Hola, hola! Aquí Critillyn trayendoles el 5to mini fic, muajajajaja y muy emocionada de que al fin la inspiración vino con el tema que es mas de mi agrado.

Y otro fic donde mi propio personaje Natsuki Asakura sale como una de las protagonistas (NA: lo se, es mi pensamiento frustrado el que la intenta meter en todo XD)

Recuerden Naruto no me pertenece, solo estoy tomándolo prestado como ayuda para mis retorcidos cuentos, AH! Eso si, Natsuki Asakura y todo lo relacionado a ella, eso si me pertenece.

Debo hacer una aclaración, aquí, Itachi y Sasuke no son hermanos, pues para salir un poco de la monotonía he pensado hacerlo así, si les molesta por favor avisadme, que de inmediato, veo lo que se hace.

La continúa lucha entre Vampiros y Licanos.

Cap 1: Todo tiene un inicio.

La niebla besaba el suelo, por cuan baja estaba, y aunque estaba en medio de un bosque a duras penas se podían observar los árboles centenarios, que mostraban sus anchas ramas, cubiertas abundantemente de un musgo tan plomo que parecía estar seco. Tan junto estaba un árbol del otro, que la luz, prácticamente no se colaba, lo que le daba un aspecto mas lúgubre, y entre tanta maleza un imponente castillo se alzaba, escondido entre la niebla tan densa, y los árboles tan viejos, aun así se podía observar la gran sombra que la luz creaba de tan majestuoso baluarte. Unos cuantos kilómetros mas, y se encontraba una villa, que no tenia mas de doscientas personas, pero que con el tiempo, disminuían.

Era la época renacentista, y aun en esa estación, la vida, para la gente era mítica y oscura, ni una sola alma se acercaba en sus cinco sentidos, a la grandiosa construcción ni de día y mucho menos por las noches, donde una infinidad de sombras se escabullían por la puerta principal, en busca de alimento carmesí, que mantenía vivos a los demontres que en aquel castillo habitaban.

"Ahí anda el diablo a sus anchas" repetían las abuelas "si te portas mal, te dejo en el castillo" decían las madres como amenaza a sus hijos, cuando los querían quietos "Un día, todos los aldeanos vamos a revelarnos y desapareceremos ese castillo" decían los maridos, infundiéndose propio valor a toda su familia. Y no era de menos, simplemente el solo nombrar "castillo" y la gente se santiguaba y las viejas tomaban el rosario en sus manos, orando por las endemoniadas almas que en ese castillo habían hallado su hogar, desde hace mucho.

Pero ni eso, era motivo, para que los disturbios internos cesaran los comentarios de "el diablo" dentro de aquel lugar, pues cuando entre las sombras una pequeña luz tintineaba, los gruñidos de enojo resonaban a lo largo del bosque hasta la villa mas cercana, callando a todo ruido que se manifestaba, porque cuando el suelo vibraba por el rugir del castillo, hasta el mismo río, dejaba de correr agua, de temor de aquellos ecos

-"DEJALO, DEJALO!" –la chica vestida de negro y largos cabellos color azabache, gritaba a los cuatro vientos. –"PADRE, TODO, MENOS ESA CONDENA!"

-"Que no se hable mas, y ¡cállenla!" –dijo un hombre corpulento de cabellos plateados, al igual que sus ojos. –"y denle a este remedo de vampiro la pena que se merece"

-"PADRE, MI VIDA EN VEZ DE LA SUYA, ¡¡¡PADRE!" –gritaba ahora sujeta a dos hombres voluminosos, que la tenían de los brazos.

-"He dicho que la callen, y llévensela, no quiero que en medio de toda la ceremonia de condena, ella se entrometa" –caminó hasta llegar a la pared y con una de sus largas uñas, la introdujo entre las piedras, que de inmediato se abrieron, mostrando un libro, enmohecido por el tiempo. –"HE DICHO QUE SE LA LLEVEN"

-"Padre…" –sintió un frío golpe en el final de la nuca antes de que sus ojos comenzaran a cerrarse.

-"Y tu, Garaa, prepárate a la peor de las condenas…"

Abrió el libro, y de inmediato una criatura apareció en una nube de polvo, estaba oculta en una capucha descomunal, que se arrastraba unos cuantos metros alrededor de la misma, era de color café, parecía ser la madera de un árbol, su espalda la tenia curva y en una mano tenia un palo, que ocupaba como bastón; traía consigo un báculo que brillaba con tal intensidad que la piel de los vampiros comenzaba a escamarse, y comenzó a caminar cerca del chico, que atado con unas fuertes cadenas al piso a penas y podía ver lo que le esperaba.

