De gatos como regalo de cumpleaños

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Este fic participa del Reto del Mesiversario "Primer mes de locura de la Familia Friki" del Foro "First Generation: The story before books".

Personaje: Draco Malfoy.


I.

Es difícil escoger un regalo para una persona que ya lo tiene todo en la vida.

Harry decide no darse por vencido de todos modos y se dirige al Callejón Diagon, con la seguridad que va a encontrar algo de su agrado para regalarle a Draco en su próximo cumpleaños.

La tienda del final de la calle le llama la atención y entra sin dudarlo. El dueño le pregunta en qué puede ayudarlo.

—Necesito algo especial para una persona especial. Usted me entiende lo que quiero decir.


II.

Draco Malfoy despierta la mañana de su cumpleaños cuando Harry abre de imprevisto las cortinas de la habitación y la luz del sol le da directamente en los ojos. Suelta un bufido de frustración y se cubre el rostro con la almohada.

—¡Potter! —exclama—. ¿No puedes dejar de ser tú al menos por hoy?

Harry se sienta en la cama y le obliga a sacarse la almohada. Le da un beso húmedo en el cuello y Draco reconsidera la idea de seguir durmiendo.

—Feliz cumpleaños, Draco. Despierta que tienes que abrir tu regalo.

Él deposita su mano encima del miembro del moreno y sonríe de forma lasciva.

—Espero que todo esto sea mi regalo de cumpleaños.

Harry se inclina hacia él y le besa castamente en los labios.

—Ese regalo lo vas a reclamar por la noche, después que cenemos en La Madriguera —dice y luego deja una caja sobre las piernas de Draco—: Apúrate a abrirlo, no creo que soporte mucho tiempo ahí.

—No es uno de los buzos tejidos de Molly con mi inicial, ¿verdad?

Algo se mueve dentro de la caja y comprueba que no es uno de los buzos de Molly. Puede ver un pelaje blanco, escucha un maullido y enseguida siente una lengua húmeda y rasposa en su barbilla.

—¿Qué me has regalado, Potter?

—Es un gato, Draco.

—¡Solamente a ti se te puede ocurrir regalarme un gato! —el animal vuelve a lamerle el rostro—. Quítame a esta bola de pelos antes que arruine mi costoso pijama.

Harry rueda los ojos.

—No te enfades con él, Draquín. Pronto verás que no es tan frío y mal educado como parece.


III.

—No estúpido gato, no voy a calentarte tu maldita leche por más que me pongas ojitos tiernos. ¡Olvídalo y es mi última palabra!

El gato maúlla románticamente y Draco se pone de pie comenzando a calentar la leche.

—Te has salido con la tuya, Draquín. Pero no creas que todos los días va a ser así. Puede que no seas tan desagradable como pensé. De hecho tienes un pelaje muy suave y eres casi tan guapo como yo.

Harry sonríe pensando que Draquín no ha sido una mala idea.