HOLAAA!

ESTE ES MI PRIMER FIC (TENGANME COMPASIÓN), ESTA HISTORIA ESTA BASADA EN 40 AÑOS SIN TI (UNA HISTORIA HERMOSA) PERO LE HICE ALGUNOS CAMBIOS JEJEJE XD ESPERO LES AGRADE 3 SUS COMENTARIOS SON BIEN RECIVIDOS


-Rukia…-murmuró Byakuya cuando pasó cerca de su oído. Deshizo parte del kimono que la cubría y trazó el camino con sus labios que lo llevó hasta su clavícula. Besó sus hombros desnudos y descubrió un pequeño lunar en ellos que le recordó que, a pesar de todo, aquel cuerpo seguía siéndole desconocido.

-Byakuya…-murmuró Rukia con la respiración igual de agitada, entrelazando con más fuerza sus brazos alrededor del cuello de Byakuya.

Y fue ahí donde el hombre logro escapar por un breve instante del hechizo del cual era preso e inmediatamente se detuvo, al darse cuenta de esto fue ella, quien tomo de nuevo la iniciativa tomando el rostro de Byakuya entre sus manos y acercándolo para besarlo, este se dejó llevar pues solo quería volver a degustar una última vez ese sabor tan exquisito que solo encontraría en ella.

Los ojos de Byakuya se cerraron para entreabrir sus labios y así buscar de forma desesperada los de Rukia, lo que dio paso a un beso desesperado con el sabor más dulce y doloroso que pudieron haber probado, aquel beso pareció avivar el corazón de ambos. Byakuya bajo la intensidad del beso para así saborear mejor los labios de Rukia y grabar en su memoria con la mayor nitidez posible aquel momento que se convertiría en una pesada carga por lo que esto produciría en su conciencia de ese instante en adelante. Por un lado, en alguna parte de su mente estaba consciente de que lo que hizo fue el más grande error que pudo cometer al faltar a la promesa de su difunta esposa, pero por el otro se sentía dichoso debido a que ahora sabía que Rukia le correspondía.

En ese momento, con el corazón desbocado y con el orgullo destrozado lentamente el capitán bajo la intensidad para culminar la situación con el rose casi imperceptible que hacia estremecer el cuerpo de ambos, los brazos de Rukia fueron perdiendo la fuerza que retenían a Byakuya dejándolos caer sin ganas dejando que la respiración agitada de ambos fuera la evidencia de que aquello había sucedido, los ojos de Rukia se llenaron de lágrimas y no podían más que estar clavados en el suelo, tratando de comprender lo que sucedió

El capitán escucho el palpitar de Rukia y el suyo, haciendo juego con sus respiraciones insoportables, ensordecedoras, golpeando su conciencia. Byakuya la miró, y la suya fue una mirada llena de tristeza, pero a la vez una mirada de amor. La mirada que quedaría para siempre grabada en las retinas de la joven Shinigami como la mirada más transparente y sincera que podría obtener de Byakuya jamás.

Ni siquiera preguntó qué era lo que había pasado, cual había sido el paso en falso que había llevado al capitán a interrumpir su idilio. Quizás, el error comenzó en el momento en que pisó ese despacho al anochecer. Antes de separarse definitivamente, Byakuya recompuso el kimono de la joven, tapando su desnudez y depositando un breve beso sobre su frente y se marchó sin esperarla.

Ya era de noche y la luz de la luna iluminaba con su pálida luz las calles que conducían a la mansión Kuchiki. Y mientras paseaba con aire ausente, el capitán de la Sexta División se atormentaba al saber que no se arrepentía de nada. De nada de lo que había sucedido como tampoco de haber recuperado el control de sí mismo a tiempo, antes de romper verdaderamente la última regla que le quedaba. Su mente divago sobre en qué momento aquella mujer de complexión delgada y mirada hermosa logro doblegar la voluntad del capitán, pues no entendía como esta mujer había logró ganarse el corazón que ya le había entregado a la hermana mayor de esta. "HISANA" una voz en su subconsciente le grito un nombre que de solo pensar le hacía recordar que lo que sentía era impuro haciendo que la desdicha de este fuese más profunda.

