Han pasado más de 84 años desde la última vez que publique :,v no, enserio, hace años que ni siquiera abría esta cuenta y si… sé que muchos se preguntaran "¿qué weas habla ese wey?" y algunos se dirán "hasta que regresaste a la vida".
Bueno, hace muchos años que deje de escribir y la verdad es que tengo muchas historias pendientes pero la tesis; una serie de problemas familiares; un reseteo de mi computadora que me dejo sin todos mis escritos; y muchísimas cosas más que contarlo sería material para un libro.
En fin, luego de un hiatus tan extenso donde perdí toda inspiración para escribir, me puse a jugar los juegos de BW y también a recordar cuando hace años vimos el final de DP y luego el reseteo de Ash en Unova, como luego salió la teoría (la verdad es que nunca me quedo claro si era algo real o solo una teoría del fandom) que Ash ganaría en Sinnoh y que la siguiente saga seria para un personaje nuevo.
Este fic es eso, tomo todas esas ideas y lo plasmo en una historia, una historia que será algo larga y que hare lo posible por mantenerla con vida porque tengo detrás mío un gran monstruo que me persigue llamado tesis de postgrado ;-;
Sin más que decir, les dejo el prólogo de esta historia, disfrútenlo.
Pokémon Rebirth: Black & White
-PRÓLOGO-
La noche era fría, la temperatura había bajado mucho. Un imponente estadio era lo que se alzaba en aquel lugar, aunque normalmente este estaría rebozando de gente quienes estarían exclamando y dando gritos de aliento a su competidor favorito. Todas las personas, que hace tan solo unas horas habían sido testigos de la mejor batalla que hasta el momento se había librado en la liga, se encontraban descansando en los hoteles aledaños.
Todos los espectadores estaban entusiasmados, ¿por qué?, una de las batallas más esperadas ocurriría al amanecer. La ronda de semifinales ya estaba por arrancar, ese sería el último día de la liga Sinnoh y todos estaban a la expectativa. La primera batalla en librarse seria la verdadera final, los dos entrenadores que demostraron el mejor rendimiento y fortaleza se batirían a duelo por fin: Ash contra Tobías.
En las calles aledañas al estadio tan solo se encontraban algunos trabajadores y parejas junto a algunos turistas quienes comían en los restaurantes o paseaban por las calles alumbradas por altos postes. Pero, entre todas las personas quienes se encontraban transitando, había una sola que se encontraba hecho un mar de nervios.
Ash Ketchum, acompañado por su pikachu, se encontraban en un pequeño bosque cercano. El azabache se estaba meditando y pensando en una estrategia o algo con lo que derrotar al darkrai de Tobías. A lo largo de toda la liga aquel entrenador solo había usado ese pokémon, era un completo misterio el resto de su equipo. Ash estaba preocupado pues esa era su oportunidad, esa era su liga, el azabache sabía muy bien que ese era su momento y era ahora o nunca. Aquella oportunidad de ganar la liga, aquel sueño que siempre persiguió, estaba tan cerca de conseguirlo y solo había un obstáculo que primero debería traspasar.
-¡solo tengo que derrotarlo! ¡solo eso!- se decía una y otra vez el azabache, su parte lógica le decía que hasta ahí había llegado y que sería imposible derrotar a darkrai pero… su parte emocional le decía todo lo contrario, que había una oportunidad y tan solo es cuestión de dejarlo todo en el campo. Esa era la batalla de su vida.
Ash se tiro en el césped, miro hacia aquel cielo estrellado y empezó a recordar todo aquel viaje por Sinnoh: cómo fue que pikachu le rostizo la bicicleta a Dawn, su reencuentro con Brock, las experiencias ganadas mientras iba capturando a todo su equipo, las victorias y las derrotas, su enfrentamiento con el Team Galaxy.
-sabes pikachu- comento el azabache, llamando la atención del roedor -fue un gran viaje- continuó mientras le sobaba la cabeza al pokémon.
El azabache empezó a recordar ciertas experiencias de su viaje, como fue aprendiendo con Brock y en especial con Dawn quien le había enseñado un estilo diferente de combate. A Brock lo consideraba como un gran hermano mayor, un sabio maestro al que siempre le podías pedir consejo. Pero Dawn, no sabía muy bien como considerarla. O era la hermana que nunca tuvo o una especie de estudiante con el que se sintió identificado y le enseño todo lo que sabía. Aunque, en realidad eso en estos instantes no era tan relevante y fácilmente se podría ver con mucha tranquilidad luego pues primero tenía que resolver sus asuntos en las semifinales.
