OMG! POR FIN PUEDE LLEGAR A ESTE ESPACIO! QUE GRAN HONOR! Ok...no
Bueno me presento soy Darkat, una ninia ociosa que no tiene nada mejor que hacer que escribir fics de Yu-Gi-Oh! Por lo cual este es el primer trabajo que me anime a subir UUU
Dejando de hablar de mi y pasar un poco a esta historia ¬¬
Es un one-short que uso para presentar a una pequeña amiga que cree para mi universo de fics, su nombre es Yumi Shama seh...apellido rebuscado y original ¬¬
Queria salir un poco del estereotipo de chicas que aparecen en las historias, o sea altas, esbeltas, resumiendo una muñeca Barbie.
A mi siempre me gusto poner especial hincapié en la personalidad mas que en otra cosa: ternura, dulzura, timidez, valentia y torpeza son las cosas que al menos quiero que compongan a este personaje...asi que sin mas vueltas los dejo...hablaremos mejor mas abajo...
Esta soy yo...una chica nueva en la cuidad.
Vine con mi madre desde un pequeño pueblo que no nos ofrecia mucho para nuestra vida.
Mama era una egiptologa que amaba su trabajo, por lo cual se ausentaba mucho de casa a causa de sus constantes viajes a Egipto, lo que provocaba que la mayoria del tiempo estuviera sola.
De niña era bastante solitaria, y bastante rara, en lugar de estar jugando con los demas niños de mi edad yo me encerraba en mi casa a leer, pensando que tal vez de esa manera conseguía estar acompañada.
De un momento a otro todo mi mundo giraba en torno a las matematicas, a lo intelectual, volcando mi tristeza en el estudio.
No era saludable lo sabia, pero todo ese reconocimiento que ganaba gracias a mis sobresalientes calificaciones me ayudaban de algun modo.
La unica forma de hacerme sacar mi nariz de un libro era cuando mama volvia de sus viajes, pero no pasaba mucho antes que volviera a mis actividades.
Se la notaba preocupada por mi, hacia lo posible por llamar mi atención con diferentes actividades, sin lograr nada satisfactorio.
Un dia, ella regresaba de otras de sus expediciones, no habia tardado tanto en regresar, eso me extrañaba, pero aun asi la recibi con mi singular alegria.
Ella se agacho a mi altura y luego de acariciarme la cabeza con cariño me tiende un mazo de cartas.
Cuando las vi, me dejaron completamente embelesada sus llamativos colores y formas variadas.
Me explicaba que era un juego que recientemente hacia salido al mercado, que se llamaba Duelo de Monstruos y que estaban basados en un antiguo juego egipcio.
Las tome agradecida y corri a encerrarme en mi habitación.
Comence a pasarlas una por una mientras trataba de recordar sus nombres, solo deje de hacerlo cuando vi una que me llamo la atención...
La maga oscura...
Desde ese momento se habia convertido en mi carta favorita.
Tenia planeadas un sin fin de estrategias que la involucraban a ella.
Por fin comencé a sentir que no estaba sola.
El dia de mi cumpleaños numero 15, mi vida comenzaria a cambiar...
Llamaron a mi madre para ofrecerle un nuevo trabajo en el museo de Ciudad Domino.
Ella lo acepto en el mismo instante, según ella le daria un trabajo fijo, ya no tendria que viajar y estaria mas tiempo en casa, aunque expuso que la unica consecuencia que acarrearia era que tendriamos que mudarnos.
Eso no me afectaba, al fin y al cabo no tenia nada que extrañar.
Y asi fue como llegue hasta aquí, parada frente a una casa nueva.
La ciudad era bastante tranquila, ese cambio de aire me agradaba, lejos del aire rural que me ofrecia mi antiguo hogar.
Mientras mi madre procedia a acomodar nuestras pertenencias me aconsejo que subiera a escoger una habitación, la que mas me gustara seria mia.
Subi las escaleras y entre a dos de los tres ambientes.
Ninguno me convencia demasiado.
Hasta que llegue a la ultima.
Era una amplia recamara con un gran balcon.
La luz solar entraba a montones y se veia bastante comoda.
