Este fic es un Remus/Bellatrix y contiene lemon. Si no te agrada la pareja o si no te gusta este genero, por favor dale un clic a "atrás". Estás advertido ;)
Disclaimer: Bla, bla, bla, todo esto es de JKR.
Descubriendo los instintos del prefecto
Ser
amiga de los prefectos de Slytherin tenia ventajas. Entre ellas,
saber cada movimiento que éstos realizaban, y conocer los
lugares que no estarían vigilados para poder follar en paz con
sus víctimas. Esta vez su presa seria Remus Lupin, el prefecto
de Gryffindor. Esperó pacientemente en un rincón, sabía
que el chico era lo suficientemente responsable como para hacer todo
el recorrido, a pesar de que a aquellas horas nadie se acercaría
a la cocina. Escuchó unos pasos y acaricio la pera del
retrato, la que se convirtió en una manija. Cuando el chico
doblaba el pasillo esta se escondió tras la puerta que se
acababa de formar. La dejó entreabierta, pero era imposible
notarlo por la oscuridad del lugar. Observó como el amigo de
su odiado primo caminaba lentamente. Su cabello color arena se movía
dócil con cada paso que daba. Cuando pasó frente a la
puerta, la abrió y sacó su brazo lo suficiente como
para atrapar al chico desde atrás y atraerlo hasta la entrada.
Una vez allí lo tomo de la mano y le arrastró hasta el
interior de la cocina. Luego lo empujó a una mesa, donde él
quedó sentado.
-
¿Qué quieres? – El chico estaba asustado.
-
Shhhhh –De su boca, como siempre, salio un sonido extremadamente
Sensual con el que hizo callar al chico.
-
Dime que quieres Black – esta vez ordenó el ojimiel
-
Que crees Lupin – se acercó lentamente al muchacho –
quiero probar al único merodeador que vale la pena – en este
punto estaba casi encima de él, el que descubrió que su
condición de licántropo le jugaba en contra, teniéndolo
ligeramente excitado ante la situación y por la despampanante
mujer que tenia enfrente. Senos turgentes, cintura estrecha, caderas
perfectamente moldeadas, piernas torneadas y nalgas duras. La mejor
descripción del cuerpo (apetitoso) de Bellatrix Black, y ni
hablar de su rostro, incluso con esa permanente mueca de arrogancia
era perfecta.
-
¿Y crees que yo te ayudaré? – dijo titubeante, cosa
que la mortífaga notó.
-
No lo creo, Lupin, lo sé.
Se
acercó aun mas al chico y se sentó a horcajadas sobre
el moviendo su cadera en forma circular para hacer que sus genitales
se rozaran.
El
no pudo evitar gemir, la verdad es que desde que ella le había
acorralado una vez en tercero se moría de ganas de poseerla.
Inconscientemente puso sus manos sobre el trasero de la chica
obligándola a moverse mas rápido.
-
Pensé que te opondrías más, Remus – dijo al
oído de este, arrastrando el nombre, intentando que al chico
le dieran escalofríos… y lo logró.
-
Es imposible hacerlo cuando una mujer como tú se le insinúa
– Las palabras simplemente escaparon de su boca, ni siquiera el
podía creer lo que había dicho.
-
Entonces nos lo pasaremos bien, Lupin.
Tomó
la corbata del chico y la sacó de un tirón. La dejo
caer donde fuese. Después desabotonó su camisa y
rápidamente se deshizo de ella. Con sus manos empujó
los hombros del chico hacia atrás. Observó el pecho de
su amante de turno. Tenía dos aréolas rosadas y tenia
una ligera capa de vello rubio. Casi instintivamente se agachó
hasta quedar a un centímetro de la tetilla derecha. Sacó
su lengua y lamió lentamente, por lo que esta se endureció
y el hombre no pudo evitar jadear. Al escuchar esto, tomó el
pezón con sus dientes y apretó lo suficiente como para
que gimiera de placer. Hizo lo mismo con la izquierda. Besó el
pecho del chico y se enderezó bastante, como para ver una
botella de chocolate liquido. Se levantó a por ella, y al
volver, Remus seguía en la misma posición, con una
notable erección asomada entre sus pantalones. Sonrió
de medio lado y una vez mas se situó a horcajadas sobre el,
rozando sus caderas.
