Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, es propiedad de Hiro Mashima, de lo contrario el manga sería privado porque muy pocos lo saben interpretar.

Pairing: Gray/Juvia

Advertencias: Ligero OoC. Universo Alterno. Cliché. Descuidos ortográficos y gramaticales. Escrito por mis patas pero sin mis pisadas(?)


Dándole amor a la OTP desde 1234


¿De verdad ha pasado tanto tiempo? Aunque sé que sí, la sola idea me parece asombrosa. Después de todo algunas cosas nunca cambian [..] A lo largo de nuestro matrimonio siempre has sido mi sueño, y nunca he podido olvidar lo afortunado que he sido desde el primer día que caminamos bajo la lluvia.

—The Wedding, de Nicholas Sparks.


Capititulo I


Observaba las gotas de lluvia resbalar en la ventana de la cafetería donde se encontraba ahora meneado una taza de café. Que aburrido, el café caliente ni siquiera le gustaba, ¿por qué se encontraba ahí entonces? Sencillo. La razón era ella.

Hace unos meses había llegado a esa cafetería después de un difícil examen, Erza había comentado sobre un local nuevo donde según decían el pastel de fresa era delicioso, sin dudarlo los arrastró hasta el lugar.

Y ahí la vio, la verdad no le había puesto mucha atención en primera instancia, iba peleando con Natsu sobre quien iba a hacer más anotaciones en el partido de ese fin de semana, pero cuando ella se acercó a atender su mesa, pudo haber jurado ver a un ángel.

Pero Gray Fullbuster no cree en el amor a primera vista. El sólo reconocio la belleza de la chica que lo miraba con un evidente sonrojo. Nada más, le parecía bonita —mucho— pero no era como algunos de sus amigos que fijaban solo en la apariencia, o que decían enamorarse cada que conocían a alguien nuevo. No. Él no era así, el sólo aceptó —para sí mismo— que ella era linda.

Y sin saber el porque, al día siguiente volvió, y al siguiente, y así paso el tiempo. Ya era algo normal para él ir a la cafetería, pedir su orden, verla fijamente mientras lo hacía, ella le diría que sí mientras confirma con la cabeza, y sin esperar mucho, el tendría un café perfecto

Hasta que un día, ella se animó a hablarle.

—Yo quiero... —fue interrumpido por una tímida voz.

—Un café helado con cinco hielos extras y dos cucharadas de azúcar. —pudo apreciar los nervios con los que lo interrumpió. Las palabras atropelladas, incluso el sonrojo al que ya estaba acostumbrado era más notorio, pero, pudo distinguir algo en su mirada que lo intrigo. Valor. Y sólo pudo quedarse viendo sorprendido a la chica que por tres meses lo había atendido con una sonrisa siempre mientras se sonrojaba cuando él le hablaba, la misma chica por la que había vuelto a esa cafetería. Por la que ya no volvió las siguientes dos semanas.

¿Por qué?

Porque no estaba siendo racional. Él sólo buscaba un lugar tranquilo donde ir después de sus pesadas clases, por eso iba solo al local. Entonces, ¿por qué sentía que una sonrisa amenazaba con escapar cada que escuchaba su voz? ¿Qué era eso que sentía cuando la escuchaba reír con sus compañeras? Y lo más importante, ¿qué fue esa emoción tan repentina al saber que ella le ponía atención también?

No lo sabía y temía averiguarlo. Así que por eso decidió no volver ya. Para probarse a si mismo que no había significado nada que ella le prestara atención.

Lastima que sus amigos no opinarán lo mismo.

—Anda Gray, te vemos allá para el trabajo en equipo. —le dijeron por teléfono— Así aprovechas para ver de nuevo a la mesera bonita.

Al momento de colgar no pudo evitar maldecir.

Y no por el comentario de Erza y la risa de Natsu, no. Era por la emoción que sentía de verla de nuevo.

Recibió un mensaje de texto de Natsu, pidiéndole el paraguas que sabía que Gray siempre cargaba en su coche, entonces se percató de lo gris del cielo.

Al entrar al lugar y respirar de nuevo aquel aroma del café, los nervios lo invadieron, quedando paralizado en la puerta principal.

—Bienvenido a Fairy Hills —lo recibió por primera vez alguien que no fuera la persona por quien iba—. Si gustas pasar a esa sección. —le señaló un lugar diferente al que acostumbraba sentarse.

Él giro la cabeza ligeramente hacia la izquierda. —No, siempre me siento junto a esas ventanas. —señalo su sitio habitual, dónde sabía, ella le atenderia.

La desconocida sonrió con cierta emoción nada disimulada. —Una mesera faltó. —no entendía porque le explicaba aquello. —Así que si quieres que te atienda ella, te recomiendo sentarte donde te digo. —le guiño un ojo y se fue dejándolo sólo.

No sabía porque le hizo caso, pero se sento donde le habían aconsejado, espero algo impaciente, y entonces llegó. Al ver esa cara tímida de nuevo entendió que si, si quería volver a ir a esa cafetería, pese a su disgusto por el café.

Ella al verlo abrió los ojos, y el casi podía jurar que vio sus piernas temblar.

Él abrió la boca, pero no logró emitir ninguna palabra, ni un sonido.

Ella acomodo un mechón de cabello tras su oreja mientras respiraba profundo. —Buenas tardes, ¿qué desea pedir hoy?

—Lo de siempre, hace unas semanas supiste que iba a pedir, ¿ya se te olvidó? —dijo sin pensar, sonando decepcionado, ¿acaso se había entusiasmado con la idea de que ella también lo viera? Cuando reaccionó de su pensar, no puedo evitar ser ahora el que se sonrojaba.

—Juvia creyó haberlo espantado porque usted no volvió por semanas. Así que ahora que lo ve, Juvia olvidará los consejos que le dio Mira-san.

El se confundió, ¿quién era esa tal Mira?

Más ella apretó la parte inferior del vestido que usaba como uniforme. —Pero en un momento Juvia le trae lo de siempre, hoy hay unas nuevas galletas, a Juvia le parece que le gustarian.

—Si quiero. —no supo si se refería a las galletas, o que le dijera lo de siempre, sólo sabía, que si, si quería.

—En un momento Juvia regresa.

Y en ese momento, Gray supo que él sería quien regresaría a esa cafetería.

Pero de nuevo, no contaba con el actuar de ella.


N/A Se suponeeee, que yo haría un drabble para el más reciente reto de Cannon Island, pero musa salvaje apareció de la mano de mi amado Nicholas Sparks, y no puedo evitar ser fluffy por la perfecta combinación Gruvia/Sparks/Cliché Creí que un one shot estaría bien, pero conforme escribo me doy cuenta que no, esto da para mucho más. No sé si lograré acabarlo, no sé cuántos capítulos tendrá —aunque le calculó tres por lo menos— así que ciertas personitas estarán alegres, ya que "no debo limitarme al escribir" Escrito de ayer, ayer y parte del día de hoy, lo amé. Ahorita lo odio, puede que lo vuelva a amar, puede que lo odie y lo dejé abandonado —como todo— pero seguro que hay sol :x

Gracias por leer. Sugerencia, duda, reclamó o conti plis, será bienvenido en el buzón.