¡Hola a todos de nuevo!
Aquí les tengo este nuevo reto para presentarles.
Espero que les guste como mis anteriores historias, esta historia es miá de mí para ustedes.
Los personajes pertenecen a S. Meyer, yo solo juego con ellos. Por favor pasen, lean y dejen sus reviews, ya que eso me motiva para seguir escribiendo. Gracias.
ATTE: *Little Saturnito*
By Love
Capitulo 1
- ¿Y como te fue en la universidad? - pregunte dejando un plato con un pedazo de pastel de chocolate.
- Las clases se ven algo pesadas pero son interesantes - me respondió dándome un asentimiento. No necesitaba más palabras para saber que estaba más que feliz por lo que había puesto frente a él, lo conocía muy bien desde que estaba en el vientre de nuestra madre, por lo cual sabia que algo traía entre manos por como miraba ansiosamente su móvil seguidamente.
- ¿Nada interesante aparte de eso? - le di la famosa mirada de hermana mayor, la cual hacía temblar a cualquier hermano menor y supe que funciono cuando se movió incomodo en su lugar antes de soltar un suspiro de derrota.
- Conocí a una hermosa chica cuando estaba buscando una de mis clases - murmuro mientras sus mejillas tomaban un ligero tono rosado - Iba corriendo que no alcanzo a detenerse y todas las cosas que llevaba salieron volando por todos lados. Mientras la ayudaba a levantar todo me dijo que estudia diseño de modas y quería enseñarle a su maestra algunos de sus diseños por lo que llevaba todas esas cosas, parece ser que acaba de mudarse a la ciudad con su familia.
- Vaya, debe de tener una enorme pasión por la moda si ya tenia algunos diseños ya listos - murmure.
- Por la cantidad de libros y bocetos que salieron volando y para ser el primer día diría que si - volvió a soltar un suspiro mientras lentamente comía su pastel.
- ¿ Y al menos preguntaste su nombre? - escuchamos una voz burlona detrás de el por lo que levantamos la mirada para encontrarnos con gigante con dos pequeños niños en cada uno de sus brazos.
Uno de ellos se logro soltar de su agarre para venir corriendo hasta mí.
- ¡MAMÍ! - dijo antes de estrellarse contra mi cuerpo mientras sus pequeños brazos se cerraban en mi cintura.
- Hola mi vida, ¿Como te fue en tu primer día de clases? - pregunte mientras le daba un beso en la mejilla y lo ayudaba a sentarse a lado de mi hermano.
- Bien mamí, me toco de nuevo con la señorita Stanley... Hola tío Jazz - se interrumpió para saludarlo con un abrazo.
- Hey pequeño Axel
Lo escuche parlotear con Jazz mientras yo me dirigía hasta el gigante que mantenía al otro niño contra su pecho y sonreía al escuchar las locuras de mi hijo.
- Gracias por traerlo hasta acá Emmett - dije mientras me acercaba para darle un abrazo.
- De nada enana, sabes que no me cuesta nada esperar unos minutos más por el - respondió dándome una sonrisa enorme, una de esas que llevaba conociendo desde niña y que había hecho que su esposa se enamorara de él a pesar que cuando se conocieron no se podían ver ni en pintura.
- ¿Quieren algo de comer? - pregunte.
- No gracias, Rose nos está esperando - contesto antes de despedirse de mis acompañantes.
- Bueno nosotros también nos vamos a la casa - comento Jazz antes de tomar sus cosas y las de Axel.
- Muy bien, llegare cerca de las cuatro - respondí mientras que escuchábamos un gran estruendo de cosas rompiéndose en la cocina - Esperare que llegue Angela o Bree terminara con todos los platos.
Una vez que los vi marcharse mientras Axel le contaba no sé que cosa a su tío no pude evitar recordar como habíamos llegado hasta aquí.
Nuestros padres se habían conocido en un concierto de su banda de rock favorita y desde ese momento no se volvieron a separar, Charlie, nuestro padre, estaba iniciando su carrera como agente de policía y mamá, Renee, era secretaria en una fabrica de madera. En parte nuestra madre decía que hicieron un gran "click" ya que ambos compartían muchas cosas en común entre ellas el hecho que ambos eran huérfanos de padres.
