DISCLAIMER:

Ninguno de los personajes o contenidos me pertenece, son propiedad del gran Stan Lee.

ADVERTENCIA:

Este capitulo contiene una pequeña referencia a la religión. No quiero ofender a nadie, y tampoco refleja mi punto de vista, solo me pareció que encajaba perfecto en la descripción de la situación. :)

"Por favor perdóname. Aún mientras escribo esas palabras suenan tan huecas. Mis errores…no, mis elecciones…no pueden ser deshechas, mucho menos perdonadas. Como sucedió todo esto…y la verdad acerca de Arma X. Tendría que haber terminado allí, ¿seria menos que un monstruo? ¿O más? ¿Reconocería al menos la diferencia? Claro que no tengo que contarte acerca de los monstruos. Tu vida esta definida por monstruos. Replicar el gen mutante fue difícil, pero reconstruir Arma X parecía imposible. Pero me sentía viva, el trabajo, el fracaso. El desafío. Era como una luz resplandeciente, brillando dentro de mí. Sentí que mi vida tenía un propósito. Que tonta fui. Pasaron semanas. Me parece tan increíble ahora, que en todo ese tiempo, dar todo lo que sabía, lo que estaba haciendo y lo que resultaría…no lo pensé dos veces. Me dije a mi misma que no eras real. Me dije que era ciencia, no vida. Estaba creando un arma, no una niña. Estaba equivocada. Cuando era pequeña siempre creí que lo que me pasaba…me lo merecía. Que todos tenemos lo que merecemos. Quizás tenía razón. No era mas la investigadora, ahora era parte del experimento. Un recipiente para ser examinado, pinchado. Para ser violado. Ciertamente no se preocupaban por mi, no con un arma para entrenar. Un equipo de médicos, psicólogos, nutricionistas y estrategas militares regían mi vida ahora. Vigilaban cada movimiento mío, pero no vieron todo. Pedí perdón antes. Ahora te estoy diciendo que no me perdones. A ninguno de nosotros por lo que te hicimos. Nunca. Recuerdo todo…todo lo que te hicimos, y tu mereces saber por qué hicimos esas cosas. Tu entrenamiento estaba designado para despojarte de tu humanidad. Después de todo, a los ojos del programa, no era un humano, eras un arma. Un arma que voluntariamente concebí para ellos. Nuestras órdenes eran evitar que ganaras algún sentido de ti misma, decían que comprometería nuestra habilidad de controlarte. No debíamos tratarte nunca como una niña, solo como un arma. Pero no todos siguieron esas órdenes, y estoy agradecida por eso. Sutter quería completar tu construcción pero era imposible mientras tu Factor de Curación estaba inactivo. Jamás sobrevivirías a la cirugía, así que le dio permiso a Rice para que dé cada paso que sea necesario para activar tu Gen-X. Eligio envenenamiento por radiación. Casi mueres ese día. Desafortunadamente, Rice tenia razón, la radiación funcionó. Ahora nada se interponía en el camino, especialmente yo. Solo me enteré después lo que pasó, que tus garras fueron extirpadas una por una, afiladas y recubiertas con el indestructible metal, Adamantina. No se suponía que seria así, En absoluto. Debí haber sabido lo que vendría, no es que hubiese podido evitarlo, pero lo hubiese intentado. Lo siento, lo siento tanto. Cuando fue tiempo para tu primera prueba de campo, el objetivo fue

Elegido tirando la moneda. Quien era, no importaba, siempre y cuando el objetivo sea prominente. Sutter necesitaba hacer una declaración, y tu se la entregaste al mundo. Yo quería entender por que hacíamos esto. Le dije a Martin que quería entender por que tenías que asesinar públicamente a un hombre inocente, a su familia y a tantos otros. Así que él me dijo 'es simple, no puedes vender nada sin publicidad'. De eso se trataba todo, comprar y vender vidas por ganancias. No salvar al mundo, ni conquistarlo. No, era por dinero, mucho. Martin te vendió por un millón de dólares por peso, y como sabrás, no había escasez de compradores. Rice tenia razón, yo no importaba. No para ellos, ni para ti, ni para nadie. Todo lo que podía hacer era observar, mientras tu eras obligada a asesinar y matar, y matar, y matar. Mataste a la realeza, capos de la mafia, señores de la droga, dictadores, asesinos...a cualquiera, a todos... por un precio.

