¡HOLA! *.*
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
Aclaraciones Iniciales:
1. Habrá una guerra constante entre Mortifagos y la Orden de Fenix mientras intentan descubrir como destruir a Voldemort.
2. Los personajes mantienen (en general) actitudes semejantes a las de los libros.
3. La historia es Rated T, pero algunos capítulos podrían llegar a ser Rated M (les dejaré saber cuales son M para que decidan si leerlos o no)
Otras dudas se irán aclarando con la historia.
Besos! Que disfruten la historia!
Capitulo 1
Mortífago peligroso
10 de septiembre de 2003
Debían ser las seis de la tarde, seguramente el sol estaba librando una intensa batalla contra la luna a las afueras de la guarida donde Draco Malfoy se encontraba. Mientras el rubio se movía rápidamente por los extensos corredores podía imaginar la luz menguando a medida que se hacia paso la noche. La orden de fénix seguramente debía estar luchando a la parte de afuera para salvar a algunos de los sangre sucia que Lord Voldemort había enviado a asesinar. El rubio se esconde tras un caballero de metal oxidado luego de atravesar la pesada puerta de madera que le condujo a una habitación, su respiración pasaría desapercibida para cualquiera menos para el hombre que acaba de llegar al lugar por la puerta contraria. El sitio es amplio, tiene una escalera junto a un ventanal con cortinas negras que conduce a un segundo piso; la misma permite llegar a dos puertas, una conecta con una bóveda y la otra con una salida.
-Mi mortifago 3-14…puedo respirar tu miedo…- comentó Voldemort de pie en el medio de la habitación. Él parece parte de la decoración del lugar; el gris del suelo y el negro de las paredes parecen haber sido hechos para que Tom Riddle se sintiese cómodo al detenerse allí.
Draco le escucha sin salir de su escondite. Habían pasado dos años desde la última vez que escuchó la voz del que en un momento dado había considerado su maestro. La saliva pasa con dificultad por su garganta cuando los recuerdos de un pasado no muy lejano pasan a través de sus ojos. Él lo sabe. Sabe que Lord Voldemort está jugando con su mente para hacerle caer nuevamente bajo su dominio, pero no hay nada que pueda hacer al respecto: al menos no por el momento.
-Sal, Malfoy…- le llama Voldemort, Draco está entrenado para acudir al llamado, así que simplemente abandona su escondite y se detiene allí junto al caballero de metal a observar al otro. Riddle le estudia en silencio, sus ojos se detienen en la varita que el joven rubio sostiene en su mano…la misma que hace más de diez años él le había obsequiado.
-Veo que no te quitaron tu varita…- comentó Tom, pero la única respuesta que consigue del otro es silencio. Internamente se siente orgulloso, porque él mismo había creado al monstruo que se encuentra delante de sus ojos. Luego de terminada una obra de arte, lo único que le queda al artista es el placer de contemplarla.
-No pensarás que eres capaz de ser de los buenos ¿Cierto? Personalmente me encargué que en ti no quedara nada bueno.- decide hablar Voldemort, el rubio no se ha movido, apenas respira, pero Tom puede percibir como su rostro va cambiando a medida que le escucha. El chico delante del mago tenebroso llevaba fuera de su entrenamiento mucho tiempo, podría haber desarrollado cierta filosofía influenciada por la orden de fénix al estar bajo el dominio de ellos.
-No creo todo lo que dices, Lord.- al fin habla Draco, en su voz todavía esta presente el chico al cual Voldemort fue dando forma. La palabra "Lord" sale de su boca con respeto y Tom casi le vio inclinarse ligeramente al dirigirse a él.
-¿Te dijeron que hay algo bueno en ti, Malfoy? Eso le dicen a todos, pero tu y yo sabemos que lo que podría considerarse humano y bueno en ti murió hace mucho.- habla Riddle y el rubio guarda silencio porque las palabras del otro mago trabajan con rapidez en su cabeza.
-Necesitas ser castigado, Draco...te has portado muy mal estos últimos dos años...- murmuró el mago caminando de un lado a otro lentamente, meditando cada movimiento que llevaba a cabo.
