¡Hola!

Bueno, este es mi primer fic de la pareja que más amo en todo el universo de TMNT: CaseyxRaphael o, como yo lo bauticé "Rasey" (marca registrada) xD

Por lo tanto, esto es hombrexhombre, así que si no te gusta, te aliento de la manera más atenta y amable que des clik en "atrás" y busques algo que sea más de tu agrado.

Si no te gusta no leas y ya, no te provoques molestias de a gratis :)

*Respira agitadamente en pánico* espero que te guste y gracias por leer nwn/

Sigo sin entender por qué hasta hoy público algo de estos dos si vengo fangirleando acerca de ellos desde que se confirmó que Casey saldría en la segunda temporada .-.

¡Oh! lo olvidaba, esto se subirá cada quince días ewe

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Día 1 Tomándose de las manos

Si hay algo a lo que Raphael aún no logra habituarse es al ritmo de sueño de Casey.

Casey siempre duerme en las noches y se mantiene despierto durante el día. Y él, antes de conocerlo, habitualmente dormía a partir de la primera hora de la tarde y el tiempo restante del día era para hacer cosas.

Ahora no.

Ahora no son pocas las noches en que duermen juntos en su habitación o en la casa de Casey, y que por lo mismo de que no tiene sueño, se la pasa dando vueltas en la cama sin poder dormir. Y el problema no es que al día siguiente esté somnoliento y de mal humor, sino que todas esas horas que no logra dormir inevitablemente se vuelven más largas porque sin quererlo, se pone a pensar demasiado.

Últimamente, el tema de medianoche son las diferencias.

El color de la piel, la altura, la especie, las manos…

Cuando Casey usa los guantes de su ropa de vigilante pueden tomarse de las manos normalmente y su mano encaja perfectamente en la suya. Pero cuando no los usa, no puede evitar que un cierto tinte de tristeza y desconcierto detenga su aliento al ver que incluso algo tan simple como las manos, es diferente entre los dos.

Por eso cada vez que esa diferencia aparece en su mente, invariablemente levanta el brazo del humano que usualmente descansa sobre su plastrón o cadera y pone su mano contra la suya, observando bajo la luz de su lámpara de Halloween cuan diferentes son.

Una es verde, la otra no; una tiene tres dedos, la otra cinco… y el tamaño…

En este punto, usualmente su frustración explota obligándolo a salir el abrazo del vigilante y a abandonar la cama, a tomar sus sais y escapar a la calle para sacar un poco de humo. Pero también en este punto, usualmente Casey también se despierta y lo toma de la mano antes de que se levante de la cama.

Y así se quedan varios minutos. Raph sentado en la orilla de la cama sin voltear a verlo, y Casey casi completamente dormido con la mejilla todavía pegada a la almohada sin soltarlo ni un segundo. No obstante, la constante en esta situación es que ambos están atados por precisamente eso que fastidia las horas de sueño de Raphael: las manos.

A veces, la frustración de Raphael gana y termina por soltar la mano del vigilante para salir a romper cosas o golpear delincuentes toda la noche; y a la mañana siguiente cuando regresa sucio, sudoroso y cansado, ninguno de los dos habla del tema.

Porque Raphael sabe que estos pensamientos acerca de las diferencias provienen de él mismo y por lo tanto, él es el único que puede resolverlas; y porque Casey sabe dejar libre a Raphael cuando este así lo requiere, pues que lo tome de la mano es una invitación a olvidar todo y quedarse, no una petición o demanda de quedarse y hablar.

En otras, la silenciosa pero paciente manera de decir "todo está bien" de Casey es escuchada y Raphael regresa a la cama. Después, el vigilante se coloca encima de él y comienza a besarlo. Besa su cuello, su barbilla, sus clavículas y el borde roto de su caparazón hasta que siente que el menor está más tranquilo y entonces se vuelve a quedar dormido con el tibio cuerpo de Raphael como cama.

Y aunque el ninja de rojo no logra el conciliar el sueño hasta un buen rato después, al menos ese tiempo de vigilia pasa mucho más fácil y rápido que el anterior pues su temperamento y mente ya fueron tranquilizadas por los cariños del mayor.

Pero sin importar lo que pase, el resultado al día siguiente siempre es el mismo: Raphael está muerto de sueño.

Tiene sueño en el desayuno, tiene sueño en el entrenamiento, tiene sueño en la patrulla… y las horas que logra dormir durante su horario de sueño vespertino si bien le ofrecen algo de descanso, también son las mismas que provocan que al momento de ponerse el Sol, no se sienta lo suficientemente cansado como para poder dormir toda la noche.

Sin embargo, eso casi no le molesta a Raphael.

De alguna manera ha aprendido a amar el dolor de cabeza, la desorientación, la manera tan lenta en que su cerebro parece procesar las cosas, el empezar a quedarse dormido apenas se queda quieto en algún lugar; todo lo que conlleva desvelarse tanto porque cuando alguna de estas cosas pasa, Casey siempre lo toma de la mano y la agita suavemente para despertarlo y ponerlo alerta.

"-Raph, despierta, te caerás dentro del plato de fideos-"

"-Raph, te estás perdiendo la mejor parte de la película-"

"-Raphie, levántate un segundo para que acomode las sábanas y ya te duermas bien-"

"-Raphael, te juro que si te quedas dormido me voy a enojar para siempre, así que cuando regrese a la cama quiero que sigas despierto y listo para que te haga el amor-"

E incluso después de haberlo despertado, Casey no suelta su mano en lo que resta del día. Dibuja pequeños círculos en su palma, juega con las vendas de sus nudillos, y cuando nota que Raphael no logra mantener los ojos abiertos por más de algunos minutos, también se pone a juguetear con sus muñequeras. Todo lo que sea necesario para mantenerlo despierto pues sabe que si deja que se duerma, por la noche no podrá hacerlo y se pondrá a pensar cosas que honestamente a él no le causan conflicto alguno. El vigilante sólo sabe que ama a Raphael y con eso le basta ante lo que sea.

Pese a que Raphael a veces no soporta el dolor de cabeza y su temperamento se siente a punto de estallar por la falta de sueño, la verdad es que aunque le cueste admitirlo y sepa que es irónico y contradictorio a sus conflictos nocturnos, le encanta como se siente la mano de Casey en la suya.

Ya que es como si a pesar del caos andante que es a Casey eso no le importara y lo aceptara tal cual es. Justo como si al humano muy poco le importase su mal carácter y estar "cuidando" todo el día que no se quede dormido hasta en la ducha. Como si por fin y por primera vez en su vida hubiera alguien que lo ama y soporta sinceramente y no porque así lo indican los lazos familiares o la convivencia forzada.

Como si al fin hubiera un lugar en el mundo para él.

Sí. A pesar de sus dilemas nocturnos y de que el acto en sí mismo le parece sumamente cursi y chocante, Raphael ama la mano de Casey sujetando la suya. Tanto, que realmente no le importa que sus hermanos y padre sean testigos de que prácticamente ahora, él y Casey se la pasan todo el día de la mano.

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"Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor."
Mario Benedetti,La tregua

;u; no puedo creer que llegaras hasta aquí. ¡Muchas gracias por leer!

Espero que te haya gustado y espero nos leamos pronto.

Bye!