Sr. y Sra. Lewis

"Negro para la cacería de la noche

Para la muerte y el dolor, blancoes el color,

De oro el vestido de novia debe ser,

Yrojo para un encantamiento hacer…"

El sol estaba lo suficientemente resplandeciente, los tacones de no menos de siete centímetros se movían con aceleración de un lado para el otro, todo el mundo la miraba extrañado, no era normal que alguien como ella se desesperada tanto.

— Maryse — Susurró Jocelyn Garroway mientras acomodaba un dorado adorno de flores en un pilar — ¿Podrías controlarte?

Maryse Lightwood, era una de las cazadoras de sombras más fuertes que habían existido en la época de Valentine, por lo mismo, él la había tentado a formar parte del círculo, olvidando esa parte de oscuridad, Maryse era una mujer excepcional, todo el mundo lo decía, incluso Robert Lightwood, su marido. Pero jamás estaba nerviosa, por nada, jamás.

Incluso le había enseñado a su hija Isabelle a mantener el control, eran cazadoras de sombras, y debían hacerle honor a su raza.

"Primero eres una cazadora de sombras, después una señorita" Era lo que le había escuchado a Adele Fairchild decirle a su hija Jocelyn una vez, en el Instituto. Y luego Jocelyn bromeaba de eso con Luke, cuando estaban en el círculo, diciendo que era una típica frase antigua de la familia Fairchild. Sin embargo Maryse le había encontrado razón, por lo tanto ella e Isabelle eran la clase de guerreras que deseaban demostrar ser.

— No puedo — dijo Maryse mirando como se levantaba un altar con magia, ella estaba al tanto de toda la organización del evento — Elodie, no espera, un poco más al centro. Sí, eso es. — Luego miró a la pelirroja — Lo siento, Jocelyn. Es que… es la boda de Izzy.

— Entiendo — Dijo Jocelyn, quien aun tenía que aceptar que su hija Clary estuviera ahora comprometida con Jace, eso significaría que se casarían pronto, aunque no estaba segura de cuanto, pero frente a cualquier cosa, casados o no, Jace y Clary, estarían juntos de todas maneras. — También tuve que organizar mi boda con Luke, años atrás.

— ¿Y todo va bien? — Preguntó Maryse — Quiero decir… ¿Entre ustedes?

Jocelyn asintió con la cabeza.

— Maryse, Simon no va a defraudar a Isabelle. — Le dijo tocándole el hombro — Él la ama más que a cualquier mujer en el mundo. Además lo conozco desde hace mucho tiempo, es el mejor amigo de Clary, y es muy leal a quienes quiere, él quiere a tu hija. — "No hará lo de Robert" pensó Jocelyn, pero se limitó a decirlo.

— Lo sé — Suspiró Maryse — Es que… con todo esto de la boda, y el hecho de que se case tan joven, me preocupa, además siempre creí que mis hijos se casarían algún día con un cazador de sombras, sino que resultaron liados con submundos, no es que me desagraden, solo que…

— ¿Qué?

— Alec volvió con Magnus Bane, y es brujo. Isabelle se casará con Simon, y es un vampiro, y Max… — Su voz se tensó en ese instante — No sé que hubiese pasado con él…

— Maryse

— Y Jace, bueno él si va a estar con una cazadora de sombras, excelente como es Clary. Pero en el fondo, Jace no es un Lightwood, aunque lo sintamos como uno, aunque lo queramos, él es un Herondale. El Hermano Zachariah… — Luego se corrigió —Bueno, James Carstairs le dijo todo lo que sabía sobre la familia Herondale y su lealtad, entonces Jace ha estado interesado en continuar con su línea sanguínea.

— Él siempre será tu hijo— Dijo Jocelyn — Siendo Jace Wayland, Morgenstern, o Herondale. Siempre será tu Jace. Y se crio como un Lightwood.

— Estoy de acuerdo, solo que… ¿Qué pasará con Alec e Izzy? No son inmortales como Magnus o Simon, y yo solo quiero que sean felices.

— Y sigan con el Legado Lightwood — Dijo Jocelyn divertida — Vele el lado bueno, serán una nueva raza de cazadores de sombras si acaso tiene hijos.

— ¿Pero si La Clave y el Consejo no lo aceptan…? —

— Lo harán, Clary usará sus runas para que sus amigos sean felices, ten fe, en que lo hará. Y vuelvo a insistir, Simon cuidará bien de Isabelle y la hará feliz, al igual que Magnus con Alec, confía en ellos.