Los unicos muebles que tenia era una pequeña mesita y una silla.
Me sente en ella y apoye un libro que llevaba conmigo.
Me quede un rato leyendo hasta que de mi bolsillo saque mi baraja.
Mi vieja y querida baraja, la que tanta satisfacción me habia dado ayudandome a ganar cada uno de mis duelos.
En ocaciones llegaba a creer que mis monstruos tenian corazon, que podian sentir.
Puede que sea una estupida fantasia, pero me gusta vivir esa broma infantil.
Me quede alli un largo rato, meditando la nueva realidad que me esperaba: al dia siguiente debia comenzar en una nueva escuela.
Me aterraba el solo imaginar los cometarios que girarían en mi entorno, pero luego me cuestione...¿desde cuando me interesaba lo que llegaran a pensar de mi?...
Nunca me preocupé por causar una buena impresión, tener amigos o cuidar de mi imagen; no me interesaba y no empezaré ahora.
El colegio era para educarse y formase, no un centro social.
Estaba bastante ida en mi, hasta que una voz conocida me llamo: era mama, para que bajara a cenar.
Cuando regrese a la planta baja, me sorprendí al encontrar todo ordenado.
Si mal no recordaba, hacia unas horas todo era una montaña de cajas.
Limpie mis anteojos, tal vez el polvo impugnado en los lentes estuviera haciendo que viera mal.
"siempre pense que te veias mas bonita sin gafas, no se cual es tu empeño en usarlos si no los necesitas"
Su calido timbre me hizo voltear a sonreirle.
Alli estaba, dedicandome su calida mirada.
"te gusta"
"si todo quedo muy bien, lo hiciste tu sola?"
"claro, con tiempo y un poco de esfuerzo se pueden lograr grandes cosas"
Cuanta verdad habia en sus palabras.
Siempre trató de grabar cada palabra que dice, todo sus dichos tienen alguna enseñanza oculta.
En lo que restaba, compartimos una deliciosa cena en la que hablabamos de trivialidades y de los diferentes proyectos que cada una por su lado esperaba realizar.
Tambien comentabamos los descubrimientos que haciamos, aunque, sin querer, ella se emocionaba y terminaba dando un discurso de lo maravilloso que era su nuevo empleo y lo ansiosa que estaba por tener a su alcance una colección egipcia y demas cosas de esa naturaleza.
Desgraciadamente para mi, esa noche no me tocaria hablar.
Con un sentimiento de sopesar me retire de la cocina.
Arme una precaria cama y me recoste sobre ella.
Mis ojos se iban cerrando lentamente, preparandome para lo que me tocaria en tan solo horas.
El esperado dia se hizo presente, dandome la bienvenida mas amarga que pude desear...
El despertador no habia funcionado, en consecuencia termine despertando mas tarde de los que acostumbraba.
Para empeorar las cosas mi uniforme aun no estaba preparado.
Que mas daba, ya no podia ser peor.
En medio de una carrera me aseaba, colocaba el uniforme y ataba mi cabello.
Tome mis libros, mochila, baraja y baje las escaleras.
Llevaba tanta prisa que ignoraba los cometarios de mi madre, podria pasarme un tren encima que no lo notaria, estaba concentrada en correr.
Por fortuna, la escuela no quedaba tan lejos.
Solo me tomo cinco minutos de recorrido desenfrenado chocando personas y perdiendo papeles en el camino.
Tome aire y pase por el gran porton.
Ya no habia marcha atrás, el largo pasillo que recorria me conducia a mi salon de clases.
Estaba dispersa del mundo que me rodeaba, actitud que se repetia muy a menudo.
Podria decirse que lo que paso a continuación fue un gran acto de torpeza de mi parte, aun me da pena recordarlo...pero aun asi es uno de los momentos mas maravillosos...
Quieres saber porque? Por que apareciste tu...
Como decia, iba enfrascada en mi mundo, cuando abruptamente soy retirada de él por un impacto que provoco que ambos cayeramos al piso y yo soltara mis libros, regandolos por todos lados.
"lo siento...dejame ayudarte" te disculpaste apenado mientras veias como recogia mis cosas.