Abrió
la botella y esparció un poco del sirope sobre la parte
superior del pecho y el cuello de este. Él, al sentir el frío
líquido sobre si, se estremeció de goce por contraste
de temperaturas creado.
Ella
una vez más se inclinó y lamió el chocolate. Fue
subiendo sus besos y lametones para llegar a la boca. Mordió
ligeramente el labio inferior, y el deseo le empujo para que le diera
el anhelado beso. Se abrió paso con su lengua ahora sabor
chocolate, la que el muchacho disfrutó enormemente. Estuvieron
unos minutos así, comiéndose los labios cuando el tomó
seguridad. Puso sus manos en los muslos de ella y los acaricio
lentamente. Cuando llegó al borde de su túnica, enredó
sus dedos en esta y la subió hasta su cintura. Ella se sentó
y se la quitó, quedando únicamente en un conjunto de
ropa interior negra. El deseo pudo con él y abandonó
todo tipo de timidez. Con maestría despojó a la chica
del sujetador y succionó sus grandes pechos. Ella arqueó
su espalda y dejo escapar un grito de goce. Se incorporó y se
deshizo de sus bragas. Miro al chico y el inmediatamente entendió
la muda orden, por lo que bajo sus pantalones. Su pene apuntaba el
techo. Bellatrix esperó sentada en la mesa a que el se
terminara de quitar el pantalón. Una vez lo hubo hecho le
indicó que esta vez él debía tomar el control.
Remus se ubicó entre las piernas de la chica e hizo que sus
centros de placer se rozaran. Estando desnudos ambos era aun más
delicioso. Esta vez fue el quien tomó la botella de Chocolate
y lo esparció sobre el torso de la chica. Con lametones suaves
fue quitándolo, aumentando la excitación de ambos.
Algunos chorros de chocolate habían caído en su zona
genital, y no se intimidó cuando se acercó a quitarlas.
Suavemente pasó su lengua sobre el punto G de la chica, y esta
respondió moviendo las caderas al mismo ritmo que los
lametazos dados.
El
placer que le daba era inimaginable, cuando sintió que estaba
pronta a acabar obligó al chico a levantarse. Tomo el miembro
del chico y lo puso sobre su entrada. El empujó y lentamente
se unieron. Contrario a lo que cualquiera pensaría del joven y
tímido prefecto, su ritmo era bastante rápido y
desesperado, cosa que a ella le encantaba. Poco antes de alcanzar el
orgasmo comenzó a gritarle sin importar que alguien los
escuchara, pues solo los elfos rondaban por ahí cerca. Clavó
sus uñas en la espalda del chico y llegó al clímax.
El
siguió embistiendo unos momentos antes de hacerlo, eyaculando
dentro de ella.
Se
quedaron quietos un tiempo, hasta que la ya no existente erección
del chico salio completamente de ella.
Se
vistieron en silencio.
Antes
de salir se miraron unos segundos, él confundido, ella
sonriente y sensual.
Él
boqueó unos momentos intentando decir algo sobre lo sucedido,
pero nada de lo que pasaba por su mente era apropiado, por lo que
ella rompió el silencio.
-
Me ha gustado, se volverá a repetir cuando yo lo desee – y
sin más salió de las cocinas dejando a un desconcertado
Remus Lupin parado el umbral de la puerta – Adiós – dijo
antes de desaparecer por un pasillo, por lo que el chico tomó
el camino contrario directo a su habitación mientras pensaba
que debía pedir mas seguido la inspección de las
cocinas.
Acepto criticas constructivas, howlers, felicitaciones, alabanzas, clubes de fans y etcétera. Tomatazos no por que manchan mi ropa xD
Por cierto, es imposible que Remus y Bellatrix hubiesen estado juntos en el colegio (pues Bella es unos 8 ó 9 años mayor), pero lo he modificado para esta historia ;)
Como dice Holofernes: Un fic con reviews es un fic feliz .
Agradecimientos a Nott Mordred, por betear este fic para que quedase menos monótono, mas sencillo y mil veces mejor y a Sweetangel-M y Siruela Lupin por ayudarme con el título. Dedicado a Siruela Lupin, a la que aun le debo dos fics (que espero terminar algún día).