Por tres años, asesinaste sin fallar. Cada objetivo que te asignaban, tú lo matabas. Cada limite de tiempo que te imponían, lo batías. Cada punto de encuentro que complotaban, tu llegabas, excepto uno. En donde Rice te esperaba. Cuando volvió de la misión, nos dijo lo que pasó. Dijo que no llegaste al punto de reunión a tiempo, que tuvo que abortar la misión cuando el equipo comenzó a abrir fuego. Y que te vio morir. No quise creerle. Nunca me dijiste qué paso, como sobreviviste ni como lograste encontrar el camino de vuelta. ¿Por qué no me lo dijiste? Por mucho tiempo me diferencié de Sutter y de Rice. Ellos te hicieron una asesina. Ellos eran los que te usaban. Pero solo se necesitaba una llamada telefónica para abrir mis ojos y ver que yo era igual que ellos. Dicen que el la vida somos juzgados por las elecciones que tomamos, son lo que nos define, y yo elegí traerte a este mundo. Elegí quedarme en el programa aun luego de que te despojaran de tu humanidad y te convirtieran en un arma. Soy responsable por todo lo que te ha pasado, por todo el dolor, la muerte, por todo lo que has sufrido. Porque yo tenía opción y tu no. Y elegí no hacer nada. Siempre asumí que era Rice el que te cortaba. Te hirió tantas veces en el pasado…casi te mata, dos veces. Nunca quise creer que eras tú. El daño que hice…¿podré perdonármelo alguna vez? No puedes evitar lo que Rice te hizo hacer…pero de alguna manera te las arreglaste para salvar a Henry y decirme la verdad. Lo que significa que hay esperanza…me mostraste que fallamos…no eres un arma, eres una niña. Siempre recuerda que no tienes la culpa. TU NO ELEGISTE ESTA VIDA. Nosotros…yo te forcé. La sangre que derramaste esta en mis manos, no en las tuyas. Y por favor entiende por que debo pedirte que mates una última vez. Porque lo que harás esta noche esta bien. Esta noche, servirás a la justicia. Esta noche, recuperarás la vida que te robamos. Nunca quise una familia. Mi padre me quitó ese deseo. Me quitó mi niñez, mi inocencia y mi vida. Y yo tomé las tuyas. Me convertí en lo que más odié y temí, y tú te volviste mi victima. Pero entonces, me mostraste la esperanza. No cuando salvaste a Megan, sino cuando salvaste a Henry. Me mostraste que podemos elegir ser algo mas que aquello que nos obligan a ser, podemos ser algo mejor que lo que creemos que somos. Y, en ese momento, salvaste mi vida, y todo lo que me importa ahora es salvar la tuya. Desearía que podamos huir sin derramar más sangre. Pero si no los detenemos, nunca se detendrán. Y lo harán de vuelta. Ya han empezado. Después de esta noche, seguiremos adelante y no miraremos atrás. Empezaremos una nueva vida, tendremos un futuro, seremos una familia. Discúlpame por haber esperado tanto tiempo para decirte estas cosas. Hay mucho más que quiero decirte, y lo haré, pero hay una cosa que debes recordar siempre, no importa qué pase: TU ERES UNA NIÑA, NO UN ARMA. Eres mi niña. Eres mi hija y te amo. Siempre te amaré, Laura.

Tu madre, Sarah."

'Tú eres la primera persona que lee la carta de mi madre. Espero que te ayude a comprender quien soy, y por consiguiente por qué debo irme. No puedo quedarme, aunque realmente lo deseo. Soy peligrosa y son conciente de eso, más conciente que cualquiera. Puedo lastimarlos. Puedo lastimarte y eso es algo con lo que no podría vivir. Sé que comprenderás que no debes intentar localizarme, pues seria en vano. También espero que comprendas que no puedo asegurarte que volveré, puesto que no sé que me depara mi viaje.

Gracias Julian, por animarte a mirar más allá del arma asesina'

Laura.

Julian estaba en su habitación, leyendo por quinta vez en una semana las cartas que Laura Kinney le había dejado hace casi ya tres años atrás.

Aún la extrañaba.

Y para estas fechas, las cosas no eran mejores. De niño, Julian amaba las navidades. Todos esos paquetes brillantes, llenos de sorpresas bajo un árbol enorme, luces de colores, dulces a montones. Pero los acontecimientos de los últimos años de su vida le hicieron cambiar de parecer. La muerte de su amigo Brian, la partida de Sofía…demasiadas peleas y muerte. Y la gente festejando a un Dios que permite todo eso. Y, como cereza del postre, Laura desapareció de la noche a la mañana, dejándolo muy confundido acerca de sus sentimientos hacia ella. Se habían acercado mucho unos meses antes, bastante más de lo que él jamás pensó. Y de repente, la chica se esfuma.

Él intentó dar con su paradero junto con Logan, pero tal como lo había advertido Laura en su misiva, fue en vano. Logan sabia que Laura se había alejado por la seguridad de sus amigos, pues sabía que los actuales responsables del Proyecto Arma X seguían buscándola. Y también que era un viaje de autoconocimiento.

Habían pasado casi tres años ya. Y Julian había tenido tiempo de sobra para pensar en sus sentimientos. Y maldijo la hora en que ella se fue.

Afuera, el césped verde se escondía bajo una capa de impecable blanco.

En la mansión, los estudiantes y profesores iban y venían entre preparativos para la cena, todo estaba decorado con guirnaldas, y demás artículos navideños. Julian escuchaba el jolgorio desde su cuarto, y sabía que tenía que unírseles, que debía bajar a festejar con sus amigos.

Se puso de pie, guardo la carta en el cajón de su mesa de noche y salio del cuarto.