Disclaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Advertencias: shonen-ai

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1. Lo que hace el aburrimiento

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Muchas cosas le disgustaban.

Y muy pocas le agradaban.

Aunque solo había una, que no sería capaz de clasificar en ninguna de las dos categorías anteriores, a la que dedicaba severos minutos al día y que, por extraño que pudiera parecer, se había terminado transformando en una costumbre.

Todas las mañanas, nada más llegar al campus universitario y entrar en el aulario en el cual se impartían las clases a las que asistía, daba un rodeo y pasaba por el stan donde se depositaban algunos periódicos gratuitos, para cogerlos todos. Luego, se empapaba cada página de cada boletín prácticamente al completo.

Leer el periódico no era una actividad extraodinaria, cualquier estudiante que se preciara leía alguno de ellos, pero no todos esperaban a que llegaran un par de días de la semana en concreto para adquirir la poca exitosa gaceta propia de la universidad, ni, mucho menos, la tomarían para leer única y exclusivamente una de las secciones.

El tablón de anuncios.

Aún recordaba la primera vez que lo hizo. Fue días después de haberse dado cuenta, y aceptar el hecho de no poder luchar contra ello, de que prestar atención a la asignatura que dictaba un profesor en específico, con el que seguía teniendo clase en su ya último año de estudios, era demasiado duro de soportar, de modo que desconectaba y dedicaba la doble hora de dicha materia, lunes y jueves, a conocer la actualidad de diversos temas.

Él siempre había sido alguien talentoso; leer un par de veces el temario le era suficiente para comprender y memorizar lo esencial incluso ahora, en la universidad. Pero a veces, y solo a veces, resultaba más productivo, por ejemplo, conocer las causas del aumento del consumo de pollo frito durante períodos de crisis que las conductas inteligentes en animales.

Así que un día, en el que aquel material de entretención se le había terminado y las horas se alargaron hasta hacerle perder la cordura, reabrió el informativo justo en aquella sección de por más olvidada. Estaba desesperado, su mente había comenzado a desvariar de tal manera que la única solución que encontró para atajar con ello era esa parte que siempre, de manera automática, desechaba.

Ahora, al abrir el periódico en ese momento, reparó en tal hecho y dudó. En realidad no sabía porqué lo seguía haciendo, era algo que, sencillamente, no podía evitar; así fue como, hacía dos años... lo encontró.


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Sí, bueno, se me olvidó mencionar en mi perfil que también me gusta el SasuNaru, entre otros. No suelo escribir mucho slash, y cuando lo hago es ligerito como en este fic, pero en fin, me tienta, :P.

Esta historia va a ser cortita, unos seis o siete capítulos máximo, según me dé, y espero que os guste si leéis.

Omoshiroi.