¡Hola ^_^!

Volví con una serie de songs- fics. [Como si solo haber vuelto no fuera suficiente castigo ¬_¬u]

Aunque es la segunda vez que hago este tipo de historia, sigo insistiendo que no los hago a menudo. Este fue una excepción porque las canciones de verdad me recordaron inmediatamente al triángulo Inu-Kag-Perra y me inspiran.

La primera parte se llama "Nuestra canción" y esta basada en la canción de La oreja de Van Gogh. "Nadie como tú"

Los personajes no son míos, pero ni en mis sueños más delirantes.

Una última aclaración. No suelo dedicar nada a nadie. Si lo hago es en forma muy general. Pero esta vez voy a ser una excepción. Estos songs fics transcurren un año antes que "Historia de un sueño" que ya esta publicado, pero no los voy a obligar a leerlo.

Entre las muchas cosas que me dijeron por esa historia, hay una que me llamo mucho la atención. No sé si sea cierta, pero lo cierto es que yo también te quiero agradecer, porque me hiciste darme cuenta de porque hago lo que hago. Y discúlpame si te hice llorar.

Espero que algún día lo leas.

Disculpen la lata que les acabo de endilgar, vamos al fic.

Ciclo de un adiós doloroso

"Cap.1: Nuestra canción"

Era un día que se podría considerar normal. Syipo en el hombro de Miroku. Este y Sango caminando en la retaguardia. Inuyasha y Kagóme más adelante, ella arrastrando como siempre su bicicleta.

La cuota inusual la daba el silencio de parte de la chica.

Kagóme- dono a estado muy callada.- opino en voz baja Miroku.

Sí. ¿Cree que Inuyasha le haya hecho algo?- pregunto intrigada Sango.- Yo sabía que no debía dejarlo ir solo a por ella... -

¿Qué tanto murmuran? ¬_¬- indago el hanyou.

Ya ¿Podrían callarse?- intervino el pequeño kitsune.- Kagóme esta usando ese extraño aparato que trae de su época.-

Fue entonces cuando los otros miraron con atención a su compañera de viaje y descubrieron que un extraño hilo negro subía de uno de sus bolsillos, hasta terminar en dos pequeñas cosas negras que se alojaban en sus orejas.

¡Feh! Débiles humanos.- protesto Inuyasha.- Aunque esta vez les envidio la suerte. Ustedes no tienen que escuchar ese horrible sonido.-

¿Qué horrible sonido?- pregunto el monje.

El que se oye desde que Kagóme puso a funcionar ese aparato del demonio.-

Se llama Discman.- informo Syipo.- Y Kagóme me mostró una vez como funciona y me lo presto. Aunque me dijo que no debía mostrárselo a nadie porque haría un lío con el tiempo y especio, creo que era.- trato de recordar el kitsune.- Y no es un ruido horrible.- Se alzo, orgulloso de saber algo que los otros no.- Es música.-

¿Música?- repitió la exterminadora.

Sí. Es muy bonita. Si la escuchas te trasmite historias o sentimientos.-

Inuyasha volvió a repetir su característico ¡Feh! Y se volteo para seguir caminando. Pero la curiosidad irresistible lo hizo prestar oídos al "ruido horrible" que salía de aquel artefacto.

"Nadie como tú, para hacerme reír. Nadie como tú, sabe tanto de mí"

¡Aún no sé porque demonios no salteo esta canción! ¡Por qué la oigo siempre! Sí... (En un susurro) me recuerda a él. (Pensando de nuevo) Inuyasha. (Suspiro) Me hace reír, cuando no llorar. Pero no puedo quejarme, es lo que yo elegí. Cuando yo decidí quedarme con él, sabia que nunca me amaría. (Aprieta los puños; contiene las lágrimas) ¡Aún así me duele! Él es mi primer amor. Y lo amare siempre. Y aunque no te des cuenta jamás, eres quién más me conoce. Sabes que me duele verte con Kykio. Sabes que detesto esta Perla y todo el mal que trajo. Y lo peor... (mirada entristecida) sabes que te voy a seguir a donde vayas.

"Nadie como tú es capaz de compartir mis penas y tristezas. Mis ganas de vivir. Tienes ese don de dar tranquilidad, de saber escuchar, de envolverme en paz."

