Aclaracion: la historia no me pertenece es sacada de un juego con el mismo nombre y los personajes son de la propiedad de masashi kishimoto.

espero que disfruten la historia y le den una oportunidad.

(pensamientos)

-"Dialogos"

Hablar con ella misma.


Is it love

Capítulo 1

Central Park… uno de los lugares donde mejor me siento. Sin atascos, sin ruidos e coches, sin gente que camina apresuradamente… me encanta venir aquí, solo para poder disfrutar de un poco de calma. Escuchar a los pájaros cantar, todo eso…

Sé que en nueva york a los pájaros no se les escucha demasiado. Todo pasa tan rápido en esta ciudad. Y no puedo decir que me trabajo en Hatake Corporation sea una excepción a esta regla.

Desde hace más de tres meses, trabajo como junior y estoy a cargo de la comunicación.

El misterioso y poderoso señor Hatake fundó la compañía y en solo unos años se ha convertido en una de las firmas más influyentes de la ciudad.

Suspiro al observar al patito mientras recoge las últimas migajas de pan mojado que flota en el agua.

Decidí tomar el control de mi vida en el momento en que llegue a nueva york. Se lo que quiero y estoy aquí para disfrutar de mi vida. Para mí, este es un nuevo comienzo.

De mi vida vamos hablar. En este momento, mi vida está ocupada entre dos hombres…. Uno ocupa todo mi tiempo libre y el otro ocupa toda mi mente.

El primero, aunque suave, es muy peludo y juguetón. Su actividad favorita consiste en masticar cualquier objeto que le guste y dejarlo sobre mis rodillas.

Se llama Akamaru. Antes de ser el perro de la familia, era sobre todo mío y de mi mama. Cuando ella murió fue mi confidente. De ninguna, manera le deje solo en casa con papa. He venido desde muy lejos, en avión.

Akamaru se acerca mucho a mí por enésima vez con la mirada suplicante.

-No gordo peludo, no voy a bañarme contigo en esa agua tan sucia –Dice una chica de pelo azulado de ojos perla y piel de porcelana.

Intento acariciarlo pero Akamaru comienza de nuevo a morder otro palo a unos metros de mí. Apoyo ambos brazos en el respaldo del banco y miro lo que hace sonriendo. Y luego, rápidamente, como es habitual mi mente comienza a pensar en él. Ya sabes el segundo hombre. Ese que ocupa toda mi mente. El que conocí el primer día de trabajo y en el que pienso cada vez que respiro.

Se llama Naruto. La buena noticia es que nos llevamos súper bien, quizás demasiado bien. Y la mala noticia es que es mi compañero de trabajo.

Recuerdo el primer día de trabajo. Llego a nuestro pequeño departamento con una gran sonrisa en los labios. El día había comenzado fatal, me habían robado mi bolso.

Me quede muy impresionada ese día, era la única persona que me parecía normal. Cerca de él me sentía muy bien.

Al principio, solamente me caía bien. Simpatizamos rápidamente, yo le encontraba atractivo pero como un amigo. El amigo sobre el que lloras sobre su hombro cuando las cosas van mal.

Pero no te imaginas lo que puede pasar en una noche.

Y entonces una noche en la que yo estaba deprimida, nos pasamos horas hablando en mi casa. Me quede dormida en sus brazos. Jamás me había sentido tan bien en los brazos de un hombre. Esa noche, no intento nada conmigo. Estaba allí solo para mí. Y fue entonces cuando me di cuenta que era un hombre increíble, de esos que no se encuentran muy a menudo.

Así que empecé a mirarlo de otra manera diferente, riéndome tontamente con sus chistes, sonrojándome al mirar sus ojos de color cielo, poniéndome celosa cuando otras chicas se le acercaba demasiado.

Si, la competencia es fuerte… Naruto es el tipo de hombre que tiene números de teléfono sin necesidad de buscarlos. Tiene ese aire inocente que le hace tan atractivo, tan encantador.

Akamaru viene hacia mí alegremente y pone el palo a mis pies. Me pregunto si es posible que un día se canse de hacer siempre lo mismo.

-"Después de todo hay mucha gente que se enamora de su jefe o de si manager, entonces por qué no de su compañero de oficina, verdad?" –Me pregunto a mí misma en voz alta.

-"Dudo que tu perro pueda responder a esa pregunta".

(Maldita sea, he pensado en voz alta…)

Roja de vergüenza, vuelvo la cabeza hacia la voz masculina que acaba de dirigirse a mí.