-No necesito ningún castigo...- responde el rubio y Voldemort le observa sin expresión.
-Sí, lo necesitas, es la única forma de rectificar. Bellatrix te está esperando en la mansión, luego de tu castigo quedarás perdonado.- insistió Tom y Draco guardó silencio mientras los gritos de un pasado doloroso hacían eco en su cabeza. Las viejas imágenes pasando delante de sus grises ojos como una tormenta de fotos que él deseaba olvidar.
Los ruidos de pasos y murmullos le sacan del mundo oscuro al cual Lord Voldemort le estaba arrojando. Debían ser magos de la Orden de fénix, Draco apenas se mueve de su posición, pero al escuchar la voz de ella a la distancia sus ojos brillan con esperanza. Voldemort se percata de inmediato. Percibe el cambio alrededor de uno de sus mejores mortífagos y no duda en acercarse, tan rápido que el rubio apenas se percata. La varita de Tom se presiona contra el pecho del Malfoy, pero el mago no tiene intención de dañar al chico, solo le mira fijamente a los ojos. Draco le sostiene la mirada, recuerda su entrenamiento y se obliga a no mostrar miedo. Al final, no estaba seguro si era capaz de sentirlo después de todo.
-¿Qué es eso que vi, Malfoy? ¿Amor?- le pregunta el mago tenebroso, pero Draco no da una respuesta física ni verbal en un inicio. Pasados unos segundos, empuja un poco a Voldemort para crear distancia y la expresión del mago oscuro es una clara muestra de burla.
-No, claro que no…porque…yo me aseguré de que seas incapaz sentir amor. -sentencia Lord Voldemort y Draco retrocede hacia la puerta por la cual había entrado. Su rostro se ha descompuesto, por algunos segundos los ruidos alrededor se disipan. Solo la fría mirada de Tom Riddle sobre la suya es real en aquel instante. Como hace dos años atrás, se encuentra dudando de todo. La orden le había dicho muchas cosas, Harry Potter le había dicho muchas cosas e incluso ella, la que le dio la oportunidad de redimirse, le había dicho muchas cosas, pero al final…él no estaba seguro de nada. Ninguno lo conocía más que Lord Voldemort, si Riddle decía que él era incapaz de amar, es porque el mago oscuro se había encargado de que así fuese. ¿Existía acaso la posibilidad de que uno de los magos más poderosos, estuviese equivocado?
septiembre 2001
Hace años atrás Lord Voldemort había declarado una guerra sin tregua contra todos los que él considerase una amenaza contra la pureza de sangre. El mundo mágico no era un lugar seguro desde ese entonces, el mago oscuro tenía un odio profundo hacia mestizos y sangre sucias. Cada mes se realizaban dos o tres ataques en diferentes partes; las tasas de muertes aumentan drásticamente y nadie parecía poder hacer nada para detener la ola de asesinatos. El señor tenebroso, o como muchos le llamaban, "el que no debe ser nombrado", era la pesadilla de todo aquel que tuviese la desdicha de no cumplir con sus estándares de pureza.
La Orden de Fénix era la única esperanza para los amenazados; dirigida por Albus Dumbledore y teniendo como arma principal a Harry Potter, mejor conocido como "el niño que vivió". La Orden se encargaba de rastrear posibles amenazas de mortífagos e intentar salvar a los amenazadas. Normalmente, preveían los ataques de mortífagos y lograban impedirlos. La visión del grupo era esperar el momento perfecto para acabar con el mago tenebroso, sabían que solo Harry Potter podría hacerlo, pero aún no sabían exactamente como. Ellos sabían que Lord Voldemort no era humano, y mientras no lo fuese, el niño que vivió no tenía ninguna posibilidad contra él.
-Harry ¿Qué ocurrió con, Percy?- cuestiona Hermione Granger atravesando la puerta que conduce al cuarto donde Potter se encuentra de pie delante de una mesa observando las últimas fotos que habían obtenido luego de la misión fallida de hace tres días.