¿Quién lo hubiera pensado? ¡El mocoso tiene razón! Esta estrofa encaja perfecto para mi y Kagóme. (Silencio.) (Procesando) ¡Feh! ¡Qué demonios dije! ¿¿Kagóme y yo?? (Silencio.) (Reflexionando) Bueno, es cierto. Kagóme es quién esta siempre apoyándome y acompañándome. La que estuvo desde el principio. Seguramente de haberla conocido antes, mi vida hubiera sido otra. Muchas veces me sorprendo cediendo a su solo pedido. Oír su voz me calma... en cierto modo. O, mejor dicho, me devuelve a la realidad. ¡Por Kami! Nunca me di cuenta de lo mucho que la necesito. Solo me siento en paz con sentirla bajo mi protección.

"Tienes la virtud de hacerme olvidar el miedo que me da mirar la oscuridad."

Debo de esta completamente loca. Yo, una estudiante ordinaria de 15 años, tome la decisión de seguirte a donde fueras. Me resigne a agujeros negros, sufrir manipulación emocional y ver familias destruidas. Vivir con el temor de sí llegare a mañana y si mi familia estará allí cuando yo vuelva. Y cada vez que me despierto en mi habitación me digo que estoy desequilibrada, lista para internar. Pienso en todos los peligros. Me juro que esta será la última vez que vendré y que me despediré de todos. Que el corazón no se me ablandara al dejar Syipo y no se rompería en pedazos al alejarme de ti. Que luego me marchare y sellare el pozo para no volver jamás. Pero luego llego aquí y los veo. Y te siento cerca. Y no tengo valor para dejarlo todo atrás. Y pienso tonta y vanamente que me vas a proteger de cualquiera... y sobre cualquier cosa.

"Solamente tú lo puedes entender."

¿De donde salió todo eso? Yo no la necesito... ¿O sí?(Silencio) ¡Feh! ¡Por supuesto que no! Además... ¿Qué diría ella si se enterara? Seguramente pensaría que soy débil y me dejo llevar por las emociones... (Reflexionando) aunque... Kagóme... seguramente no me juzgaría... ¡Por qué demonios tengo tanto miedo!

"Y solamente tú te lo podrás creer." "En silencio y sin cruzar una palabra. Solamente una mirada es suficiente para dar."

(Sonrojada) Pero que cosas pienso... como si él me fuera proteger. Es decir, si me protege. Pero solo porque soy un estúpido radar (Ojos brillantes) Jamás elegiría protegerme sobre Kykio. (Sonrisa triste) Seguro que de enterarse de lo que pienso, Inuyasha se envanecería. (Melancolía) Pero aún así, cada vez que cruzo una mirada con él. Cada vez que me mira así... (Lágrimas silenciosas) tan tiernamente... ve a Kykio en mí. ¡Él no tiene idea de cómo me lastima cuando la veo en sus ojos! ¡No la tiene! (Secandosé las lágrimas) ¡No tienes que llorar, por Kami! ¡No aquí!

"Te asomaste veinte años de momentos congelados, en recuerdos que jamás se olvidarán."

Tengo miedo... de que me deje. (Sorpresa) Entonces... si la necesito... ¿Por qué? Hasta que ella llego yo estaba sellado en un árbol. Ella me devolvió a la vida. Y además... me recordó todo mi pasado. Me recordó a Kykio, es tanto su parecido, ese que tanto detesto. Me recordó a mi madre... aquella vez que ella lloro por mí. Nadie lo había hecho nunca, excepto mi madre. ¿Cómo pudo meterse tanto en mi vida? ¿En mi? ¿Cómo deje que pasara? (Mirada de reojo a Kagóme.) ¿Se limpio los ojos? ¿¿Esta intentando secar sus lágrimas?? ¡Pobre del mal nacido que la haya hecho llorar! Es decir, la escuche hace un rato decir que pensar en él le hacia mal... ¡Y ahora esta llorando! Me las va a pagar muy caro el idiota [¿Sí? ¬_¬] ¡Por Kami! ¡Aquí están de nuevo mis estúpidos celos!

"Nadie como tú para pedir perdón."

¡Qué bien se aplica esta frase a Inuyasha! Aunque el nunca me pida perdón abiertamente. Soy demasiado indulgente. ¡Por Kami! Con esos ataques de celos que le dan cada dos por tres. Es decir, es divertido, pero luego lo pienso y me da coraje. ¿Él no eligió a Kykio? Sí. ¡Entonces que me deje vivir en paz! ¿Qué tal si yo me enamorara de alguien? (Silencio) (Suspiro) No. Siempre lo seguiré amando. Esa es mi falla.

"Nadie como tú valora esta canción."