La liga, en Sinnoh Ash se había esforzado al máximo explotando su potencial de una forma nunca antes vista. El muchacho estaba convencido, ese era el momento para ganar y era todo o nada, quizás y no habría otra liga donde pueda llegar hasta donde está ahora. Y fue en ese momento, aquel instante donde el azabache comenzó a recordar su trayectoria en las otras ligas: Kanto, Johto y Hoenn.
Sus experiencias, sus derrotas y victorias en las otras ligas, fue en ese preciso instante que una especie de destello de luz se ilumino en su interior -¡claro!- el azabache se levantó de golpe asustando a pikachu. El roedor estaba a punto de reclamarle pero noto algo en su mirada, había determinación.
-¡vamos pikachu! tenemos muchas cosas que hacer.
El azabache entro a las máquinas de transferencia al mismo tiempo que realizaba unas cuantas llamadas. Mientras el resto dormia Ash trabajaba, mientras Dawn y Brock descansaban Ash entrenaba. Y fue de esa forma que de un momento a otro amaneció, los rayos del sol empezaban a iluminar el estadio en el cual Ash se encontraba ya ahí adentro. El muchacho no había dormido, ni siquiera desayunado, en esos momentos lo único que sentía eran las ganas de que comenzara la batalla. Una batalla en la que se decidirá su fututo, la batalla más importante de su vida.
Todo ya estaba listo, el estadio rebozaba de espectadores ansiosos por que la batalla diera comienzo. Dawn y Brock, por su parte, tuvieron que ir diez minutos antes de que comenzara todo y alcanzarle algo de comida al muchacho antes de que los servicios de desayuno se dieran por terminado.
-¡y se da inicio al último día de la liga Sinnoh señores!
-las semifinales están por comenzar, aunque todos sabemos que esta primera batalla es la verdadera final.
-y como no, por un lado tenemos al ganador de la mejor batalla de la liga y por otro a un verdadero domador de legendarios.
Los periodistas ya habían comenzado con las transmisiones en vivo. Todos estaban al tanto de lo que podría suceder, los espectadores observaban ya a ambos contrincantes dentro del campo de batalla. Tanta era la expectativa de la batalla que en diversas partes del planeta personas entraban a las páginas de servicio de Streaming para poder observarla, era una batalla fuera de lo común pues nunca se habían usado pokémon legendarios en una liga. Y si bien en ninguna parte del reglamento especificaba eso, por lo que si uno tenía un pokémon de esa categoría puede usarlo con normalidad, algunos entes de las federaciones encargadas de organizar las ligas ya empezaban a actualizar sus reglamentos para prohibir el uso de legendarios.
En las tribunas todo estaba muy dividido, Dawn y Brock escuchaban todos los comentarios, pues una gran parte apoyaba a Ash y otro gran sector a Tobías. Algunos decían que el verdadero ganador ya era Ash porque usar legendarios, si bien es una clara ventaja, es una deshonra.
-bien amigo, llego la hora- dijo el azabache mientras miraba a su contrincante.
El réferi ya estaba en posición, levanto ambos brazos que sujetaban dos banderas. El duelo más esperado daría inicio en cualquier momento.
-¡comiencen!
La orden del réferi provoco gritos en el estadio, la emoción inundo el lugar al mismo tiempo que ambos entrenadores arrojaban sus respectivas pokéball hacia el campo de batalla. Aquella figura espectral, el pokémon que era el terror de todos los competidores, salió de la esfera roja.
-¡darkrai por fin hizo su aparición!- exclamo el periodista, quien tenía a todos los televidentes ya hipnotizados pues aquella ya sin haber si quiera comenzado era ya considerada la batalla del año.
-¡adelante heracross!
Nuevamente los gritos de emoción inundaron las tribunas.
-¡y el entrenador de Kanto envía a heracross señores!
-¡sabia decisión considerando la ventaja de tipo que tiene ante darkrai!
Los periodistas comentaban, todos estaban a la expectativa.
-¡heracross hiperrayo!
-¡rayo hielo darkrai!
Un potente rayo salió expulsado del cuerno de heracross, por su lado el rayo congelante del pokémon legendario dejaba convertido en hielo el campo tras su paso. Una gran coalición, una luz cegadora se apodero del estadio ¡PAM! Todos escucharon un fuerte estruendo, nadie podía ver lo que ocurría y había confusión entre el público.
Poco a poco aquel destello se desvanecía, todos volvían a poner atención en el campo de batalla y su sorpresa fue enorme al ver lo que encontraron -¡un snorlax!- exclamo el comentarista al ver al enorme pokémon en el lado del campo de Ash.
-¡¿Qué fue lo que paso?!- pregunto Tobías sorprendido.
-ida y vuelta, heracross da un ataque y este regresa a su pokéball- fue la respuesta del azabache -¡snorlax usa hiperrayo!- ordeno Ash.
