Hola! Nueva escritora aquí!.
Primero dejenme explicar rapidamente esto.
La historia esta ubicada después de RE6. Ya sé que no sabemos que ocurre, pero por algo es fanfiction y sinceramente espero que todos salgan bien x.X.
Va a haber muchos momentos graciosos, incomodos y romanticos. Por las dudas le pondré rating M.
Espero que lo disfruten, estoy abierta a todo tipo de comentarios!
Saludooos
-Aun no puedo creer que vayas a "tomarte un tiempo"-
- Ya he hablado con el Presidente, sabes que si no lo necesitara, no lo haría Hunnigan, no está en juego solo mi salud física aquí.-
-Eso te lo concedo, no debe ser fácil superar esas..experiencias.
-Ya lo ves; ¿entiendes a lo que voy?.
Leon caminaba a través de la multitud que se iba juntando en el centro de la ciudad, algo que a él no le extrañaba, ya que luego de meses de crudo invierno, la gente aprovechaba los pequeños rayos y brisas de la llegada de la primavera para salir.
Era lindo poder caminar sin tener miedo de que se te congelen los dedos de las manos e incluso de los pies.
Para el agente, poder caminar significaba poder pensar.
Necesitaba el aire, la luz del día y , aunque parezca raro, necesitaba el murmullo de la gente a su alrededor.
Había pasado varias semanas pensando en la situación de si tomarse o no ese tiempo fuera del trabajo.
Leon nunca lo hacia porque luego le costaba horrores querer volver a enfrentarse dios sabe que cosa, en dios sabe que país.
Después de unos días de puro ocio, a su manera, su cansado cuerpo rogó que se mantuviera fuera de emociones fuertes, de vivir al extremo... aunque sea por un tiempo. Y para ser honestos él no encontraba verdaderos motivos para no hacerlo.
Cada vez había más hombres capaces de combatir el Bio-terrorismo.
Tal vez.. solo tal vez no fuera necesario que él regrese.
Aunque podría ayudar a entrenar, o capacitar a los nuevos novatos.
Eso si estaría fuera del termino "emociones fuertes".
Ahora estaba allí, en Boston ,ciudad a la que él viajaba con sus padres y obtenían un lindo departamento ; con el manos libres en su oído explicando a su compañera Hunnigan su inesperada "desaparición" en Washington, en un puesto de revistas pagándole a la anciana dueña, el periódico que ponía bajo su brazo.
-Pues espero que te recuperes Leon, sería muy bueno poder volver a verte por aquí... aunque sea de visita. Sabes que si necesitas algo, puedes llamarme. Aunque escucharás de mi dentro de poco.
-Leon sonrió- Gracias Hunnigan, cuídate. Nos veremos.
El castaño terminó la llamada enfocándose en el periódico.
Nada fuera de lo normal.
Dejando de lado los típicos asaltos, asesinatos, desapariciones.. y cosas que al agente el revolvían la cabeza.
Comenzó a caminar nuevamente hasta detenerse en el semáforo en rojo para los peones. Y sorpresivamente, todos lo cumplían.
Bueno, casi todos.
Una mujer, con auriculares en sus oídos llamó su atención.
Cabello moreno que a la luz del sol se tornaba rojizo iba suelto en ondas, provocando un vaivén con cada paso que ella daba.
Una exquisita falda negra se adaptaba a sus muslos y en lo alto de su cintura; Una camisa y unos tacos crema completaban el atuendo.
El sol hacía que esa mujer simplemente brillara...Parecía hecha en el cielo.
Él seguía con la mirada a esa mujer cuando Un fuerte bocinazo lo sacó de sus pensamientos.
Una…
Dos….
Tres veces el camión tocó su bocina. Pero la mujer simplemente estaba embobada con su música.
Sin pensarlo dos veces, Leon corrió hacia ella, y se lanzó a un costado de la calle tomándola y recibiendo él todo el golpe de la caída.
La gente emitió unos grititos de sorpresa y rápidamente se acercaron hacia ellos.
-Oh Maldi- Lo siento.. ¿Estas bien?-la mujer habló dándose vuelta aun encima del hombre que la había sacado del camino de ese loco camionero.
- Lo estoy y- ¡¿Claire?!
-¡¿Leon?!