Se casaron a los seis meses de conocerse y una semana después mamá se entero que estaba embarazada de tres meses, la sorpresa fue enorme pero la felicidad fue el doble cuando se enteraron que esperaban una niña, así que después de pensarlo decidieron ponerme el nombre de Isabella por la abuela italiana de mamá. Una pequeña niña de ojos chocolates, piel blanca y cabellos castaños llego a sus vidas en una noche de luna llena, la clara imagen de su padre.
Gracias a la devoción de Charlie por su profesión, no tardo en que lo promovieran dos años después de mi nacimiento, muchos de sus compañeros decían que era como si él hubiera nacido para ser policía, eso también hacía sentirse orgullosa a mamá. Ella por su parte, después de pensarlo y hablarlo con papá había decidido dedicarse a su hogar, así que una vez que tomo su baja por maternidad no regreso a su trabajo.
Cuando estaban por cumplir su séptimo aniversario de bodas fueron bendecidos de nuevo con otro bebé, en este caso era un niño. Jasper nació un mes antes de mi cumpleaños y ya que yo me parecía a Charlie, mi madre estaba más que feliz que el se pareciera a ella, ya que había heredado los ojos azules y el cabello rubio de la descendencia italiana, eso hacía que no pareciéramos hermanos.
Tal parecía que tener otro hijo con la mujer que amaba había traído buena suerte a la carrera policial de papá, ya que al año del nacimiento de Jazz fue ascendido y transferido aún pequeño pueblo para tomar su nuevo cargo como jefe de policías.
Así fue como Forks se convirtió en nuestro nuevo hogar.
Fue ahí donde conocimos a la familia McCarthy, nuestros nuevos vecinos. El señor Fred McCarthy, era abogado con un pequeño despacho en el pueblo, su esposa Amanda, trabajaba medio tiempo como enfermera en el hospital local y un hiperactivo Emmett de diez años, era el hijo único de la pareja.
Ambas familias se hicieron muy cercanas, lo que conllevo que la amistad entre Emmett y yo se transformará en una relación de casi hermanos. Emmett amaba los deportes, estaba en casi todos los clubs deportivos de la escuela y era el mejor, yo por otra parte no tenia el don del equilibrio por lo que se me hacía casi imposible caminar sin caerme con mis propios pies, lo que provocaba burlas de muchos compañeros por lo que el siempre me protegía y defendía.
Cuando cumplió dieciocho años, Emmett sé en listo para pertenecer a los marinos. La despedida entre los dos fue muy dura, recuerdo haber llorado a mares la noche antes de su partida.
Fue muy duro estar de pronto sin mí mejor amigo, en una etapa muy difícil y complicada. De una chica feliz y con calificaciones altas pase a ser callada, tímida y con problemas de concentración en menos de un año. Con Emmett había tenido algo de comunicación por teléfono o cartas pero no había regresado a casa.
Cuando cumplí diecisiete años, Cate, una amiga, me invito a una fiesta para celebrar nuestros cumpleaños en la casa del lago de sus tíos. Recuerdo como mis amigas me habían obligado a usar un corto y ajustado vertido morado y me habían maquillado de tal manera que parecía mayor de edad, fue una de las primeras veces desde que Emmett se había ido que divertí.
Charlotte, otra amiga, me presento a Tayler quien era amigo de su hermano mayor que iba a la universidad, debo decir que era un chico atractivo, su piel bronceada hacían resaltar sus ojos verdes y su personalidad divertida logro hacer que me olvidara por completo de mis problemas que terminamos la noche platicando de todo lo que se nos ocurría.
Creí que una vez que él regresara a la universidad se olvidaría por completo de mi pero fue todo lo contrario, mantuvimos una relación de amistad pero pronto se convirtió en algo más serio, al principio me pidió mantenerlo en secreto para evitar que mis padres se opusieran ya que el era mayor que yo por tres años. Pero debo decir que fue el típico caso de "me acuesto con la chica virgen y la dejo cuando me aburra" y es que después de unos meses de noviazgo y de tener relaciones algunas veces todo cambio.
Cada vez que lo llamaba no me contestaba, nuestras citas las cancelaba a última hora y decía ya no tener tiempo, al comienzo acepte sus excusas pues sabia que la universidad no era algo fácil, pero no era una tonta, sabia que su actitud fría que a veces tenia para conmigo se debía a algo y lo descubrí una tarde que me escape de la escuela para darle una sorpresa, lo escuche presumiendo con sus amigos como se acostaba con una niñita y como se divertía cuando ella le decía sus planes para decirles a sus padres acerca de su "noviazgo", pronto llego una chica morena con un cuerpo de infarto y vestimenta poco adecuada para la escuela a sentarse en sus piernas antes de darle un apasionado beso que el muy gustoso respondió para despedirse de sus amigos diciendo que tendría una gran noche con una verdadera mujer.