El moreno se gira al escuchar su nombre y no puede evitar sonreír al ver a su amiga. La castaña llevaba casi dos semanas fuera del cuartel de la orden. Había un aviso de amenaza en el otro extremo del mundo mágico y ella se ofreció a liderar el grupo que iría a asegurarse de que varias familias de mestizos estuviesen a salvo. La chica parece estar perfectamente a excepción de uno que otro rasguño en el rostro lo cual relaja al joven moreno. La tranquilidad en el rostro de Potter dura poco, la pregunta de la joven simplemente le obliga a mirar las tres fotos que reposan sobre la mesa. Una es un fondo negro donde lo único que se distingue es una varita en el extremo derecho inferior, la segunda es un suelo gris y en la última se distingue a alguien vestido de negro dándole la espalda a la cámara que habían instalado en la ropa de Percy Weasley.
-Percy murió, Hermione. Solo obtuvimos algunas grabaciones de voz y estas fotos.- habló Harry señalando con un gesto de mano las fotos sobre la mesa. El rostro de la castaña se ve compungido, el chico Weasley era muy querido por todos.
-Él sabía el riesgo…- susurró ella, como si las palabras fuesen un consuelo, no solo para ella sino también para el moreno. Hermione sabía que Harry seguramente se estaba culpando desde el momento en el cual le dijeron lo ocurrido con el pelirrojo.
-Ronald estaba furioso, quería ir él mismo a acabar con el mortífago 3-14.- comentó Harry tomando la foto en la cual salía el hombre de espalda. Aquel mortífago había asesinado tanta gente que la Orden había decidido que debían acabar personalmente con él. Lamentablemente, el sujeto parecía un arma de destrucción invencible. Habían enviado a varios magos contra él y a todos había asesinado.
-Llegué a pensar que estaría muerto para cuando regresara.- murmuró Hermione agarrando la foto que se hallaba en la mano de Potter, el moreno suspiró apoyando las manos de la mesa.
-Odio esto, Mione. No quisiera tener que matar a ninguno. Si pudiésemos conseguir que entren en razón.- comenta Harry bajando la mirada, la chica percibe la frustración en su tono de voz y saca la mirada de la foto antes de dejarla sobre la mesa y abrazar a su amigo.
-A veces hay que hacer esto, por el bien de la mayoría…- susurra ella acariciando la espalda del moreno, conociendo sus miedos e inseguridades. Tantos años juntos les había permitido conocerse lo suficiente para entender lo que necesitaba escuchar el otro. Harry levanta el rostro y mira a través de sus redondos espejuelos a la chica, sus ojos se encuentran y él suspira.
-No quiero que este sujeto siga matando a nuestros magos.- acepta el moreno y ella asiente.
-Tendrá que ir alguien lo suficientemente listo; alguien que este a la altura de este mortífago.- murmuró la chica apoyando sus manos de la mesa de metal y observando las fotos. El mortífago era rápido y listo, lo suficiente para que ni siquiera la cámara de Percy tuviese la oportunidad de captarle y dejarle al descubierto. No era uno de esos mortífagos fáciles de manipular; no, este meditaba sus movimientos antes de llevarlos a cabo y tenía a su favor el anonimato. Un mortífago peligroso, sin rostro, sin nombre…y con una gran cantidad de sangre sobre su cuerpo.
-¿Quién podría ir? ¿Sirius? ¿Albus? ¿Mcgonagall? ¿Yo?- le preguntó el moreno frustrado antes de levantar el rostro y fijar sus ojos en los de su mejor amiga. Se observaron en algunos segundos. Él guardo silencio durante un rato, internamente preguntándose si estaba interpretando correctamente la mirada de su mejor amiga. Potter no estaba seguro de poder soportar que el mortífago 3-14, como todos le conocían, asesinara también a su mejor amiga.
