Una idea algo corta que ya tenía planeada desde hace rato pero que finalmente he decidido volver realidad, para esta historia quisiera agradecerle a las autoras Cintriux y BloodyLaura quienes me ayudaron a la hora de escribir este pequeño drabble.
Los personajes de Skullgirls no son de mi propiedad.
El fin de una odisea
La chica dentro del elevador se recargo sobre la pared mientras contemplaba los cuerpos muertos esparcidos por todo el vestíbulo antes de que las puertas se cerraran lentamente. Soltando un pequeño suspiro saco uno de los pocos habanos que le quedaban y lo prendió, para acto seguido comenzar a disfrutarlo y relajarse un poco.
Peacock comenzó a recordar los sucesos de la noche que la llevaron a este punto, la aparición de la Skullgirl, las constantes batallas que tuvo que librar con todas esas tontas, la muerte de todos sus compañeros y amigos, cerrando con broche de oro el hecho de que su mejor amiga era la Skullgirls y tuvo que acabar con ella.
En su vida como Peacock, Patricia Watson nunca había tenido una noche tan agotadora como esta.
—Y para colmo me perdí el capítulo estreno de Annie— susurro la chica soltando otro suspiro.
Pero a pesar de lo cansada que se encontraba, sabía que había un último trabajo por hacer y era acabar con las personas responsables que habían hecho de su vida un infierno. Aquellos bastardos que no conformados con acabar con su mente, también tuvieron que acabar con las únicas personas que podría llamar una familia.
Esta noche toda la familia Medici seria exterminada para siempre, terminaría el trabajo que Marie no pudo ser capaz de terminar.
Peacock comenzó a jugar con el extraño sombrero que le había arrebatado al cadáver de la cirquera, nunca en su vida una pelea le había sido tan fácil o tal vez era que por primera vez en mucho en tiempo se tomó algo muy en serio.
En cualquier caso ella no esperaba que las defensas de la torre fueran tan fáciles de penetrar, ni siquiera había tenido la necesidad de utilizar a Andy o Tommy, pues Lenny fue suficiente para mandar a todos los bastardos hasta las nubes. Uno pensaría que un jefe de la mafia contrataría a mejores guardaespaldas.
Peacock no pudo evitar reírse de esos idiotas que trataron de detenerla, que imbéciles ¿Acaso no sabían quién era ella? ¡Era Peacock! El orgullo de los laboratorios Anti-Skullgirls, no había ser más poderoso en la faz de la tierra que ella.
Peacock no podía parar de reír, inclusive sabiendo que quedaba una última defensa antes de poder degollar a Lorenzo lenta y dolorosamente, pero no le importaba porque ella acabaría con todo aquel que se interpusiera en su camino.
En ese momento el elevador se detuvo y el timbre sonó. Peacock guardo el sombrero y mientras las puertas del elevador se abrían, ella sonrió ya que finalmente había llegado el momento que había estado esperando.
— Time to paint the town red— susurro Peacock lista para enfrentar su destino.
Si lo se fue bastante corto, pero no realmente no tenía planeado que fuera algo largo ya que solo quería plasmar algunos pensamientos de Peacock antes de enfrentarse a Black Dahlia, esta historia tendrá continuación pero realmente no sé cuándo voy a subirlo.
Espero que lo hayan disfrutado.
