Era un viernes por la tarde en la ciudad de Asaka, un día sin lluvia con un sol agradable, por la orilla de un río a mitad de la ciudad iba caminando un joven de traje, con la corbata algo descompuesta y los bordes de la camisa fuera, un maletín negro en una mano y una bolsa de compras en la otra, iba masticando unas maldiciones y un pan de frijol, la razón de tal actitud es que probablemente le falte un tornillo pero eso no importa, realmente está molesto porque acaba de salir de una reunión en las oficinas del congreso hace unas 12 horas, específicamente está molesto porque le asignaron una mansión para vivir, cualquiera estaría más que feliz si el Estado le da una mansión de 3 pisos con una sala del tamaño de un coliseo, una gran cocina y un piso completo equipada como el mejor laboratorio y para cerrar con broche de oro el tercer piso tiene habitaciones que por decir lo menos son full equipo.

-Malditos ancianos, creen que pueden obligarme-rezongaba el hombre.

-Karu-san debería calmarse su latido está demasiado acelerado- le dijo una pequeña y dulce vocecita que parecía salir de su cabeza, en realidad la voz venía de detrás de su cabeza, más específicamente su espalda alta, una aracne de la clase más pequeña estaba subida y sujeta en su espalda viajando plácidamente recostada sobre su espalda, su cabello color verdoso y sus patitas casi rosadas eran adorables, esta dulce pequeñita era la chica asignada a Karu como parte del programa de intercambio extraespecies.

-Tranquila Rachel-sacó un celular después de terminarse su pan y puso su pulgar sobre la pantalla-ves- dijo mostrándole a la pequeña en la pantalla del teléfono una app de esas que miden la presión sanguínea y otras cosas-no estoy fuera de los valores normales para alguien de mi edad.

-Aun así- reclamó la pequeña con un puchero en la cara-si te pasa algo tendría que volver a la oficina de MON y estar con la señorita Manako.

-Rachel eso fue grosero-dijo Karu pasándole un muffin con diseño de araña de la bolsa a la pequeña-que tu tengas más ojos que ella no es razón para que la discrimines.

-No es discriminación-respondió la pequeña tomando el postre y dándole una mordida a su muffin- es que tiene muchos fans en la oficina de MON y son tan tímidos que me enferman.

-Oye los hombres tenemos un mejor corazón que el de ustedes chicas crueles-respondió Karu- además recuerdo que tú, pequeña loli legal, no podías siquiera asomar por detrás de un mueble para verme y hablar cuando fui a la trampa en la que me asignaron como tu casero por el intercambio.

-Tú no tienes autoridad moral para decir algo -respondió dándole un golpecito en el hombro- ya que casi te abalanzas sobre mi cuando supiste que era casi de tu edad, además deberías estar feliz de que gracias a mi te dieron ese gran laboratorio y la gran mansión en la que viviremos.

-Sí, supongo, pero mañana nos traerán a tus compatriotas-se lamentó un poco Karu- trata de no mencionar nada de lo que paso en la oficina de MON.

-Ok, ok, y tu trata de no hacer volar algo como en la demostración de ayer-menciono Rachel acurrucándose en la espalda de Karu- mientras no traigan a algún depredador mío todo estará bien.

-Si eso bueno veras -dijo Karu volteando la mirada y Rachel abrió tres de sus seis ojos que había cerrado para relajarse sobre la espalda de su "casero".

- Karu no me estas ocultando algo ¿verdad? -Rachel se asomó y le pico una mejilla con su manito con restos de muffin.

-Rachel, la señorita Smith mandara mañana una Lamia de tipo equidna a la casa-la pequeña solo se quedó estática con la noticia- no es muy grave dice que tuvo un accidente y ahora necesita asistencia médica especial.

-No estarás planeando convertir la casa nueva en un hospital o algo? -le pregunto condescendientemente Rachel.

-Es temporal solo tengo que hacer algunas cosas por la chica.

Luego de un suspiro de alivio Rachel se acostó sobre su hombro y cerró los ojos:

-Ya que, las pequeñas que tenía a mi cargo eran algo traviesas así que creo poder controlar esto.

-Gracias Rachel-agradeció Karu subiendo las escaleras hasta una puerta doble bastante grande.

Al entrar dejo la bolsa a mitad de la mesa que estaba a mitad de la sala que era demasiado espaciosa para los dos y solo tenía dos sillas de tamaño normal, una de ellas tenia especificaciones para que Rachel la usara más fácilmente, aparte de ser una maldita mansión de tres pisos, ambos se sentían solos en un espacio tan grande, pero tenía sus ventajas como por ejemplo; no había que esperar para entrar al baño, había cinco en la casa, Karu se dirigió a su cuarto y Rachel lo siguió, después de ponerse su pijama Karu se fue a lavar los dientes, la pequeña había hecho una telaraña encima de la cama de Karu parecía una pequeña hamaca, cansados por el viaje ambos se durmieron hasta el día siguiente cuando el timbre de la puerta los despertó Karu cayó de su cama haciendo que Rachel despierte por el ruido:

- ¿Qué pasa? -Preguntó Rachel bajando a la cama de Karu con expresión soñolienta.