"no tienes que disculparte, esto no hubiera sucedido si no fuera tan torpe"
Por fin nos habiamos reincorporado y nuestras miradas se encontraron.
"toma" me tiendes mis libros.
"que..." reacciono.
"tus libros...ten" repites gentilmente.
"este...gracias"
Un silencio se formo en nuestro entorno.
"eres nueva? Nunca te habia visto por aquí"
"s-si"
Los nervios no me dejaban articular palabra.
"si lo deseas podria enseñarte la escuela durante el receso...soy Yugi Motou"
Fuiste el primero en ser amabre conmigo, a excepcion de mama claro...
"Yumi Shama..."
"es un gusto Yumi, estoy seguro que podriamos ser amigos" sonries.
"cla-claro"
Procure dar un paso que termino malogrado.
De mi bolsillo cayeron mis cartas.
Él las advirtió y luego me miro sorprendido.
"te gusta el duelo de monstruos?"
No supe cómo interpretar el tono de la pregunta.
Opte por juntarlas apresuradamente e irme, no sin antes musitar un ligero 'nos vemos despues'
Camine nos metros para después detenerme.
Hice la firme promesa de que si me volvias a dirigir la palabra efectuaria el cambio que venia prometiendo desde hace mucho.
La campana sono al mismo tiempo que tocaba la puerta del aula.
Un hombre de apariencia gentil la abre y me cede el paso.
Ingrese y me ubique frente a la clase.
Tal y como lo esperaba, una serie de miradas heladas se posaron sobre mi.
Era diferente, no solo por lo descuidada que me veia en comparación a las demas chicas, sino por el uniforme.
Mama le habia pedido un permiso especial al Director para que me dejara usarlo, quien accecio casi inmediatamente.
Recorri a todos con miedo, cuando un rostro conocido aparecio.
Me saludaba disimuladamente.
Sonrei.
Desee responder al gesto, pero lo vi imposible al notar que un muchacho rubio y otro castaño lo regañaban.
Se veia molesto.
La desilusión no tardo en llegar.
Después de todo...quien querria hablar con una persona como yo...
Luego de la presentacion pertinente, tome mi asiento asignado.
Lo que quedaba de las clases fueron largas, estaba acostumbrada a los calificativos de 'cerebrito', 'cuatro-ojos', nada lo suficientemente grave.
De manera insegura retiraba mi baraja cada vez que podia, para matar un poco el rechazo del que era victima.
Se que dije que cosas como esas no me afectaban, pero...algo dentro de mi pedia a gritos que por lo menos ese alguien especial me sonriera.
En instantes le dedicaba furtivos vistazos logrando algun que otro contacto visual.
Con eso me contentaba...
Como si hubieran pasado siglos, por fin sono la campana de salida.
Tome mis cosas y sali con prisa.
Ya me encontraba doblando la esquina cuando choco con un prominente pecho.
Por la inercia caigo al suelo y pierdo mis lentes.
"fijare por donde vas niña!" grita despectivamente.
Estaba bastante preocupada simulando no ver y que buscaba mis gafas, de esa forma pense que se iria, pero no fue asi.
"o pero miren quien esta aquí...la chica Shama" se burla pisando mi mano.
Al simple contacto comenzo a sangrar a causa de un cristal roto.
Mis anteojos estaban destrozados.
Contemplo con terror reprimido a mi agresor.
Era bastante grande por lo que no me atrevi a enfrentarlo.
Con miedo deslice mi mano herida hasta mi pecho y comence a llorar ocultando la mirada.
Noto mi sollozo y se aproximo a mi, tomandome del rostro intensamente.
"tomate esto como una bienvenida de mi parte preciosa...nos volveremos a ver"
Dicho esto se fue.
Ya era suficiente, no soportaba tantos desaires.
Temblaba mientras mi llanto se intensificaba, no tanto por el dolor que sentia físicamente, sino desahogando un sentimiento que venia guardandome desde hace mucho.
No tenia idea de cuanto tiempo paso antes de que un pañuelo blanco se posara cerca de mi rostro.
"ya no llores"
Esa voz se me hacia conocida...era...
"...Yugi..."