-"Como osaste en poner los ojos frente a mi hija" –mencionó cuando movía las páginas del libro, buscando algo entre ellas.

-"Tiene la capacidad de escoger por si misma, y me prefirió" –masculló aun con la cara sobre el suelo

-"que te calles, prepárate" –poso su mano sobre la página escogida

Dos subordinados salieron, después de haber obligado por las malas a dejar la habitación a la muchacha, cada uno tomo un libro igual al que tenía el viejo. El más joven, tenía el cabello hasta los hombros, de color negro, con finas líneas rojas, su piel tan blanca como el mármol, y sus labios de un rojo casi irreal. El otro, parecía de un cuento de terror, las orejas puntiagudas y sus huesudas manos sobresalían de la larga túnica que cubría hasta el último de sus cabellos grises plateados, tenía los ojos saltones, y uno mas cerrado que el otro, una monumental cicatriz se extendía en la mejilla izquierda

–"Señores de la oscuridad de los cuatro mundos, yo los invoco otorgadme todos los poderes que poseen" –la luz del báculo de la criatura comenzó a brillar, mucho mas todavía.

-"Oscuridad mas allá del anochecer; carmesí de flujo de sangre enterrada en el flujo del tiempo; en tu gran nombre, me entrego a mi mismo, a la oscuridad" –el mas joven de todos los que aportaban a la ceremonia seguía recitando, con otro libro, igual en sus manos.

-"Deja que todos los tontos que están en nuestro camino sean destruidos; por el poder que tu y nosotros poseemos" –uno mas viejo, estaba con otro libro, y cerrando el circulo alrededor del pelirrojo.

-"Te invocamos, TRÁELA DE VUELTA" –gritaron los tres al mismo tiempo, haciendo que el báculo del sujeto brillara y con el mismo atravesara el pecho del muchacho que atado de pies y manos con una cadena, ahogo un grito de dolor y desesperanza en su pecho.

Luego de eso, toda luz se extinguió, y el cuerpo, casi inerte, aun atado de pies y manos, reposaba sobre el suelo, con un hilo de sangre que resbalaba por sus labios.

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-"Camina, no tenemos tiempo" –mencionó la misma chica de cabellos negros, tan largos que le llegaban a la cintura –"El sol está por salir"

-"si ama" –otra chica de cabellos negro azulado, muy cortos estaba a su lado caminando tan rápido como la primera lo hacia.

-"Te he dicho mil veces que no me llames ama, soy Natsuki, ¿Si? Nat-su-ki" –apresuro el paso, al ver el tono violeta que se tornaba en el cielo.

-"De acuerdo a… digo Natsuki" –caminó al lado de su ama, hasta llegar a un mansuelo donde unas grandes letras doradas indicaban a que familia pertenecían "Asakura"

Al abrir el sepelio dos murallas se extendían en forma vertical, con infinidad de nombres de una casta olvidada con el tiempo, pero que aun mantenía su nombre, escrito en el olvido, por supuesto, ahí, tras el nombre de "Asakura Natsuki" una enorme puerta se abrió al momento de tocar las letras "SARAKI" y una inmensa escalera de caracol se entendió a sus pies.

-"Natsuki, el sol, se esta colando por las ventanas" –su piel calcinaba como carbón hirviente, cuando un rayo de sol de daba directamente en la mano.

-"Que esperamos para entrar entonces" –se apresuro a contestar al sentir un rayo en su propio hombro, que aunque estaba cubierto por las negras ropas, no impedía que los rayos ultravioleta pasaran sobre ella.

Al entrar a un extenso túnel, el olor a húmedo y pútrido inundó todo el alrededor de la chica de cabellos azules, que casi vomita al sentir la peste sobre su nariz, pero se abstuvo al ver a su ama caminar como si estuviera acostumbrada a ese tipo de olor.

-"ama… Digo Natsuki, donde vamos" –decía cada vez mas asombrada al caminar por extensos pasillos y solo ver algunos cadáveres de pequeños roedores.

