DISCLAIMER: ni soy dueña de nada del universo de Harry Potter, ni recibo pago alguno por lo escrito a contunuación. La historia es 100% de mi imaginación e impulsada por la saga de HP.
He decidido irme por un reto nuevo. Uno cortito esta vez, sólo para calentar antes de volver a la carga con "Tras la puerta" (:
Está en función de la Tabla Principios de la Psicología de Retos a la carta.
Será una serie de 4 viñetas y esta vez sí tendrán relación y un orden cronológico.
Algo ligerito, la mejor de manera de pasar un domingo sin estudiar para mi ordinario de Química.
#3. PREDECIR
-¿Qué cojones haces Lunático?
Sirius le ha pillado por sorpresa e inconscientemente ha dado un brinco del susto. Leía tranquilamente un libro cualquiera, ahí, semi recostado en su cama pero sin haber cerrado los doseles. Lo primero que sus dedos habían tocado al meter la mano en su baúl había sido escogido para la lectura de aquella mañana y llevaba apenas unos quince, o tal vez treinta minutos enfrascado en él cuando un ladrido le sacó de su concentración.
-¿Qué parece que hago?- esa era una de las cosas que podía alterar sus nervios, que lo interrumpieran, y para preguntarle semejante obviedad, por las barbas de Merlín.
-si, pero ¿por qué narices lees cuando podrías estar afuera con Peter viéndonos jugar al quidditch a James y a mi?
Se le ocurrían ciertos motivos; como lo jodidamente bien que le sentaba el uniforme de quidditch, lo suficientemente ajustado para que se le marcaran todos los músculos de los brazos y del pecho y los pantalones que... puf ni hablar. Esas eran unas muy buenas razones; las mejores tal vez. Pero tenía un repertorio de motivos bien fundamentados y hasta enumerados por gravedad.
-No me apetece Sirius, en otra ocasión será- dando por concluida la plática remontó la lectura, o al menos lo intentó antes de que un nuevo peso en su cama le hubiera obligado a inclinarse hacia él. Sirius le miraba sonriente y con ese toque canino en sus labios ladeados y sus ojos grises, distrayéndolo lo suficiente como para que el animago pudiera arrebatarle el libro de entre los dedos sin el más mínimo esfuerzo.
Porque el muy cabrón sabía que ese gesto cautivaba a cualquiera sin distinción de casa, sexo o edad a tal grado que ya era algo natural en él hacerlo. Y estaba seguro de que si insistía con el toque intermedio entre determinación e inocencia, él acabaría yendo, porque así era Lupin.
Sirius no sabe desde cuando Remus se ha vuelto tan importante para él. Su simple presencia le pone de mejor humor y lo obliga a ser más racional, no en exceso pero lo suficiente para que se lo piense dos veces antes de hacer alguna irresponsabilidad de esas que llevan su marca personal y la de James (claro que al final siempre efectúan sus gamberradas). El licántropo es un órgano vital entre los merodeadores y es su amigo desde siempre. Eso es todo. Es su amigo. Y por eso mismo necesita que esté a su lado en las clases para echarle una mano y no dejarlo distraerse (nunca lo logra), que lo vea jugar al quidditch para impresionarlo (y eso, eso siempre lo consigue), que los acompañe cuando se echan junto al lago a meditar sobre la inmortalidad del calamar gigante, incluso le necesita ahí cuando James y él (y Peter si ha sido convencido) hacen de las suyas. Pero como antes se dijo, es sólo porque son amigos.
¿No?
-Pero esta es una ocasión perfecta Moony.
Black es bueno con eso de predecir. A veces piensa seriamente que debería ser maestro de adivinación.
Por eso sabe que está cerca de convencerlo. Sólo un poco más.
-No lo sé Sirius, no me siento tan bien aún. La luna llena ha sido apenas hace unas noches
Empieza a ceder.
-Que mejor forma de fortalecerte Lunático- sonríe insistente –En cualquier otro momento puedes leer…- voltea el libro que sostiene entre las manos y mira la cubierta –Historia de Howgarts pero ¿Qué tan seguido tienes el privilegio de sentarte en primera fila y ver a tal monumento de macho, como lo es su servidor, jugando al quidditch?
-Bastante seguido Canuto, te la vives ahí con James- El licántropo traga saliva pesadamente ante aquella mención de si mismo que ha usado Sirius.
-¿Eso es un si?- los ojos grises le brillan cuando habla y su sonrisa se vuelve un poco menos calculadora, menos canina, para volverse sincera o al menos cálida. Titubea, como cada vez que Sirius hace ese gesto e inseguro responde.
-Los deberes no se harán solos Sirius, tengo que terminarlos- y de pronto ya no recuerda porque la insistencia en no ir al campo. Sus argumentos perdieron sentido cuando su amigo invadió de esa manera su espacio personal, como sólo Sirius sabe hacerlo.
-Hace cinco segundos sólo querías leer; ahora te salen deberes de la nada ¿no?- Su rostro está tan pegado al suyo que puede sentir su aliento rozándole la piel y se pone tenso, nervioso.
-Vamos Remus, que apenas es sábado. Ya mañana te encierras aquí y si quieres hasta te acompaño- y como los ojos de metal se fundieron, los de miel se derritieron.
-Está bien. Pero vamos rápido antes de que me arrepienta-
Y Sirius sonríe. Porque ya había predicho que Lupin iría.
Y como siempre, no se equivocó.
Como siempre, se agadecen los reviews ;D
Taniz*