Ya, tranquilízate. ¿Tienes derecho a estar celoso? No. ¿Tienes motivos?(Silencio) (Dudando) ¡Idiota, por supuesto que no los tienes! Tú elegiste a Kykio; Kagóme es libre y puede tener una relación con quién quiera. No es tu Kagóme. No es tu perrito faldero, ni un juguete con el que haces lo que quieres. ¡No es tuya!

"Nadie como tú me da su protección. Me ayuda a caminar, me aparta del dolor."

Esa es mi falla. Amarle tanto. Seguirle adonde sea que vaya. Pero no puedo evitarlo. Maldigo el día que caí por este pozo maldito. El día que rompí la Perla. Si no fuera por esa Joya endemoniada no estaría obligada a estar aquí. Pero no maldigo el haberlo conocido. Sin el seguramente yo no tendría valor para dar un paso fuera de la aldea.

"Tienes ese don de dar tranquilidad, de saber escuchar, de envolver en paz."

No me pertenece. Ya lo sé. Y es lo que me duele. Yo no tengo un milímetro de un lugar importante en ella. Adora a Syipo, es la mejor amiga de Sango, tiene una excelente relación con Miroku, dentro de lo posible. Admira y respeta a Kaede. ¡Incluso Naraku se gano su odio! ¿Y yo? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Quizás una pizca de compasión, pero antes que me tenga lástima, prefiero nada.

"Tienes la virtud de hacerme olvidar el miedo que me da mirar la oscuridad."

Sin él y con la carga de esa Perla... me derrumbaría. Maldigo, también, el día que comencé a necesitarlo. El día que se me hizo necesidad tener la certeza de su cercanía para estar tranquila. Pero...

"Solamente tú, lo puedes entender."

Compasión. Odio que la gente la sienta por mí. Recuerdo aquella vez que la distingue en su mirada. La increpe y ella lo negó. Aunque cuando me contesto me di cuenta que me decía la verdad, pero algo me estaba ocultando. No me gusto lo que adivine en el fondo de sus ojos. Como si ella hubiera descubierto algo de mí que yo ignoraba.

"Y solamente tu te lo podrás creer." "En silencio y sin cruzar una palabra, solamente una mirada es suficiente para dar."

Pero mi alma aún se retuerce al recordar aquel día. El día ese en que te encontraste con ella, luego de su resurrección. Tu mirada aun me perfora el corazón y tu indiferencia en esos instantes me mancilla el alma. Pero lo que rasga cada centimento de mi cuerpo y hace que mi corazón se resquebraje es la imagen de ustedes besándose y tus palabras al decirme que la elegías, que tu le pertenecía. (Respirando para tranquilizarse) En realidad no hubo palabras de su parte, pero su mirada me lo dijo todo. Y luego volví. Y él estaba dispuesto a decírmelo. Su mirada baja, no tuvo el suficiente valor de mirarme a los ojos de entrada. Pero luego yo... solo comencé a hablar... y termine diciéndole que si me permitía quedarme con él.

"Te asomaste veinte años de momentos congelados, en recuerdos que jamás se olvidarán."

Esa sensación no me gusto, y tuve un mal presentimiento. Y para mi desgracia (Melancolía en la mirada) se cumplió. Te ganaste buena parte de mi confianza. Y aunque al principio persistía en ver a Kykio en ti, para evitar enamorarme de ti, de Kagóme como mi piel lo presentía y mi mente lo confirmaba, aún a sabiendas de que aquello te lastimaba. Nos lastimaba. Pero nadie puede burlar al destino, Kagóme. Y nosotros no somos la excepción. Tu destino era llegar aquí y luchar contra Naraku. El mío es seguir a Kykio, aunque en ello se me vaya la vida. [Literalmente ¬_¬u]

"Pasaran los años y siempre estarás buscando un plan para que se hagan realidad los sueños que soñábamos antes de ayer al dormir."

Ya va un año de esta vida. Una vida que yo elegí, con ustedes. Buena parte de la chiquilla inocente que era cuando llegue aquí ya no esta ¿Te das cuenta? Yo no conocía cuan malvada podía ser el alma humana, cuanto resentimiento y odio podría guardar.

¿Pero sabes que? Lo peor es que aún tengo la loca esperanza, secreta y latente en mi corazón, de que quizás algún día me correspondas. Y seamos felices, sin Naraku que nos aceche ni guerras que nos asolen. Pero solo es un bonito sueño, ya que tu tienes una senda marcada. Y es demasiado estrecha, Inuyasha, no hay lugar para mí.