-"a mi casa, o algo así" –se detuvo y sacando una llave algo vieja, la introdujo en una hendidura de la pared –"y te he dicho que me dejes de llamar ama, el hecho de haberte convertido, no significa eso"

-"Cuando lo buscaremos, lo prometiste" –murmuró tocando un dije que colgaba de una cadena de oro, que traía en el cuello, aquella era una "H" adornada con unas cuantas curvas.

-"te dije, que no podremos encontrarlo hasta que su licantropía se comience a manifestar" –entró por la extraña puerta, cubierta de piedra desde el inicio hasta la cumbre.

-"llegas tarde, casi te alcanza el sol" –un hombre algo de cabellos negros y ojos rojos la recibió, almo molesto. –"Y quien es esa que esta atrás tuyo, dije que ya no quería mas recogidas"

Demasiado tarde para arrepentirse, la morena lo había tomado por el cuello y ahora lo apretaba con fuerza, elevándolo unos cuantos centímetros del suelo, viéndolo con histeria en los ojos, y sus dos dientes incisivos sobresalir de sus labios.

-"Trata de volverla a llamar así, y yo misma te cortaré la garganta, Itachi…" –lo lanzó al suelo, y viéndolo ahí, comenzó a caminar con la chica atrás de ella –"por cierto ella se llama Hinata"

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-"Que demonios te pasó Neji" –decía la chica vendando una gigante herida entre el cuello y el hombro, parecía una mordida.

-"Un perro enorme salió de la nada, y me mordió, menos mal y Lee lo espanto sino me hubiera mordido la yugular" –se quejaba, mientras la chica curaba su herida.

-"menos mal, y te trajo al hospital, y cuando estaba de turno, sino imagínate quien te atendía, no dejo que nadie te tope, y viene un perro súper desarrollado y te muerde" –golpeo un poco fuerte haciendo que el moreno gimiera un poco.

-"Tenten, podrías, este, hacerlo un poco mas suave" –decía aguantando un poco el dolor, que producían las manos de la chica sobre su cuerpo.

-"Acaso el mejor estudiante de medicina le duele este tipo de cosas" –hizo presión en un lugar especifico.

-"TENTEN DUELE" –se puso de pie, botando la mesa donde estaban todas las vendas y desinfectante de heridas, que ayudaban a la chica –"déjalo así, me voy, se me hace tarde para la universidad"

-"eso debe ser, porque el señor "estudio" no le gusta perder ni un segundo de clase de anatomía" –su voz, a mas de ironía, era de un tono un poco mas molesto. –"o será para ver a esa oxigenada, que te está lanzando los perros desde hace mucho"

-"Tenten, Ino no me parece nada atractiva y lo sabes" –le dio un beso en la frente –"pero si quieres pensar eso, te lo dejo a tus ideas, no me metas a mi en ellas"

-"Eres un idiota Neji" –dijo casi en grito, pues el Hyuga había, hace mucho tiempo salido del alcance de su voz.

-"estas mejor, muchacho" –dijo uno de sus amigos golpeándolo suavemente la espalda –"te hizo la escena de celos, según vemos"

-"Sasuke, ella es un problema, pero igual la quiero mucho, y tu, donde está tu novia" –sonrió viendo sobre su hombro sin ver la cabeza rosada a un lado del Uchiha.

-"Ella esta en la universidad, vamos a salir mañana por noche" –sonrió con picardía.

-"A comértela, según veo…" –se alegró al igual que su amigo.

-"Ahí vemos que será lo que sucede" –se metió las manos al bolsillo –"andando, la universidad no espera, y no he dormido un solo segundo desde que me llamaste, como a las tres de la madrugada"

-"que quieres que haga la fiesta estuvo buena, quien iba a pensar que el perro ese me iba a atacar saliendo de la casa de la cerda" –camino hasta su auto, y entrando en él.

-"Se supone que a ella la odias, o eso le dices siempre a Tenten" –dice también subiendo al auto.

-"A Tenten la amo, pero Ino… es solo para pasar la calentura" –al salir del estacionamiento recibió la mirada reprobatoria del moreno. –"ella comienza de resbalosa, yo solo le sigo el juego"

-"Digamos que te creo" –rió hasta llegar a la universidad.

Era un aire diferente, un lugar lleno de edificaciones que sobrepasaban los diez pisos, las construcciones pintadas de color marrón, eran las residencias, donde los estudiantes descansaban los días que no tenían clases, y que por motivo de distancia, se limitaban el viaje de todos los días a sus casas, los edificios color vino, eran las diferentes facultades que en la universidad de "Konoha" impartían con sus mejores honores, pues era una de las mejores academias de estudio superior de todo el país.

