Fairy Tail y sus personajes no me pertenecen.

Apenas vi unos pocos episodios, pero shippear a estos dos fue una reacción inmediata.


Sin Mareos


El único sonido que cortaba el incómodo silencio era el cabalgar de los caballos. Dentro del compartimento, Gray observaba, ceñudo, el rostro rasguñado y polvoriento de Natsu. A su lado, Erza exhaló un suspiro y se cruzó de brazos. La última misión había sido más complicada de lo que se imaginaron y finalizó con Gray cargando sobre su espalda a un Natsu inconsciente, con varios golpes y algo ensangrentado gracias a un fuerte golpe en la cabeza que seguramente resultaría en una concusión.

Ahora, siendo acarreados hacia el gremio y con nada para hacer más que descansar, Gray se castigaba mentalmente. Si se hubiera librado de su contrincante un poco antes, Natsu no habría sufrido ese golpe y estaría en perfecto estado, excepto por los mareos que le producían los transportes.

Sonriendo con sorna, Gray desvió la mirada del gesto calmo de Natsu y dijo:

—Es gracioso que la primera vez que el idiota no siente náuseas en un viaje sea por estar inconsciente.

Miró a Lucy, intentando borrar la expresión de recelo que luchaba por surgir en su rostro, mientras la rubia pasaba sus dedos por la mata de pelo rosado que descansaba sobre su regazo. Aunque siempre pelearan y pareciese que se odiaban, la realidad era que ambos chicos se preocupaban por el otro. Una gran ola de posesividad invadió a Gray, el cual intentó calmar las ganas de alejar a Lucy de Natsu.

Con el cuerpo tenso, las manos empuñadas y la mandíbula rígida, no notó la mano que descansaba en su hombro hasta que ésta apretó con fuerza.

—Él estará bien, Gray.

El moreno le dirigió una mirada terminante a la pelirroja, quien le miraba con su usual rostro impasible, un dejo de preocupación vislumbrándose en sus ojos. Relajando su postura, Gray volvió a posar sus ojos oscuros en su amigo, sus cejas frunciéndose al instante y un gesto de enfado formándose en sus labios.

Más te vale que despiertes, imbécil, pensó.