-Apártense, Permiso, Apártense..¿ Están ustedes bien?- Un policía se acercó, tenia un telefono listo para llamar a la ambulancia.
-Si, si. Estamos Bien...De verdad eso- Leon señaló el celular con el numero 911 marcado- no hará falta.
- Leon, recibiste un buen golpe.. No sería mejor qu- Ahí mismo Claire se dio cuenta en la incomoda posición en la que estaban. Ella literalmente desparramada encima de su ex compañero. Un poco de rubor se subió a sus mejillas.
-Odio los hospitales.. estoy bien. ¿Y tu?
- Por ahora viva-Rogaba que el sonrojo no se le notara, se aclaró la garganta y comenzó a levantarse.
La gente una vez más, se acercó a preguntarles si necesitaban algo.. cosa que ellos agradecieron negándose.
- Sabes..., Me debes un café.- Comento su ex compañera de supervivencia cuando ambos notaron el Café de Claire desparramado por el medio de la calle.
La sobreviviente de Raccoon City se encontraba sentada en una mesita cerca de la entrada de un Starbucks a metros de su "accidente".
Leon había insistido en devolverle de inmediato su lamentable perdida de café y puesto que ella tenía tiempo sin verlo, aceptó.
Su amigo se había dirigido al baño, cuando una bonita mesera tomó su asiento enfrente de ella.
-Disculpa..
- Um, ¿Si?
- El hombre que estaba aquí contigo.. Bueno, pues..¿ él... y tu?
-¿ Te refieres a él?-Claire Señaló a Leon a lo lejos con su camisa blanca a medio abrir caminando hacia ella.- Es mi amigo. Y si eres rápida apuesto que tendrás su numero al atardecer.- La pelirroja le guiñó el ojo y la mesera con una ligera sonrisita se levantó dejando libre la silla.
El agente se sentó y la miró con un gran ¿qué quería? en sus ojos.
-No quieres saber.- Respondió ella encogiéndose de hombros.
-De...acuerdo, ¿algún daño del que tenga que saber?-Preguntó Leon mirándola fijamente con una sonrisa aproximándose en sus labios.
Claire se preguntó que pensamiento habrá tenido.
-¿Además del hecho que ahora tengo un zapato parlante?- ella levantó su zapato moviéndolo suavemente hacia arriba y hacia abajo provocando que la suela se despegara.- Umm Nop. Todo está en su lugar.
-Era tu zapato, o tu trasero. Elige.
- Ella solo suspiró-
Leon volvió a hablar.
-Dime algo... ¿Habrá algún momento en que nos crucemos sin que la vida de uno de nosotros corra peligro?
Esta vez fue la oportunidad de Claire de sonreír.
-Tal vez es por eso que en primer lugar nos cruzamos... Para salvar nuestros lindos traseros.
- Ajá.. Ya es...- los celestes ojos de Leon voltearon hacia el techo unos segundos para luego volver a enfocarse en ella- ¿la 4ta, 5ta, o decima segunda vez que te salvo mm?
- Ohhh lamento que tengas que hacer del caballero con armadura Sr Kennedy... Aunque es algo que te gusta hacer, rescatar mujeres en peligro y todo eso.., - él iba a protestar pero ella siguió hablando- Y, no te quejes.. por si tu memoria te falla, yo también te salve el trasero mas de lo que piensas.
-Touché.
-Dos cafés y tostadas- la mesera, la misma que hace unos minutos , los interrumpió colocando su pedido enfrente de ambos.
Claire la entendía.
Alto, Rubio, ojos claros, Cuerpo de infarto, mandibula y estructuras oseas bien masculinas, labi.-
Wooow, Ya.
La cosa es que Claire la entendia. PUNTO. Incluso con varios años encima, él seguia siendo apuesto. Muy apuesto.
Leon era de esos hombres para el crimen. Un crimen que quieres cometer más de una vez. Dejémoslo asi.
Aunque esa chica tenia que disimular. Un poco mas y les llenaba el desayuno de saliva.
-Muchas Gracias- Respondió educadamente él.
Claire intentó taparse la boca con la servilleta y tapar su risa.
Era una situación incomoda.
Pero graciosa.
-¿Que?- preguntó su amigo con la taza de café en su mano.
-Nada- la pelirroja negó con la cabeza, aun intentando disimular su sonrisa.
-Y dime... ¿qué haces aquí, en Boston?