Un joven me mira con un brillo divertido en sus ojos. Tiene el aspecto de alguien que me dice: voy a ocupar el lugar de tu perro en la conversación.

-Con toda seguridad él no me va a contestar, pero prefiero su compañía a la de la mayoría de los humanos –Le respondo al chico extraño.

(Lo sé, la educación y las formas ante todo, en mi caso es algo abstracto. Detesto que invadan mi privacidad)

Cruzo los brazos con aire enojado. Él se sienta a mi lado en el banco. Genial…

-"Si me vas a dar un puñetazo, lo olvido inmediatamente"-Prosigo diciéndole.

El joven se ríe a la vez que acaricia a Akamaru que lo recibe alegremente. Le echo una mirada furiosa a ese traidor. ¿Desde cuándo te dejas acariciar por cualquiera?

-"Parece que tu perro me aprecia"-Dice el extraño.

-"Genial… tienes un perro, ¿no es eso?

-"No… prefiero los gatitos…".

Lo miro sorprendida. Sonriendo nerviosamente miro al cielo.

¿En serio? "prefiero los gatitos" ¡¿pero qué es esto?!

Le miro un instante fijamente. Se parece increíblemente a Naruto, salvo que Naruto es rubio y el que está frente a mi es moreno y además tiene como un lado más… decidido.

(Hinata! ¡Tienes que dejar de pensar en naruto! ¡Vas a terminar por verlo en todas partes!)

Antes de que pueda decirle que se vaya, su teléfono suena y él se aparta rápidamente murmurando algo que no puedo entender.

Me quedo mirando como una tonta mientras el joven se aleja. ¡lo menos que puedo decir es que me ha molestado y perturbado significativamente. Le pongo mecánicamente la correa a Akamaru y nos ponemos en marcha hacia el apartamento.

En el camino de regreso, suena mi teléfono. Es ino.

-"Hola ino" –saludo animada.

-"Hola, preciosa" – Me contesta del otro lado del móvil.

Ino se ha convertido en una buena amiga. Trabaja también como secretaria en Hatake Corporation. Recuerdo lo avergonzada que me sentí la primera vez que la vi.

Es del estilo de mujer que siempre parece perfecta. Ni una arruga en su ropa, ni un cabello fuera de su sitio, siempre impecable. En fin, todo lo contrario que yo.

-"Oigo ruido ¿Dónde estás?

-Estaba en el parque, me ha ocurrido algo rarísimo, ya te contare… ¿y tú?

-Estoy ordenando mi casa… un tipo de actividad súper divertida… gracias a Dios que ayer por la noche estuve algo más entretenida…

-¡¿"Que!?" ¡¿Con quién?! ¡Cuenta! -Le pregunto ansiosa.

-"Mmh… no por teléfono… -Me susurra.

-¡"No te pases ino!" –Le reclamo.

Ella tiene esa habilidad para guardar el suspenso. Lo peor es que yo no tengo paciencia… y así siempre.

-"Dedo dejarte, ¡te volveré a llamar esta noche!

-"Pero espera" ¡no puedes dejarme así!

-¡Te llamare después de tu primera clase con Naruto! ¡Ya me contaras! ¡Besos!

¡Mi clase! Es verdad, estaría bien que me pusiera en movimiento… si por que la última locura es que me ha apuntado en su local para entrenar de nuevo.

Practico thai boxing desde que tengo 8 años. Lo practicaba con mi padre y no lo había vuelto a hacer desde que me mude. Pero… Naruto ha cambiado las cosas. El da clases en su local. Además la práctica asidua de lucha libre le ha esculpido un cuerpo perfecto.

Naturalmente me dije: "si me apunto a sus clases, podría verlo en otro ambiente distinto al del trabajo".

¡Pequeña idiota Hinata!

Ino no sabe nada de mi atracción por Naruto y aún menos de mis esfuerzos para acercarme a él. Cada vez que hablamos, ella asume que solo somos amigos.

Llego a mi apartamento, tomo una ducha rápida le dejo de comer a Akamaru y salo a todo prisa hacia el local de Naruto.

El local de Naruto se encuentra en Brooklyn. Evidentemente es aquí donde vive… el ambiente es muy agradable. El local es sencillo pero está bien equipado. Estoy un poco ansiosa por verlo. Desde hace algún tiempo, me siento muy nerviosa cada vez que lo veo. Debería darme una torta.

Me puse mi pequeño pantalón corto, que realza mi figura. Quiero tener toda la suerte de mi lado.

