Ángel de amor
La extraña chica bonita
Kurosaki Ichigo, un típico chico de secundaria, aunque con uno u otro problema de disciplina, todo debido a su inusual cabello naranja. Ichigo sabía que la gente nunca aceptaba algo que les parece diferente, pero desde hacía mucho tiempo, ya no le importaba, simplemente porque su cabello era muy parecido al de la persona que mas amaba en el mundo, su madre. Desafortunadamente para el, su madre ya no estaba con el, y la extrañaba cada día de su vida.
Tenía una familia muy hermosa, a pesar de que su madre ya no estaba, y eso lo hacía muy feliz, ni mencionar a sus amigos, que eran también muy buenos. Desde pequeño había tenido una mejor amiga, Kuchiki Rukia, prácticamente se conocían desde el nacimiento, ella era una de las personas más apreciadas por Ichigo, a pesar de que vivieran discutiendo, se tenían un cariño mutuo poco común. Por otro lado, su amigo Sado, su compañero de riñas y pelas, el pacifista Sado, o como él le llamaba, Chado, de gran estatura, rasgos latinos y profunda voz, además de su enemigo/amigo Ishida, no entendía porque alguien podría declararse enemigo de otro solo por una competencia física, pero disfrutaban mucho la vida juntos, bueno, también estaban Mizuiro, Azano, Renji, y Tatsuki .
Ichigo tenía una buena vida, nada que envidiarle a nadie, su padre tenía un buen trabajo, buena familia, buenos amigos, y algunos problemas para dar sazón. Era feliz
Era un chico muy despreocupado de detalles, o de ser respetuoso o cuidadoso, aunque siempre se preocupaba por quienes le rodeaban.
Al empezar la secundaria, no sintió gran emoción, seguiría viendo a su gente, seguirían los mismos problemas, solo que ahora, había que emprender el camino hacia la universidad.
Tenía ya su meta fijada, quería ser médico, igual que su padre, salvaría vidas, esas valiosas vidas que podría mejorar estudiando.
Había llegado el día de inicio de clases, estaban todos reunidos, Rukia e Ichigo habían llegado juntos, Tatsuki un poco antes para averiguar sobre los clubes de artes marciales disponibles, y los demás, esperando en la puerta.
Ocurrieron las clásicas discusiones entre él y Rukia, Ishida le reta con su aire listillo, Chado observa, Azano grita, Mizuiro le golpea, y Renji les separa, Ichigo ríe discretamente.
Caminan para averiguar sobre sus salones de clases, y todos quieren que hayan quedado en la misma aula, incluso Ichigo, aunque no lo dice.
Al acercarse, Ichigo divisa una larga cabellera castaña, de un color muy cálido y bonito, la cabellera de una chica, una chica que lleva un falda algo larga, y el chaleco de la secundaria, a pesar de que hace calor. Y eso le causa extrañeza.
Observa también, que los muchachos se han amotinado a dos metros alrededor murmurando algo, ella parece muy concentrada en la lista que observa, luego, sin que Ichigo pueda ver su rostro, ella se retira, en medio de murmullos como "¿Qué linda es?" o "¿viste eso?". Ichigo no pensó en el tema, siguió en lo suyo.
Todos se pusieron muy contentos, porque quedaron todos en la misma aula, así que fueron si más demora, donde les correspondía, todos tomaron sus asientos, y al entrar, pudo ver a una melancólica chica mirando por la ventana, su claro cabello le hizo reconocerla de inmediato, era la chica que había visto en el patio, pero no la quedo observando, miro hacia otro lado, donde estaban las cosas y las personas que le interesaban, siguió en su mundo.
La clase comenzó, y su profesora era bastante temperamental, todos estaban algo asustados de ella, y pido que la clase se presentara uno por uno, todos se presentaron, incluyéndole a él, aunque fue de muy mala gana, eso ayudaría a reafirmar la reputación que le precedía, no quería metiches en su círculo social.
La ultima en presentarse, fue la chica del patio, cuando la profesora se lo pidió, ella no le escucho, seguía mirando por la ventana, sumergida en lo que fuera que estuviere pensando, Ichigo dirigió su mirada a ella, de puro reflejo, preguntándose si tenía algún problema mental o algo.
Cuando la chica escucho la voz de la profesora, se paro rápidamente de su asiento para presentarse.
-disculpe sensei…no le oí, mi nombre Inoue Orihime, encantada- dijo con una suave voz, haciendo una referencia y dando una sonrisa. Una extraña sonrisa, pensó Ichigo, no era fea, pero había algo en aquella sonrisa que no le gustaba.