"lamento lo que te sucedió...se que es duro...pero ya no llores..." seca alguna de mis lagrimas y me ayuda a reincorporarme.
"gracias..." musite un poco mas calmada.
"no es nada..."
Sus facciones cambiaron a una de preocupación al notar sangre en mi ropa.
"que te paso en la mano" señala.
"eh..."
Era cierto, gran cantidad de sangre brotaba de la lastimadura.
"dame tu mano" ordena.
Dude un poco antes de tendérsela.
Rompio una tela y me vendo.
"no es bueno tener una herida expuesta, podria infectarse"
El contacto de sus dedos provoca un sonrojo muy evidente, pero por lo visto no lo noto.
Un silencio sepulcral se formado en nuestro entorno.
Cada palabra que salia de nuestras bocas era cada vez mas forsada, hasta que reuni el suficiente valor para formular una pregunta.
"que haces aquí...pense que hoy saldrias con tus amigos" pronuncie cabizbaja.
"es cierto, pero antes queria hablar contigo"
"conmigo?" repregunte .
"si...queria saber la razon por la que me dejaste solo en el pasillo luego de que se cayeran tus cartas"
"pues...yo...tenia vergüenza de lo que pudieras pensar..."
Ante esto, comenzaste a reir ligeramente.
Un pequeño calor nacia en mi pecho y te clave la mirada.
"te fuiste sin dejarme terminar...iba a decirte lo genial que me parecia que te gustara el duelo de monstruos"
Con esta revelacion, mi vergüenza aumento.
"de hecho es mi juego favorito...me gusta tanto no! aun mas que las matematicas" me mofo de mi misma mientras jugaba con mis dedos.
"necesitas que te acompañe a casa" le diste un giro inesperado a la conversación.
"por que?"
"por que...sin tus anteojos no creo que halles el camino de vuelta" tomas el armazon.
"acaso me estas tratando de ciega?" fingi enojo.
"no! es solo que pense bueno..." no sabia como justificarse.
"no te preocupes es broma...a decir verdad nunca los necesite, veo perfectamente sin ellos" sonrei divertida al ver su cara.
"entiendo" hace una pausa "te ves mas bonita sin ellos"
Quede pasmada y un nuevo sonrojo subio como si de un termómetro se tratase.
"bien...se me hace tarde asi que...que te parece si te presento a mis amigos mañana antes de la escuela, estoy seguro que les caeras muy bien, especialmente a Tea"
"me parece genial"
"de acuerdo! Nos vemos mañana a las 8 en la cafeteria en la esquina del colegio!" comienza a correr "nos vemos" saludo al fin alejandose.
Por mi parte lo saludaba con la mano con una sonrisa boba.
Cuando ya no lograba divisarlo en la lejania voltee y me dirigi a casa.
Ese era el empujon que necesitaba.
Tenia pensando cambiar radicalmente de una vez por todas, por él, por la primera persona que supo sonreirme y apreciarme por lo que era, y no acercarse para aprobar una materia curricular.
Apenas llegue, me encerre en mi habitación.
Todo estaba diferente de cómo lo habia dejado, mama habia dejado su huella limpiando y ordenando todo antes de irse hacia su primer dia de trabajo.
Le reste importancia y me meti en el baño.
Me quede mirandome al espejo por unos minutos.
Pude contemplar por primera vez lo arruinado que estaba mi cabello.
Busque en uno de los cajones del botiquín la tijera que solia descansar al lado de una cinta de tela.
Lo desate y cubrio la mitad de mi espalda como una alfombra negra, mientras mechones rubios comenzaron a alborotarse sobre mi frente.
Sin piedad emprendi la tarea de cortarlo.
Mechones caian al piso en un frenesi largo y continuado, hasta que me vi satisfecha.
En lo que resto del dia fui re-acomodando, reemplazando mi vieja ropa por la que siempre quise usar y sacar todos mis accesorios, como collares, brazaletes entre otras cosas.
Pasaron horas hasta que mi labor fue interrumpida por el sonido de una puerta abriendose.
Ya lista, me apresure para darle la bienvenida y la sorpresa.
"Yumi! Ya estoy en casa!"