-¡"Hola"! –Me saluda mi rubio favorito haciéndome una reverencia, como si fuera a hacer un saludo teatral, lo que me hace sonreír –Bienvenida a mi guarida de chico malo, joven dama.

Me rio mientras besa mi mano de un modo solemne y exagerado. ¡Que idiota!

-¿Bueno, estas lista? –Me pregunta

-"Si… lista para darte una paliza" –Le respondo con una sonrisa.

Naruto se pone a reír como si hubiera dicho la cosa más divertida del día.

-"Voy a ser suave contigo, nena –Se inclina ante i y me dice en tono confidencial: "Tendré cuidado de no romperte una una…"

Miro a Naruto, desafiándole con los ojos. Me toma por una niña inocente. Admito que no le he hablado de mis años de entrenamiento. ¡Si el supiera! He adquirido un nivel muy bueno. Estoy apenada porque voy estropear esa cara de ángel.

(¡Concéntrate hinata!)

Un joven nos interrumpe para mostrarle a Naruto el último movimiento que ha aprendido. Se va tan rápido como vino. Naruto se excusa y me invita a avanzar hacia el ring.

-¿Ensenas a los jóvenes del barrio? –Hago una pregunta curiosa.

-Sí. Me ocupo de él y de su hermano desde hace ya unos años –Me contesta.

-Estaba orgulloso se ensenarte lo que hace –Le digo

-Sí. Estoy orgulloso de ver a estos jóvenes aquí haciendo algo más por sus vidas que pasar el tiempo en las calles o en lugares equivocados…-Dice con un brillo en sus ojos azules –"Aunque no puedo cambiar las cosas, lo intento –Termina diciendo algo decaído.

-"Es todo un orgullo…" –Digo para animarlo.

-Es un truco para emocionarme –Dice con su sonrisa de vuelta.

Miro hacia arriba u le doy un codazo. Una vieja costumbre entre él y yo cuando se pone en plan de "Chico Bueno". No se da cuenta de que sus bromas me hacen sentir cada vez más incómoda. No solo es sexy, atractivo y divertido sino que además ayuda a los jóvenes del barrio a dejar las malas costumbres. Esto solo hace que me fascine más… Ah Ah.

Una vez sobre el ring, Naruto me da unos guantes y me explica dos o tres cosas básicas.

De repente lanza un golpe. Siento que se está conteniendo. Esquivo su ataque y le devuelvo un golpe bien dirigido que le sorprende. ¡Me molesta que se esté conteniendo!

-¡"Hey"! –Exclama -¡no es la primera vez que luchas!

-"No. Desde hace varios años estoy entrenando"-Digo para su sorpresa.

-¡Me lo había ocultado… entonces tengo una pequeña guerrera delante de mí!

"Pequeña guerrera" ese apodo me hace sonreír. Papa, me llamaba siempre así. Gracias a él me fui endureciendo. Cuando era pequeña, fui asaltada mucho tiempo me avergonzaba de mi misma. Cuando anos después hable con mis padres, papa me inicio en los deportes de contacto.

Hoy puedo derribar a cualquiera. Se, por ejemplo como retorcer una muñeca o simplemente apretando en un punto preciso convertir al más bruto en alguien inofensivo.

He recibido algunos golpes y los he dado. He amansado suavemente la parte de mí que no soportaba el contacto de otro. Cuando mama murió después de una larga enfermedad, descargue toda mi rabia sobre el ring.

De repente una ola de tristeza se apodera de mí. Como cada vez que pienso en mama. Hay heridas que nunca acaban de cerrarse…

-¿Ya está? ¿Quieres parar? –Me pregunta cuando me un poco distraída por mis pensamientos.

-¡No. Ya está! No me canso fácilmente –Le digo con ánimos.

-Ya veo –Dice con una sonrisa.

Realmente es muy difícil para mí hablar de cosas de pasado. A menudo mantengo mis problemas en un cajón cerrado en el fondo de mi cabeza. Creo que al final a través de los golpes que lanzo, expulso toda mi ira.

-"Ok princesa, ¿tienes conocimiento en defensa propia? –Pregunta.

(Algo de mi nivel)

-"Sí. La princesa sabe ocultar lo que le duele. ¿Quieres probar? –Le hago señas con los guantes incitándolo.

-¡Un hueso duro de roer! ¡Casi me das miedo! –Se burla de mi con una sonrisa.

-"Deberías" –Nos reímos a carcajadas.

De repente, Naruto se lanza sobre mí, agarra mi brazo y me hace rotar la espalda contra su pecho intentando inmovilizarme.

