Notas: ¡Buenas a todos! Esta es la primera vez que escribo una historia en , y no soy una escritora profesional (de momento). Esta historia se basa en la magnífica serie Glee. Yo espero que os guste mucho a todos y aceptaré cualquier crítica y comentario que me deis. Espero disfrutéis de mi historia.
Descargo la responsabilidad: no soy dueño de Glee ni de sus personajes.
A/N: Esta es mi visión de lo que pensó Quinn durante el capítulo 100 en el vestuario de los chicos.
"Porque, yo sé quién es mi alma gemela" dijo Puck, mirando de reojo hacia Quinn.
En ese momento, Quinn sabía al instante que se refería a ella. Habían pasado por muchas cosas desde que se quedó embarazada, y en el fondo ella también sabía que él era su alma gemela.
"Yo no te convengo. Se me da fatal que una relación con cierto grado de honestidad funcione" dijo ella, mirando hacia el suelo.
"Te quiero. Sólo dime que me quede, porque la verdad es que solo ha habido un tío con el que realmente has sido sincera" respondió Puck.
Ella lo miró atentamente a los ojos, eso preciosos ojos por los que ella se derretía cada vez que los miraba.
"Sólo dime que me quede, por favor" suplicó él, mirándola, esperando su reacción. Ella tan solo miró hacia el suelo con una pequeña sonrisa en la cara.
Después de un rato, Puck no pudo aguantarlo más y se fue, dejando allí a Quinn sola, mirando la camiseta de Finn.
Fue en ese momento, mirando la camiseta del que un día fue su novio, cuando se dio cuenta de que no podía perder a Puck al igual que Rachel había perdido a Finn. Puck era el único chico que realmente la hizo sentir bien, querida. Ni Finn ni Sam ni Joe ni Biff y menos aún su antiguo profesor la había hecho sentir como Puck la hacía sentir. Aún recordaba la primera vez que lo hicieron, cada caricia que la dio, cada beso, la forma en que la trató. No podía dejar que todo eso se fuera por la borda.
Cuando quiso darse cuenta, estaba corriendo en busca de su alma gemela, la persona que realmente amaba. Lo vio al fondo del pasillo y empezó a correr aún más rápido, no podía dejarlo ir.
Cuando por fin lo alcanzó, lo miró directamente a los ojos, se acercó a él y lo besó. recordaba su sabor, ese que le gustaba tanto y del que jamás se cansaría. Después de un rato, fue él el que se apartó, con una mirada extraña hacia ella.
"Quédate" dijo. Era lo que estaba deseando decirle dede que él la había dicho que él también se iría de allí.
Fue entonces cuando él sonrió, la cogió en brazos y dio una vuelta. Por fin estarían juntos, después de tanto años.
A/N Espero que todos halláis disfrutado de la historia. Espero vuestros comentarios.