Nuevamente, el mismo ataque, es expulsado por parte de los pokémon de Ash. Darkrai esquivo el ataque, una nube de polvo se levantó del terreno nublando un poco la vista del pokémon siniestro que cuando reacciono ya tenía a snorlax delante suyo con sus puños cubiertos de una energía congelante.
-¡puño de hielo!
Nuevamente la velocidad, algo muy característico de darkrai, se hizo presente y logro esquivar el ataque pero por poco. Una parte del cuerpo del legendario logro congelarse provocando un ralentizamiento en el movimiento del tipo siniestro.
-¡golpe cuerpo!
Una ligera aura turquesa se apodero del pokémon tipo normal que se abalanzo contra darkrai embistiéndolo y estrellándolo contra los muros.
-¡ESE FUE UN GOLPE DIRECTO!
La emoción del presentador era clara, todo el mundo empezaba a gritar acalorados por el momento.
-me sorprendes Ash- dijo Tobías.
-¡y eso que aun estamos calentando!
Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Tobías -creo que te subestime, error mío- fue en ese instante donde Ash sintió como un aire frio recorrer su espalda, sentía que Tobías solo estuvo jugando durante toda la liga y que por fin se pondría serio -"¡¿Qué es lo que planeas?!"- se preguntó el azabache. Darkrai se recuperó del golpe. Ash se lamentó, tuvo a darkrai a su merced y por estar conversando perdió una oportunidad de acabar con él.
-¡pulso umbrío!
Un rayo de energía oscura salió disparado en dirección hacia snorlax, un rayo que fue a una velocidad tal que Ash ni snorlax pudieron reaccionar. El impacto fue grande, el tipo normal retrocedió un poco y gimió por el dolor.
-¡descanso!
Snorlax se tiro de espaldas y de forma casi instantánea su puso a dormir. La energías del pokémon empezaban a recuperarse y el dolor de los ataques a desvanecerse.
-¡come sueños!
Una proyección de darkrai se disparó hacia snorlax impactando en el pokémon, un arma de doble filo era lo que Ash había utilizado. Todos veían preocupados al enorme pokémon que se retorcía de dolor en el campo, hasta que un potente ronquido se apodero del lugar. Las ondas del sonido hicieron retroceder a darkrai, estas se hicieron más fuertes llegando a dañar severamente al pokémon.
-¡sonámbulo!
Snorlax se levantó y se volvió a abalanzar contra darkrai aplastándolo en el proceso.
-¡ASH ACABA DE DERROTAR A DARKRAI!
En efecto, el impacto de snorlax fue enorme que el ataque dejo noqueado al pokémon legendario. En las tribunas todos gritaban emocionados por lo que acababa de ocurrir, Ash es el primer y único entrenador que logro derrotar a darkrai en esa liga.
-¡qué bien! ¡Ash ya gano!- exclamo Dawn.
-aun no- le respondió Brock provocando cierta incomodidad en la coordinadora -Tobías no enseño a ningún otro miembro de su equipo y no sabemos con qué otras cosas Ash tenga que batallar- continuo el moreno.
Esas palabras incomodaron demasiado a la peli azul, aunque sabía que era verdad pues nadie sabía que otras sorpresas tenga el "domador de legendarios".
-¡latios ve!
Todo el mundo quedo anonadado por lo que acababan de presenciar, enserio que Tobías le hacía honor a su título.
-¡sonámbulo!
Nuevamente snorlax se levantaba, el pokémon de tipo normal iría tras latios de la misma forma que lo hizo con darkrai.
-¡psíquico!
Un aura se apodero de snorlax al mismo tiempo que los ojos de latios brillaban de un potente turquesa, snorlax fue elevado por los aires para luego ser estrellado en el suelo del estadio. Una gran polvareda fue lo que se levantó, al mismo tiempo de un ligero y muy corto temblor. Cuando aquella cortina de polvo se desvaneció se vio a snorlax sin capacidad alguna para volver a levantarse y luchar nuevamente.
-¡demonios!- maldijo el azabache por lo bajo -regresa- dijo Ash quien devolvía a snorlax dentro de su pokéball.
No podía recriminarle nada al pokémon, fue él quien logro lo impensable -terminando esto te daré una buena cena- comento el azabache mirando la pokéball de snorlax.
-¡sceptile ve!
El inicial de Hoenn se lanzó al ataque, las hojas de sus brazos empezaron a brillar y a tomar una forma similar al de unas espadas, la velocidad del tipo planta era sorprendente que al momento de estar frente a frente con el legendario, latios logró esquivar los ataques con dificultad.
-¡bala semilla!
