Nota: Un fic algo weird, pero que decidí publicar después que las chicas del tag en twitter de BakuTodo/TodoBaku me terminara convenciendo.


Diario de un pervertido.

Marzo

Estaba oculto detrás de uno de los vestidores de hombres, oyendo los pasos y, las amenazas de las chicas que juraban cada palabra, de darme el peor de los escarmientos por haber entrado a sus territorios. Oí a la plana de Jiro Kyoka ofreciendo ideas de cómo se podría colgar la cabeza de un pervertido a la luz pública con sus intimidades al aire y las otras secundándolas, que contuve las ganas de gritarle que nunca tomaría prestado permanente su intimidad. No es técnicamente robar, sólo es una manera extrema de compartir.

Me agazapé y contuve la respiración, por si su mente brillaba en buscarme con su quirk a través de las vibraciones en las paredes. Sentía el sudor recorrerme la espalda y los nervios azotarme las manos.

¡Este sacrificio debía ser considerado un honor! ¡Seré recordado como el héroe que se infiltró en el vestidor de las chicas y vivió para contarlo!

¡Plus Ultra!

Asentí orgulloso de mi mismo y observé el objeto de valor que podría costarme días en la enfermería. La braga de Momo era tan delicada como ella que quería llorar de emoción. Su textura era suave, su color rosa y sus tiernos boleros me abrieron la mente a un desfile de imágenes en mi cabeza de cómo sería ella colocándoselas, subiéndoselas por su tersa piel hasta llegar a…

—Oye, Bakugou.

Una voz me sacó de mi ensoñación y noté que tenía sangre en la nariz. Maldición, mal momento para que alguien viniera acá. Vi a Todoroki y a Bakugou entrando por la puerta, portando los uniformes deportivos y esos rostros estúpidamente estoicos que a veces me ponían la piel de gallina. En mi interior, odiaba a esos tipos por la jerarquía que ellos creían que están liderando incluso… ¡en los top de los chicos más ardientes! He oído como todas las del género femenino los consideraban ridículamente atractivos y eso me llena de una profunda irritación. No sé qué diablos les veían de encantadores. Con esa fea cicatriz de Todoroki y el explosivo carácter de Bakugou ¿quién querría estar con tipos así? ¡Debían de fijarse en mí! Yo atendería todas sus necesidades. Sólo pensarlo me estimula las lágrimas de mera envidia… Idiotas…

—¿Qué diablos quieres mitad-mitad? ¿Y por qué mierdas me estás siguiendo?

—No te estoy siguiendo —dijo con voz monótona Todoroki—. Vine a buscar mis cosas.

—Aham —ignoró Bakugou, con pasos abiertos yendo directamente a su casillero con pisadas estrepitosas—. ¿Y por qué tienes que venir justo cuando yo vengo?

Todoroki no respondió, extrayendo su uniforme con esa elegancia sosegada y natural con la que se movía.

Maldito. ¿Se cree que es genial?

—¡¿Me estás ignorando?! —gritó el otro cabezota, acercándosele, con el rostro formando un mapa con las líneas prensadas de su rostro.

—No —contestó simplemente Todoroki, tomando una respiración lenta. ¿Qué le pasaba? ¿Cómo podía estar tan tranquilo con alguien así amenazándolo?—. Estoy buscando mis cosas. —Volvió a repetir con la evidencia de aclarar, por si había quedado un borrón en sus intenciones.

Tras esa respuesta, lo siguiente fue predecible que me hizo tragar saliva. Oí una explosión y un grito se atoró en mi garganta cuando Bakugou hizo rugir su mano contra el casillero.

—¡Eres como una piedra en el culo, quiero que lo sepas! ¡Me molestas!

Todoroki observó la nueva cicatriz en la puerta de su casillero sin inmutarse o alguna respuesta facial que resbalara por su rostro, y me pregunté qué podría estar armando los hilos de sus pensamientos. Si haciendo nudos o cuerdas. Luego, le dedicó la mirada a Bakugou.

—No es necesario que grites. Ni tampoco usar tu quirk aquí dentro.

¿Qué demonios…?

Bakugou, inesperadamente, abrió su rostro en una sonrisa sagaz. Sus ojos brillaban como tizones encendidos y no pude seguirle los movimientos cuando acorraló a Todoroki contra la pared. Palmas flanqueando su rostro y sentí como la respiración se me enredaba en el pecho. Si Bakugou usaba de nuevo su quirk, ¿…sería capaz de herirle a esa cercanía? Tengo que avisarle… a alguien… Pero ¿cómo puedo salir sin que me noten?

—Eres muy valiente, maldito mitad-mitad. —siseó, como el aliento fétido de un dragón—. Mereces que alguien te pisotee debidamente.

Observé desesperadamente a Todoroki y en una forma de salir a buscar ayuda si se iniciaba una confrontación aquí. Pero algo me paralizó. Todoroki seguía sin expresión, y para mi sorpresa, sus labios se arquearon muy tenue. Casi creí que podría estar sonriendo sino lo conociera.

—Bakugou, aquí no. —fue lo que dijo, desconcertándome.

¡¿Cómo podía decir eso tan tranquilo?! Fui poseído por una lluvia de escalofríos, apretando la lencería de Momo al punto de agrupar toda la tela en mi mano. Me pregunté si saldría vivo de esta situación. ¿Qué pasaría si me descubren? ¿Me dejarán irme?

—¡Ja! No me des órdenes, idiota —bramó Bakugou y los acontecimientos que siguieron me abrieron la quijada en un portal.

Bakugou se había acercado terriblemente al rostro y… Arqueé las cejas, al percatarme de ¡¿estaba juntando su boca a la de Todoroki?! ¡¿Desde cuándo Bakugou se siente atraído por nuestro género?!

Una palidez cubrió mi rostro y mis ojos se salieron de órbitas. Todoroki, Todoroki ¿cómo iba a reaccionar? ¿Iba a congelar…

Un momento. ¿Por qué Todoroki no se mueve? ¿Por qué sigue allí, ladeando la cabeza y….

¿Qué? ¡Ellos…! ¡Ellos se están besando!

Todoroki cerró los ojos y levantó los brazos rodeándole el cuello. Es decir, es decir que… ¿estaba correspondiéndole?

¡¿Qué diablos les sucede a esos dos?!

Tuve que taparme la boca para que no oyeran tan siquiera mis chillidos internas. Están locos, ¿qué les pasa? ¿Qué diablos les pasa?

Eché un paso hacia atrás, sin comprender la situación y fue tanto mi desconcierto que no me fijé de mis pasos hasta choqué con uno de los casilleros. Esparciendo el cruel sonido de un eco al aire.

Bakugou y Todoroki se separaron con brusquedad, dejando salir sonidos de interrogación. Sus ojos se afilaron, y ahora…, ahora…. miraban en mi dirección.

¡Voy a morir sin haber tocado un pecho de Momo!

Oré a All Might, Batman, Superman… Midoriya… para que me salvaran de esta situación en la que me había metido.

¿Continuará?


N/finales: ¿Mineta podrá vivir para contarnos lo que sigue? Jaja Fic loco y sin sentido, que alguien me esconda las drogas.