Maryse convencida sonrío

— Estoy segura de que Jace también hará inmensamente feliz a Clary — dijo — Ambos se lo merecen.

A la Sala de Los Acuerdos llegó Luke acompañado de Jordan y Maia, y varios lobos de su manada, se habían unido para ayudar a decorar la situación de la boda entre Isabelle y Simon, también se habían unido unos vampiros.

— ¿Cuánto falta para que lleguen los invitados? — Preguntó Jordan impaciente

— Poco tiempo — Aseguró Jocelyn, quien saludo con un beso tierno a su esposo. — Clary, está encargada de venir con Isabelle.

— ¿Y Simon? — Preguntó Maryse

— Viene en camino — Dijo Maia, mientras arreglaba inquietamente su vestido, se sentía completamente incomoda porque los odiaba. Solo pudo calmarse cuando Jordan Kyle le susurró al oído que se veía hermosa, y así se mantuvo serena mientras arreglaban todo, pero aun ella miraba a Jordan con sus mejillas sonrosadas.

Clary se miraba así misma al espejo, intentaba arreglar las ondas de su cabello pelirrojo detrás de un sofisticado moño que se había hecho, Isabelle y Simon, la habían escogido como Dama de Honor al igual que a Maia Roberts, y ambas acordaron usar vestidos cortos, con detalles dorados en tiritas, al menos era el vestido distinto al que ella usó en la boda de su madre con Luke. Clary recordó ese momento con ensoñación, jurando jamás olvidarlo, era un instante feliz, así como el instante en el que Jace le pidió que fuera su esposa.

— ¡Te ves increíble! — Dijo una voz detrás de ella. Era Isabelle.

Clary miró a Isabelle, que se veía increíblemente perfecta en su vestido de novia, era de seda y dorado, como se casaban los cazadores de sombras, ya que el blanco para ellos era el color de luto.

— Gracias, Izzy — Dijo Clary mirándola bien — Tú también te ves increíble.

Y era verdad, Isabelle tenía la altura suficiente como para usar el vestido ajustado que llevaba, y eso la hacía verse lo suficientemente esbelta, llevaba algunos encajes en las mangas, y tenía un escote en V, que dejaba relucir su precioso collar de rubí, el vestido de ella, tenía algunas caídas de anchura desde sus caderas hacia sus tobillos, pero no lo suficiente, por recomendación de ella, ya que ella quería verse guapa, no estigmatizada como princesa mundana.

El dorado del vestido hacía también que Isabelle se viera lo suficientemente resplandeciente, el vestido no tenía mangas, así que podía ver las runas en sus brazos, y algunas cicatrices, que si bien, ella en un momento ella se avergonzó de llevarlas, ya que no era normal en una chica, Simon le había hecho cambiar de opinión.

— Debería hacerte un moño en el cabello — Comentó Clary. Isabelle asintió, sentándose en frente del mostrador de su habitación de su casa en Idris. Tomó el negro cabello de la cazadora, y comenzó a trazarlo con agilidad, levantándolo y dándole algunos giros, que le recordó el día en que Isabelle le había hecho un fino moño para asistir a la fiesta de Magnus, y recordó también que había metido las patas, al preguntarle si Alec era gay.

Isabelle quedó sorprendida, el moño que le hizo Clary estaba muy retocado.

— Has mejorado — Le dijo Isabelle

— Gracias. — Dijo Clary, y terminó de arreglar los últimos adornos del vestido de Isabelle — Iz…

— ¿Sí?

— Cuida a Simon, es mi mejor amigo.

— No tienes que decírmelo, lo haré — Dijo la Cazadora de Sombras, mientras miraba a Robert Lightwood, su padre un poco más viejo por los años pero con una increíble fuerza de un digno Hijo del Ángel, ella le tendió el brazo a su padre.

Isabelle volteó para ver una vez más a Clary, ambas amigas se sonrieron, y la pelirroja le deseo buena suerte en su matrimonio, ella se apresuró para llegar junto a los invitados, antes que la novia.

Robert Lightwood estaba nervioso, llevaba torpemente a Isabelle por el pasillo de su casa hasta el portal que Magnus Bane, les tenían preparados para ello.

— Hija — Susurró Robert antes de que atravesaran al lugar de bodas

— ¿Padre?