Con sigilo, me coloque detrás y la asuste apoyando mis manos en su cintura.
"Ah! Yumi cuantas veces debo decirte que no ha-" se quedo muda al verme.
"hola mama"
"pero...que fue lo que te hiciste"
"pense que era tiempo de un cambio...acaso no te gusta"
Emplee el tono mas inocente que pude.
"no es eso...solo que...es tan repentino"
"lo se...pase de ser una tierna y timida estudiante a una darck amante del duelo de monstruos..."
"hija..."
No sabia que contestarme.
"no tienes idea del trauma psicologico que acabas de causarme...necesitare años de terapia para recuperarme de esta...o pobre de mi" me hacia la victima al mejor estilo Shackpeare.
Provoque una leve risilla de su parte.
"te ves preciosa" sonrie finalmente.
Luego del episodio, subimos a mi habitación en donde le señale las diferentes cosas que deberian ir para el atico.
Ese era el dia del nuevo comienzo.
Me sentia satisfecha y feliz, lo unico queme imaginaba era la cara de todos cuando me vieran.
Al dia siguiente me desperte antes que el despertador sonara.
Lo atribui tal vez a la ansiedad, o a que no dormi en toda la noche.
Con toda la tranquilidad del mundo, me arregle, desayune y parti para llegar puntual y no dejar a nadie esperando.
Al doblar la esquina, me lleve una sorpresa al encontrar a cuatros personas parabas frente a un café, dos de ellas estaban molestas y amenazaban con irse mientras las otras dos los detenian.
Suspire con desgano y me aproxime al grupo.
"hola a todos!" salude jovial.
Todos voltearon a mirarme.
"lo siento, te conozco" hablo la castaña.
"a mi su rostro me suena de algun lado" hablo el mas pequeño.
"orale pero que bonita" dijeron al unisono los restantes formando una ronda a mi alrededor.
"permitame presentarme...soy Joe Wheler" se presenta haciando poses graciosas.
"y yo soy Tristan" se señalo.
"jejeje el gusto es mio" reia.
"amigos...puede que este loco pero...esa chica no sera Yumi"
"eh" se quedaron mirandome.
En un minuto cayeron al piso de la impresión y se levantaron rapidamente.
"tu no puedes ser la 'cuatro-ojos' o si"
"aja"
"deberia darles vergüenza, tendrían que ser mas corteses" los agarra de la oreja
"hola Yumi yo soy Tea...Yugi nos ha hablado mucho de ti"
"lo mismo digo" retribui el gesto y me redirigi a quien en verdad me interesaba.
"que te sucede te quedaste callado"
"es que...me tomo un poco por sorpresa ese cambio tan drastico" recupero el habla.
"crees que es un poco exagerado" agarre la punta de mi falda y mostre mi atuendo.
"PARA NADA!" rodean mis hombros "de hoy en adelante puedes considerarnos tus amigos Yumi!"
"ja gracias Tristan"
"bien, por aquí...madame"
Me guian hasta el interior de la cafeteria y tomamos asiento.
Podria jurar que Tea y Yugi estaban desconcertados.
La hora que pase alli fue la mejor.
Reia y disfrutaba del coqueteo de mis nuevos amigos bajo los sermones de la otra chica presente y las timidas sonrisas del duelista.
El reto de la jornada escolar fue igual.
Recibia mucha atención de parte de mis compañeros de aula, mas de la que jamas tube.
Pasaba todo mi tiempo con Yugi y los demas, pude ver como iba formando parte del grupo en escasos momentos al ver todo lo que teniamos en comun.
Pero todo lo que comienza tiene que terminar.
Sono la campana y me despedia de ellos.
Seguia la misma rutina que la vez pasada esperando otro desenlace, aunque no llego.
Un agarre de mi antebrazo provoco que me detuviera.
El mismo bravucón de la otra vez volvia a amenazarme.
"que quieres ahora, no te hice nada asi que dejame en paz y largate" amenace sin saber de donde salieron esas palabras.
"valiente y contestataria, por eso me gustas tanto"
Me tomo por la cintura.
Las lagrimas no tardaron en brotar de mis ojos.
Sentia miedo y no tenia idea de que haria conmigo, eso me paralizo por completo.
