Este es mi primer escrito a las 12 de la noche xD solo bromeo ._. (no, la verdad es que si lo escribi a esa hora)

Es mi primer fic a Zombie-Loan, espero que les guste, si algo no tiene sentido, recuerden que lo escribi a las 12 de la noche -.-, el proximo capitulo lo escribire mejor c:

Los dejo leer


Ella era una chica extraña, con una extraña habilidad a la cual todos le tenían miedo, o se burlaban de ella. ¡No es mi culpa ser así! ¡Déjenme en paz!

Él es un chico que suele meterse en problemas y arriesgar hasta su propia vida, nadie quiere si quiera mirarlo por las leyendas que escuchan sobre él. No soy un monstruo, ¿por qué nadie quiere ser mi amigo?

—Y con esta ceremonia, queridos compañeros, damos por terminada una etapa de nuestras vidas, y entramos en una nueva. Les deseo a todos un feliz viaje hacia el futuro...

Se celebró la ceremonia de graduación de la preparatoria, había alumnos llorando, abrazados, era el sentimiento de que ya no se verían como lo hacían.

—Es absurdo llorar sabiendo que los verás en la universidad—. Decía Shito.

Después de la ceremonia, comenzó el baile de graduación. La pista estaba llena de gente bailando.

—Oye, Kita, ¿por qué no te vas a bailar con uno de tus amiguitos fantasmas?— Se burló Sotetsu.

Michiru estaba sentada en el rincón del salón, sola, incluso las mesas a su alrededor estaban vacías.

— ¿Por qué no pueden aceptarme tal como soy?— Se preguntó.

Como siempre, Chika llegó a la mitad del baile, junto con su padre y su hermana.

—Vamos hijo, ve y diviértete con tus amigos—. Le dijo su padre.

—Ellos no son mis amigos—. Masculló.

—De acuerdo, entonces ve y búscanos un lugar cerca de la pista—. Le pidió entregándole el bolso de Momoka.

—No prometo nada.

Chika caminó hasta el fondo del salón, y encontró la última mesa ocupada por una chica.

— ¿Está apartada?— Preguntó totalmente despreocupado.

—Etto... n-n...— Iba a responderle cuando la interrumpió.

—No me importa, mi padre, mi hermana y yo nos sentaremos aquí—. Dijo colocando el bolso de su hermana en una silla y él sentándose en otra, frente a Michiru.

—De-de acuerdo—. No tenía ningún problema con eso, excepto por el tono autoritario que empleó con ella.

— ¿Y tus padres?— Preguntó Chika bruscamente.

—Ah... mis padres... ellos murieron hace tiempo...—. ¿Quién es él? Espero no sea un drogadicto que se infiltró en la fiesta.

—Lo siento, no debí preguntar—. Se apenó, algo muy extraño en él.

—Está bien, pero dime, ¿cómo te llamas?— Preguntó con una sonrisa.

— ¿Qué sentido tiene preguntar eso ahora que estamos saliendo de la preparatoria?— Dijo con tono molesto, Michiru se apenó por su comentario.

—Pero antes de irnos, quisiera conocer tu nombre—. Lo miró de forma tierna. Es la primera vez que alguien me habla, debo conocer su nombre...

—Si con eso dejas de mirarme así...— Se había irritado por la forma en que Michiru lo miraba—. Soy Akatsuki Chika.

—Mucho gusto, soy Kita Michiru...— Iba a decir algo más, pero de nuevo fue interrumpida por él.

—Espera... ¿Kita Michiru, verdad?— Ella asintió—. He escuchado historias sobre ti...— Perfecto Michiru, haces un amigo y cuando le dices tu nombre se aleja de ti... ah, soy un caso perdido—. ¿Es cierto que puedes ver fantasmas?

—Ah... no exactamente... bueno... algo así, intento ayudarlos a cruzar al otro lado...— Esperó a alguna reacción en él, pero se dio cuenta de que la miraba con atención—. ¿Sucede algo?

—No, es sólo que me parece impresionante que puedas hacer algo así.

— ¡Es horrible!— Estalló—. Nadie me habla por eso, creen que soy rara, que les pegaré alguna maldición...— No se dio cuenta en que momento Chika se levantó de su asiento, llegó por su espalda y la abrazó con fuerza.

—Comprendo cómo te sientes...— Comenzó a susurrarle—. Igual a mí nadie me habla, creen que les pegaré la mala suerte, o que los asesinaré... te comprendo... Michiru.

No sabía que era lo que pasaba exactamente, pero esa sensación le gustaba. Por fin tenía un amigo que la entendía, sentía que ya no era la única chica rara...

Por un momento, sintieron que flotaban, y que no existía nadie más aparte de ellos, se sentían protegidos el uno por el otro… un momento… ¿Por qué Chika no podía sentir el suelo bajo sus pies, y por qué de repente sentía que Michiru ya no estaba sentada?

