¡Hola a todos!
Esta historia participa en el "minireto de noviembre" de La Copa de la Casa del foro "La noble y ancestral casa de los Black"
Espero les guste :)
Disclaimer: Todo el potterverso es de JK, yo solo juego con sus personajes.
Ya tenía todos los ingredientes listos. Harina, huevos, mantequilla, chocolate y azúcar, todos formados en orden. Los colocó en un recipiente grande, y mágicamente agitó la mezcla. Cuando la mezcla de un bonito color café uniforme, la vació en pequeños recipientes metálicos de forma redonda y con mucho cuidado lo metió en el horno ya caliente. Y esperó, encendiendo la radio mágica para escuchar algo mientras seguía trabajando.
Hizo romper los huevos con su varita y les agregó azúcar, hasta que se hizo una sustancia esponjosa. Tomó de su alacena uno de los cientos de frascos de colorantes y le agregó una cucharadita. Inmediatamente, el betún se pintó de colores, simulando un arcoíris.
Al fin sonó la campanilla del horno, y sin poder evitar una sonrisa, sacó las magdalenas a que se enfriaran. Después, alzó su varita y delicadamente pintó las magdalenas con el betún multicolor, haciendo florecitas sobre el panecito con mucha concentración, sin evitar morderse el labio. Era como una obra de arte.
No pasó mucho tiempo para que la chimenea despidiera flamas verdes, y de ella salieron Blaise, Pansy y Theodore, corriendo hasta la cocina.
— ¿Están listos? —Le preguntó Blaise.
Él acercó la bandeja llena de magdalenas como respuesta, lo que hizo sonreír a sus amigos.
—Son tan hermosos que no quiero comerlos— Dijo Pansy
—Más para mí— Dijo Theo abalanzándose a las magdalenas.
—Greg, eres el mejor repostero del mundo, ¿lo sabias?— lo elogió Blaise.
Gregory no pudo contestarle, pero le dedicó una sonrisa orgullosa. Era feliz, después de tanto tiempo de luto, había encontrado una paz inmensa en sus postres, y estaba seguro de que a Vincent le habría encantado.
¿Review?