Y en ese momento, donde latios se encontraba desprevenido y tan cerca de sceptile, este empezó a disparar unas series de semillas de brillo dorado como si de una ametralladora se tratase impactando directamente en latios provocando que este retrocediera un poco.
-¡hojas navaja!- ordeno Ash haciendo que las hojas de los brazos de sceptile vuelvan a brillar.
-¡giga impacto!
El cuerpo de latios se rodeó de un aura roja y se abalanzo hacia el ataque embistiendo al tipo planta que no logro esquivar a tiempo -¡sceptile!- exclamo el chico al ver a su pokémon intentándose levantar del suelo, con mucho dolor luego de haber recibido el ataque del pokémon legendario.
-¡despídete de sceptile!- exclamo Tobías sin darse cuenta de que los orbes amarillos, que el inicial de Hoenn tiene en la espalda, empezaban a brillar -¡psíquico!- ordeno el entrenador.
Esta vez fue un potente rayo turquesa la forma en cómo se manifestó el ataque -¡rayo solar!- un potente rayo dorado salió expulsado de la boca de sceptile que al momento de colisionar se levantó una gran polvareda y una luz cegadora se apodero del lugar.
-¡no! ¡sceptile!- dijo un preocupado Ash, que luego de que la luz y el polvo se difuminara, viera a su pokémon debilitado.
El azabache guardo a su pokémon, estaba algo preocupado, sus amigos estaban preocupados y Dawn junto a Brock miraban con atención y ansiedad los movimientos que el entrenador de Kanto realizaba. Los comentaristas estaban en otra tarea, ellos vivían emocionados aquella batalla y narraban todo lo que veían. En otra parte Ash era observado, en Hoenn cierta familia le daba ánimos al igual que en Kanto una peli naranja observaba con suma preocupación aquella batalla que prácticamente decidiría al campeón de Sinnoh.
-¡gible adelante!
Todos en el estadio quedaron sorprendidos ¿un pequeño gible? Se preguntaban muchos al ver a la primera fase evolutiva de un garchomp entrar a la batalla. Unos se preguntaban si el chico había perdido el juicio o si tenía algún haz bajo la manga.
-¡latios giga impacto!
Nuevamente un aura de color rojo se apodero del cuerpo de latios y se lanzó hacia gible para embestirlo, será fácil eso era lo que pensaba Tobías.
-¡meteoro dragón!
Una esfera brillante de tonalidades rojas y negras salió expulsado desde el interior de gible hacia el cielo, esta exploto y una infinidad de meteoros empezaron a caer provocando que latios se preocupase más por esquivar todos aquellos meteoros. Ash sabía bien que eso no detendría a latios, que los ataques de un pequeño gible no servirían tanto ante el poder devastador de un pokémon legendario.
-¡golpe roca!
Aprovechando el caos generado, los pequeños brazos del dragón brillaron y se lanzaron al ataque haciendo retroceder un poco a latios -¡ahora usa excavar!- fue la orden del azabache.
-¡si piensas huir estas perdido! ¡psíquico!
Los ojos de latios empezaron a brillar y cuando detecto a gible este lo trajo nuevamente hacia el campo de batalla poniéndolo esta vez frente a frente, grande fue su sorpresa al ver con lo que venía.
-¡¿qué demonios?!
El pequeño dragón llego con toda una gran energía almacenada para un nuevo ataque de meteoro dragón, energía que expulso directo hacia latios que al momento de que dicha esfera impactara en el legendario esta explotara provocando un gran estruendo dentro del estadio.
-¡SORPRENDENTE SEÑORES! ¡LE LANZO EL COMETA AL CUERPO!- exclamo el comentarista impactado.
El daño ocasionado por el pequeño dragón, que todos pensaban que no podría derrotar a un legendario, fue tan grave que dejo fuera de combate a Latios. Tobías tuvo que regresarlo a su pokéball, sorprendido por como ya le habían derrotado dos pokémon.
-lo admito, estoy sorprendido- dijo aquel hombre quien sacaba una nueva pokéball.
-si llegue hasta aquí, lo hice para ganar, no planeo irme de este estadio sin el trofeo de la liga- le respondió Ash con una determinación que dejaría a cualquiera intimidado.
Todos los espectadores estaban impactados, querían que saliese un nuevo pokémon y que ambos entrenadores dejasen se charlar.
-bueno, si tan seguro estas de eso… solo me quedan dos pokémon.
Todos en el estadio quedaron sorprendidos, Tobías solo tenía en su poder a cuatro pokémon, aunque claro que dos de ellos eran pokémon legendarios y así cualquiera no necesita de tener un equipo completo de seis pokémon.
-¡lucario ve!
Un pokémon que no era legendario, Ash respiro aliviado -"aunque quien sabe y su ultimo pokémon también es legendario"- pensó el azabache.