-Bueno, TerraSave me envió a verificar la central de aquí. Al parecer son un desastre con papeleos. Asi que, estas frente a una Superior, Kennedy.
- Felicitaciones.. Y dejame decirte que la vestimenta de superior.. te sienta muy bien.
-Cállate
-Claire Redfield, Superior de TerraSave, deleitando las miradas de tus empleados.
-¿Deleitando miradas? Leon, - ella rió- Eres tan idiota como siempre. ¿Y tu? Creí que seguías trabajando en Washington.
-Eso hacía, decidí tomarme un tiempo fuera del trabajo, Mis padres tenían un departamento aquí y ya que odio buscar lugares donde vivir, y hacer toda la mudanza y papeleos...Aquí estoy.
-Me parece muy buena idea, necesitas un respiro, al igual que mi hermano.
-Hablando de él, ¿como está?
- Jill está obligándolo a hacer dieta, y a dejar el alcohol por un largo tiempo.
- ¿Quien mejor que Jill para cuidarlo, huh?
- Yo hubiese intentado, pero creo que no es de mi talla.
-¿Demasiado grande?
- Há, borracho y con migrañas es presa facil, - ambos rieron- No, en realidad solo quería que estén juntos, ellos se había tomado un tiempo, a lo que Chris reaccionó tomándole gusto por la bebida y ella entrenando y asesinando muñecos de lucha. Cuando él regresó de China, Jill comenzó a ser su enfermera personal. Esta muchísimo mejor, ya es él de nuevo.
-Me alegro mucho Claire, sé el cariño que le tienes, y …yo también- Leon Tomo un sorbo largó de café.
-Ahh, ¿y lo demuestran peleandose y apuntandose armas el uno al otro?
Y en ese momento, la mitad de ese largo sorbo de café termino fuera de la boca de Leon.
-¿Disculpa?
-Ya me enteré, ambos pelearon mano a mano.
- Estábamos…. fuera de sí, era la única forma de parar a Chris que haga una estupidez, él.. queria matar a-
-Ya, ni lo digas. Sé toda la historia, fui una de las que leyó el reporte. Piers estaba allí durante su lucha.
-Piers.
-Ajá, Piers Nivans el compañero de Chris.. Aunque – ella noto la tension que se había formado en el aire- no quiero hablar de trabajo.
-Tampoco yo, y menos de ese trabajo…
-¿Con que Mi hermano te pateó el trasero Huh? – ella comenzó a reír al ver la ceja de Leon levantándose suavemente, formando una replica de poker face.
-Por favor, él se comió unos cuantos golpes míos también, no le des todo el crédito.
- ¿Algún daño que tenga que saber, mmm?- Dijo Claire tratando de imitar el tono de voz de Leon, sin mucho éxito.
- Moretones, costilla flotante izquierda fisurada, nada demasiado grave.
- Dios mío, ya me imagino mi reacción si yo estaba ahí.
-Gracias a dios que no estabas ahí.- Susurro Leon mientras mordía una medialuna.
-¿Por qué lo dices?
- No me hagas caso, Dime ¿ Te hospedas cerca del centro?
-En realidad , me hospedo en un departamento a las afueras con mi grupo. Son esos departamenos te rias. No es nada lindo. Es solo hasta que cada uno se ubique bien Aqui en boston.
-¿Cuantos son?
- Tres mujeres y tres hombres. Ahora solo queda uno, Piers, que ya se está mudando.
-¿Tres mujeres y tres hombres? ¿Y solo falta uno en mudarse? Me siento mal por él. Aunque no, no en realidad , apuesto que se debe sentir Casanova.
- Puff!- rió su amiga lanzandole una servilleta a la cara.
Leon sonrió y tomó otro sorbo de su café.
Un raro pensamiento cruzó por su mente.
¿Y si….?
-Escúchame.. esto es raro y todo lo que quieras pero.. mi departamento es grande, si tu quieres puedes quedarte, hasta que encuentres algo mejor.
-…..-
-Hablo en serio Claire.
-¿Que? Leon yo n-
-Shh- Créeme, tengo lugar, casi nunca estoy, así que estarás libre para hacer tus cosas; Claire, no es problema para mi., toma esto como si yo fuera tu compañero de piso...
-,,,,,,,-
-¿No me harás rogarte no?
