Imperfection's Weakness
Escrito por Schimelos
Traducido por MrRayney
Antes de que me maten y me quemen vivo por escribir una historia sin haber acabado los que tengo pendientes, quiero dejar algo muy en claro.
Esta historia junto a otra que planeo publicar dentro de poco ya las tengo demasiado avanzadas, encontré esta historia en una usb que tenía por mi cajón y comencé a revisarla, creo que esta fue una de las primeras historias que me puse a traducir…que por cierto estaba muy mal traducida, pero no la continúe porque la autora nunca termino la historia, ahora que visite el perfil de esa autora, esta historia está acabada y decidí terminar lo que empecé. Ambas historias las ya casi terminadas (esta la tengo hasta el capítulo 7 de 11 y la otra 5 de 9) y solo es cosa de pulir los horribles errores que tenían.
Pero esta historia solo continuara por sus comentarios, no sería así si en mis últimas actualizaciones casi nadie dejo comentario (¿Por qué es en serio? El tercer cuadrante solo 1 comentario por lo cual su destino pende de un hilo, Philophobia tan solo 3 por lo cual me tardare para darle mayor prioridad a otra) Digo no debería pedirlos, pero es la única forma de saber que leen, además de disfrutar la historia y saber que no estoy perdiendo mi tiempo a lo idiota, por lo que si recibo los suficientes comentarios actualizare el sábado. Sin más que decir disfruten la historia.
Los Jóvenes Titanes como la historia presentada no son de mi propiedad, son de sus respectivos autores, lo único que me pertenece es el esfuerzo que hago para que disfruten de esta historia.
Los problemas de la imperfección
Capítulo 1: De sueño a pesadilla
Mis ojos comenzaron a abrirse lentamente gracias a la luz del sol que atravesaba la ventana abierta. Debido a lo molesto que era esto decidí cerrarlos mientras soltaba un gemido. Los efectos de mis acciones ocurridas la noche anterior eran demasiado evidentes como para poder ignorarlas. Negué con la cabeza ante mi inusual comportamiento de dormir al desnudo. Una gran oleada de dolor comenzó a afectar mi cabeza.
Maldita sea las resacas. Juro en este momento que nunca volveré a beber otra bebida alcohólica por lo que me quede de vida.
¿Quién había tenido la maravillosa idea de emborracharnos anoche después de que derrotamos a Slade? No quedaba duda de que se trató de Chico Bestia. Los otros no estaban tan interesados en un principio, pero no sé cómo demonios logro convencerlos…incluso a mi ¿Cómo termine inclusive con este dolor de cabeza? Era un misterio para mí, lo último que recuerdo era estar en la fiesta.
— ¿Cuánto bebí?— Me pregunte a mí misma con un tono de voz que apenas podría catalogarse como un susurro mientras comenzaba a moverme para poder levantarme. Nunca más en mi vida, me dije a mi misma.
Al oler un horrible hedor cubrir mi cuerpo y algo pegajosa por el sudor, decidí tomar una larga ducha. Me levante y rápidamente agarre mi bata, la cual colgaba en un perchero cercano a mi cama. Podía sentir mis piernas como gelatina mientras caminaba hacia mi baño, lo cual me hizo preguntarme cuantas horas abre dormido.
Debieron ser muchas al parecer.
Hice todo lo posible para estirarme tan pronto como se cerró la puerta tras de mí. Todas mis articulaciones comenzaron a hacer un extraño sonido conforme me estire. Comencé a girar mi cabeza para poder aliviar la rigidez de mi cuello. Colgué mi bata azul en un gancho ubicado en la pared.
Mi mente comenzó a divagar de nuevo sobre lo ocurrido la noche anterior, mientras encendía la ducha. Tras unos segundos finalmente encontré la temperatura perfecta y entre a la bañera.
—Hora de recordar lo que sucedió, Raven— Me dije a mi misma.
Lo intente, realmente intente recordar lo que sucedió pero mi mente estaba en blanco. Me frote los ojos mientras apartaba los mechones empapados que obstruían mi visión. Bostece mientras el vapor parecía inundar la habitación. Definitivamente tendría una larga conversación con Chico Bestia sobre lo ocurrido.