Cerre los ojos con fuerza.
De un instante al otro me encontraba sentada en el piso con el fortachón a mi lado.
"no deberias molestar a las personas mas debiles que tu" hablo una voz madura que no conocia.
"maldito desgraciado!" se levanto arremetiendo contra mi defensor proporcionandole un golpe en la cara seguido de otro hasta que se detuvo y volvio a caer inconsciente.
El involucrado se arrodillo.
No alcanzaba a distinguir nada por la distancia, asi que decidi romperla aproximándome a mi salvador.
"Y-Yugi..." susurre incredula a su lado "estas bien"
"si...no te preocupes no es nada"
Al estar cerca, un presentimiento se formo.
Estaba extraño, su voz y su mirada no eran las mismas, algo andaba mal, definitivamente ese no era él...
"ven vamos a mi casa"
"no hace falta"
"mira como estas, por lo menos dejame curarte"
Cerro sus ojos y medito.
"...esta bien..."
"bien, vamonos"
Con eso y caminando lentamente llegamos.
Subimos a mi recamara y le sugeri que se quedara sentado sobre mi cama, que no tardaria.
Y asi fue, fui al cuarto de junto y regrese con un botiquín.
Me sente frente a él cruzanda de piernas.
Comence a curarlo.
"tu casa esta llena de objetos antiguos" me sugirió.
"si, mama es egiptologa. Cuando era niña solia viajar muchas veces y traia un sin fin de objetos. Hace poco acepto un trabajo en el museo de esta cuidad y por eso nos mudamos. Lo hizo para pasar mas tiempo en casa. Siente una gran pasion por su trabajo, hasta el grado de aturdirme hablando todo el dia de Egipto" hago una pasusa "a veces tengo la sensación de que por mi culpa abandono lo que mas le gusta hacer"
"..."
"lo siento, no es mi intencion agobiarte con mis problemas"
"no es eso, habla muy bien de ti el ser sincera"
"gracias...ya termine"
"uh...gracias"
"no...descuida soy yo la que tiene que agradecerte, de no ser por ti y Yugi quien sabe que me habria pasado" remate por fin.
Lo deje boquiabierto.
"tu silencio me dice que mis sospechas son ciertas, tu no eres Yugi" sonrei amable.
"supongo que te debo una explicación"
"para nada, soy prácticamente una desconocida, estas no son el tipo de cosas que se comentan con cualquiera" dejo el botiquín a un lado.
"eres la segunda persona que se da cuenta"
"quien mas lo sabe"
"Tea fue la primera en percatarse...los demas tambien lo saben pero desde hace poco tiempo"
"ya veo"
"como lo supieste"
"me gustaria dar una explicación un tanto mas cientifica pero esa parte de mi ya se fue y no creo que venga al caso, solo lo presenti, por mas raro que parezca"
mire el reloj "pero mira que hora es, no tuve nocion del tiempo al estar hablando contigo, ya es tarde asi que...que te parece si te quedas a cenar" cambie le tema.
"claro"
"te espero abajo...y un consejo: escondelo si no quieres que mama te este encima toda la cena" refiendome a lo que fuese que estuviera colgando de su cuello.
"te refieres a mi rompecabezas?"
"si a eso mismo"
Sali y baje.
No pasaron ni cinco minutos cuando escuche unos pasos.
"vamos¿" regreso a él ese tono dulce que tanto me gustaba.
"sip, nos esta esperando en la mesa ansiosa por conocerte"
Entramos a la cocina y nos encontramos con ella.
Se la veia emocionada.
"oh tu debes ser Yugi el nuevo amigo de mi hija!" se sobresalta "es un gusto soy Isis"
"un gusto señora soy Yugi Mouto"
"el gusto es mio"
Dicho esto sirvio la cena y no dejo ni un minuto a mi joven amigo, tal y como lo previ...
Solo una ocurrencia de ultimo momento lo salvo de la muerte segura.
"a que no adivinan lo que recibio el Museo hoy"
"no tenemos ni idea" contesta por ambos.
