Cold hands
Shizuo aferró su mano para detenerle. Estaba congelada.
-Estás helado.
Izaya dejó escapar una risa que intentaba ser maliciosa, pero que sonaba demasiado débil como para ser genuina. –Nada nuevo. Siempre he estado algo bajo de peso, así que tengo la presión baja. –Intentó soltarse. –Ya sabes lo que dicen, manos frías, corazón caliente. –Y volvió a reír.
Pero antes de que pudiera escapar, Shizuo apretó el agarre de su mano y lo empujó hacia sí bruscamente. Izaya estaba demasiado sorprendido como para reaccionar, y antes de poder darse cuenta, los labios de Shizuo estaban sobre su frente, comprobando su temperatura.
-Idiota… estás ardiendo en fiebre.
-Oh vaya, eso es terrible. –Dijo Izaya irónicamente.
-¿Se puede saber qué haces deambulando por aquí fuera si estas enfermo? Ves a casa y descansa, estúpido.
-Vaya Shizu-chan, ¿no vas a aprovechar esta oportunidad única para matarme?
-No digas estupideces. –Respondió Shizuo frunciendo el ceño. -¿Qué sentido tiene matarte cuando estás tan débil que no puedes ni esquivar una simple máquina expendedora?
Izaya dejó escapar una débil risita. –Que considerado eres Shizu-chan…
-Al contrario que tú, yo tengo valores morales.
-Hahahahaha…. Que sensible para ser un monstruo… -Y se dejó caer sobre los brazos de Shizuo.
-¡¿Hey, que estás haciendo!? ¡Ponte en pie!
-Pero me voy a desmayar…
-¡No mientas idiota! ¡Pesas!
-Alguien como tú, con esa fuerza monstruosa no puede decir eso.
Shizuo refunfuñó algo, pero Izaya no le estaba escuchando. Siendo sincero consigo mismo, Izaya sabía que realmente debía ir a casa a dormir durante tres días seguidos como mínimo; pero no quería apartarse del abrazo de Shizuo. Se sentía tan cálido y confortable…
-Ah Shizu-chan… ¿Podrías llevarme a casa?
-¿Que estás diciendo? ¡Camina tu solo!
-Pero me siento tan débil… No puedo caminar.
-¡Antes estabas caminando perfectamente bien, rata mentirosa!
-Pero creo que mi fiebre ha empeorado… No creo que sea capaz de volver por mí mismo… -Y se hundió todavía más entre los brazos de Shizuo.
-Tienes que estar de broma… -Pero Shizuo se dio cuenta de que Izaya había dejado de escucharle de nuevo. Miró el rostro del informante. Tenía los ojos cerrados y las mejillas encendidas, y el calor que su cuerpo emanaba podía sentirse a través de la tela de su traje de camarero. En esos momentos la expresión de su rostro era realmente pacífica. Shizuó pensó que sería bueno si el pelinegro estuviera siempre así de tranquilo. Suspiró.
A Izaya le cogió totalmente desprevenido el momento en el que sintió su cuerpo elevarse y reparó en que Shizuo le había cogido en brazos.
-Pero que… ¿Vas a llevarme en serio? –Dijo Izaya estupefacto.
-Cállate. Eres un auténtico incordio. –Y empezó a caminar hacia el apartamento de Izaya. –Más te vale recuperarte pronto para que pueda matarte de una vez por todas.
Izaya no pudo evitar sonreír. Apoyó la cabeza sobre el hombro de Shizuo y cerró los ojos. – Que bueno eres Shizu-chan.
-No te acostumbres, pulga.
-Ni se me ocurriría.
Fin
Agender: Bueno, como podéis ver, todo esto es nuevo para mí, ya que este es el primer fanfic que publico, así que aún hay cosas en Fanfiction que no acabo de entender, pero estoy aprendiendo rápido. Aunque técnicamente es la segunda historia que subo, realmente viene a ser lo mismo ya que no es más que la traducción al español de un fanfic que escribí originalmente en inglés.
Pero dejando aparte tecnicismos, ¡espero que os haya gustado! Es la primera vez que escribo un fanfic de Durarara, aunque he leído montones de ellos, así que espero que al menos sea entretenido.
Muchas gracias por leerme :)