-¡gible usa golpe roca!
-¡usa puño de hielo!
Los puños del pokémon de tipo acero se rodearon de una energía congelante, de una escarcha. Nada pudo hacer el pequeño dragón quien ya se encontraba agotado por la anterior batalla que había librado. Gible termino estrellándose contra los muros, con la mitad del cuerpo congelado.
-¡regresa gible!- exclamo Ash quien guardaba al dragoncito dentro de su pokéball.
El azabache saco una nueva pokéball, respiro hondo y la arrojo hacia el campo de batalla -¡heracross!- el pokémon de tipo bicho volvió a aparecer.
El cuerno de heracross comenzó a brillar, el pokémon se lanzó hacia lucario para asestarle un potente mega cuerno. Lucario empezó a generar dos báculos brillantes en forma de hueso que arrojo a heracross haciéndolo retroceder, pero no quedo ahí pues empezó a generar más y los lanzo ahora de una forma como para crear una pequeña jaula improvisada. Poco podía hacer heracross ante lucario, el pokémon estaba muy cansado.
-¡esfera aural!
Y ahí, sin poder hacer nada y aprisionado, heracross recibió de lleno el ataque dejándolo fuera de combate -hiciste un buen trabajo heracross- dijo Ash quien regresaba al pokémon a la pokéball.
Las cosas estaban parejas ahora, ambos entrenadores tenían tan solo dos pokémon.
-¡pika! ¡pika!
Ash volteo a ver a pikachu, en sus mejillas se notaba como una pequeña energía eléctrica era expulsada. El azabache comprendió el mensaje, el roedor eléctrico quería cobrárselas por todos sus amigos caídos.
-¡pikachu ve!
Apenas salió a la batalla una gran cantidad de energía eléctrica rodeo al roedor, lucario intento realizar la misma técnica que utilizo con heracross pero la velocidad a la que iba pikachu superaba por mucho a los ataques de lucario. Un potente destello nuevamente se apodero del lugar, pikachu había embestido a lucario con el ataque de tacleada de voltios.
Lucario retrocedido, el ataque fue demasiado potente, igualmente pikachu se le notaba algo cansado pues la energía que había liberado era tanta que a cualquier otro pokémon lo hubiera dejado noqueado.
-¡cola de acero!
La cola de pikachu empezó a obtener unos brillos plateados, al mismo tiempo que se acercaba a gran velocidad hacia lucario quien empezaba a rodear sus puños de escarcha.
-¡puño de hielo!- ordeno Tobías.
Pikachu logro esquivar con mucha facilidad el ataque de lucario quien termino golpeando el suelo y congelándolo a lo que pikachu aprovechando la oportunidad le dio un fuerte azote con su cola casi dejando al pokémon de acero fuera de combate.
-¡impactrueno!
Demostrando su poder, haciendo gala de haber sido el primer pokémon de Ash con quien entrena día y noche todos los días del año. Pikachu ataco con una potente descarga eléctrica que dejo fuera de combate a Lucario.
-¡BIEN HECHO PIKACHU!
Todos en el estadio empezaron a gritar por la emoción, Ash estaba haciendo polvo a Tobías que ya estaba usando solo pokémon "comunes" y se le había acabado los legendarios. Todos ya daban por ganador a Ash, el intimidante "doma legendarios" estaba por perder y tan solo pasaría como una anécdota amarga dentro de la liga Sinnoh.
-me sorprendes, eres el primero con el que logro sufrir tanto, y ese pikachu es demasiado fuerte.
-¡te lo dije Tobías! ¡de aquí no me voy con el título de campeón!
-eso lo veremos, aun me queda un pokémon ¿o ya lo olvidaste?- dijo Tobías enseñando la pokéball.
-¡envía lo que quieras! ¡pikachu se encargara de derrotarlo!
Tobías arrojo la pokéball hacia la arena, al momento de abrirse grandes llamaradas se originaron -¡ESTO ES INCREIBLE SEÑORES!- exclamo el comentarista al ver al último pokémon de Tobías. Todos en el estadio volvían a quedar impactados, Dawn y Brock tragaron saliva, Ash volvió a preocuparse.
-¡TOBIAS TIENE UN ULTIMO LEGENDARIO! ¡TOBIAS TIENE UN ENTEI!
Ash se dio unas cachetadas mentales, tenía que pensar y no intimidarse.
-¡entei usa llamarada!
Entei, uno de los perros legendarios, emitió un rugido que intimido a pikachu quien no pudo hacer nada ante el potente ataque que el legendario le había propinado.
-¡pikachu!- exclamo Ash quien se metía al campo para recoger a su pokémon mal herido.