En el edificio color marrón, estaba una chica de cabellos rosas esperando a su novio, que estaba llegando junto con el Hyuga, después de burlarse un buen rato de la rubia que acompañaba a la Haruno. Ambas vestidas de lo que se llamaba "ropa de calentamiento solar" pues ambas tenían una mini falda, y una blusa que daba mucho a la imaginación, no solo de las personas a quienes esperaban, sino también a todos por los que habían pasado.

Sakura era la típica chica que conseguía todo lo que se proponía, estudiaba derecho con Sasuke, Ino, Naruto, Neji y Hinata, pero a la última mencionada, no la había visto desde que regresó de la fiesta en casa de la rubia; con el moreno, para tener una noche privada.

Desde la infancia estaba enamorada de Sasuke, el chico idolatrado por toda mujer que lo veía pasar frente a ella, pero fue muy estúpido como llego a ser su novio, ahora ya llevaban dos años de noviazgo y eso era el record mas largo con una mujer, para el moreno. Habían tenido una fiesta y la pelirrosa había tomado tanto que no sabia ni donde vivía, como el Uchiha conocía su casa, que estaba a unas cuadras de la suya, se "comprometió" a llevarla, aunque la verdad él solo quería tirar con ella.

Traía consigo el auto de su padre, y no podía conducir en ese estado, así que el chico se ofreció a llevarla, pero cuando estuvo a punto de lanzarse sobre su "presa" ella ya estaba profundamente dormida, y no le quedo de otra que subirla a su habitación, después de todo, el auto era incomodo, además aun tenia la esperanza de tener una noche agitada, pero ella durmió como tronco hasta el día siguiente. En el cual, después de una resaca fenomenal, se disculpo con el moreno, y así comenzaron a surgir las cosas.

-"Y bien, donde está Naruto" –mencionó el Uchiha al ver solo las que esperaban.

-"Si se fue con mi prima a hacer "cosas" lo mato, me oyeron bien, lo mato!" –salió del auto, dando un portazo, era muy celoso con la Hyuga.

-"A decir verdad creo que eso pasa… porque ni Hinata ni a él, los hemos visto desde ayer" –la Haruno le dio un pico a su novio. –"A lo mejor aun no terminan, verdad Neji" –bufó un poco, al ver la vena de histeria saltar del ojo del aludido.

-"Hola chicos" –un grito lejano los despabilo a todos.

Era el rubio, con la ropa puesta al apuro, y aun corría con una mano en la comisura de los pantalones, que caían producto de la gravedad y porque no estaban abrochados, la camisa mal puesta, y los cabellos en perfecto desorden, se veía claramente que se acababa de levantar y que aun tenia la ropa del día anterior. En la fiesta.

-"Ejejejeje, no van a creerlo, pero me quedé dormido en el bosque" –sacando algunas ramas de hojas secas de la maraña de su cabello –"¿HUM? Y Hinata, ¿donde está?"

-"Pensábamos que estaba contigo" –era la primera vez que hablaba, la Yamanaka.

-"No, luego de pegarnos un buen polvo" –regresó a ver, para cerciorarse de la mirada reprobatoria del Hyuga –"se fue en busca de su primito, pues no podía llegar sola a casa, que no se fue contigo" –lo miró, quisquillosamente esbozando una sonrisa.

-"demonios, tenemos que buscarla" –dijo algo preocupado, enojado, al ver la expresión confusa del rubio agregó –"Ayer me agredió un perro enorme, así que no sé donde puede estar, tal vez y a ella la agredieron también"

Todos se sobresaltaron, y subieron al auto del chico, que encendió el auto, al instante que el último se subía y arrancó estrepitosamente, su prima podía estar en peligro, y ellos ni siquiera se habían dado cuenta.

-"Como no se me ocurrió preguntar por ella, con todo esto que me ha pasado" –mascullaba, pitando a todo aquel que se le cruzara en el camino, dando a toda marcha, a la casa de la Yamanaka.

-"No recuerdo haber visto nada extraño, mas la sangre que estaba cerca de donde estabas estacionado ayer" –hizo cuentas, posando un dedo sobre su mentón –"ah si, y una pañoleta, creo que la traje…" -comenzó a hurgar en su bolso –"sip, aquí está"

Extendió una pañoleta color gris, tanto el rubio, como el "cuñado" lo miraron fijamente era la misma que ella llevaba, con su vestido color humo.