Orihime al percatarse de la mirada de Ichigo, endureció su expresión mirando a otro lado, con desagrado, eso le molesto.
Sus compañeros comenzaron murmurar, todos se habían volteado a verla, la profesora tuvo que pedir la atención para que le pusieran oído a ella, pero Orihime no parecía cómoda con tanta atención, más bien parecía asqueada, y eso le pareció raro.
Pensó que tal vez, era muy hipócrita, y que fingía que no le gustaba la atención para atraer más, sin duda era una chica demasiado bonita para no ser siquiera un poco vanidosa, incluso el, un chico que pasaba de las mujeres, estaba consciente de lo bella que era. Como no lo iba a estar ella también.
Él ignoraría a Orihime, era otra chica más de la escuela, una tonta y vanidosa chica más.
Pasaron los primeros meses, y aunque nuca hacia amistad con todos sus compañeros de clase, siempre en la clase de deporte hablaban sobre un tema, a veces de futbol, de chicas o de cualquier tontería.
Ese día, en la clase de deportes, las chicas jugaban voleibol, habían formado dos equipos y los chicos las observaban. Todos hablaban de una chica distinta, se extraño al escuchar a algunos hablar de Rukia y de lo linda que era, que les encantaría que los golpeara como le golpeaba a el, Ichigo solo se golpeo la cara, pensando lo estúpido de sus comentarios, porque los golpes de Rukia si que dolían. Dirigió su mirada hacia Rukia, nunca se había detenido a pensar en ella como una chica, para el, Rukia era solo Rukia, sin más sin menos, casi como un chico para él, así que no omitió opinión.
El que si opino, diciendo que era una chica enana tonta y fea fue Renji, Ichigo se rio bastante en su fuero interno, desde que lo conoce, Renji a estado enamorado e Rukia, el decía que Rukia era una chica de hielo sin corazón y que jamás gustaría de un chico, pero Renji la quería, y la quería mucho.
De pronto, salió al tapiz la chica de la que toda la escuela hablaba, Orihime.
Todos se turnaron para alabarle como a una diosa, sus perfectas piernas, su hermoso y largo cabello, sus bonitos y grandes ojos, sus labios rosados, todo. A Ichigo le parecía absurdo hablar así de una chica, a él le parecía demasiado rara, tenía que tener algún defecto, no era ni por menos una diosa.
Dirigió su vista inconscientemente hacia ella, estaba en el equipo de Rukia y Tatsuki jugando, en una posición muy trasera, donde el balón llegaba en pocas ocasiones, por supuesto, Rukia Tatsuki estaban adelante, apaleando al otro equipo.
Ichigo se puso pensar que ella por lo general, se excusaba de educación física con una nota de sus padres, o certificados médicos, aposto de que era de esas, que les desagrada sudar porque se verían poco atractivas. Pero hoy jugaba. Con el diminuto pantaloncillo de gimnasia color rojo, una playera blanca y una cola de caballo, con sus manos juntas hacia arriba, sus brazos estirados, y las piernas ligeramente separadas para recibir el balón que nunca venia
Volvió a poner atención en la conversación de sus compañeros, cuando un dijo:
-Inoue-san es tan bonita…pero algo extraña- Ichigo coincidió con aquello mentalmente- el otro día estaba en la cafetería de la escuela, muy sola, y claro, yo quería hacerle compañía, así que tome mucho valor, y me fui a sentar a su lado, y pedirle que saliéramos al cine- prosiguió su compañero
-wow- dijo otro- yo no me atrevería hablarle, es tan bonita, me quedaría en blanco si solo me mirara-dijo emocionado- pero dinos ¿Qué hay de raro con ella?
-bueno…cuando la salude, levanto su vista con los ojos casi desorbitados, como si yo fuera un fantasma que le hablaba, y no contesto ninguna pregunta que le hice, se quedo como congelada, asi que me preocupe y quería llevarla a la enfermería, pero me pidió amablemente que no la tocara, estaba temblando, así que mejor me aleje de ella, quizá no había sido un buen momento, pero también he oído que no tiene ni una sola amiga, eso es raro- finalizo el muchacho.
Ichigo pensó, que debía de ser la persona más engreída del mundo.