De un solo ataque entei había derrotado al roedor, la preocupación de Ash volvió, aunque aún le quedaba un pokémon y planeaba obtener la victoria con ese último. El azabache acomodo a pikachu a su lado, estaba adolorido y no podía ni levantarse.
-bien, uno contra uno- dijo el entrenador sacando su última pokéball.
-sorpréndeme, hasta ahora lo has hecho bien.
Ash arrojo su última pokéball, al abrirse salió la imponente figura de un pokémon cuyas acciones se asemejaban al de un dragón alado quien daba un potente rugido.
-¡charizard! ¡Ash tenía un charizard!- grito una sorprendida Dawn.
Uno de los pokémon más fuertes del azabache había entrado en batalla, y será charizard quien defina la victoria o derrota del entrenador.
El pseudo dragón emprendió vuelo al mismo tiempo que entei se lanzaba hacia charizard con el cuerpo en llamas -¡cola dragón!- ordeno el azabache. La cola de charizard empezó a rodearse de un brillo turquesa y justo cuando entei estaba a punto de embestir a charizard, este le asesta un fuerte golpe con su cola haciéndolo retroceder hasta el suelo.
Todos en el estadio se quedaron sorprendidos por lo ocurrido, que charizard lograse hacer retroceder a entei fue digno de admirar. Aunque claro, ellos no sabían que charizard andaba en un duro entrenamiento constante y que se la tenía jurada a entei luego de unos hechos ocurridos años atrás en Johto, eventos relacionados con unown.
Las alas de charizard empezaron a brillar y este, aprovechando que entei había bajado la guardia, descendió desde los cielos con velocidad logrando asestarle un fuerte golpe que nuevamente hizo retroceder al pokémon.
-¡bien hecho charizard!- exclamo Ash luego de ver los frutos que dieron el hecho que su pokémon entrenase en Valle Charicifico.
-¡onda ígnea!
La temperatura aumento de golpe, ondas de fuego empezaron a expulsarse del cuerpo de entei. Charizard no podía escapar de ese ataque, las temperaturas eran demasiado extremas, incluso Ash se encontraba sudando a chorros por el calor que se había generado.
Entei empezó a acercar con mucha velocidad hacia charizard y sus grandes fauces estaban con un brillo purpura -¡toxico!- un gran mordisco fue lo que charizard recibió, pero uno en el cual el veneno entraba en su sistema.
-¡charizard! ¡no!- grito Ash, preocupado por su pokémon.
El pseudo dragón gimió de dolor, entei seguía aferrándose a él con fuerza a lo que los puños de charizard empezaron a rodearse de una energía eléctrica y asestándole un potente puñetazo logro zafarse del legendario para volver a emprender vuelo. Ash observo a su pokémon, se encontraba agotándose rápidamente por el efecto del veneno, luego observo a entei y vio que se encontraba paralizado por efecto secundario del puño de trueno de charizard.
-¡lanzallamas charizard!
-¡tú también entei! ¡lanzallamas!
Ambos pokémon expulsaron grandes llamaradas desde sus fauces, todo el terreno se llenó de fuego y nadie podía ver lo que ocurría ni siquiera Ash y Tobías. Pero de un momento a otro ocurrió algo inesperado, charizard se llevaba a entei hacia las alturas quien no podía hacer mucho debido a la parálisis. Charizard dio vueltas en el aire, formando un círculo perfecto mareando así a entei a quien arrojo con fuerza estrellándolo contra el suelo. El legendario había quedado fuera de la batalla.
La victoria era de Ash, todos gritaban su nombre en el estadio, había ganado la batalla contra Tobías, con eso el azabache había pasado ya a la final. Todos saltaban de sus asientos, la mejor batalla de la liga, algunos decían que era hasta de la historia de la región.
Un fuerte apretón de manos y la promesa de una revancha fue lo que dio como finalizada aquel encuentro. Todos los periodistas salieron al encuentro del azabache, muchos ya lo tildaban de campeón y otros querían su opinión sobre aquella batalla.
-disculpen pero tengo que prepararme para la final- dijo el chico quien buscaba una excusa para escapar del acoso de los periodistas y así poder encontrarse con sus amigos.
Dawn salto hacia él para abrazarlo, Brock lo levanto en peso, era gozo y alegría lo que acababa de suceder.
-disculpe joven Ketchum- dijo una trabajadora quien interrumpía la celebración -pero tiene unas llamadas- Ash se fue a atender las llamadas y mientras se libraba la otra ronda de semifinales el azabache conversaba con su madre, luego recibió una llamada de Misty y por ultimo May quien estaba con toda su familia.
Al final todos los pronósticos se hicieron realidad, Ash termino ganando la final en una batalla donde aplasto a su oponente sin dificultades. El azabache se hizo campeón de la liga y una nueva página se escribía en su vida.
