sabía, pero yo pienso todo lo contrario, todos merecemos las mismas oportunidades.

-Además, tu haces mejor cualquier hechizo que yo, y toda mi familia son magos. No es para que te pongas triste. –la animó Ron.

El camino siguió, los 4 se cambiaron al uniforme de la escuela, y después de poco tiempo llegaron a la estación de Hogsmade; como era costumbre, se subieron a un carruaje, los cuales eran llevados por thestrals.

-Odio los thestrals... -dijo Paulina, asomando la cabeza por la ventanilla.

-¿Tu también los ves? –le dijo Harry, que se sorprendió con eso.

-Sí, vi morir a mi tía, era una auror... y a mis padres.

-Creí que tus padres murieron en un accidente de avión.

-Así fue, pero yo lo vi...bueno, lo soñé.

-Lo siento, se ve que haz sufrido mucho.

-He sufrido tanto que ya me acostumbre.

Al llegar a Hogwarts, Paulina se sorprendió al ver el castillo, era enorme, su escuela muggle no era nada comparada con Hogwarts.

-Creo que tendrás que ir con Hagrid. – le dijo Harry a Paulina. – solo deben de ir los de primero, pero nunca había sucedido que alguien se metiera en el sexto curso, además de todos modos tienes que pasar por la selección.

-¿Quién es Hagrid? ¿cómo lo reconoceré? Todo esto es nuevo para mí. Harry, tengo miedo. – le respondió y lo abrazó. Harry le devolvió el abrazo.

-Reconocerás a Hagrid muy fácilmente, es un medio gigante. Dile que eres nueva. Pero entraras a 6º año, él debe de estar enterado de esto. Todo estará bien. Es más, iremos los 2 con Hagrid, y de ahí tendrás que ir tu sola.

-De acuerdo, gracias Harry. – y lo soltó. Harry y Paulina fueron a buscar a Hagrid. Paulina se asustó un poco al verlo, nunca había visto nada parecido.

-Hola Harry ¿qué tal el verano? – le preguntó Hagrid a Harry.

-Muy bien, mejor que el pasado, ¿me puedes hacer un favor? – le dijo Harry.

-Claro, cualquier cosa.

-Ella es Paulina, es nueva. Entrará a 6º curso, Dumbledore de seguro te habló algo de esto.

-Ah, sí. ¿Eres su ahijada?

-Sí. – respondió ella con un poco de miedo. – mi nombre es Paulina.

-Bien, tendrás que ir conmigo. En el comedor se hará la Selección de las Casas. – le dijo Hagrid de una manera amigable.

-¿Puede ir en tu bote contigo?

-Claro, encantado.

-Ya me voy, él te cuidará. Nos veremos adentro.

-Gracias Harry. – Paulina le dio un beso en la mejilla, y los 2 se sonrojaron.

-De nada. –y Harry se fue.

Hagrid reunió a todos los de primero y los subió a los botes. Iban 3 en cada bote, y Paulina y Hagrid iban en el primero de la fila. Paulina vio a su hermana en otro bote, platicando con algunos alumnos de primero (N/A: no se como la hice hablar, el hecho es que estaba hablando). Cuando llegaron a las puertas del Gran Comedor la profesora McGonagall los esperaba con rollos de pergamino en sus manos.