Eso me dolió en lo más profundo de mi corazón, no se como llegue hasta mi casa ni que paso después, cuando desperté estaba en una habitación de hospital. Mis padres me contaron que había estado una semana encerrada en mi habitación sin querer salir ni comer por lo que cuando decidieron abrir e investigar que me pasaba pero me encontraron inconsciente. Fue ahí cuando descubrimos que estaba embarazada y por más que trataron de saber quien era el padre o que había pasado, me negué a decirle algo, mis padres pensaban que trataba de protegerlo pero una vez que les aclare que todo había sido con mi consentimiento y que quería olvidar al padre de mi bebé, aceptaron no preguntar más después de que casi me diera un ataque de nervios.
Cuando les dije que quería tener el bebé y hacerme cargo de el, dudaron al principio pero aceptaron apoyarme en mi decisión.
El que no estaba muy convencido de mí decisión era mi padre pero cuando se entero que mi bebé era niño se volvió más que loco de alegría y así fue como la casa Swan se comenzó a preparar para la llegada del nuevo miembro de la familia. Tayler trato de comunicarse conmigo varias veces pero después de que cambie mi numero de teléfono no supe más de él ni se apareció para querer hablar en persona, lo que me hizo terminar de aceptar que solo había sido un juego para él.
Por un momento creí que todo mejoraría pero pronto todo se convirtió en una pesadilla, el día de mi cumpleaños numero dieciocho y con siete meses de gestación, mientras celebrábamos en casa, comencé a sentirme mal por lo que mis padres decidieron llevarme al hospital.
Esa tarde había una fuerte tormenta, lo que era un peligro manejar en esas condiciones.
Yo lo sabia.
Ellos lo sabían también.
Cuando desperté estaba en una habitación de hospital. Una de las enfermeras me explico que se había producido un choque en cadena en la carretera por la poca visibilidad debido a la tormenta, me explicaron de que tuvieron que practicarme una cesaría de emergencia y debido a que mi bebé era prematuro lo habían puesto en la incubadora. No fue hasta el día siguiente cuando súper que mis padres y otras tres personas habían fallecido debido al choque.
No fue fácil aceptar que mis padres habían fallecido.
Nos habíamos quedado solos.
Apenas acababa de cumplir dieciocho años, tenia un bebé recién nacido y un hermano de doce años. Tenia que ser fuerte y madura para enfrentar lo que vendría.
Sabia que el sistema podría poner a Jazz en un orfanato y había una posibilidad de que ocurriera lo mismo con mi bebé, por lo que tendría que hacer algo para evitar que me separaran de ellos.
Dos día después del accidente, los señores McCarthy me comentaron que mis padres habían logrado sobrevivir para hablar con ellos, firmar los papeles para dejar la custodia de Jasper con ellos y pedirles que cuidaran de nosotros, también me contaron que habían dejado un testamento. No pude evitar soltar lágrimas de alivio al saber que al menos teníamos a alguien que nos apoyaran y que no me separarían de mi hermano ni de mi bebé.
El funeral de mis padres fue muy duro, mi padre era un hombre muy respetado y mi madre muy querida por lo que la mayoría del pueblo estuvo presente.
Fue la primera vez que Emmett regreso en dos años.
Al enterarse de lo sucedido, no dudo ni un instante en saber que debía hacer y al casi tener que finalizar su contrato en los marinos decidió volver a casa.
Las primeras semanas fueron duras pero gracias al apoyo de la familia McCarthy, Jasper, mi bebé Axel y yo pudimos seguir adelante.
Mi padre sabia lo peligroso que podía ser su trabajo como policía por lo que había dejado la casa a nombre de nosotros y junto con nuestra madre, habían dejado una cuenta en el banco que estaba destinada a pagar parte de nuestras universidades y el seguro de vivida de ambos se nos fue entregado.
Seis meses después del accidente y el nacimiento de Axel, quien había salido de la incubadora hacía cuatro meses, y gracias al apoyo de los McCarthy pude regresar a la escuela.