La miró con sus potentes ojos azules, jamás creyó que Isabelle se casará, pues ya le habían llegado rumores de que estaría interesada en ser una Hermana de Hierro, ahora era diferente, se casaría con un submundo, con el Daylighter, pero eso a Robert ya no le importaba, le importaba ahora la felicidad de su guerrera, de su pequeña Izzy.

— Que en el nombre del Ángel seas muy feliz, hija mía.

La Sala de Los Acuerdos estaba repleta, todos estaban arreglados para el momento de la boda, algunos Hermanos Silenciosos asistieron, ya que ellos, son lo que encabezan las ceremonias nefilims, al igual como cuando los padres les ponen los nombres a sus hijos.

Todos estaban expectantes, Clary buscaba entre las personas la llegada de su prometido, pero se sentía decepcionada de no verlo aun, lo esperaba ansiosa. Sintió abrir la puerta, y levantó la mirada, ahí estaban Jace, caminando con una enorme sonrisa hacia ella, acompañando a Simon, el novio saludó a varios invitados, y se posicionó en su lugar, y espero… vio a Clary y le sonrió, ella le deseo suerte. Luego le dirigió una mirada a Jace, y este se acercó a ella dándole un beso.

Ya todo estaba listo, faltaba la llegada de Isabelle.

— Bueno — Dijo Magnus a Simon, antes de que el Hermano Enoch — Las mejores cosas se hacen esperar.

Y tenía razón, abriendo las puertas de La Sala de Los Acuerdos, entró Robert Lightwood llevando del brazo a su hija, quien se veía lo suficientemente hermosa en su dorado vestido de novia, todos quedaron sorprendidos, Isabelle Lightwood lucía como la estrella brillante de Belén, con sus tacones altos, caminaba como una experta modelo, con la frente erguida, y muy digna. Simon pudo ver las delicadas runas que decoraban el corsé del vestido, y ella vio que Simon llevaba unas runas doradas tejidas en traje negro que usaba.

Robert conmocionado dejó a su hija al frente de Simon, y antes de irse, le dirigió una sonrisa a ambos.

Era un momento muy especial, era la boda de Simon e Isabelle, no debía ser arruinada, ambos enamorados se miraron y sonrieron, Clary notó que había mucha complicidad entre ellos, incluso mucho más que la que ella tenía con él siendo amigos desde niños. Maryse estaba al lado de su hijo Alec y de Magnus, y entre ellos estaba Jace, y luego Clary, y todos estaban muy felices, ya que por fin, uno de los hechos más importantes que esperaban se concretaba.

Isabelle y Simon, se casarían, la segunda boda entre una nefilim y un submundo, que Clary presenciaba después de la boda de su madre y Luke, era un nuevo comienzo en Idris.

El Hermano Enoch se pusó en medio de ambos, y comenzó a dirigir la ceremonia de matrimonio en el mundo de las sombras. "Comenzamos con la Unión de Bodas en el Nombre del Ángel Raziel, de una Hija del Ángel, Isabelle Lightwood y de un Hijo de La Noche, Simon Lewis. Procedemos a enlazarlos por los ritos celestiales…"

"Simon Macabeo Lewis" habló el Hermano Enoch mirando fijamente a este "Debes repetirle los siguientes votos a tu futura esposa…

— Solo denme un minuto — Rogó Simon — Quiero, dar mis votos… de una manera diferente, a pesar de que soy un Submundo, yo nací siendo un… bueno ustedes le llaman mundano, yo era mundano, antes de involucrarme en el mundo de los Cazadores de Sombras. — Dijo sonriendo y mirando a Clary, su fiel amiga. — Quiero hacer mis votos de boda, de la forma en que yo siempre quise hacerlo, si me permiten…

El Hermano Enoch hizo un ligero movimiento con su cabeza. "Bueno"

Simon se colocó directamente en frente de Isabelle, la miró con detención, con su vestido de oro ajustado a su figura, con un moño adornando su oscuro cabello, con el collar de rubí resplandeciente en medio de su pecho, y con esos seductores ojos negros tan brillantes, tan oscuros y a la vez brillantes.