-Sabes que luego de los lideres soy la mejor alternativa…- habló la chica, no había prepotencia u orgullo en sus palabras, simplemente establecía lo que era evidente para todos en La Orden. Entre los magos jóvenes, Harry Potter y Hermione Granger, eran los más sobresalientes. El moreno mostraba habilidades que casi ninguno tenía, probablemente porque era el niño que vivió; en cambio la castaña contaba con una inteligencia privilegiada que le había ayudado a, con esfuerzo, perfeccionar sus habilidades.
-No quiero exponerte, Hermione. Ninguno de los que ha ido a acabar con él ha regresado con vida. – respondió Potter bajando la mirada.
-Dejemos que Dumbledore tome la decisión. ¿Sí? Se lo propondré cuando llegue en la tarde. Tu y yo sabemos que podría ser nuestra única forma de acabar con él. Harry…han sido muchos muertos y no creo que se detenga.- habló la castaña colocando su mano sobre el hombro de él para que le mirase.
-Ojalá pudiese matar a Voldemort…ojalá encontrásemos la manera…- confesó el chico mirándola a los ojos, la frustración y la tristeza reflejándose en los ojos verdes del chico que tantas cosas horribles había observado a lo largo de toda su vida…desde el día que sus padres fueron asesinados.
-Acabaremos con él, Harry. Es cuestión de tiempo.- le aseguró ella para animarlo y le dedicó un intento de sonrisa.
-¿Estas dispuesta a correr el riesgo? De los tres magos que hemos enviado ninguno regresó vivo.- la voz de Albus es suave. Delante suyo se encuentran Harry y Hermione. Intercambian una mirada y luego la castaña asiente.
-Estoy dispuesta a correrlo.- acepta ella, Harry baja la mirada porque él no está completamente seguro de la decisión de su amiga.
-Entonces la pondremos al tanto de todo lo que sabemos sobre el mortifago. Harry tiene su expediente, no es mucho lo que se conoce de él, pero hasta el más mínimo detalle podría ser de utilidad. Snape está investigando donde podría ser su siguiente ataque...cuando tengamos un lugar le avisaremos señorita Granger.- anuncia Dumbledore
- Ginny se encargará de vigilar sus movimientos y cubrirla. Con Percy no sirvió de mucho, pero ayudó a obtener ciertas grabaciones de voz.- comenta Miverna, la señora está de detrás de Dumbledore cruzada de brazos.
-Hablaré con ella entonces, nos retiramos.- anuncia la castaña y abandona la oficina de Albus seguida de Potter. Ambos caminan uno junto al otro, perdidos en sus pensamientos.
-Tengo la información del mortifago en mi cuarto. La última vez que le eché una mirada fue con Percy.- susurró el moreno, Hermione asiente y ambos se dirigen al cuarto de Potter.
El cuartel de la Orden de Fenix es lo que solía ser, muchos años atras, Hogwarts, escuela de Magia y Hechicería. Luego de la amenaza de Voldemort, muchas escuelas habían dejado de impartir clases y entre ellas, Hogwarts. El lugar fue rescatado por Albus y sus seguidores para preparar allí magos y brujas que deseasen pelear contra el mago tenebroso. Los magos debían tener un minimo de quince años para entrar al cuartel, el mismo Dumbledore enviaba cartas a los magos jovenes que considerase capacitados para ingresar a la Orden. Solo Harry había entrado a los once años, siendo por lo tal el mago joven, y por ello el mejor preparado.
-Ten, es todo lo que sabemos.- habló Potter sacando de un cajón el pergamino donde tenían la información sobre el mortifago. Hermione se sentó en la cama y comenzó a desenvolver el pergamino mientras Ronald Weasley salía del baño. El pelirrojo era el compañero de cuarto de Potter.
-No les escuché llegar.- comentó el chico secando su cabello y acercándose a ellos, vistiendo unicamente unas berrmudas negras.
-Somos discretos.- comentó Harry saludando con un apretón de manos al pelirrojo antes de que este saludara con un beso en la mejilla a la castaña, quien apenas sacó la mirada del pergamino.
-¿Es todo, Harry?- preguntó Granger sacando del pergamino su mirada. El moreno asintió, Ronald de pie junto a ella miró el pergamino reconociendo inmediatamente que ocurría.