El sonido de la campanilla de la puerta me saco de mis recuerdo por lo que levante la vista para encontrarme con la sonrisa de mí mejor empleada, Angela. Era una chica buena y dulce, llevaba trabajando en "Sweet Moon" desde hace dos años cuando abrí la cafetería, estudiaba repostería por lo que el trabajo le caía como anillo al dedo y podía practicar aquí sus conocimientos, también era una chica trabajadora por lo que pronto se había convertido en mi mano derecha en el manejo de la tienda.
- Hola Bella - me saludo en cuanto estuvo detrás del mostrador.
- Hola Angui, ¿Como te fue hoy? - pregunte.
- Bien, contenta que esta ya es mi último año - suspiro mientras su sonrisa se hacía más grande - ¿Ya te marchas? - pregunto siguiéndome hasta donde estaba mi oficina y cerraba la puerta detrás de ella.
- Si, me toca cocinar hoy y Axel estaba excitado por su primer día - respondí tomando mis cosas - Te encargo la cafetería, Miá y Tom vendrán alrededor de las cinco.
- De acuerdo jefa - sonrió en cuanto le di una mirada de enfado ya que ella sabia que no me gustaba que me llamara así.
- Muy bien, me voy - me encamine a la parte trasera de la tienda no sin antes tomar la pequeña caja con una rebanada de pastel de fresa, el favorito de Axel - Oh, y cuida que Bree no termine de romper los platos, esta tarde ya lleva cuatro y de seguir así comenzare a descontarle cada plato, a ver si así deja de romperlos.
- De acuerdo jefa - soltó una carcajada mientras me veía subir a mi camioneta, una Ford Exploren negra, regalo de los McCarthy por mis veinticinco años.
Al ser el primer día de clases, decidí hacer las tortitas de papa que tanto le gustaban a Axel pero lo que después de una rápida parada en el supermercado me dirigí a casa.
Aún continuábamos viviendo en la casa que nos habían heredado nuestros padres, aunque por las insistencias y la necesidad de un cuarto propio para Axel, Amanda y Liana habían remodelado el interior pero dejando ese toque acogedor que Renee había puesto en él.
- ¡MAMÍ! - sentí un fuerte golpe llegar a mi nada más entre por la puerta de la casa.
- Axel, ya te he dicho que no hagas eso, podría caerme y hacerme daño - le reprendí mientras acariciaba sus cabellos castaños. Debo decir que Axel era mi versión masculina miniatura; piel clara y cabellos castaños que eran difícil de dominar, pero lo único que había heredado de su padre, para fortuna miá, eran sus ojos verdes, aunque los de Axel tenían ligeras motas miel.
- Lo siento mamí - me dio una mirada de arrepentimiento.
- Esta bien bebé, solo ten cuidado la próxima vez, ¿De acuerdo? - pregunte a lo que el me dio un energético asentimiento - ¿Y tu tío Jazz?
- Está en su habitación - contesto siguiéndome hasta la cocina e con total entusiasmo comenzó a contarme su primer día de escuela - También entro una niña nueva, se llama Victoria y dice que su papá es un detective de policía - amaba la sonrisa que se formaba en su pequeña cara cuando me contaba las cosas que había hecho en su día - ¿Eso quiere decir que el papá de Victoria es como el abuelo Charlie?
Aunque Axel tenia siete años solamente, tenia una mentalidad madura y una gran curiosidad, por lo que cuando cumplió cuatro nos pregunto el porque el no tenia abuelos como los demás niños, así que le explicamos que Charlie y Renee estaban en el cielo cuidándonos y aunque aún era un poco duro recordarlos, Axel amaba escuchar historias de ellos.
- No bebé, el abuelo Charlie era el jefe de policía, arrestaba a los chicos malos y el papá de Victoria trabaja investigando las cosas que hacen los chicos malos - trate de explicarle mientras terminaba de hacer la cena - Ve a buscar a tu tío y dile que la cena esta lista.
Durante la cena Axel continuo hablando de lo ocurrido en su clase, sabia que ya le había contado todo a Jasper pero eso no quitaba que mi hermano se mostrara interesado haciéndole preguntas sobre esto y aquello.
Axel es la adoración de todos nosotros pero más aún de Jazz.
- Por fin puedo descansar - suspire una vez que me deje caer en la cama.
Amaba a Axel más que nada en la vida y amaba mi trabajo en la cafetería pero en ocasiones se me hacía muy pesado, no era fácil ser hermana, mamá, trabajadora y ama de casa. Y aunque Jazz me ayudaba en la limpieza de la casa, sabia que él tenia sus propias cosas que hacer y más ahora que había entrado en la universidad por lo que trataba de no cargarle muchas cosas.