-Yo que se-respondió éste-quizás sea Smith con la nueva chica que dijo que vendría.

Dicho esto se arrastró en ropa de dormir y pantuflas hacia la puerta con Rachel sobre la espalda, abrió la puerta y vio a un grupo de personas ya conocidas, las agentes de MON y su líder Smith junto una cara nueva más allá de sus características especiales ella era una lamia aunque tenía unos cuernos puntiagudos y rectos, del mismo color y patrón que su cola, tenía en el cabello un broche con forma de flor de loto color azul además ocasionalmente saboreaba el aire y se oía algo como un cascabel de tono grave.

-Hola Danna-kun-saludo Smith pasando como si fuese su casa con las chicas detrás de ellas y tomo asiento en uno de los sillones de l sala- espero no te moleste que hayamos venido tan temprano, tengo que pasar a ver a una aracne que aun esta sin un casero-en eso Rachel asoma con una mirada amenazadora hacia Smith que solo la ignora- en fin, pasen chicas.

Y con eso Tio, Zombina, Manako y la lamia equidna con cuernitos pasaron, fue en eso que Karu noto que esta última tenía dificultades para moverse y llevaba la punta de su cola a algunos centímetros sobre el suelo además de estar vendada precariamente.

MON distrajo a Rachel que jugaba con Tionishia, Zombina y Manako que solo las vigilaba junto a la lamia que había venido, Smith llevo a Karu a la cocina pidiéndole un té y tras entrar él le pregunto:

- ¿Qué le paso a su cascabel? -pregunto Karu sin mirar a la oficial y preparando el té para sus invitadas.

-Veo que te diste cuenta-respondió Smith con más seriedad en su voz-se llama Irina Castle, ella escapo de su aldea, más bien de su familia, querían seguir la tradición de secuestrar a un esposo comunal, pero ella se negó e intento escapar y venir por su cuenta, pero parece que se enfrentó a una slime negra con varios cargos en su contra, pero difícil de encontrar, tiene una quemadura química en su cola y como no deseamos que la ubique su familia la traje aquí para que la trates.

-Ahhh…-suspiro cansado Karu- sabes que tengo a los del congreso en mi cuello no?

-Eso también te da cierta inmunidad, aunque no la uses-le respondió tomando una taza de la bandeja.

-Me parece muy bajo hacerlo, es tanto como correr a las faldas de mi madre en primaria.

Ambos llevaron los postres y el té a la sala para comer junto a las demás chicas, Irina las miraba algo sorprendida y saboreando el aire con una expresión de nerviosismo, tras unas breves presentaciones y Smith retirándose con las chicas de MON Irina le pregunto:

-Señor casero le puedo preguntar algo?

-Claro, adelante-respondió Karu mientras llevaba los trastes al fregadero y la lamia lo seguía.

- ¿La agente Smith es su pareja?

-Que? No, es solo una forma de burlarse o algo así, lo de Danna es porque le ofrecí matrimonio a Rachel en cuanto la conocí.

-Eh? -le miro incrédula la lamia- que?, ¿Matrimonio? Pero eso no es ilegal, digo, es que es muy pequeña.

-No te dejes engañar-respondió Rachel caminando por la pared hasta ponerse junto a ella y cruzando sus brazos continuo- yo soy de tu misma edad probablemente, además soy la chica asignada a esta casa por el intercambio.

-Tranquila Irina, aparte de eso me dedico a otras cosas y creo poder ayudarte con tu cola.

-En serio?- pregunto emocionada la chica- muchísimas gracias.

Y lo abrazo de lado ya que Karu estaba lavando dejándole sentir su trama, bastante suaves y quizás entre cop siendo sinceros, de pronto Rachel apareció de un salto en la espalda de Karu mirando feo a Irina la cual empezó a mover el cascabel de su cola, pero solo salía un leve sonido apenas audible, y mientras Karu terminaba de lavar amabas se seguían mirando emitiendo un aura amenazante que su casero ignoraba, guio a la lamia a un cuarto cerca al suyo con dos camas y una TV además de un baño independiente y con muchas comodidades más.

-Bueno Irina este es tu cuarto, pero por unos días lo compartirás con Rachel hasta que te acostumbres, adiós.

Y se fue cerrando la puerta dejando a las dos chicas que no pudieron reaccionar y solo estaban ahí paradas la una frente a la otra.