¿Pesadilla?
Seré pajera borre la historia por subir el capitulo.
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Un leve gemido lo despertó en mitad de la noche. Miro a la cama de su compañera percatándose de su pesadilla. Se acerco a ella cuidadosamente. La joven largo otro gemido, un poco más fuerte que el anterior. El muchacho se ruborizo un poco ya que ciertas lamentaciones parecían provocar en el un cosquilleo agradable. Tomo a su amiga que apretaba las blancas sabanas con tal fuerza, como si quisiera sacar juego de ellas. La acurruco entre sus brazos. No pudo contra la tentación de acariciar aquel angelical rostro y así como la brisa; susurro del viento para los hombres, susurro el joven aquel nombre:
-Tifa…tifa despierta.
-Mmm…-la joven comenzó a moverse en los brazos de su amigo- ¿Cloud?
El rubio sonrio dulcemente mientras le colocaba un mechón de cabello detrás de la oreja a su compañera- ¿Estas mejor?, tenías una pesadilla.
Los ojos de Tifa comenzaron a brillar. Bajo su mirada triste-avergonzada. Las lágrimas se deslizaron lentamente por sus blancas y rosadas mejillas.
-¿Pesadilla?-dijo
Cloud se preocupo al verla llorar; ¿Qué había dicho? ¿Qué había hecho? ¿A caso lloraba por que la había salvado de un mal sueño?
-¿Tifa, que te ocurre? ¿Qué fue lo que soñaste? Dímelo, déjame ayudarte.
Tifa elevo su mirada hasta posarse en el rostro de Cloud
- ¿De verdad quieres ayudarme?
El ambiente se estaba poniendo un poco caluroso para el rubio. La mirada de su compañera lo excitaba y la muy descarada no se daba cuenta. Asintió ante el interrogante de Tifa. Sin perder tiempo alguno, la joven se sentó ahorcajada sobre Cloud. Lo beso con vehemencia. Cloud sintió arder los labios de Tifa, un beso en el cual se fundieron ambos. Entre beso y beso Tifa le dijo al rubio:
-Ayúdame, ayúdame por favor, te necesito ahora.-dicho esto volvió a besarlo.
Al oír esto el rubio se alejo unos centímetros de ella. La contemplo por un momento: su blanca y suave piel como la porcelana misma, su cabello tan negro y brilloso como si de la negra noche se tratase y sus ojos, aquel par de luceros tan o mas brillantes que el fulgor de las estrellas. Era una deidad incomparable para él: delicada y hermosa como la flor, fuerte como el mármol, prohibida-tentadora-dulce como lo fue la manzana para Adán, dejaba con ganas de probar más y más de ella.
Acaricio su mejilla-Tifa...yo…-fue interrumpido.
-Prometiste ayudarme cunado estuviera en apuros, y este es uno.-dijo la joven mirando a Cloud.
- Esa maldita mirada- pensó- es peor o más hipnótica que la de la serpiente.-Me vuelves loco-le dijo y su labio se apodero de los de ella.
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Entro en ella con ferocidad entrañable. Tifa soltó un gemido de dolor, pero la lujuria era más fuerte. Pidió que no se detuviera; que la tocara, que la hiciera suya y de nadie mas.
Cloud volvió a besarla para acallarla, era tan dulce aquel néctar que emanaba sus labios y aquella fragancia suave. Todo le daba vueltas. Volvió a envestirla con fuerza. Dejo sus labios y comenzó a bajar por su cuello hasta llegar a sus erectos pechos. Beso la zona de unión, luego comenzó a masajear uno mientras su boca se encargada de el otro. Tifa llego al orgasmo antes de tiempo, Cloud se percato de ello cuando sintió como las uñas de la morena marcaban su rastro en su espalda. Solo la había envestido un par de veces, luego se mantuvo dentro de ella.
Apoyo sus codos ha ambos lados del rostro de la joven, esta tenia la respiración entrecortada, la miro y le dedico una sonrisa picara:
-No es justo que goces tu sola- Tifa sonrió ante esas palabras y acaricio el rostro de Cloud, este paso su mano por debajo de su cadera y la levanto para entrar mas profundo en ella. La beso como veces anteriores. Tifa arqueo su espalda ante aquel atrevimiento y gimo entre los labios del rubio.
Se tomar nuevamente, sin contemplación alguna, dejando de lado la timidez, el miedo y dando paso a la felicidad total. Esta vez llegaron al orgasmo juntos. Como acto final el joven rubio poluciono dentro de la morena. Ella por su parte se abrazo a el como la anaconda abraza a su presa antes del darle el beso de la locura, la muerte, el final.
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La tenue luz de la luna bañaba sus cuerpos. Cloud recostado en la cama; miraba el techo, mientras rodeaba con un brazo la cintura de la morena. Tifa estaba atravesada sobre el pecho del rubio, acariciaba suavemente aquella zona:
-Gracias por ayudarme-dijo con voz suave y cansada. Lentamente cerró sus ojos y se entrego al dulce Morfeo.
Cloud la contemplo dormir y con una sonrisa picara le respondió en un susurro:
-No gracias a ti-dijo-"por dejarme ayudante"- pensó maliciosamente.
El joven imito a su compañera. Cerró sus azules zafiros y Morfeo hizo el resto.