Después de mi experiencia con Tayler, no había tenido una relación formal, bueno si es que lo que teníamos se podría decir que era una relación, Rose me había conseguido varias citas con algunos amigos de sus clases pero nunca habían llegado a más de un par de citas; o salían corriendo cuando se enteraban que tenia un hijo y un hermano del cual hacerme responsable, o Axel los asustaba, se ponía de mal humor y hacía rabietas épicas que empeoraban si lograba salir por la puerta principal, o Emmett y Jazz los asustaban, cosa que causaba gracia entre los McCarthy y los Hales.
Y es que para tener apenas dieciocho años, Jasper era alto y delgado, aunque le gustaba hacer ejercicio no se comparaba en nada a los músculos que Emmett tenia gracias a su trabajo como instructor en su gimnasio.
Así que gracias a los tres hombres más celosos en mi vida, mi vida amorosa era nula y ni que hablar de mi intimidad. Rose salia burlarse diciendo que mi vagina era como un templo en ruinas y en una ocasión se le ocurrió decirlo frente a Amanda y Liana durante uno de nuestros desayunos de chicas y debo decir que fue la peor mañana de mi vida.
Esas mujeres no tuvieron reparo en contar sus intimidades y debo decir que fue muy duro en no recordar todo lo que le gustaba a las personas que yo veía como figuras paternas y fraternales sin ponerme roja de la vergüenza ganándome varias risas por parte de las culpables.
Quien iba a pensar que a los Hale por ser del sur, les iba la temática del viejo oeste. O que los McCarthy tuvieran una fascinación por el cuarto de lavado, jamás volví a acercarme a la lavadora. Ni que decir de Emmett y Rose, de ellos no me sorprendí tanto dado que en varias ocasiones los había encontrado más que encendidos - gracias a Dios no llevaba a Axel - pero costo más de tres meses en que olvidara el porque no quería poner un pie en su casa.
Había ocasiones en que me daba un poco de envidia ver a las parejas más cercanas a mí siendo amadas y ser correspondidas que muchas veces llegue a preguntarme si algún día yo tendría eso; una persona que me amara por completo y que aceptara a mi mayor tesoro, Axel.
Las chicas habían hablado seriamente conmigo, dejando a un lado las bromas, acerca de mantener una relación seria con alguien o sobre las ventajas y desventajas de los encuentros casuales pero por mucho que la idea fuera tentadora, sabia que eso no era para mí. No podía simplemente tener sexo con alguien desconocido y después desaparecer como si nada.
Yo quería una persona que me hiciera sentir amor, pasión y lujuria al mismo tiempo, sabia que eso era difícil pero no imposible pues lo veía en los señores Hale, en los McCarthy, en Rose y Emmett, incluso lo había visto en mis padres.
Había noches como estas donde me era difícil dormir por la sensación de fuego que se despertaba en mí. Al estar en pleno verano el calor era más que intenso y la suavidad y el frescor de las sabanas no ayudaban mucho en mí sentirme cómoda.
Gracias a Rosalie y su obsesión por las compras, mi gusto por la ropa interior y de dormir sexy se había despertado, al principio me había dado mucha pena pero después de una platica seria con mi amiga me di cuenta que no tenia nada de malo, me explico que era natural para las mujeres querer vernos sexys en todo momento no solamente para nuestros hombres sino por nosotras mismas y así fue como al final deje despertar por completo mi fascinación.
Tenia suerte que Axel durmiera la noche completa en su habitación y tuviera el sueño pesado por lo que no me preocupaba que viniera a media noche.
Lentamente comencé a pasar mi mano por mi vientre sobre la suave tela de mi corto camisón mientras que la otra serpenteaba por el valle de mis senos, no pude evitar recordar como Rose solía decir que le daban envidia mis senos, decía que eran la fantasía sexual de un hombre de senos.
Sentía como la excitación comenzaba a aumentar, el calor en mi centro se hacía más que comenzaba a sentir la humedad en mis muslos, por alguna extraña razón después del nacimiento de Axel, dormir con ropa interior comenzó a molestarme por lo que solía dormir sin ella.
Deje que mi mano llegara hasta mi centro húmedo, la sensación de placer aumento haciendo que soltara un silencioso gemido de placer por lo que en un rápido movimiento aparte las sabanas de mi cuerpo caliente y me despojara de mí camisón, mi piel reacciono ante la brisa.