De pronto, se escucho un quejido desde la cancha, todos pusieron atención, y había sido Orihime que había recibido un golpe en la cabeza con el balón, Tatsuki y Rukia la ayudaron a levantarse y la llevaron a la enfermería, mientras otras chicas decían cosas como "cuanto la odio" "yo odio su estúpida cara y sus tetas grandes", por eso mismo, a Ichigo, no le gustaba tener chicas demasiado cerca, la mayoría eran unas arpías y unas pesadas.
Se levantaron y comenzaron a caminar, los compañeros comenzaron a asediarlo de preguntas acerca de que pensaba de Orihime, pero el no decía nada, no había abierto la boca en toda la conversación, solo bebía agua, así que comenzaron a insistir y insistir mientras atravesaban la cancha para ir a las duchas, hasta que Ichigo se arto de tanta pregunta, se volteo y dijo gritando:
-DEJENME EN PAZ, PARA MI INOUE ORIHIME ES UNA CHICA ESTUPIDA, NO ME ATRAE PARA NADA, POR MI, PODRIA DESAPARECER, Y A MI, NO PODRIA IMPORTARME MENOS- todos en la cancha, habían escuchado tal declaración, incluyendo a todas sus compañeras, que sonrieron complacidas ante un chico, que quizá era el único de toda la escuela que le daba igual, que compartía sus desprecios por la chica.
Ichigo se alejo a zancadas para darse una ducha, sus compañeros, decidieron no tocar jamás el tema con el de nuevo.
Mientras tanto, camino a la enfermería, Tatsuki llevaba a Orihime recargada sobre si, estaba un poco mareada y ella amablemente la cargaba, Orihime se sentía incomoda, las chicas jamás eran amables con ella, así que, que ellas dos la ayudaran era completamente nuevo.
Tatsuki y Rukia, hablaban animadamente de cómo habían acabado con el otro equipo, orgullosas de su proeza, ya que la mayoría de las chicas de la clase, eran unas pesadas.
-que pasa Inoue-san, estas muy callada- dijo Tatsuki sonriéndole, Orihime no sabía que decir
-bueno, es que, yo no aporte de mucho a la victoria- dijo nerviosamente, y para decir algo y que no pensaran que era estúpida.
-no digas eso- siguió Rukia- las otras solo te miraban y planeaban como golpearte, solo porque eres bonita- dijo sonriéndole también- son tan estúpidas, asi que nosotros aprovechamos eso para acercarnos y darles duro- Tatsuki rio y chocaron la mano que tenían libre- gracias a ti ganamos Inoue-san-
-pues…gracias -dijo sonrojándose
-oye, quieres almorzar hoy con nosotras para celebrar la victoria, será genial – dijo Tatsuki
-sí, será estupendo, por favor di que si- continuo Rukia
-claro- dijo tímidamente, quizá, ellas podrían ser las amigas que jamás había tenido
Al llegar a la enfermería, la recostaron en la camilla, la enfermera no estaba, así que ambas fueron a buscar paños húmedos para colocarlos en su frente, mientras la enfermera volvía, se metieron al baño de la enfermería, así que cerraron la puerta.
Mientras ella descansaba, la puerta principal de la enfermería se abrió, Orihime no se molesto en abrir los ojos, supuso que era la enfermera, asi que solo se quedo recostada.
Pero algo le tomo bruscamente de pelo y la arrojó al suelo, y luego, la empotro contra la pared, eran sus compañeras de clases.
-dime estúpida, te alegras de que perdiéramos ante tu equipo ¿eh?- dijo una de ellas, escupiendo veneno en cada letra
-claro que no- dijo mirándola fijamente, por supuesto, no la golpearía, ella odiaba hacerle cualquier daño a las personas, tratase de quien se tratase, así que por lo menos, seria valiente.
-mentirosa- le dijo dándole una cachetada, aun sujetándole por el cabello- eres tan engreída, pero te tengo noticias, no tienes a todos y a cada uno de los hombres a 3 kilómetros a la redonda locos por ti, sabemos de uno que te desprecia mucho ¿quieres saber quién es? – Orihime no dijo nada, le aliviaba que un hombre, no pusiera nada de atención en ella – es Kurosaki Ichigo, es un chico guapo, así que, no eres tan bonita como crees- dijo levantando la mano para darle otra cachetada, pero algo se lo impidió.
La agresora sintió un gran dolor en su muñeca, Tatsuki había salido del baño, y observado toda la escena de principio a fin, y ahora, se encontraba aplicándole una llave en el brazo
-suéltala- dijo en tono amenazante- o la que permanecerá en la enfermería serás tu, con un brazo fracturado
