Descargo de responsabilidad: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a los creadores de Once upon a time.
Se encontraban en el bosque, sentados en un tronco lo más alejado posible de la ciudad. Robin la observaba sin decir una sola palabra, ella, nerviosa, no dejaba de mirar sus manos sabiendo que en cuanto sus ojos se encontrasen con los de él, no podría contener el llanto.
Ninguno de los dos quería dar el primer paso, sabían que en cuanto la conversación comenzara, todo se haría real. Se estaban despidiendo, para siempre.
-Lo siento – Comenzó él, tomando su pequeña manos entre las suyas.
Regina simplemente asintió, aún negándose a mirarlo. Lo amaba, lo amaba tanto que hasta dolía.
-No, no es tu culpa – Dijo ella, su voz era apenas un susurro.
-Mírame, por favor – Robin le soltó la mano para acariciar la mejilla de la morena – De verdad lo siento, Marian apareció y yo simplemente…-
-Entiendo – Ella lo cortó sin levantar la vista. No quería hablar sobre Marian, él se estaba yendo a causa de ella y eso la destruía por dentro, sabía que nunca podría ser suficiente para él.
-Regina, di algo, por favor- Le rogó.
Ella lo miró, a los ojos, con los suyos marrones llenos de lágrimas. La imagen de la ex reina malvada tan vulnerable le rompió el corazón y no pudo más que abrazarla, fuerte, como si su vida dependiese de ello.
Regina lloró en su hombro, lloró por todos los momentos en los que él la hizo completamente feliz.
-No puedo…- Ella cambió sus palabras – No quiero dejarte ir – Si está era la última vez que hablaría con él, que sentiría su aroma, quería serle totalmente sincera.
- Lo sé –
Se quedaron en silencio, sin saber que decir, sin querer continuar.
-Prometo volver por ti, voy a encontrar la forma de regresar – Él le dijo por fin.
-No hagas promesas que sabes que no podrás cumplir – "Porque te estaré esperando" agregó mentalmente.
-Regina, escúchame – Robin dejó de abrazarla para poder mirar a sus ojos – Voy a volver, aunque me cueste la vida, sólo debo salvar a Marian y volveré-
-No – La morena tomó aire, lo que estaba a punto de decirle no sería fácil – Quiero que seas feliz, con ella, sin mí, sé que duele pero es lo mejor, yo no soy Marian, no puedo darte todo lo que necesitas, no puedo darte otro hijo, nunca voy a ser suficiente, hice cosas horribles, no puedo darte la felicidad que te mereces, no sé…-
-Te amo- Arrojó de repente Robin.
-¿Qué?- Ella lo miró confundida, esas palabras significaban el mundo.
-Te amo Regina, te voy a amar el resto de mi vida-
Ella le regalo la sonrisa más hermosa, aún con sus ojos rojos por tanto llorar, ella era hermosa.
-Quiero que seas feliz Robin, necesito que lo seas, debes ir con ella, yo no sé amarte de otra manera que no sea está, dejándote libre y deseándote que seas completamente feliz aunque no sea a mi lado –
Robin la besó con fuerza, quería recordarla así, con el alma al descubierto, quería hacerle sentir que era suficiente, que siempre lo sería. La amaba, con locura y sabía que ella lo amaba también, porque lo estaba dejando ir, aunque una parte de ella se fuese con él.
-No me olvides – Le pidió el ladrón.
-Nunca, no podría aunque quisiera – Ella le sonrió.
Robin la beso una última vez antes de alejarse, dejándola con el alma en mil pedazos. Regina lo vio partir, con las inmensas ganas de gritarle que se quedara pero sabiendo que no podría amarlo de otra forma.
La historia era sólo una idea que tenía en mi cabeza de que lo me hubiese gustado ver en el 4x11. Espero que les guste, toda review me haría muy feliz!
Con amor, mucho,
Ce.