Él se aclaró la garganta, todos lo miraban y comenzó a hablar:

— Isabelle Sophia Lightwood — Comenzó Simon — Sabrás que antes de conocerte mi vida era ordinaria, normal, mundana y… bueno, yo estaba enamorado de otra persona, sé que siempre has creído que esa persona ha sido importante para mí, y quiero decirte que lo es, no estoy enamorado de ella, deje de estarlo hace mucho tiempo, pero la quiero y es mi mejor amiga. El punto es que, ella es tan importante para mí, así como lo es Becky, así como mi madre, aunque ella me odie por ser vampiro, incluso como tú. Uno siempre cree que solo hay un solo amor en su vida, muchos hablan del primer gran amor, y que nadie puede olvidarlo. Yo digo lo contrario, tú, hiciste que me diera cuenta de eso y muchas cosas más, de que existía un mundo oculto bajo el que yo creía conocer, que todas las historias son ciertas, que incluso si bebes un trago de hada puedes terminar convertida en una fea rata — Dijo, y varios se rieron en eso, incluso Jace — Me di cuenta de que eras lo suficientemente hermosa, y que eras demasiado para mí, desde el momento en que bailamos juntos por primera vez, e incluso después de eso creí que era por mi "encanto vampírico" — Clary rodó los ojos — Aunque sé que eso no existe. Isabelle, eres la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida, quiero decirte que… cambiaste mi vida, aunque no esté ciertamente vivo, completamente. — Miró hacia el suelo, pensando que quizás estaba haciendo el ridículo, pero quería expresar todo lo que sentía por ella. — Lo siento, no soy muy bueno con las palabras, Iz. No soy como otros chicos… — Se había acostumbrado a decir eso, pues se había quedado pegado en sus dieciséis, mientras ella tenía veinte dos pero se veía tan jovial como siempre— Te amo. Y quiero estar contigo, sé que soy inmortal y que viviré muchos años más, pero quiero que estés conmigo — él le tomó ambas manos a Isabelle que estaba completamente conmovida, con los ojos vidriosos con lágrimas queriendo salir, y eso que ella nunca lloraba.

— ¡Oh, Simon!

— Isabelle, no quiero una vida eterna si tú no estás en ella. — Dijo con mayor honestidad — Estos son mis votos de boda, quiero amarte, respetarte, y cuidarte, en la salud y la enfermedad, en la tierra de ángeles y demonios, aunque la muerte nos separe, prometo hacerte feliz mientras vivas, y si mueres antes que yo, seré mucho más errante de lo que fui en un tiempo, y no descansaré hasta unirme a ti, a donde sea que tu estés, porque te amo Isabelle Lightwood. Te amo, y no quiero nada más que estar a tu lado.

La gran parte de los invitados estaba conmovidos, Maryse estaba muy emocionada siendo contenida por Robert, Jocelyn tenía razón, Simon amaba a su hija.

— Eso fue hermoso — susurró Clary mientras caían ligeras lágrimas de felicidad por sus mejillas.

— Sí — dijo Jace a su lado — Pero yo soy mucho más hermoso.

Clary rió por la bajo, a pesar del tiempo, Jace iba a seguir siendo Jace, su Jace.

Antes de que el Hermano Enoch hablara, se vio interrumpido por Isabelle.

— Lo siento, es que quiero decir mis votos a Simon. — Dijo la Cazadora de Sombras, ella miró al vampiro diurno fijamente — Simon… Lewis — Dijo ella temblorosa, nunca había sido lo suficientemente expresiva, estaba lo suficientemente llorosa como para comenzar a decir una palabra — Toda mi vida, me he dedicado a ser una Cazadora de Sombras, fuerte e admirable, una excelente luchadora, para sentirme orgullosa de ser una nefilim, y darle alegrías a mis padres, a mis hermanos… — Pensó en el pequeño Max, y eso hizo que se le hiciera más chiquitito su corazón — Sé que lo hice, salvo que a veces me rebelaba contra mis padres y salía con algunos submundos, salí con varios chicos, que nunca tomé en serio… hasta que llegaste tú. Simplemente tú siendo el mundano más mundano que haya visto en mi vida, y me pareciste agradable, solo… perdón por haberte dejado como una rata. — Simon sonrió, ya quería olvidar ese singular momento — Cuando te transformaron en un vampiro, me acerque más a ti, pensando que quizás en ese momento tenías posibilidades de que yo te gustara, era bastante improbable, ya que tú eras diferente, siempre has sido y serás diferente, pero eso no significa que no seas especial para mí, te amo. — Simon articuló unas palabras en hebreo, "te amo" le dijo también, Isabelle se aclaró la garganta — Usualmente se les marcan dos runas a los cazadores de sombras cuando se casan, la runa del amor, y la de unión de bodas, en el brazo y el pecho, sabemos que no podemos marcarte, así que… te daré algo en donde todos sepan que eres mío…