-Bien, Bien. Aceptaré ser tu compañera de piso. SOLO hasta que encuentre algún lugar..¿ Hecho?
-Hecho.-
-Así que, Ya encontraste un lugar- Lizzie Sherman, una de sus compañeras observaba como Claire empacaba su ropa y miraba alrededor cual perrito tratando de morderse la cola buscando cosas para no olvidárselas.
-Algo así- Dijo Claire corriéndose el pelo de la cara- Un amigo me dejara vivir con él hasta que encuentre algo.
-¿ Un Amigo huh?- Clarissa, otra de sus compañeras de piso, entro a la habitacion con cajas vacías para los informes que mas tarde Claire leeria.-Déjame preguntar; ¿Amigo, Amigo? O ¿Amigo con derechos?
-¿A que te refieres?-Pregunto Claire tratando de cerrar una de las cajas llenas de libros.
-Amigos con derechos, tu sabes..derechos sexuales.- Anna una de sus compañeras ya instalada en Boston, entró y tomó asiento en la enorme cama de la pelirroja junto con Lizzie.
Clarissa también se les unió, todas mirándola fijamente como si estuvieran en la secundaria esperando que Claire les contara cómo le fue en su primera cita.
-Leon es solo mi amigo. A.M.I.G.O. nada de sexo, nada de besos. NADA. y - AGJJJ esta maleta, ¿por qué no cierra?!- decía exasperada mientras la golpeaba y sus amigas ahogaban una risita.
-No te creo,¿ nada de beneficios?.. Oh ya se , apuesto que es un viejo aburrido.-Anna río.
-¿ Ninguna de ustedes lo conoce verdad?
-No- dijeron todas al unisono.
- Ya lo verán….Entre nosotros todo es profesional, y no pasamos la linea de amistad. Punto.
-Hey Claire, tal vez el no te dé esos derechos, pero de verdad los necesitas.- Todas rieron incluida Claire, como una manada de hienas.
Toc, toc , toc.
-¿Si?
-Claire , Soy yo.
-Leon, pasa!
-Oh.. tienes compañía, Buenas tardes.
-Chicas él es Leon.
-...-
-...-
-...-
-Umm Leon ellas son mis , de repente, calladas amigas Clarissa, Anna y Lizzie.-Dijo Claire señalando una a una, mientras Leon les tendía la mano.
-Un gusto.
-I..Igualmente- dijeron las tres provocando una sonrisa en Claire.
-Comenzaré a bajarte esas cajas ¿si?-
-Cuidado, están pes-
Pero el las levantó como si de plumas se tratara.
Leon salio de la habitación y Lizzie, una de las mas tranquilas, corrió hacia la ventana que daba a la calle, justo donde el auto de Leon estaba aparcado.
-A la mierda...-A. LA –MIER-DA
-...-
.-
-...-
-¡¿Con el no tienes derechos?! ¿ESTAS LOCA? yo le daría todos los derechos, puede pegarme en el trasero y llamarme Marta, y no me importaría!
-Oh por dios! Pervertidas- Claire comenzó a reír mas fuerte y se tapó los oídos dirigiéndose a la puerta.
Si...
Este era el efecto Kennedy.
-Cualquier cosa me llamas, ¿de acuerdo?
- Lo haré Piers, no te preocupes, estaré bien.
-No confío en él.
-¿EN Leon? Já, Tu no confías en nadie.- Claire río y lo golpeo suavemente en el hombro- te veré en el trabajo, cuidate Campeon.
Ella se despidió de las chicas y Piers, inesperadamente, la abrazo fuertemente contra su cuerpo.
Se sentía Bien.
Muy Bien.
Claire se separó enviándole un guiño y caminó hacia su castaño amigo, que estaba apoyado en la puerta del auto.
-¿Creen que te secuestrare y matare o algo así?
-Solo no quieren quedarse sin trabajo, tienes que entenderlos.
-Y mas que nada Piers..No mires ahora pero tu "compañero" esta que me quiere romper la cara a golpes.
- ¿Que? El no es así, y no somos nada. No tendría por que.. ahora métete allí y llévame al departamento de una vez.
-Si, Señorita.
Ambos sonrieron.
Tal vez, y después de todo, podrían llegar a convivir juntos.
Solo como amigos.
Sin derechos.
Y eso, definitivamente era un desafío aceptado.