Supo que, pese a lo sucedido, no podría aspirar a nada con ella debido a la promesa que hizo a su difunta esposa de velar por Rukia como a una hermana, mas no como una mujer, ella había estado dispuesta a entregarse a él sin reservas, sin temores y con el deseo palpitando en cada poro de su piel, lo que le hacía pensar que no temería a lo que les pudiera deparar el futuro si el decidiera entregársele con la misma fuerza y devoción.

¿Qué más podría hacer? Acaso dejar de lado todos aquellos prejuicios, ¿mandar al demonio todas las reglas y dejarse llevar? No, eso no era una posibilidad a considerar. Sus responsabilidades de ser la cabeza de la familia, su orgullo, su integridad no podría simplemente hacerlo a un lado por el deseo palpitante en su corazón, pero… ¿Qué haría ahora?

Como lograría mirarla de hoy en adelanté sin recordar lo sucedido. Al llegar a su casa fue recibido como de costumbre por su sirviente preguntándole si deseaba cenar, a lo que este contesto que no

-Estaré en mi estudio, puedes retirarte

-si mi señor, buenas noches

Este se dirigió con paso lento a su estudio sumergido en sus cavilaciones tratando de pensar en cualquier otra cosa, pero de inmediato recordó unos ojos hermosos color violeta que lo observaban con una inmensa tristeza al verlo partir.

¡NO!

Se lo repitió mentalmente, pero sus pensamientos vagaron en un recuerdo especifico, el momento en que vio por primera vez a Rukia.

*FLASBACK*

Se encontraba en el bosque colindante con la academia de shinigamis para poder buscar y observar con más anonimato a una joven en especial, no logro encontrarla a primera vista y comenzaba a cuestionarse si realmente le habían dado bien la información, pero cuando estaba a punto de irse escucho a lo lejos un extraño sonido de entre los arboles acompañado por un quejido de una muchacha

- ¡Auch!¡Rayos!

Al voltear la vista la vio a lo lejos, pero de forma perfecta el origen del extraño ruido, su corazón dio un vuelco impresionante a la par que sus ojos se abrían más de lo normal por el asombro de ver a la joven "¡HISANA!" Pensó, "no eso no era posible" de una forma rápida recupero la compostura de la primera impresión y comenzó a racionalizar las cosas "debe ser ella", aquella joven que tanto buscaba su esposa con tanto esmero y por la cual él estaba ahí.

Al parecer ella no se había dado cuenta que alguien la observaba con detenimiento y curiosidad, Byakuya se limitó a contemplarla desde lejos y notar que a pesar del increíble parecido físico con Hisana había un mundo de diferencia entre ambas hermanas ya que aquella joven cuyo nombre aun no conocía se veía de un temple fuerte y decidido, de igual manera su mirada expresaba una vitalidad que lo dejo anonadado.

-Rukia!- Se escuchó a lo lejos proveniente de un muchacho de cabello rojo

La joven reacciono de forma inmediata

-Renji, estoy aquí- Grito la joven dando un brinco para bajarse del árbol en respuesta al joven pelirrojo que al escucharla echo a correr en su dirección. RUKIA! Repitió en su mente

-Date prisa o llegaremos tarde por tu culpa- Dijo el joven que respondía al nombre de Renji

-No te pedí que me esperaras o ¿sí?

-Todavía que me tomo la molestia de buscarte y recibo un regaño

-Pues tu que estas de desesperado- Dijo Rukia de mala cara

-Ya mejor démonos prisa

Byakuya tuvo que escuchar esa discusión tan infantil en todo el rato en que aún era audibles sus voces, evidentemente eran muy distintas. RUKIA! su corazón palpito más fuerte al recordar a la dueña de aquel nombre, pareciese que por primera vez desde que falleció Hisana su mundo no parecía sombrío y al menos la promesa hecha a esta última le daría sentido a su vida, podría decirse que gracias a esta tendría motivos para seguir.

-Rukia- Probo aquel nombre por primera vez

*FIN DE FLAZBACK*