Aunque Simon no lo encontraba necesario, pues él sabía que su corazón, era solo de ella, vio como ella descendía su mirada hacia su mano derecha, y se quitaba de su dedo anular un anillo, quien Isabelle se lo puso en la pálida mano del Daylighter, el anillo tenía una "L" y motivos de llamitas de fuego.

— Ahora tienes mi anillo — Dijo Isabelle mirando a los ojos a Simon — El anillo de la familia Lightwood.

Y chocaron los ojos negros con los ojos castaños en intensas miradas de amor, ya estaba casi consumado el matrimonio, le tatuarían las runas a Isabelle mientras Simon sostenía su mano, una vez hecho eso, Clary había sacado la estela de su bolsillo y ante la mirada atónita de Jace, subió al podio, e hizo una runa en frente de sus amigos, era una runa similar a la runa "Alianza" solo que está era capaz de enlazar a Nefilims con los Submundos. El matrimonio estaba hecho, ya no habría diferencias, y Clary no podía olvidar ese detalle, pues era dama de honor y había hecho la misma runa en la boda de su madre con Luke.

Clary bajó del podio, y se colocó al lado de Jace, entrelazando sus manos y sus dedos entre ellos, sonriéndose pues todo ahora iría bien.

"En el Nombre del Ángel, hemos terminado de enlazar a Simon Macabeo Lewis, Hijo de la Noche elegido como guerrero del cielo e Isabelle Sophia Lightwood, Hija del Ángel de corazón puro, ahora son marido y mujer" Dijo el Hermano Enoch, y con eso la pareja selló su vínculo con un beso apasionado, acariciándose sus labios mientras ella echaba sus brazos al cuello de su hombre, y él tomaba delicadamente su cintura.

— Por favor Magnus — Rogó Alec suavemente — Aquí no.

Magnus rió por lo bajo, mientras besaba fehacientemente su cuello, para luego besar su manzana de Adán y morder pasionalmente la boca de su muchacho de ojos azules: — Tú no sabes decirme que no, Alexander Lightwood — Dijo Magnus — Además nadie nos ve…

Ma- Magnus — Masculló Alec intentando sacárselo de encima, pues en la celebración de la boda de su hermana y Simon, su novio bebió sin querer demasiadas bebidas de hadas, lo que hacía que no se comportara en la forma en que un Magnus sobrio lo haría — Oh Magnus — Gimió Alec, mientras su novio lo empujaba en contra de un muro de uno de los pasillos de la Sala de los Acuerdos, y comenzaba a acariciarlo con fuerza y delicadeza al mismo tiempo, levantando parte de su camisa y tocando su abdomen, sintiendo los cosquilleos que solo Magnus le provocaba, y se maldijo a sí mismo por dejar que solo alguien como él, lo hiciera perder los estribos. Al parecer al Gran Brujo de Brooklyn no le importaba, no era la primera vez que estaba bajo efectos de la euforia de la bebida de Hada — ¡Por el A- Ángel! — Alec no podía hacer mucho pues Magnus se había puesto a besar su abdomen con una ardiente pasión, que si el mismo nefilim podría soportar por mucho tiempo, era preferible hacerlo en otro lado — ¡Es la boda de mi hermana!... Magnus… ¡Oh Magnus! — Sus mejillas estaban lo suficientemente rojas, la sangre corría a full por su cuerpo, mientras las tarántulas manos del brujo se disponían a atacar su pantalón, esto hubiese llegado a mayores si cierta persona intrépida no los hubiese interrumpido.

— Por favor — Rogó Jace, mientras se quedaba mirando la escena sin sorprenderse — No quiero saber detalles tu vida vida sexual con mi parabatai, hay cosas privadas que son privadas.

Magnus rodó los ojos, y acarició suavemente en la mejilla a Alec, susurrándole en el oído: Aku cinta kamu.

— Eso me suena familiar — Dijo Simon llegando cerca de Jace — Como cuando me dijiste "La sangre para ti… es sangre". Eso me demuestra lo bueno que eres con las definiciones. — Y luego miró a Magnus y a Alec — ¿Qué están haciendo ustedes dos?