"Hablando del tiempo que nos quedara por vivir."

Seguir a Kykio... ¡Oh, Kami! ¿Cuánto tiempo puede faltar para eso? Una hora, un día, una semana, un mes, años... minutos... ¿Podré acabar con Naraku antes de partir? ¿Podré protegerte en todas las batallas que me necesites? Me gustaría poder sentirte mía [Malpensados ¬_¬*] poder demostrarte todo el amor que te tengo, vivir contigo lo poco que me quede de vida. Breve... pero feliz. Pero, siempre a un pero, no puedo. Sería más difícil dejarte luego.

"En silencio y sin cruzar una palabra, solamente una mirada es suficiente para dar."

No hay un lugar para mí. Eso me lo dicen tus acciones, tus palabras. Pero ahora que veo un dejo de melancolía en tu mirada y te sorprendo mirándome, me haces temblar y dudar de mí y todo lo que he pensado. ¿Y si esa mirada de verdad fuera para mí? Aunque no... es melancolía lo que denota... es para ella. Quizá sea mejor así, cuando te marches. Cuando yo, también, me marche, será más fácil.

"Te asomaste veinte años de momentos congelados, en recuerdos que jamás se olvidarán."

¿Por qué? ¿Por qué ella se transformo en mi todo? ¿Por qué se volvió todo lo que necesito? Si tan solo fuera una simple atracción... como te atrae lo exótico... O fuera solo tener a Kykio, al menos en apariencia, conmigo sería más fácil. Pero... ¡Oh, no! ¡Malditas casualidades de la vida! ¡Tuve que enamorarme de ella! ¡Tengo que amarla!

(Cara de angustia)

¡Qué apague ese maldito aparato! En cuanto lo descuide lo haré trizas.

"Sin hablar, solemnidad, sabremos llegar a entender que jamás, nada ni nadie en la vida nos separará."

Kagóme se quito los auriculares y bajo el volumen del CD.

Acabo de recordar algo.- dijo.- Mañana tengo examen de lenguaje. Tengo que volver a mi casa ¿Oíste Inuyasha?- dirigiendosé al hanyou.

Sí, ve. Pero no olvides volver mañana en la tarde. Te acompaño al pozo.- dijo distraído y aliviado el chico.

De acuerdo.- respondió sorprendida la joven.

Caminaron hasta el pozo en silencio. Kagóme apoyo la mochila en el borde del pozo y por un momento la vista se le oscureció. Parpadeo ante la luz de la tarde y vio a Inuyasha, entre lágrimas.

¿Por qué estas llorando? No lo hagas.- suplico Inuyasha, acercándose a ella. Ese llanto se le hacia un mal presagio. La envolvió con sus brazos y la estrecho hacia él, con miedo.

Algo le decía que si la soltaba la perdería irremediablemente. Hubiera deseado no tener que dejarla ir, rogarle que se quedara, que abandonase ese estúpido examen que la alejaba, aunque más no fuera momentáneamente, de su vida. Pero su orgullo se lo impidió y obligo a sus brazos a soltarla.

Kagóme se escurrió del abrazo, pero aún retuvo la mano del hanyou, apretándola levemente. Maldijo sus poderes de sacerdotisa. Sabia que en cuanto soltara la mano del hanyou lo perdería de por vida. Ya el pacto estaba por cumplirse, quizás cuando ella volviera el hanyou no estaría allí. Solo estarían los demás, para darle la triste noticia.

Se obligo a soltarlo.

No eran nadie para desafiar el destino.

Cuídate.- casi suplico él.

Ella asintió con la cabeza y susurro:

Adiós, Inuyasha.-

FIN DEL PRIMER CAPÍTULO.

Como ya se habrán dado cuenta, esto dista mucho de ser un fics color de rosa. Pero bueno como esto transcurre un año antes que "Historia de un sueño" Tenía que estar a tono. ^_^u

Para su desgracia aún faltan 2 capítulos.

Para mi desgracia, este me salió espantosamente mal. [Era para que el menos ideas tenía.] [Aunque para los otros no estoy mejor.] En fin ¡Tengan compasión de mí! ¡Soy demasiado joven para morir!

No voy a pretender que me dejen un hermoso Rewiens felicitándome, aunque si me gustaría que me dejaran uno que dijera: "Leí. Firma: Inu-chan" [Por poner un ejemplo] o, porque no: "Esto es una porquería. Firma: Sessh-chan."

[Lo siento, me falta la medicación U_U]

^_^u Mal chiste.

¡Hasta la próxima!