Y así pasó el tiempo, y pasaron siete años de aquel gran evento, siete años desde que Ash Ketchum había logrado ganar la liga de Sinnoh. Nadie en el mundo podía olvidar como un entrenador de pueblo Paleta logro someter a un equipo compuesto por pokémon legendarios, el azabache ya ni podía estar tranquilo por la calle pues siempre lo detenían debido a que un ejército de fans lo perseguía a todos lados para pedirle una foto o algún autógrafo. Si bien eso le incomodaba un poco también le era grato pues eso era el significado del enorme reconocimiento que había adquirido luego de tantos años de lucha a base de sangre, sudor y lágrimas.
Fueron siete años, siete años desde que el entrenador se despidió de su mejor amigo en aquella ruta, una ruta que era la culminación de una larguísima trayectoria que había iniciado años atrás cuando el azabache pisaba por primera vez el gimnasio de ciudad Plateada. Habían pasado tantos años, tantas amistades forjadas, un tiempo muy valioso que Ash siempre recordaba y atesoraba.
Pasaron siete años, siete años en los que el entrenador volvió a recorrer su región natal. Ash era el campeón de Sinnoh, pero él sabía que nada más había subido el primer escalón para llegar a esa cima que tanto ansiaba. Pero el azabache no estaría solo en aquella nueva aventura, pues a su lado se encontraría siempre contaba con sus grandes y leales amigos que lo acompañaban en esa nueva faceta.
Aquellos siete años, todo ese tiempo en la que ambos jóvenes recorrieron Kanto; El Archipiélago Naranja; Johto; Hoenn; nuevamente Sinnoh; y algunas otras regiones aledañas. Todo ese entrenamiento, todo ese esfuerzo que se traducía en victoria tras victoria, grandes hazañas dentro de torneos de altísimo prestigio internacional. Fueron siete largos años de trayectoria y de sacrificio que nos trae al presente. Ash Ketchum era ya toda una celebridad, un entrenador muy respetado a nivel mundial, era el primer y único asiático en hacer historia pues nadie más había logrado llegar al top diez de entrenadores. Aunque el azabache ahora se encontraba a otro nivel, nunca había olvidado de donde había salido. Ash siempre siguió siendo el mismo chico, ahora tenía fama, nunca se le había subido los humos a la cabeza y si llegase a suceder a su lado tenía a sus dos grandes amigos: Dawn y Brock, quien este último se unía regularmente a la aventura debido a sus clases en la escuela de medicina pokémon, que le hacían pisar tierra al instante.
Estamos en pleno torneo de confederaciones, la previa al torneo mundial que se realizaría en Unova al que los grandes campeones y equipos de todos los países se batirían a duelo para saber quién sería el que alzaría aquella tan ansiada copa.
Era aproximadamente las tres de la mañana; se estaba desarrollando las semifinales del torneo, que era una especie de campeonato relámpago donde los campeones de cada continente se batían a duelo, dentro del inmenso estadio de Lumiose en Kalos. Las calles se encontraban oscuras y los faroles iluminaban las veredas de piedra dentro del pequeño y apacible pueblo Nuvema ubicado al sur oeste de Unova, una región que por ciertos motivos históricos en muchos lugares del mundo se decía "visita Unova antes que Unova te visite".
Todo el mundo dentro del pueblo se encontraba durmiendo, todos menos un castaño de quince años que se encontraba a oscuras viendo aquel evento desde una pequeña televisión portátil que sostenía con sus manos. Había una muy tensa y complicadísima batalla que se libraba en las semifinales, pero eso no era todo lo que mantenía al castaño hipnotizado.
-¡pikachu! ¡usa placaje eléctrico!
Una gran cantidad de energía eléctrica empezó a rodear al roedor amarillo, el pokémon se abalanzó contra un gardevoir perteneciente a una mujer que irradiaba elegancia y belleza. La batalla solo se había reducido a eso, tan solo quedaban en el campo pikachu y gardevoir. El pronóstico era incierto, nadie podía asegurar si Ash Ketchum lograría pasar a las finales de aquel torneo. El pokémon de tipo psíquico empezó a rodearse de un aura violeta, sus ojos comenzaron a brillar en una tonalidad roja que atemorizaría. Un potente rayo turquesa salió expulsado de gardevoir, como si fuese alguna especie de poderoso cañón, al mismo tiempo que pikachu ya estaba a pocos metros de su contrincante. Ese sería el último movimiento del combate, eso definiría quien sería el que pase a la siguiente ronda.
-¡BLACK!
La puerta de la habitación se abrió bruscamente, las luces se prendieron de golpe. El castaño salto por el susto, casi dándole un paro cardiaco.