Chico Bestia tuvo que pasar por un doloroso procedimiento al tratar de que yo fuera un poco más…abierta. Desde el incidente de Malchior, creo que me volví algo distante con mis amigos. Supongo que Robin debió haberse preocupado y le pidió a Chico Bestia que interviniera. Fue debido a que era una de las cosas que teníamos en común. Ambos habíamos sido traicionados por personas que habíamos amado.
Pero algo ocurrió durante esos momentos donde Chico Bestia trato de sacarme desde lo más profundo de mi oscura depresión, aun no estoy del todo segura del cómo o porque ocurrió. Era algo prohibido lo que sentía por Chico Bestia. Algo prohibido porque es peligroso. Peligroso porque un descuido y mis poderes se saldrían de control.
Y es porque me enamore de Chico Bestia.
Pero Chico Bestia es un bromista, alguien que no tiene respeto por nada y por nadie a menos que sea capaz de jugar con una Xbox. Sin embargo, él es la única persona que puede hacer que me tiemblen las rodillas.
Que ironía, me dije a mi misma mientras comenzaba a enjabonar mi cabello con champú. Siendo la hija de un demonio y termine enamorándome de un vegetal parlante.
Aquellos pensamientos sobre Chico Bestia comenzaron a hacer que recordara un interesante sueño que tuve la noche anterior. Tal vez interesante no sea la mejor palabra para poder describirlo. Más bien diría que fue exquisito y alucinante. Eso fue porque en ese fabuloso sueño mío, fui capaz de hacer lo que no se me tenía permitido en la vida real…perder por completo el control al lado de otro ser humano.
Me sonroje al recordarlo. No podía evitarlo. Todo era demasiado nuevo para que pudiera asimilarlo. Oí que algo se rompió, probablemente por mi culpa.
Negué con la cabeza, avergonzada por olvidar los límites establecidos. Tuve un sueño, un lujurioso sueño en donde Chico Bestia y yo, perdíamos por completo el control.
Escuche como otro objeto exploto a causa mía.
—Genial— Murmure.
Suspire y cerré la llave del agua, completamente preparada para salir de la agradable calidez del agua, sintiendo la frescura del aire. Me acerque al espejo y me mire a mí misma, tratando de encontrar alguna señal de que yo podría ser bella por fuera. Desgraciadamente tras unos minutos me di por vencida, pues no pude encontrar nada.
Tan solo vi mi pálido y grisáceo rostro, acompañado de mi extraña cabellera violeta.
Realmente no había ningún rasgo emocionante en mi persona. Y Chico Bestia vivía de la emoción.
Suspire al pensar sobre ese hecho. Sin embargo fruncí el ceño al recordar ese sueño. Parecía ser tan real. Tan real que podría sentir si tan solo pudiera extender mi mano y simplemente tocarlo. Sacudí mi cabeza varias veces, no había razón alguna para seguir pensando en el.
—Solo fue un sueño— Me dije sonriendo amargamente— No hay necesidad de seguir pensando en el. Un sueño es un sueño y así se quedara…creo que necesito meditar—
Meditar…esa era la clave para resolver todos mis problemas…eso o simplemente ignorarlos. Me tome un momento mientras respiraba profundamente y comenzaba a masajear las sienes con mis dedos. Unos momentos después me puse mi bata y salí por la puerta.
—Es hora de comenzar un nuevo día— Me dije tratando de sonar entusiasta y camine hacia mi cama.
Entonces de repente me detuve.
Me di cuenta que había algo sobre mi cama, oculto entre las sabanas. Estuve a punto de desmayarme cuando comencé a recordar de nuevo aquel sueño.
"Nuestros cuerpos desnudos uno sobre el otro"
Comencé a caminar lentamente hacia mi cama.
"Sus manos recorriendo mis muslos, mientras entraba una y otra vez, dentro de mi"
Di otro paso.
"Nuestros gemidos en perfecta sincronía, mientras alcanzaba el orgasmo"
Finalmente llegue a mi cama y mire con los ojos bien abiertos, aquel extraño bulto sobre mi colchón. Poco a poco acerque mis manos y agarre la sabana.
Tire de la sabana y en ese momento me congele.
Pues allí sobre mi cama, tumbado de espaldas, se encontraba Chico Bestia completamente dormido y peor aún…
Desnudo
Continuara…
Muy bien espero que lo hayan disfrutado, los veré para la próxima porque todo lo que digo en la nota final lo dije en la inicial.
Que pasen buena tarde.