-¿Iras a por él?- preguntó el pelirrojo.
-Sí...- respondió ella huyendo de los ojos azules del chico.
-Es peligroso. No deberías...- comenzó a decir Ron.
-Es una decisión tomada.- le cortó ella y volvió a mirar a Potter.
-Sí...es todo lo que tenemos...- admitió el moreno sentándose junto a ella y suspirando audiblemente. La frustración y la tristeza era visible en todo su rostro.
-No es mucho...por no decir que es nada...- murmuró la castaña confundida. El pergamino solo mencionaba que el mortifago era reconocido por Voldemort como "3-14", había iniciado a asesinar mestizos hace algunos años y parecía ser un mortifago de edad avanzada debido a sus habilidades. Aparentemente, trabajaba solo ya que nunca se habia reconocido su forma de asesinar en un grupo de mortifagos.
-Se cree que es alguien de la edad de Dumbledore o Sirius, con mucha experiencia y un gran repertorio de hechizos en su poder. Además, parece que le han sometido a varios tratamientos que le hacen más rápido y letal.- habló Potter, Ronald de pie junto a ellos asintió ante las palabras del moreno.
-Entonces, me enfrentaría a un hombre de edad mas o menos avanzada, rápido, inteligente y discreto.- comentó la chica pensativa. Pocas veces se había enfrentado ella sola a un mortifago, pero este era un caso especial en el cual ir en grupo espantaría al sujeto.
-Es alto y se dice que siempre viste de negro.- añadió Ronald sentándose en el suelo delante de los otros dos. Hermione salió de sus pensamientos cuando sus ojos se encontraron con los azules del pelirrojo.
-Lamento lo que ocurrió con Percy.- susurró la castaña, Ron bajó la mirada a la vez que llevaba sus rodillas hasta a su pecho y se encogía de hombros.
-Él conocía el riesgo...todos lo conocemos...mamá no ha parado de llorar.- comentó el pelirrojo sin levantar el rostro. Harry se mueve mas rápido que la castaña, se arrodilla junto a su mejor amigo y lo abraza siendo imitado rápidamente por la castaña.
Ronald decide apoyar su rostro del pecho de la castaña mientras Harry le acaricia la espalda. Entonces el pecoso llora por primera vez desde que recibió la noticia. Hermione le acaricia el cabello e intercambia una mirada con el moreno. Potter abraza del otro lado al pelirrojo, intentando que entienda que ellos estaba ahí con él aunque no pudiesen comprender totalmente el dolor de la pérdida.
-Te hará bien llorar...- susurró Hermione, el pelirrojo se aleja un poco y luego se esconde en el pecho de Harry. El moreno lo abraza esperando que el pelirrojo se reponga.
-Voldemort nos ha quitado tanto...- susurró Ron, las lágrimas aun recorriendo sus mejillas. Hermione de rodillas a su lado asiente. Percy no es el primer Weasley que murió en las manos de un Mortífago, Arthur también había muerto hace dos años.
-No permtiremos que ninguno de ustedes pase por lo mismo otra vez, tienes nuestra palabra.- le dije Harry. Ronald sabe que por más promesas que haga el niño que vivió no tiene el poder para impedir que hayan más muertes. Porque estaban en medio de una guerra sin tregua en la cual o matas o mueres.
-Lo que más coraje me da es que ese mortífago sigue vivo...cuando merece estar muerto.- habló Ron, el coraje presente en sus cuerdas vocales.
-Ron, Hermione lo matará. Es una de nuestras mejores brujas.- le anima Harry. Hermione asiente. En aquel momento la castaña lo decidió: mataría al mortífago 3-14 para vengar a Percy Weasley y a todos los inocentes que habían muerto en las manos de ese ser despreciable.
Continuará...
¿Qué les ha parecido? ¿Comentarios? ¿Hipotesis?
Aviso: Normalmente, subiré un nuevo capitulo cada 1 o 2 semanas probablemente.
Besos!