—No crees que ya es bastante obvio lo que están haciendo, vampiro — Murmuró Jace — Magnus se está devorando a mi parabatai…

— Y al parecer le gusta…

— Son novios — Dijo Jace

— Magnus bebió bebida de Hada — Dijo Alec intentando separarse de él, y lo miró con ternura, levantando su cabeza — Por favor… acá no, podrían vernos y… tienes que hacer el Portal para que Simon e Izzy se vayan de Luna de Miel.

El brujo asintió con la cabeza, y estaba por disponerse a arreglarse pero antes le dio un beso apasionado a su novio, quien estaba ligeramente sorprendido. Magnus se alejó caminando hacia en medio de la fiesta y se dispuso a crear el portal de despedida.

La fiesta fue una gran celebración todos saludaban a los novios, y les daban abrazos y buenos deseos, finalmente era el momento en que todo terminara. Jocelyn y Luke se despidieron de la pareja, dándole consejos, respectivamente luego se despidieron de Simon, Maia y Jordan, entre otros vampiros y otros submundos, de Isabelle se despidió de Helen y Aline, el Cónsul, y varios miembros de La Clave, todos despedían a la pareja, quien se iban llenos de regalos.

Jace se despidió de Isabelle al igual que lo hizo Alec, ambos estaban felices y a la vez tristes pues se iría por un tiempo su hermana, la irritable, sofisticada, y aguerrida Izzy, "No es un adiós después de todo" Les había dicho ella con lágrimas en sus ojos, le dio un fuerte abrazo a Clary, dándole las gracias, ya que si ella no hubiese llegado desde el mundo mundano, jamás hubiese conocido a alguien como Simon.

— Mamá — Susurró Isabelle, su madre estaba llorando a mares por la felicidad, ambas mujeres se abrazaron mutuamente despidiéndose con palabras de cariño.

Simon se despidió de sus amigos, también de Jace, Alec y de un extraño Magnus que estaba excesivamente feliz, el portal estaba listo, solo debían pensar en el lugar que alguna vez hubieran estado y quisieran ir, esta vez, dependía de Isabelle.

— Cuídate mucho, Simon — Dijo Clary dándole un abrazo, agradeciéndole por ser el mejor amigo que ella pudo haber tenido — Adiós.

— Cuídate mucho, Fray —Le dijo él — Nos veremos pronto.

Se limitaron a decir alguna otra palabra, pues se habían dicho mucho en todos sus años de amistad, pero quizás no era suficiente, antes de que Simon tomara delicadamente la mano de Izzy, vio la figura de Rebecca Lewis, la hermana de Simon, que llegaba corriendo gritando su nombre, Maia y Jordan sonreían entre sí, ellos habían planeado esa llegada.

— ¡Simon! —

— Becky — Lágrimas de sangre corrían por sus ojos, y fue corriendo a su encuentro a abrazarla — ¡Becks… Oh Becky! ¡¿Qué haces aquí?!

— Eso no importa — Dijo Rebecca — Lo que importa es que no me perdería la boda de mi hermanito, perdón por haber llegado tarde — Simon ya había recibido muchas emociones ese día —Tan solo espero, que no perdamos el contacto, prométeme que me vendrás a ver a lo menos, un día por mes

— No Becky, siempre, iré cada vez que pueda — Simon no dejaba de abrazar a su hermana — Dile a mamá que la amo, aunque ella siga creyendo que soy un monstruo.

— Lo entenderá — Dijo Becky. Pues le había pedido a Clary que fuera con ella a hablar con su madre y explicar la situación de su hijo, toda la historia, desde el Pandemónium, hasta cuando acabaron con Jonathan Morgenstern. — Toma, era de papá. Creí que sería un buen regalo de bodas — Era un colgante con la estrella de David, símbolo judío.

— Gracias Becky — Dijo Simon mirando con cariño a su hermana, se despidió de ella, y sostuvo en su mano la cadenita.

— Ya es tiempo — Dijo Magnus un poco mareado — Ya saben las indicaciones.

Fueron las últimas despedidas, el Portal estaba listo, Simon enlazó sus dedos con los de Isabelle, mirándose con complicidad atravesaron y se fueron a pasar un buen tiempo, juntos.

"Eres mi amigo, donde quieras que estés, Simon Lewis." pensó Clary. "Siempre serás mi mejor amigo."