—... ¡Akatsuki, Kita!— Alguien gritó sus nombres y ambos se separaron al instante.

Pareciera que la distancia entre la mesa y la pista fuese de sólo unos cuantos centímetros, porque ahora se encontraban justo en medio de ella, tomados de las manos. ¿Qué hacían ahí? ¿Cómo es que fueron llevados hasta ese lugar sin que se hubieran dado cuenta?

— ¡Freaky love!— Gritó un chico en medio del público.

Alguien llegó por detrás de Chika, que terminó derribando a la pareja.

— ¡Chika! ¡¿Por qué no me contaste que tenías novia?! Mi pequeño ya creció, soy el padre más feliz del mundo...— El padre de Chika había caído sobre él, con un río de lágrimas saliendo de sus ojos. A su vez, Chika había caído a un lado de Michiru, pero por alguna razón, seguían tomados de las manos.

¿Qué sucedió? Se preguntaron Chika y Michiru, hasta que vieron que Sotetsu chocaba las palmas con unos amigos suyos.

Como pudo, Chika se quitó a su padre de encima y caminó directamente hacia Sotetsu.

— ¿Cómo has podido hacerlo?— Preguntó indignado.

—Se veían tan lindos juntos, allá atrás abrazados, creí que sería buena idea que todos observaran la linda pareja que son—. Sotetsu consiguió su objetivo: irritar a Chika.

Michiru seguía tirada, en medio de la pista, cuando vio que una mano se ofrecía a ayudarla, ella aceptó la ayuda.

—Gracias... ah, Shito-Kun...—No había logrado ver su rostro por la confusión, hasta que se levantó.

— ¿Así es como te diviertes, Sotetsu, irritando a un tonto y dejándolos a los dos en ridículo? Ya tienes dieciocho años y aún no maduras...

— ¿Estás buscando problemas, Tachibana?— Preguntó Sotetsu desafiante, pero cuando quiso dar un paso hacia delante se tambaleó un poco.

—Ya veo, estás ebrio, quieres verte mayor tomando cuando tus actitudes son de un niño...

— ¡Cállate!

Chika tomó a Michiru de la mano, y sigilosamente, la llevó a la puerta, donde se encontró a su hermana menor Perfecto, así podre avisarle a mi padre…

—Momoka, dile a papá que llevaré a Michiru a casa, si quieren quedarse a bailar está bien, yo iré a casa.

—Aja...—. Su hermana estaba más centrada en lo que escribía en su celular.

Caminaron en silencio por las calles. Chika no soltaba su mano, no quería soltarla, por fin había encontrado a alguien que lo entendía y no estaba dispuesto a dejarla ir...

—No tienes por qué llevarme a casa, Chika-Kun...—. Le dijo sonrojada, la verdad es que ella tampoco quería soltar su mano.

—No quiero que camines sola por la calle...— Fue su respuesta automática.

Chika notó que Michiru temblaba, así que se detuvo para quitarse el saco y dárselo.

—Estoy bien...— Respondió ella ante el acto.

—De acuerdo, entonces...— Pasó el brazo sobre el hombro de Michiru y la acercó más a él—. No quiero que atrapes un resfriado por mi culpa...— Ambos se sonrojaron por la cercanía de sus cuerpos, pero siguieron caminando—. Supongo que ya no tienes frío, ¿cierto?

—S-si…— Era verdad, Michiru había dejado de temblar.

Siguieron caminando bajo la luz de las estrellas. Chika podía oler el perfume de la chica, olía muy bien. En cuanto a Michiru, ella se sentía abrigada por el calor de Chika. Observaba la sombra de los dos, abrazados, contuvo el sonrojo al ver el edificio que tenían delante.

—Es aquí...

—Te acompañaré dentro...— Quería asegurarse de que llegara bien a su departamento.

—No tienes por...

—Claro que sí, vamos—. De nuevo su tono autoritario, pero esta vez no le importó.

Entraron al edificio y subieron por el elevador hasta llegar al piso donde vivía Michiru. Chika la acompañó hasta llegar a su puerta.

—Supongo que eso fue todo—. Chika se despedía, tenía la mirada baja.

— ¿Nos volveremos a ver?— Preguntó Michiru, esperanzada.

—Cuenta con ello—. Le aseguró Chika.

Ella se fue estirando hasta alcanzar la cara del chico y darle un beso en la mejilla.

—Nos vemos—. Entró en su departamento y cerró la puerta.

Chika dirigió una mano hacia su mejilla, de verdad lo había besado... Se fue del edificio feliz por haberla conocido, pero preocupado por si llegarían a verse de nuevo.

Michiru se había dejado caer al momento de cerrar la puerta. Había encontrado a alguien que la entendía, y de verdad se sentía muy feliz por ello, pero a la vez preocupada de si lo volvería a ver...


¿Review? ^^ vamos, yo se que quieres mandarme un review arrojandome una ensalada :p esta bien, hago lo mejor que puedo ^^