¡Hola lectores y lectoras!
Desde hace mucho que quería hacer un fic de Death Note y a pesar de que tenía otra idea en mente (que probablemente traiga después) vengo con esta propuesta, en donde Ryuk es el protagonista. Este capítulo puede parecer aburrido por la falta de acción, pero es el marco de inicio. En el próximo episodio daré inicio tal cual al fic, esperando les agrade. Sé que aquí Ryuk tiene una personalidad totalmente opuesta al del anime, pero eso es porque aquí ya está avanzada la trama, sin embargo, en el próximo será tal cual fue creado para la serie.
Sin más qué decir (esperando no aburrirlos) les dejo con esta historia, en donde reflexionaremos un poco más acerca de la vida y la muerte. Por cierto, capítulos nones son contados por Ryuk, y capítulos pares, por ella.
¡Comenten!
Inimaginable. No podía calificarlo de otra manera. Él, quien fue capaz de engañar al Rey de los Shinigamis, ahora… ahora… estaba… en esa situación. No podía, aún se resistía a aceptarlo y seguiría haciéndolo mientras tuviera existencia alguna.
Llegó hasta la ventana abierta, por la cual se colaban los rayos de una pálida luna plateada. La contempló, algo raro en él ya que la existencia de este cuerpo celeste jamás había llamado su atención. Sin embargo, comprendía que desde su regreso a la Tierra muchas cosas cambiaron, incluso él mismo.
Una suave pero fría ráfaga penetró en el cuarto, llegando hasta la silueta dormida en el escritorio. La luz de la lámpara daba al libro y libreta abiertos ante ella, mientras que el lápiz se encontraba unos centímetros más alejado. Su rostro se hallaba hundido entre sus brazos, que le servían de almohada. El cansancio le venció desde instantes atrás mientras hacía la tarea, sin poder llegar hasta la cama.
El shinigami le admiró unos instantes, ¿cuánto tiempo tenían conviviendo? Meses… a punto de cumplir el año. Sí, y nunca se imaginó que su mentalidad cambiara desde las pláticas que sostenían. Para él la vida de los humanos era insignificante, simplemente era tomada para aumentar su existencia y ahora… ahora comprendía que ellos en verdad eran especiales. Sí, los humanos, además de ser divertidos eran especiales.
Ryuk notó el suave subir y bajar del pecho de la humana al dormir. Sus ojos rojos contemplaron el tiempo de vida que aún le quedaba, ¿qué haría con él? ¿En qué lo gastaría? Mentalmente pensó en la Death Note perfectamente guardada de los curiosos, libreta que le pertenecía a ella. Sin embargo, muy al contrario de Light, ella… ella… no había escrito ningún nombre. Y eso, postura que ninguno de los antiguos propietarios había tomado, la hacía especial.
Porque para él, ella era especial, a pesar de que muchos la consideraran común y corriente. Porque él, el Shinigami Ryuk… estaba enamorado. Correcto: era un Shinigami enamorado de una humana. Y tenía que admitir, más no aceptar, que a pesar de que se burló de Jeaulos por amar a Misa, ahora se encontraba en la misma situación.
Sacó su Death Note, dispuesto a acabar con ello de una vez por todas. Porque existía un pacto: él sería el único que escribiese su nombre en su propia Death Note, y tenía que hacerlo antes de que no pudiera. Porque sabía que llegaría al punto en que sus sentimientos le embargaran por completo, en donde él no podría dejar de admirarle en secreto, en donde él no podría evitar velar su sueño, en donde él no podría evitar querer besarle, en donde no podría evitar amarle…
La contempló un poco más para conservar esa imagen en su mente, ya que en unos instantes su cuerpo se enfriaría hasta que su corazón dejara de latir. Sacó el bolígrafo que ella le regalase tiempo atrás, ¡qué ironía usarlo para acabar con su vida!, ése sería el único recuerdo que conservara de ella. Colocó la punta en el papel, dispuesto a darle un fin a todo esto.
-Ryuk…
Su nombre, ella entre sueños había dicho su nombre. Se acercó curioso ante esta situación, era un pecado que bien se perdonaba. Llegó junto a ella para oír mejor, notando cada una de sus facciones.
-Ryuk… ai shiteru…
La libreta cayó de sus manos. Se quedó quieto, sin saber cómo reaccionar. No, no era un sueño, ella… ¡ella había dicho que lo amaba! ¡Lo había escuchado de sus labios! Un débil calor recorrió su cuerpo, ¿era eso lo que significaba tener emociones humanas? ¿Era eso lo que significaba estar enamorado?