Mis pezones se endurecieron por el aire frío y mi mano comenzó a tirar de uno de ellos con un poco de fuerza mientras seguía con mi trabajo en mi parte sur acariciando y haciendo círculos alrededor de mí clítoris pero mi centro se sentía vació por lo que rápidamente me levante de la cama para dirigirme hasta mi closet y a un pequeño baúl escondido.
Y es que uno de mis secretos - aparte de la identidad del padre de Axel - era el gusto que tenia por los juguetes sexuales desde hacía un par de años, no al punto de tener una gran colección pero si poseía unos cuantos dildos y vibradores. Mi favorito era un vibrador de conejo negro, "Max" como lo había nombrado, era lo suficientemente grueso y grande para dar el placer que necesitaba en el momento.
Estaba tan excitada en este momento que regrese a mi cama velozmente colocándome bocabajo, con mi trasero levantado y separando mis piernas lo suficiente para dejar mi centro al descubierto. Lentamente coloque la punta de "Max" en mi entrada e introduciéndolo lentamente haciendo que acallara con mi almohada el gemido de placer que sentí cuando llego profundamente antes de que encendiera las vibraciones que resonaron en mi necesitado clítoris, mis senos y pezones presionaron fuerte contra las sabanas frías mientras comenzaba a mover dentro y fuera a "Max".
Me gustaba imaginar que era alguien quien me sujetaba por la cadera penetrándome rápido y profundo mientras me decía con palabras sucias como que amaba sentirse en mi interior esperando llenarme con su semilla caliente, siempre era una persona sin rostro pero en esta ocasión esa persona tomo la imagen de un hombre fuerte, con músculos firmes, de tez clara y grandes manos que me sujetaban firmemente y aumentaba las embestidas, su cuello se contraía por la fuerza con la que se movía y sus labios soltaban gemidos de placer mientras su voz llenaba la habitación de gemidos de placer así como maldiciones y palabras sucias, por último estaba ese extraño cabello rebelde cobrizo que se pegaba a su frente haciendo imposible que viera sus ojos pero por algún raro motivo sabia que solo encontraría amor, placer y lujuria, lo mismo que tanto había buscado, lo encontraría en su mirada.
Sentía mis paredes internas comenzar a palpitar por la anticipación imaginando que era el quien llenaba mi interior con su pene, mis muslos estaban húmedos y mordía con fuerza la almohada para acallar los gritos de placer, era la primera vez que sentía tal grado de excitación, el extraño en mi mente hacía que el calor en mí aumentara.
En mi mente veía su torso desnudo lleno de sudor mientras se apoyaba en mi espalda y comenzaba a moverse con una furia salvaje que me volvía loca, lo escuche murmurar algo en mí oído pero un gemido de placer al llegar al mejor orgasmo que había tenido hacía que sus palabras se perdieran.
Deje caer mis caderas en la cama aún con "Max" en mi interior haciendo que mi orgasmo se prolongara, sentía mis muslos húmedos así como mi interior. No sabia que me había pasado pero ese extraño en mi mente había logrado despertar en mí una parte salvaje y llena de deseo sexual.
Sentía mi cuerpo cansado así como mis parpados pesados pero sabia que tenia que acomodar mi cama y meterme a bañar, no quería que Axel viniera temprano y me encontrara oliendo a excitación por lo que con la poca fuerza que tenia me levante para meterme a dar una ducha y cambiar las sabanas de mi cama.
Una vez que todo estuvo arreglado y yo lista para dormir, de nuevo, me acomode en mi cama mientras mi mente era invadida por la imagen del extraño sexy antes de caer por fin en los brazos de morfeo.
* ¡Hola de nuevo! ¿Como están?¿Me extrañaron?... Si, sé que algunos me odiaran por no actualizar "El Don Del Amor" pero como algunos sabrán, hace un año sufrí un accidente y estoy bajo tratamiento medico aún, así que en enero tuve una cirugía importante por lo que iba a estar fuera de combate por algún tiempo pero creo que los doctores se llevaron mi inspiración para continuar escribiendo la historia antes mencionada :´(, así que quiero darles una disculpa a los que han estado esperando por ella, sé que algunos dirán: "¿Y a nosotros que nos interesa tu vida? Nos interesa la historia" Solo quería aclarar ese tema. En fin; díganme ¿Que les pareció esta nueva historia? Espero les guste :D
