Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer.

Claim:Jessica/Mike

Summary: Tal vez, después de todo, soñar no era tan malo y, al contario de lo que decía su madre, por vivir en las nubes no se iba a quedar para vestir santos.

Notas: Para el reto Palabras Para El Recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: Soñar)


Que te puedo decir

Si mi vida va peor.

Que te adoro sabrás

Eso siempre será igual.

Algún día veras

Nuestra suerte cambiará.

Para Vestir Santos- Viudas e hijas del Rock and Roll

Para vestir santos

Jessica siempre había sido bastante particular. Se pintaba una uña de cada color y vivía en las nubes. Le encantaba llevar su pelo rubio suelto desde que Mike Newton, en quinto grado, le había dicho que se le veía bien y no podía vivir si no tenía chicles de fresa encima.

Además, Jessica era muy soñadora. Amaba dejarse llevar por la imaginación y pensar que, tal vez, no todo era lo que parecía y que, por ejemplo, los Cullen eran vampiros o que Mike era un apuesto príncipe.

Pero, llegaba un punto en el que no era tan bueno soñar. Porque ella soñaba tanto que llegaba a confundir sus hermosos sueños (en los que Mike era un valiente caballero de brillante armadura y la amaba) con la cruda realidad y eso dolía.

Dolía cuando Mike miraba a Bella. Dolía cuando él la veía como una amiga más. Dolía cuando él se comportaba como un idiota que no tenía en cuenta sus sentimientos.

Pero ella estaba segura de que eso iba a cambiar. Todo aquello tenía que cambiar. Y aquel era el día, su día. El día de la boda de Bella. Hacía meses que no veía a Mike. Hoy era el punto final, el día decisivo. Si él no estaba interesado ella se marcharía a la universidad y lo olvidaría. Aunque le doliera con todo su corazón, lo olvidaría. Porque su madre tenía razón, si seguía así, viviendo de sueños, se quedaría para vestir santos (1).

Se maquilló, con extrema delicadeza, y se enfundó en un hermoso e insinuante vestido rosa. Estaba perfecta y esta vez no podía fallar.

Cuando lo vio su mundo dio vueltas, mientras que él le sonreía, con su sonrisa infantil y los ojos brillantes. Tenía tantas cosas que decirle (o tal vez sólo tenía que pronunciar un "te amo" que llevaba guardado desde siempre) y también tantas cosas que reprocharle. Pero debía seguir adelante, Jessica tenía que ser fuerte, dejar de soñar por un minuto y realmente tratar de conquistarlo. Esa era la única forma de lograr que Mike realmente la viera.

Le sonrió radiantemente y se sentó a su lado durante la ceremonia. Ambos fueron juntos a saludar a los novios y se sentaron uno al lado del otro en la mesa. También bailaron juntos toda la velada.

Jessica estaba feliz, estaba apunto de conseguirlo. Y lo supo cuando, al dejarla en la puerta de su casa, él la besó. Tal y como ella siempre había soñado.

Tal vez, después de todo, soñar no era tan malo y, al contario de lo que decía su madre, por vivir en las nubes no se iba a quedar para vestir santos.


(1) Para vestir santos es una frase que refiere a las mujeres que son solteras toda su vida.