Bulevar de los sueños rotos
Disclaimer: todo pertenece a George R. R. Martin.
Esta historia participa en el reto Que la música te inspire del foro Alas negras, palabras negras.
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Cuántos sueños han visto romperse esas paredes rojas. Los sueños de la conquistadora que no consiguió conquistar a su marido, los de aquel rey enfermizo y aquel otro que no lograba tener un hijo. También vio romperse los sueños de otra reina a la que su propio hermano robó el trono y de ese mismo hermano al morir envenenado, como más tarde se rompieron los del hijo de la reina y los de los hijos e hijas de este; y los de aquel bastardo que deseaba la corona y el amor de una princesa; y los de aquel príncipe que se conformaba con ser la mano de su hermano y no tuvo ni eso. Estas paredes han visto romperse los sueños amorosos de decenas de jóvenes y las vidas de centenares de personas.
Ahora entre ellas residen un rey borracho que no desea la corona sino el amor de una muchacha muerta; una reina que desea el poder y el amor y que ha conseguido ambas cosas aunque no a la manera en que a ella le gustaría y un guardia real que ha manchado su capa, su honor, y que a menudo se pregunta que ganan los tres, el rey, la reina y él, con estar allí.
Esas paredes rojas podrían contestarle que ninguno de ellos gana nada, que nunca nadie gana nada. Pronto los hombres y mujeres pelearán por vivir entre esas rojas paredes, por ocupar el trono, por poder, por amor, o sin siquiera saber por qué. Esas paredes rojas cansadas de ver sueños desmoronarse podrían advertirles que no lo hicieran. La Fortaleza Roja es un sueño por alcanzar para muchos, mas una vez alcanzado solo quedan en ella frío y sueños rotos.