-"LA encontré atascada en uno de los árboles, pero di por enterada, creo que vi a Hinata con ella, por eso es que la traje, además no creo que el vestido que llevaba le comibnara con esto…. Neji, que pasa"

Todos las regresaron a ver, paró en seco el auto y de un solo empujón ella cayo al frío suelo de la mañana, la habían echado del auto, e iban a su casa, sin ella.

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-"Natsuki, no quiero dormir" –mencionó la chica de cabello azulado, sentada en el filo de la cama.

-"Es normal, recién eres vampiro, no podrás descansar hasta que te acostumbres" –dijo ella acostada viendo fijamente a la pared.

-"Te agradezco… pero ¿era necesario que me mordieras?" –parecía haber tenido esa pregunta desde hace rato retumbarle en la cabeza.

-"Cuando caíste ibas a morir, era la única manera" –mencionó sin moverse un centímetro del estado en el que estaba.

-"y… desde cuando eres vampiro" –bajo su tono de voz, solo un poco.

-"lo soy de nacimiento, desde hace ya cuatro siglos" –se dio la vuelta para poder verla –"quiero dormir, ve a tu cama y trata de hacer lo mismo"

-"aah…" –su silencio se interpretó, como una signo de arrepentimiento –"mi vestido está roto, debo ir a buscar ropa nueva" –dio una excusa para poder salir.

Se puso en pie, pero al llegar a la puerta el grito de la morena atrajo su atención.

-"si sales de aquí, de verdad morirás" –se dio la vuelta, a su posición anterior –"y no solo por el sol, sino por los que comparto este sitio"

-"Naruto… porque" –murmuró para si misma, cerrando los ojos con fuerza, tratando de aguantar las lágrimas que querían rebotar de sus ojos.

-"Ayer fue el último día de luna llena…." –susurró luego de unos segundos, de haber escuchado a la Hyuga –"no lo veremos de aquí en 29 días"

-"Espero que en ese tiempo, me acostumbre a mi nueva vida" –se acostó tratando e conciliar el sueño.

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-"No estamos muy lejos" –dijo una rubia cargando en su espalda un gran arco.

-"Al contrario, estamos sobre sus pasos" –confirmó el otro sujeto, que cargaba un bulto muy grande en la espalda.

-"He dicho, que ella, me pertenece solo a mi" –otro sujeto mascullo, el era mas alto que los otros, dos.

Todos llevaban ropa negra, uno de ellos era una mujer alta de rasgos muy finos y de tez muy blanca, su rubio cabello estaba sujeto en cuatro coletas altas, y la gabardina le cubría hasta la mitad del rostro, y por abajo se arrastraba por debajo de sus botas, que le llegaban hasta debajo de las rodillas.

El otro sujeto, el que tenia el bulto sobre su espalda, era de aspecto misterioso, y al igual que la chica, la gabardina le cubría el rostro, donde varias líneas estaban dibujadas en su cara, producto de algún culto a un tipo de tribu; lo que llevaba como equipaje no era nada mas que una gran bolsa llena de estacas balas de plata y varios tubos de ensayo, uno de un color violeta que brillaba muchísimo, y otros que tenia una sustancia de color gris plateado, en estado líquido.

Al igual que los dos anteriores, él último también tenia la gabardina hasta la mitad de su rostro, y un sombrero cubría la otra parte de su rostro, una espada con su empuñadura resaltaba en su espalda.

-"Todos esos monstruos, les pertenecen, pero yo me quedo con Natsuki" –volvió a insistir el dueño de la espada.

-"sigues con lo mismo hermano" –susurró la chica, no muy lejos de este.

-"Eso, era parte del castigo de hace tres mil años, ¿no? lo que me hizo su padre…" –apretó los puños en señal de disgusto.

-"Gaara, sabes que no fue a ti, sino al anterior!" –gritó el otro chico que le daba la espalda.

-"Y eso a mi que… la mataré igual…" –esbozo una sonrisa haciendo que hasta el propio sol, se ocultara de él.

Fin del Capítulo.

Y? Que opinan de él, promete bastante, es una basura, o que?

Espero que les haya agradado como a mi, escribirlo, gracias a las personas que se tomaron el tiempo de leerlo, y si no les agrado pueden igual mandarme un review para saber que, de escritora, me como la camisa. GRACIAS!

Cristillyn