Lentamente aproximó su mano hasta los mechones que caían rebeldes sobre su frente, apartándolos con una suave caricia. Ella frunció el ceño y murmuró:
-Ryuk, cierra la ventana, hace frío…
La realidad llegó de pronto, como un balde de agua helada. Era cierto, él y ella no podían estar juntos, no mientras él siguiese llevándose las almas de los humanos, no mientras su existencia fuera eterna, no mientras ella tuviera que morir, no mientras fuesen tan distintos, no mientras él representase muerte y ella, vida.
Se dirigió hasta el armario, de donde sacó una pequeña frazada que colocó sobre sus hombros, arropándola. Ella, en respuesta, soltó un suave suspiro y sonrió entre sueños. Sí, ambos eran sumamente diferentes y hasta que él no hallase la forma de permanecer a su lado sin dañarse ni dañarla, no podía continuar a su lado; porque llevarla al mundo de los Shinigamis era condenar una rosa al desierto.
Salió por la ventana todavía abierta, aunque sabía que podía traspasar cualquier pared, pero desde que la conocía ella se espantaba cada vez que entraba o salía de esa manera. El cielo sobre sí estaba extrañamente azul plateado y la luna resplandecía hermosa y grande allá arriba.
Surcó por encima de los edificios de Tokio hasta llegar a la Torre, sentándose en su punta. Admiró la vista ofrecida ante sí. Sin embargo, él no podía deshacerse de sus ojos y por ello, a pesar de avanzada la hora, vislumbró a varias personas caminando debajo de él, con los números que indicaban el tiempo que les quedaba de vida.
Pero… desde que estaba con ella eso ya no le divertía. El tiempo de vida ahora también le causaba dolor, porque sabía que detrás de cada persona existía una historia y que, cuando la muerte llegaba a ellos, una familia lloraba.
-Ryuk… ¿qué sucede con las almas de las personas que son muertas por la Death Note?
Cuando ella le hiso esa pregunta no supo qué contestar. Sabía que aquél que escribía en la libreta no podía ir ni al cielo ni al infierno, pero tampoco se transformaban en Shinigamis, como lo creyó Light. A pesar de ello, nunca se había cuestionado lo que ocurría con el alma de quienes encontraban su final en esas páginas.
Y ella era diferente, porque cuando se supo con el poder de matar a quien quisiera simplemente sonrió, mirando con ternura. Al principio creyó que ella sería más despiadada que Light y que simplemente mataría por diversión, como muchos otros humanos lo habían hecho. Pero, en contra de lo esperado, se limitó a conservar la libreta, sin ocuparla.
-¿Por qué no matarás a nadie? –le interrogó.
-Porque… el humano que ocupe esta Death Note no puede ir al cielo ni al infierno, ¿cierto? –inquirió con una sonrisa.
-Es correcto… supongo que querrás conocer lo que hay más allá de la muerte –le miró curioso.
-Si le soy sincera, Ryuk-sama, no tengo un interés particular en ello, pero… quiero volver a ver a mi abuelo… –sonrió ampliamente.
-¿Hmp? –alzó una ceja confundido.
-Mi abuelo murió hace dos años y aún tengo la esperanza de volverlo a ver en la otra vida… por ello, no mataré con la Death Note –finalizó, alegremente.
-Entonces, esto será sumamente aburrido. Tal vez debería de matarte ahora y dársela a alguien más… –amenazó sacando su libreta.
-Puede matarme, pero… a cambio de la propiedad de la Death Note yo podría enseñarle un poco más de la vida –apostó sin temor.
-¿La vida? ¿Piensas que me interesa la vida? –se burló.
-No me creerá, pero… los humanos son divertidos –sonrió sinceramente.
Aún recordaba la plática que selló su destino. Parecía todo tan lejano y sin embargo cada palabra estaba grabada en su memoria. Abrió sus alas negras y remontó nuevamente el vuelo.
Existía una gran diferencia entre él, Rem y Jeaulos. Mientras que ellos se resignaban a mirar de lejos, él quería hacerlo de cerca, estar con ella y permanecer a su lado. ¿Cuánto transcurrió desde esa plática que sostuvo con Misa, Rem y Light en el cuarto de este último? Porque sabía que cuando supo la forma de matar a un Shinigami se burló de la misma, siendo incapaz de imaginarse ese sentimiento, pero ahora…
-Lo decidí ya… hallaré el modo de estar juntos…