Me encanta sentir sus músculos contraerse contra mí. Doy las gracias interiormente de haber tenido la genial idea de apuntarme a las clases con Naruto. ¡Esto es una locura! Incluso sudoroso huele bien. Cuando siento su aliento caliente en mi cuello, siento escalofríos. Mi mente vaga rápidamente a otra actividad.

-¿Bah. Entonces? ¿Esto es todo lo que tienes que ensenarme, pequeña?

Salgo de mis pensamientos y utilizo una de mis llaves preferida con los brazos para tirarle al suelo.

-¿Bah entonces? ¿Esto se hace para poner una pequeña alfombra en el suelo? –Le digo sobre el con mi llave burlándome de él.

Naruto se levanta riéndose. Es difícil mantener una cara seria porque con su risa siempre me derrito.

Esto me desestabiliza y me hace molestar conmigo misma. Sobre el ring en mi adversario, no dedo estar pensando en mandarle besos.

Después de una hora de buen entrenamiento salimos del ring. Debo decir que a pesar de mi nivel, a menudo me ha puesto en dificultades. Me pregunto dónde ha aprendido a luchar así.

-¡Lo haces muy bien princesa! Casi tenías las de ganar…-Dice con una sonría en sus labios.

-"Es por qué yo voy poco a poco, no quiero hacerte daño…"

Naruto me sonríe y estrecha la mano de otro hombre que llega a la habitación.

-Yo esperaba alguna cosa esta noche ¡corre hacia las duchas! –Me propone.

-"Ok. ¿Dónde están las duchas? –Le pregunto.

-Al final del pasillo a la derecha. Donde hay un cartel que pone "Duchas" en realidad.

El comienza a reír y se abraza con algunos estudiantes. Yo resoplo, como siempre que se burla de mí. Pero se ha convertido en un juego entre nosotros, desde el primer día que trabajo con él. Miro algunos combates pero decido coger mis cosas para irme a la duchas.

Mientras caminos hacías las duchas, miro mi móvil. ¡Ey! Ino me ha dejado un mensaje.

Me rio mientras lo le: ¡si quieres saber más sobre ino u su última conquista, esta noche en el bar de siempre, querida! Besosss.

Con la cabeza en las nubes, avanzo con paso decidido hacia las duchas. El lugar es un poco descuidado pero el suelo está limpio.

(Uff. ¡Siento verdadero horror de las duchas comunes sucias)

Mecánicamente empujo la primera puerta que tengo ante mí.

(¡Oh!)

Mi corazón salta en mi pecho y me quedo sin respiración. Creo que cambio instantáneamente de color.

-"¡Oh oh! ¡Aquí están las duchas de los chicos –sale Naruto de la puerta que acabo de abrir.

Naruto no lleva más que una delgada toalla sobre su cintura. Esta apenas unos centímetros de mí. Estoy cara a cara contra sus pectorales.

-"Ah… Eh… maldita sea… yo…" –Comienzo a balbucear.

Estoy completamente avergonzada. No soy capaz de construir una frase coherente. Estoy a punto de flaquear, estoy completamente desarmada. Tiene un cuerpo escultural.

-"! Lo siento, estaba en las nubes, menuda metedura de pata! –Digo totalmente sonrojada.

-"Si… ¿quizás querías ducharte conmigo? –Dice coqueteándome.

-¡! En tú sueños Naruto! –Digo aun avergonzada.

(¿En serio? ¿No debería decir en lo míos?)

Naruto se está riendo. Y yo estoy rija de vergüenza si se puede estar más aún.

Estoy a punto de darme la vuelta cuando Naruto me detiene suavemente por el brazo y se inclina hacia mí. Su boca está a la altura de mi frente.

(Ok mi corazón late apresuradamente y de repente tengo calor, mucho calor)

-"Mira las duchas de las chicas, es junto allí" – Me dice indicándome el lugar.

Satisfecho, me muestra la puerta correcta con el dedo detrás de mí con una sonrisa burlona.

-¡Está bien! ¡Está bien! –Digo tratando de salir de mi bochorno.

-"? Estas segura que no vas a perderte en el camino? ¿Puedo llevarte de la mano. Si quieres? –Se burla nuevamente de mí.

(No debería proponerme ese tipo de cosas)

Aparentando estar enfadada y con la cabeza alta, me dirijo hacia las duchas correctas.


Bueno mi gente hasta aqui el capitulo de hoy espero que les guste si fue asi dejen un comentario hasta la proxima chaooooo!