La inmensa casa blanca anticuada estaba ahí, aparecieron a través del portal, los recién casados contemplándolo todo, era majestuosamente bella, enorme, la casa tenía una glorieta circular frente a ella, poseía columnas pulcras, que hacían parecer a un Panteón Griego.

Tenía unos bellos jardines, llenos de rosas y flores de diversas especies, como crisantemos de bronce - naranja, que a Isabelle le pareció un detalle muy bonito para ser una casa muy anticuada.

— ¿Ha estado aquí antes, Sra. Lewis? — Preguntó tiernamente Simon, mientras miraba desde Isabelle hacia la casona.

Izzy sonrió.

— ¿Sra. Lewis? Eso es nuevo.

— Eres mi esposa, podrías llevar mi apellido. Además suena lindo "Isabelle Lewis"

— Muy lindo — Dijo ella — Para una nueva Cazadora de Sombras. — Luego recordó la pregunta — Sí, he estado aquí. Cuando era una niña vine aquí con mis padres y Alec, tenía yo al menos solo cinco años, fue un verano, esto es Londres y esta casona, era la antigua casa de la familia Lightwood, después de mucho tiempo fue reconstruida por mi abuelos en sus tiempos, y de vez en cuando venían aquí cuando no estaban en Idris.

— Es una casa muy bonita, Sra. Lewis — Dijo Simon tomando las maletas que habían dejado, entrando a la casa — ¿Entramos?

Ella aceptó, tomaron las maletas y entraron juntos a la Casona Chiswick de Los antiguos Lightwood, dentro de ella, se podían ver algunos cuadros antiguos, como el de una familia, de un hombre de cara angulosa, acompañado de una bella mujer y sus hijos, de cabello castaño y ojos verdes, Simon se acercó al cuadro y se dio cuenta, que abajo decían sus nombre "Benedict Lightwood y Barbara Lightwood, con sus hijos Gideon, Tatiana y Gabriel"

— Tus antepasados tenían los ojos verdes… y eran distintos a los que son tú y Alec.

— Hasta que uno de ellos — Dijo Isabelle señalando al viejo cuadro — se casó con una galesa, decía mi abuelo, era de cabello negro y profundos ojos azules, y de ahí que todos los Lightwood llevaban el cabello oscuro, pero todos llevaban ojos verdes, excepto, yo y Alec, con ojos negros y azules.

— Me gustan tus ojos negros, son únicos en el mundo. — Dijo él tomándola de la cintura.

— Dejemos a mis antepasado de lado, y disfrutemos de nuestro tiempo juntos, vampiro — Suspiró Isabelle — ¿Vienes conmigo a mirar Londres por la tarde?

— Jamás he estado en Londres — Dijo Simon — Aceptaré su oferta Sra. Lewis

— Simon — Dijo Izzy sonriendo — Deja de llamarme así, o de paso te obligaré a que todo el mundo te llame Sr. Lightwood.

— Me parece, seremos Isabelle Lewis y Simon Lightwood — E Isabelle se puso a reír, pasaron por el jardín italiano que aun poseía estatuas griegas desde hace siglo y medio, ambos treparon el mudo sin cuidado, con agilidad y se sentaron ahí, a esperar al atardecer.

Isabelle se acomodó sobre el hombro de Simon, mirando juntos a través del muro de la Ancestral Casa de Los Lightwood, el atardecer, anaranjado, resplandeciente y brillante, iluminándolos a ambos, sin afectar a su esposo, viendo como el traje oscuro le hacía buenos matices con su pálida piel, y él vio como el vestido dorado era mucho más luminiscente que el propio sol, que comenzaba ya a descender.

— Es hermoso — Dijo Simon, y luego dirigió su mirada a Isabelle.

— Lo es, pero no es más hermoso si tú, no estas aquí conmigo —Dijo Isabelle

— Te amo Iz

— Yo también te amo, Simon.

Estaban juntos de forma oficial, finalmente. Eso era lo que importaba.

Y ambos se quedaron mirando el uno al otro, con esa cara de enamorados totales, donde expresaban todo lo que sentían sin hablar, sin tocarse, ni besarse, ya tendrían tiempo durante toda su Luna de Miel para eso, ambos se miraron a los ojos, y ambos lo hicieron, como quien mira a "la única estrella brillante del cielo".