-¡¿QUÉ DEMONIOS HACES DESPIERTO?!- exclamo una mujer cuyo cabello eran de las mismas tonalidades que del chico.
-yo…- Black rápidamente intento dar alguna respuesta que le libre de aquel apuro pero su atención se desvió hacia un pequeño aparato que se encontraba en el suelo -¡no! ¡la televisión!- el chico se agacho a ver la pequeña máquina, el susto que le pego su madre hizo lanzar accidentalmente la televisión haciéndola estrellar contra el muro quedando está completamente destruida.
-¡TE DIJE QUE DUERMAS TEMPRANO! ¡MAÑANA TE ENTREGARAN TU PRIMER POKÉMON!
-si pero la profesora Juniper iba a traer los pokémon a la casa y…
-¡demonios Black eso no es excusa! ¡aunque sea era que te desveles estudiando y no viendo ese torneo!
De cierta forma su madre tenía razón, y Black lo sabía, mañana iniciaba su viaje y tenía que estar con todos los sentidos pues dejaba su hogar para enrumbarse hacia la aventura.
-mejor duérmete, en la mañana hablamos- respondió la señora, dándole una sonrisa a su hijo, al mismo tiempo que cerraba la puerta.
-mamá tiene cambios de personalidad muy bruscos- dijo el joven mientras se levantaba del suelo.
-¡Y NI PIENSES QUE TE COMPRARE OTRO TELEVISOR!- la puerta se volvió a abrir de golpe asustando nuevamente al chico quien observaba rostro amenazante por parte de la señora, aunque el susto duro muy poco debido que casi al instante la puerta se volvió a cerrar.
El castaño apago las luces y se acostó a su cama, al final nunca supo quién había ganado aunque eso podía averiguarlo el siguiente día. Black comenzó a recordar las clases que tuvo en la academia pokémon, se acordó de los tres pokémon iniciales que Juniper daba a elegir, aunque claro que dependiendo del profesor y la zona los pokémon a elegir serian diferentes. Aún recordaba como un amigo suyo que se había mudado le había contado por video llamada que el profesor certificado de la zona le dio a escoger entre pansage; pansear y panpour.
Black no estaba seguro de a quien escogería, peor aún, sus amigos de la infancia Cheren y Bianca estarían con él y escogerían su pokémon inicial dejándole pocas probabilidades de escoger al que quisiera. Aunque claro, el castaño ni siquiera estaba seguro de lo que él quería.
Al final Black se quedó dormido sumergido entre sus pensamientos, soñaba con snyvy; tepig y oshawott. Ni en sueños se ponía de acuerdo pues las ventajas y desventajas de cada uno se ponían sobre la mesa, llegando casi a una crisis existencial en pleno sueño, de un momento a otro aparecieron muchos mareep que el castaño comenzó a contar.
El inicio de la aventura iniciaba apenas saliese el sol, el castaño ya tenía en su dormitorio todo listo: una mochila de cartero color azul con todo lo necesario para sobrevivir y un atuendo que consistía en una chaqueta azul, pantalones grisáceos, zapatos de color rojo con blanco y una camiseta negra. Sobre el escritorio se encontraba una gorra tricolor: roja, blanco y negro. Aunque lo que más llamaba la atención de ese escritorio es que había también un pequeño juguete con la forma de un pikachu que vestía una gorra de color rojo y al costado en la pared había un poster autografiado de cierto azabache acompañado por un roedor eléctrico.
Y así es como termina este prólogo, con un nuevo protagonista que admira a Ash y que perseguirá sus sueños por ser el mejor. La verdad es que me costó mucho escribir esto, estoy demasiado oxidado, en especial la batalla que fue lo que más difícil me resulto. Pero bueno, solo será cuestión de práctica para volver a escribir como antes escenas como esas.
Sé que BW es una historia que se divide en dos por eso es que este fic fusionara ambas historias, ya tengo todo planeado así que no piensen que sea una rara improvisación.
Decidí cambiar el final del anime, aquella derrota tan humillante con un rival sacado a última hora… ¡demonios esa era la liga del mostaza! Pero bueno, dejemos de llorar sobre la leche derramada que ahora tenemos a Black como nuevo protagonista, y no, no será un copy/paste del manga (quizás tome algún que otro elemento). Esto me recuerda el anime Best Wishes, la historia del juego tenía todo un enorme potencial y se prestaba para que sea un entrenador novato el protagonista, era como si el mismo juego le decía al anime "ya hagan un cambio".
En fin, es así como se da inicio a esta nueva historia y si les agrada pueden hacérmelo saber en los reviews que estaré respondiendo a cada uno.
Cuídense :D