"una colección de la tumba de un Faraon que vivio hace 5.000 años, lo mas llamativo de todo es una tablilla de piedra tallada que relata una vieja batalla en la que se decidia el destino del mundo"
"que mas decia!"
Note el interes que tenia en el tema y me quede callada.
En el ambiente senti una poderosa esencia.
Podria jurar que a su lado aparecia la silueta de una persona.
Le reste importancia, tal vez era obra de mi imaginación.
"ese Faraón es muy parecido a ti...no dire mas, si te interesa tanto puedes ir a visitar la exhibición y verla con tus propios ojos"
"muchas gracias Sra" agradece "ya debo irme, si no llego pronto a casa mi abuelito podria precuparse"
"esta bien...Yumi acompañalo quieres"
"claro"
Nos preparamos y salimos en direccion a su casa.
El recorrido fue silencioso.
Ninguno de los dos articulaba palabra.
Quedaban tan solo escasos metros para llegar cuando note que se quedaba atrás.
Voltee y me encontre con el Espiritu.
Lo mire confundida hasta que me hablo.
"como ya dije te debo una explicación"
"ya dije que no me de-"
"ni Yugi ni yo podremos estar tranquilos hasta que nos escuches"
"de acuerdo..." cedo al fin.
La situación no me gustaba para nada.
"se que esto te sonara difícil de creer pero yo fui hace 5.000 años un Faraón que goberno Egipto.
Por lo que tengo uso de razon salve al mundo de la completa destrucción y el destino me trajo de vuelta para volver hacerlo"
"..."
"cuando Yugi armo el rompecabezas libero la oscuridad que habia en su interior junto con mi espiritu que se encontraba dormido...ahi fue donde todo comenzo"
"El Rompecabezas del Milenio...acaso hay mas cosas de este tipo"
Ya estaba metida en el tema y sentia una gran curiosidad.
"si los hay, junto con el mio suman 7 en total"
"y pensar que mama me comento de esto y ni le preste atención, le debo una disculpa"
"recuerdas algo de tu pasado?"
"no...mi mente es un intrincado laberinto que ni yo mismo puedo descifrar, debe haber un secreto oculto muy poderoso" concluyo por fin.
Mi cabeza era un caos.
Mucha información por un dia.
Parecia que me habia metido en algo de tales proporciones que ni yo misma podia descifra, pero aceptaba el reto.
"gracias...por confiar en mi..." me le acerque hasta que nos separaron unos escasos centímetros "puedes contar conmigo para lo que necesites..."
"gracias Yumi..."
"para que estamos los amigos sino para apoyarnos mutuamente..."
En eso, notamos que una de las luces de la casa se encendian y aparecia una silueta.
"ese es el abuelo de Yugi...si no entro se preocupara" comenzo a alejarse.
Me quede parada dandole la espalda.
"Faraón!" grite volteando rapidamente.
"uh..."
"buenas noches y hasta mañana"
"si..." asiente.
Regrese a mi casa esbozando una gran sonrisa.
Me tire a mi cama y tape mi cabeza con la almohada.
Esa noche puse en orden todas esas sensaciones nuevas que me recorrian y me di cuenta de algo: que amaba a Yugi por sobretodos las cosas y que estaba dispuesta hacer cualquier cosa por el y por mis amigos...sobre el Faraón...aun no tenia definido nada...solo el tiempo lo diria...
Le di gracias al destino y apague la luz, esperando el mañana...
Y...que les parecio...muy malo...seh esa es la palabra, sobretodo el final, eso pasa por mi falta de creatividad soy muy mala...pues...si ustedes me dan su autorización, comenzaría a publicar mi fics la semana entrante.
Espero y recibo toda critica constructiva que me ayude a mejorar en la redaccion y demas...
No voy a suplicar R&R eso esta en ustedes en dejarlo o no...aunque me encantaria recibirlos para alargar la lista de "Personas que me desean la muerte" y si no son amenazas de muerte...me alentaria bastant ea seguir...yo opino que los rewies son la recompensa por el esfuerzo
Ta...como presiento que ya quieren que me calle...me retiro dando las gracias a todos aquellos que se tomaron la molestia de leer esta cosa y a todos los que dejen R&R
Hasta la proxima!
